·Ace Attorney and Investigations·
By Underword
Summary: Miles Edgeworth regresa a Los Ángeles después que haya pasado casi 8 años, la razón no sería para retomar casos sino su deseo de volver a ver a su viejo rival al enterarse de la pérdida de su distintivo de letrado. En su camino encontrará a ciertos personajes interesantes, y entre ellos está un joven abogado novato llamado Apollo Justice acompañado de una joven maga llamada Trucy Wright…¡un momento! ¿¡Wright!? ¿¡Qué significa esto!?
Género: Humor/ Romance un poco. Esto es después del Ace Attorney Apollo Justice y un poco antes del Dual Destinies.
Raiting: T
Pairing: NaruMitsu (conocido como Miles x Phoenix), probablemente un Klavier x Apollo.
-hablar-
*expresión*
(pensamientos)
Estos son tales como en los diálogos del videojuego.
N/A: Esto es una mezcla de Ace Attorney Investigations con los personajes de las sagas Ace Attorney, especialmente a los de Apollo Justice. Es que siempre he tenido la curiosidad de cómo sería el asunto si Apollo conociera a Edgeworth, ya saben el rival de su mentor y encima de todo, cómo sería cuando Edgeworth y Gumshoe se enteraran que Phoenix tiene una hija…sería todo, un enigma o una sorpresa. La verdad, lo encuentro entre chistoso y curioso, y…he querido probar mi lógica absurda para escribirlo. Espero que sean de su agrado para los fanes de Ace Attorney jeje.
Los personajes de Ace Attorney no me pertenecen son obras de Capcom.
·El caso del encuentro·
Parte 1
10 de octubre, 09:48 a.m.
Pasillo del Tribunal
Palacio de Justicia
Narra Edgeworth:
Jamás había pensado que las cosas cambiarían de esta manera. Desde que tomé los casos relacionados con la misteriosa red de contrabando, he conocido a numerosas personas y he tenido encuentros ciertamente…casuales con otros. Aunque conocer gente nueva nunca estuvo en mis planes, supongo que…haberme relacionado con "él" hizo que mi interior cambiara.
No sólo la convivencia sino también la perspectiva hacia los tribunales, los abogados defensores y digamos…todo. Aunque, durante mi misión me he enterado de una horrible noticia.
Phoenix Wright.
El abogado defensor fue acusado de presentar pruebas falsas y como consecuencia…perdió su distintivo de letrado.
No. no quería creerlo.
Él…él jamás haría una cosa así.
Un abogado defensor que me hizo ver la verdad que ha estado oculta frente mis ojos. El que ha luchado con su lógica absurda y su persistencia para llegar a la luz de todo. El que ha defendido a todos los acusados que resultaron inocentes.
El que ha sido mi mejor amigo en mis días de primaria y el que se ha convertido en abogado por mis palabras.
Él no pudo haber hecho eso. De eso estaba seguro. Algo o alguien debió crear una trampa.
Sé que sonaría absurdo, irónicamente hablando, pero no podría haber otra deducción que eso. Wright siempre fue un hombre ingenuo pero honesto y nunca haría cosas estúpidas, que provocara un resultado mucho más grave que una penalización.
Gumshoe se veía lamentable cuando me lo dijo, él fue el testigo del caso que Wright había tomado. Sabía por ende que Gumshoe había tomado una cierta amistad con él en mi ausencia y que lo ayudó en los casos cuando se enfrentó contra Franziska, podía entender de su estado hasta yo también siento lo mismo.
-El señor Wright jamás haría una cosa así –aseguró Gumshoe, en mi recuerdo en cuanto informó aquella lamentable noticia- ¡Siento que es culpa mía! Si le hubiera ayudado más al señor Wright… ¡él aún tendría su distintivo de letrado! ¡Y seguiría siendo abogado! –
Por primera vez, viendo el lamentable estado de culpabilidad del inspector no he tenido valor de cortar su sueldo.
Suspiré, recuerdo que en ese mismo instante. Quería estar solo. Sentí los mismos sentimientos que experimenté cuando me reencontré con mi rival en los tribunales o también, cuando me defendió en aquel fatídico día.
La impotencia me acosó durante el resto de mi vida. No he podido ayudarlo, no he podido estar ahí para apoyarlo.
¿Qué se supone que soy para él?
Enemigo, ya no lo era, eso cambió cuando él me hizo ver la verdad detrás de mi tormentoso pasado. Rival, lo somos en la corte…o lo éramos. Amigos, supongo que sí…pero, ¿qué clase de amigo soy si nunca tuve el valor alguno para ir a apoyarlo?
No me merezco a Phoenix Wright.
Tan sólo me quedé en Europa, sin dejar mensaje ni preguntarle cómo estaba.
Simplemente…lo abandoné a su suerte y me oculté.
Soy…un maldito cobarde.
He sido así cuando niño desde aquel fatídico día en que perdí todo, siempre he tenido miedo a todo. Miedo a lo que sucedería de ahora en adelante, en lugar de encararlo.
Es por eso que…corté el vínculo con los únicos que los consideré mis amigos, y ellos aun así, me recibieron sin siquiera dudarlo.
Phoenix Wright.
Supongo que no me perdonarías por abandonarte.
Me odiarías como lo hiciste en aquella vez que dejé esa nota.
No merezco tu perdón.
La verdad…no te merezco.
…si tan sólo pudiera…
No, el pudiera o hubiera no existe. Eso es, hecho es y hecho está. He tenido varias oportunidades y nunca las aproveché. Y esta…fue mi última oportunidad que tenía con Phoenix Wright.
Mi rival. Mi amigo. La persona más importante para mí.
Lo perdí. Lo perdí todo.
Tal como perdí en aquel incidente.
xxxxxx
Miles Edgeworth se encontraba en los pasillos de los tribunales. El caso que tenía que resolver no tenía que ver con lo que estaba por hacer ahora, pero necesitaba saber por lo menos cómo estaba o qué estaba haciendo en estos momentos su antiguo rival. Y el que lo acompañaba era su leal y siempre torpe el inspector Dick Gumshoe.
Intentaría inventar una excusa a su "ayudante" para no demostrar su preocupación por el ex abogado, para su suerte Gumshoe sí estaba siendo expectante con el asunto.
-Señor Edgeworth, por donde empezamos para encontrarlo –preguntó para luego desanimarse con lo que iba a pronunciar- Aunque, dudo que esté aquí en el Palacio de la Justicia…después de todo, el señor Wright ya no es un abogado.
Viendo el estado cabizbajo del inspector, era obvio decir que todavía no superó la culpa.
-(Aunque claro, yo también debería sentir lo mismo)-
Lo primero que debería hacer es buscar a un fiscal llamado Klavier Gavin, según lo que escuchó, se trataba de un fiscal prodigio que, al igual que él, fue entrenado en Alemania para ser uno y fue considerado genio al haberse recibido de la fiscalía a los 17 años. Tenía curiosidad por ese chico, además debutó enfrentándose nada más contra Phoenix Wright.
Aunque, para encontrar a ese tal Klavier debería ir a la oficina de fiscales pero, en los tribunales puede ser posible. Después de todo llegó aquí, en primer lugar, por una razón.
-Hey, señor Edgeworth –llamó el detective dándole un respingo de sorpresa.
Sus pensamientos se detuvieron en cuánto en su campo de visión encontró a una persona peculiar. Se trataba de una chica adolescente, calculando unos 15 años, vistiendo una interesante indumentaria: consistía un vestido negro con diseños en forma de rombos dorados como botones, una cartera azul claro con correa atada en la cintura que hacía juego con el color de una capa llamativa con diseños y su sombrero de copa de seda, un pañuelo rojo atado en el cuello y por último, guantes blancos que hacían juego con las botas blancas. La chica tenía cabello castaño claro y sus ojos eran azulados.
Jamás había visto a alguien vestido de esa manera, a juzgar por el estilo llamativo de su ropa juraría que es una maga. Aunque, no debería sorprenderlo había conocido a muchas personas con una particular forma de vestirse como las chicas del clan Fey, las que fueron las ayudantes de Pheonix; Kay, la segunda Yatagarasu y había otros más, pero no era el momento para pensar en esto (y la ropa del mismo Miles no es la excepción).
-¿Ocurre algo, inspector? –preguntó Miles expectante de la mirada que Gumshoe centrada, ahora, en aquella adolescente.
-…C-creo haber visto a esta chica antes…pero, no me acuerdo mucho –
-…inspector, esto tiene relación con nuestro caso –preguntó Edgeworth, aunque sabía bien cual sería la respuesta del detective.
-Creo…que sí, estoy seguro que tiene que ver con el señor Wright de alguna forma –
Miles miró con más atención al detective.
-No me vea de esa manera, señor Edgeworth. Me pone nervioso –
-*suspiro* (en nuestros años juntos como compañeros de trabajo, aun no se acostumbra de mi mirada…) –pensó para sí mientras cruzaba los brazos y trastabillaba su dedo- El punto, inspector.
-Ah, sí. No me acuerdo mucho, pero creo que esa chica puede estar relacionada con el caso que el señor Wright tomó…ya sabe, el caso antes que perdiera su distintivo… -
Ahora, el fiscal estaba más interesado en el tema. Debería preguntárselo a aquella adolescente para investigar más.
Antes de realizar su objetivo, oyó una voz suave y vivaz.
-Disculpa, señor –al mirar a la dueña de la voz, se dio conocer que era de la joven maga.
-Eh, sí… ¿qué pasa, pequeña? –preguntó Gumshoe recuperándose de la sorpresa repentina.
La chica parecía no estar intimidada por la estatura del detective, así tampoco la presencia del fiscal.
-Tendría dinero para prestarme, si puede algún billete. Le prometo que se lo devolveré –preguntó.
-En, bueno –Gumshoe bajó la cabeza decepcionado en cuanto rebuscó su cartera y vio que no tenía nada de dinero.
-(Inspector, si no tenía dinero. ¿Para que trajo una cartera vacía?) –se preguntó Miles un poco molesto por la torpeza de su compañero.
-Lo siento mucho, amiga. No tengo nada de dinero –
-Oh, no te preocupes. Está bien, le preguntaré a alguien más –la chica parecía no afectarle ante la falta de dinero que necesitaba, antes de irse.
-Espera –le habló Edgeworth- Tengo billetes si necesitas, ¿cuánto quieres?
-Bueno, tiene algo como…un poco más que 5 dólares, quiero comprarle algo a alguien que estoy esperando –
-(Posiblemente esta chica está esperando a un familiar, tal vez ¿su papá? ¿mamá? ¿un hermano? ¿o un novio?) –Miles sacó de su cartera un billete de 30 dólares, con ese número debería ser suficiente para comprarse comida de las máquinas expendedoras, para ella y para esa persona que está esperando.
-Muchas gracias, señor. Le prometo que se lo devolveré –la chica se dirigió a las máquinas expendedoras que se encontraban casi al fondo de los pasillos.
-(Está situación…me parece familiar) –
-Señor Edgeworth, pudimos haber preguntado a esa jovencita sobre el caso del…ejem, señor Wright –
-¡! –Maldición, se había olvidado por completo. Malditas divagaciones- Aunque eso, usted mismo debió haberlo planteado, detective –replicó.
-Argh –gimió Gumshoe- Lo siento mucho, señor.
Se dirigieron por los pasillos, hacia donde vieron a la chica dirigirse a las máquinas expendedoras pero vieron que estaba acompañada de alguien más.
La persona que estaba con la chica se trataba de un muchacho. Si Miles no hubiera visto el distintivo de letrado prendido en la solapa de su chaleco rojo, habría afirmado que sólo se trataba de un chaval, en lugar de un abogado defensor, y eso se debe a su corta estatura. El chico era de apariencia joven (calculaba que podría tener 20 años, por ahí), tanto que podía confundirlo fácilmente con un chaval. Su cabello es castaño más oscuro que el de la chica, con un llamativo peinado que, de alguna manera, lucía amenazante y sus ojos eran mismo tono que su cabello. Vestía una camisa blanca arremangada, chaleco rojo tomate que hacía juego con sus pantalones, corbata verde marino, zapatos marrones y una clase de brazalete dorado rodeando su muñeca izquierda.
El muchacho al igual que la joven maga, observaban lo que estaba escrito en la máquina expendedora y al parecer, estaban muy sumidos en sus conversaciones.
Por alguna divagación suya, esa escena le hacía acordar mucho a él de joven con Franziska en un caso donde conoció a Gumshoe y Kay.
-¿Qué dice, aquí? "Estas salchichas samuráis animaran tu día agotador en el juicio, sentirás un heroico sabor caliente"… ¿qué clase de mensaje es este? –se preguntó el muchacho viendo el mensaje con cierta vacilación.
-¿Salchichas samuráis? Deben referirse al Samurai de Acero que papá tanto me contó –comentó la chica, a diferencia del joven abogado, miraba con cierta curiosidad las comidas ilustradas en la máquina.
-Para ser solamente salchichas, el nombre me parece poco atractivo –
-¿Qué tal ésta? "Haz tenido momentos duros, pues estos helados te ayudarán a saborear tu victoria. Se llama el helado victorioso" –
-Sigue siendo muy poco atractivo, además no se me antoja algo dulce como un helado –
-Vamos, Polly. No seas aguafiestas, debes disfrutar por lo menos de algo –la chica puso sus manos en las caderas y lo miró con cierto regaño, pero sin salir de su lado inocente.
Polly. Dudaba que el nombre del muchacho fuese eso.
El detective sonrió reprimiendo la risa que se le iba a escapar.
-¿Qué te parece si se llamara algo así? "¡Zvarril! Aperitivo especial para los abogados defensores de primera" –comentó sonriendo con entusiasmo.
El muchacho la miró con cierta incredulidad ante lo que acababa de oír.
-Esa expresión me hace conocida –comentó casualmente Gumshoe.
-Zva… ¿qué? –preguntó con una mueca, esa expresión le hacía acordar un poco a Wright de sólo verlo- ¿Quién te dijo esa palabra?
-Pues mi papá, me dijo que tía Maya lo decía cuando quería encontrar publicidad –
Era esa razón…un momento, ¿tía Maya?
Tenía mucho más curiosidad hacia esa chica, no lo podía ignorar. Podía decir que cualquier persona podría llamarse Maya, pero viendo que, según el detective, la joven maga estaba relacionada con el caso de su antiguo rival. Así que, era el momento para averiguarlo.
El muchacho se detuvo para mirar los billetes que la chica tenía en la mano.
-Una pregunta, ¿dónde sacaste ese dinero? –
-Ah, esto. Se lo pedí prestado a un señor con volados en el cuello, se veía alguien importante –
El chico se quedó pensativo un segundo.
-Disculpen –pronunció el fiscal llamando la atención a los pares.
-Ah, es el señor amable que me prestó el dinero. Hola –saludó la chica con una sonrisa.
El muchacho levantó la mirada para observar al fiscal y al detective. De repente, adquirió una expresión sorprendida.
-Trucy –llamó el chico para hablarle a la chica en privado.
-¿Qué sucede, Polly? –preguntó la chica sin saber lo que ocurría.
-Sabes quien es ese señor que te prestó el dinero –preguntó lentamente.
-Mmn…no lo sé, ¿quién es, Polly? ¿Lo conoces? –
-Él…es Miles Edgeworth, el fiscal más famoso del distrito y es el rival del señor Wright…o sea, tu papá –
La chica adquirió una mirada de sorpresa también mientras llevaba la mano a su boca abierta.
Miles no entendía la situación, pero estaba seguro que tenía que ver con él.
-Apuesto que están sorprendidos de su presencia, después de todo usted es famoso, señor Edgeworth –comentó Gumshoe entre risas como siempre lo hacía.
El fiscal ignoró el halago, estaba acostumbrado de recibir adulaciones de la nada.
-Él…es el hombre que papá siempre me habló, me dijo que es uno de sus mejores amigos –
-¿¡En…serio!? (Jamás oí de aquello, el señor Wright nunca me contó eso. Bueno, tampoco he tenido momento para preguntarle acerca de su vida) –pensó Apollo para sí- ¿Es su mejor amigo?
Trucy asintió.
-Lo conoce desde que tenía 9 años, el señor Edgeworth fue la razón por la que mi papá se hizo abogado defensor –
-¿¡En serio!? –Apollo no podía creerlo, había oído hablar de Phoenix Wright pero también del fiscal Miles Edgeworth, él era incluso más leyenda que el mismo abogado defensor. Le costaba creer que ahora mismo, estaba frente a sus ojos, viendo la vestimenta del fiscal con más detalle pudo comprobar sus sospechas. Los volados en el cuello, el traje escarlata, cabello y ojos afilados grises y aquella extraña aura que le daba mucha presencia. Sí, sin duda es el fiscal Miles Edgeworth.
El fiscal aclaró su garganta volviendo a llamar la atención de aquellos pares, que no le resultaba nada extraño. Y por extraño sería lo mismo con Phoenix junto con una ayudante médium, contando la presencia de otros personajes muy particulares.
-Perdón si no me he presentado, soy el fiscal del distrito Miles Edgeworth y él es el inspector Gumshoe –presentó dando una educada reverencia.
-Mi…eh…nombre es Apollo Justice. Abogado defensor –el muchacho pegó un grito que casi vuela los oídos tanto del fiscal como el detective.
-Amigo, no necesitas gritar tan fuerte –comentó Gumshoe con cierta queja.
-Lo siento –respondió el abogado llamado Apollo avergonzado.
-Y yo soy Trucy Wright, futura maga y presidenta de la agencia polivalente Wright –
-(Así que es un abogado defensor y la chica una maga, no me sorprende el hecho que parezcan a… ¡Un momento!, ¿¡Wright!? ¿¡Agencia polivalente…Wright!?) –
-Espera, amigo. ¿Wright? –el detective adquirió una expresión pensativa.
Miles estaba aturdido, preguntándose si lo que acababa de escuchar hace un instante fue su imaginación o su cerebro estaba jugando una mala pasada.
-Usted es el señor Edgeworth, papá me ha contado cosas buenas de usted, y que lo ayudó en cuanto más lo necesitó, debe ser un gran amigo suyo –continuó la muchacha llamada Trucy sin notar el cambio de expresión de los presentes.
-(Así que… él habló de mí. Espera un segundo, estoy escuchando lo que creo que está diciendo. Trucy…Wright. ¿¡Pa-papá!?) –Miles intentó calmar sus pensamientos, recordándose que no es de él sacar conclusiones precipitadas. Dando un respiro al caos que estaba tornando su mente, finalmente decidió hablar- Disculpe, es usted…alguna familiar de un abogado llamado Phoenix Wright.
-Sí, amigo. Yo también tengo curiosidad, está relacionada con el señor Wright –
-(Hey, ¿qué pasa? Yo también estoy aquí) –Apollo, de repente, se sintió pintado.
-Sí, él es mi papá –
-¿P-papá? –Gumshoe exclamó con sorpresa.
En cambio, el fiscal quedó shockeado.
Esto era… ¡Imposible! Inconcebible. Absolutamente absurdo. Wright debería tener ahora mismo 33 años y esta chica es una adolescente, tiene casi la mitad de edad que él. ¿Cómo puede estar sucediendo esto? Calculando la diferencia de edad, ¡Phoenix tuvo a esa chica cuando tenía 18 años! Y ¡Ni siquiera se lo dijo!
-(Sí, esa es la misma expresión que tuve cuando me enteré de aquello. La verdad, no me esperaba que el señor Wright tuviese una hija, pero ahora sé lo que en verdad ocurrió) –pensó Apollo para sí, bastante familiarizado con el asunto, se debatió si debía decir que es hija adoptiva de su jefe. Aunque este asunto debería decirlo él mismo, en lugar de meterse en los asuntos que no le concierne- Es una larga historia, quizás sería mejor que el señor Wright se los explicara –
-Ah, vale –respondió Gumshoe, apenas recomponiéndose- Oye, ahora que lo veo…tú –se refería al abogado- Tú eres el abogado que defendió al señor Wright, ¿no es así? –
Miles, sin poder procesar con la grata noticia sorpresiva, se limitó a escuchar sobre el abogado, quien también parecía estar relacionado con el mismo asunto.
-Esto…sí. El señor Wright fue mi cliente en mi primer juicio –comentó sintiendo cierto ánimo de recibir algo de atención.
-(Wright fue acusado de un crimen ¿otra vez? No debería sorprenderme, aunque menuda suerte tiene) –pensó Miles, sin poder creerlo.
-Ah, sí. Lo escuché de los medios, conseguiste un veredicto de No culpable y descubriste que el asesino era ese…como se llamaba… ¿Kristoph Gavin? –
Apollo se removió incómodo. Miles miró con interés, había escuchado de él.
-Sí, así es –respondió sin tener ganas de divagar el tema de su ex mentor.
-¿Quién lo diría? "El mejor abogado defensor del occidente", resultó ser un asesino…sobre todo, culpar al señor Wright –Gumshoe se puso molesto mientras zapateaba el suelo- Sabía que ese tipo no tenía nada bueno…pero, él acaso no era tu jefe. Escuché que trabajabas en su bufete.
El chico se limitó a asentir mientras puso un dedo en su frente un poco pensativo, ocultando su incomodidad del asunto.
-Sí, no puedo negar que fue mi jefe. Después de todo, él fue mi mentor cuando me recibí de abogado, pero en un juicio no es cuestión de lealtad…sino es cuestión de encontrar la verdad –aclaró Apollo reemplazando su nerviosidad a uno serio.
-¡! –el fiscal lo miró con mucha más atención, por un segundo tras escuchar acerca del abogado Justice se sintió muy identificado con él cuando estaba bajo tutela del fiscal Von Karma. La única diferencia sería que Edgeworth, jamás hubiera imaginado que su mentor resultó ser el asesino de su padre sino fuera por la intervención de Phoenix. Fue gracias a él, hizo que viera las cosas con más claridad. Apollo, en cambio, eligió la verdad antes que la lealtad hacia el abogado Gavin.
-Admito que no hubiera encontrado la verdad, sino fuera por el señor Wright. Fue gracias a él, pude ganar el juicio –aunque Apollo no quería reconocer que Phoenix, era quien estaba agradecido de su ayuda, porque si no fuera por Apollo él no hubiera podido derrotar a Kristoph y hallar la verdad que tanto quedó suspendida hace 7 años.
-(Creyó en las palabras de Wright, antes que su superior) –Edgeworth ahora sentía curiosidad del asunto, al parecer su rival nunca estuvo solo y conoció nuevas personas durante su ausencia.
-Amigo, eso sí que es muy admirable. Te digo algo, el señor Wright y el señor Edgeworth siempre lucharon por hallar la verdad y han trabajado juntos, eso lo sé porque conozco también al señor Wright –habló Gumshoe dando una simpática sonrisa.
-Usted debe ser el inspector cutre, que Pearls me habló –pronunció Trucy con entusiasmo al recordar la mención que una vez le hizo su amiga.
Gumshoe, de repente, quedó cabizbajo.
-(Cutre sonó más insulto que nombre) –pensó Apollo, al notar el repentino desanimo del detective.
-Amiga, llámame inspector Gumshoe por favor –
Edgeworth decidió continuar con el interrogatorio, una vez recuperado de su shock, aunque un poco.
-Señorita…Trucy Wright –llamó la atención de la maga.
-No hace falta mucha formalidad señor Edgeworth, puedes llamarme Trucy nada más –
-Bueno, ejem….Trucy –no estaba acostumbrado de llamar por su nombre, asociarse con las personas no era lo suyo- Quisiera preguntar ¿qué es agencia polivalente Wright?
-Ahora que lo pienso, no era antes Bufete Wright & Co. –preguntó Gumshoe haciendo memoria al nombre de la oficina del abogado, según lo que recordaba.
-Mi papá lo convirtió en una agencia de talentos hace 7 años, éramos dos los ingresados…o sea, Phoenix Wright mi papá y yo, soy la presidenta de la agencia –
-¿Presidenta? –cuestionó Gumshoe con sorpresa.
-Sí, mantengo la agencia en mis espectáculos de maga y me pagan. Como vieron soy toda una profesional –
-(Eso mismo me dijo cuando me la encontré en el supuesto bufete) –Apollo no sabía si fue sorpresa o estuvo en un momento, que pensó que era equivocado.
-(No me sorprende el hecho que una joven como ella dirija la agencia, he escuchado antes que la srta. Fey era quien mantenía la oficina. Veo que en esto no haz cambiado nada, Wright. Cielos ¿cuándo madurarás y llevarás a cabo tu responsabilidad, en lugar, de dejar que niños o adolescentes se encarguen de todo?) –Edgeworth hizo una nota menta del hablar este asunto con su rival.
-Pero –Trucy continuó hablando- ahora se llama agencia polivalente Wright cuando Polly decidió trabajar para nosotros. Él, a diferencia de mi papá y yo, no tiene ningún talento útil.
-¡O-oye! –exclamó Apollo sintiéndose ofendido- (y qué hay del señor Wright, él ni siquiera toca piano) –aunque ese tema se discutió antes y nunca se pudo resolver.
-jeje, Polly –Gumshoe se rió. Edgeworth no sabía si era por la reacción del abogado o era por el alias que Trucy mencionaba siempre, tal vez las dos cosas.
-Tiene algo de gracioso, inspector Gumshoe –ante el grito que pegó, no sabía afirmar si era una pregunta o un regaño.
-Amigo, no necesitas gritar. Te escuchamos claramente –
-Es que Polly usa sus "Cuerdas de Acero", las ejercita temprano en la mañana cuando tiene un juicio. Siempre quiere estar preparado para todo –
-(¿Cuerdas de Acero? Comienzo a sospechar que se trata de su voz tensa y elevada) –el fiscal se lo pensó.
-¿En serio, amigo? Eso suena genial, yo también debería hacer lo mismo para prepararme cuando tengo que presentarme en los juicios o dar órdenes en mis investigaciones –no sabía el porqué pero el detective estaba entusiasmado ante la idea- ¿Qué opina de eso, Sr. Edgeworth?
-Será mejor que renuncie la idea, detective. Si no quiere que rebaje todo su sueldo por dañar mis tímpanos –regaño el fiscal moviendo su dedo.
-Urgh…me hubiera gustado tener una voz clara cuando dé mi declaración –comentó con cierta desanimación.
-(Lo que menos quiero es tener problemas de audición por el grito que pegaría Gumshoe. Ya me parece suficiente con escuchar el grito de este abogado Justice, puedo afirmar que incluso es mucho más potente que Su Señoría cuando está alterado) –el fiscal hizo otra nota mental cuando se enfrentara con Apollo algún día.
-Una pregunta, amigo –el detective se dirigía, esta vez, a Apollo- ¿por qué trabajas para el señor Wright?
Sí, el fiscal había formulado la misma cuestión. Era raro que un abogado novato con mucho potencial trabajara para Wright, no es que la oficina carezca de expectativas sino que, conociendo perfectamente al abogado siempre fue alguien corto de dinero.
-Bueno, desde mi primer juicio el Sr. Gavin fue arrestado y su bufete se hundió y como resultado, perdí mi trabajo. Antes, el señor Wright me dio la oferta que trabajase para él, había pasado…dos meses después de aquello y estaba desesperado por volver a los tribunales. Así que fui a la oficina y me encontré con Trucy… -
-Y es por eso que está aquí –añadió Trucy.
-Tengo curiosidad –continuó el detective- el señor Wright… ¿te paga?
El abogado quedó un minuto largo de silencio.
-No. la verdad, ahora que me fijo…no me pagó desde que lo defendí –respondió finalmente.
-(Eso tampoco me sorprende, así que…aún está corto de dinero como siempre lo fue. Eso te pasa cuando no eliges clientes que te paguen de verdad, Wright) –
-Te entiendo muy bien sobre el dinero, amigo. El señor Edgeworth, de vez en cuando…bueno, cada vez que meto la pata en algo, me rebaja el sueldo y sólo recibo 1 dólar como cheque de pago –
-Es en serio –preguntó Trucy con la misma expresión de sorpresa.
-(¿De vez en cuando? Eso lo hago siempre que metes la pata, detective) –
Apollo lo miró con una mueca de aturdimiento.
-(¿¡El Sr. Edgeworth le rebaja el sueldo cada vez que mete la pata!? Y encima 1 dólar, eso es sumamente el pago más pobre que he escuchado durante mi carrera. Da hasta miedo, me pregunto porqué razón el detective sigue trabajando para alguien…estricto y temible como el Sr. Edgeworth. Aunque, esto también debería planteármelo… ¿por qué sigo trabajando para el Sr. Wright, si ni siquiera me paga?) –por lo menos, la razón entre la detective Skye y el fiscal Gavin resultaba un poco más…sana.
-Por favor, Sr. Edgeworth no sea muy cruel con el Sr. Gumshoe –suplicó Trucy con una expresión triste.
Miles puso una expresión alarmada.
-No te preocupes, amiga. Sobrevivo comiendo fideos instantáneos, apuesto que Sr. Justice debe estar en iguales condiciones –aseguró.
-Inspector Gumshoe, lamento decirle que en mi cartera, por ahora, llevo 35 dólares –le respondió el joven abogado.
-Eeeeeh!? Eso es mucho más de lo que gano en un mes, por lo menos –
-(Cualquiera gana más dinero que usted, Gumshoe) –
-Ustedes, están buscando al Sr. Wright –preguntó Apollo de casualidad, después de tantas preguntas relacionadas con el mismo hombre.
-Sí –esta vez, respondió Edgeworth con seriedad- Hemos venido aquí en primer lugar.
-Papá…bueno, él esta retomando sus estudios de abogacía. Polly acaba de terminar su juicio, ahora lo estamos esperando para volver a casa –respondió Trucy con cierta vacilación.
Miles no le cabía todavía la idea que aquella adolescente sea la hija de Wright, pero dejaría el asunto para después. Ahora sólo le quedaba esperar, nunca se había imaginado que su reencuentro con su antiguo rival y amigo estuviera lleno de sorpresas.
Esperaba aclarar el asunto y resolver los misterios que surgieron en tan sólo un día.
Continuará…
