Boys Before Flowers/Hana Yori Dango y sus personajes no me pertenecen.


De alguna forma

Amarla es natural y bastante, cierto: lo más acertado, lo más humano que había hecho desde que recordara. Pero, hacerla sonreír de verdad se parecía a encontrarse entre muros cerrándose, o golpear el espejo en busca de borrar lo eterno, lo detestable, a sí mismo y su rostro y todo lo que grupo Shinhwa encerraba en la palma.

Y así gritaba, viendo desde lejos. Quizá, porque antes de Macao no entendía del todo que era la sombra presente siempre tras sus momentos; antes de Macao era un idiota de ojos vendados y la idea estúpida de poder comprarlo todo. Ella se lo dijo, incluso. Idiota, imbécil de bajo coeficiente intelectual.

No podía conservarla, quererla, iluminarla a ella y a Shinhwa a la vez. El Joon Pyo de Macao, el del funeral y el que vio por última vez a los F4 (a sus hermanos, o lo más cercano a hermanos que tenía) veía clara la razón de la expresión desolada de Jan Di en cada encuentro, por fugaz que fuere.

El Joon Pyo heredero de Shinhwa sabía que estaría mejor lejos de su luna, pese a cualquier promesa. Sabía, incluso, quien podría bien conseguirle dicha mejor y más rápida que un chasquido de dedos. Al igual que él, mejor que él, Ji Hoo le ofrecería el mundo, o lo que pudiese dar de él por su bienestar. Cualquiera lo sabría con sólo ver al música y a la torpe lavandera dar un paseo por la ciudad, ese algo de correcto que emanaban.

Sin embargo, el Joon Pyo de Seúl y perseguir a Jan Di antes del trabajo siente imposible dejarla. Y es ese el que gime en silencio, librando una batalla interna entre el por qué no dejarla con su mejor amigo de una buena vez, y la inexistencia de la palabra rendirse o elegir en su vocabulario.

Elegir, sin pestañear o mencionar en voz alta algún arrepentimiento cual magnánimo líder. No, nunca podría hacerlo. No podría dejarla ir, ni a ella, ni a su gente, ni a sus amigos. Hallará la manera de hacerla feliz y no dejar caer a Shinhwa en los caminos de su madre en el proceso.

Alguna forma, algún día. Porque si hay algo que Goo Joon Pyo (el de Macao y el jefe de los temidos F4) conoce es el obtener, sin importar el método.