(VOCALOID No me pertenece, tristemente)


Día 1

A finales de junio, el ardiente sol quemaba a aquellos que osaban caminar por las aceras. Yendo calle abajo iría la chica en que fijaremos nuestra narración, disfrutando a la vez las espontáneas ráfagas de viento que soplaba, alborotando su flequillo y disolviendo parte del asfixiante calor que envolvía todo al alcance. Las vacaciones de verano a penas comenzaban, y llegando todo el tiempo libre con éstas la chica deseaba que llegaran las clases. ¿irónico no?, suena extraño pero el aburrimiento le hacía pensar de esa manera. Mientras sus amigos viajan con sus familias a sitios lujosos y extravagantes, olvidan a una persona atrás. Si se preguntan quién es ese alguien, su nombre es Megan Poid y si desean saber un poco de su vida… no era muy fuera de lo común. Era.

Pateaba una diminuta piedra, regresando a casa después de hacer unas cuantas compras y pensando qué podría preparar más tarde para comer. Tal vez era el momento de que dejara de comer fideos instantáneos y esas cosas. En un instante, alguien tropezó con la despalomada chica, causando que dejara ir a su pequeña compañera, y cuando estuvo a punto de darle un abrazo al suelo esa persona la sostuvo. Era un muchacho rubio, con ojos azules y un peinado muy raro. Sonriendo le dio unas palmadas en la cabeza las cuales eran interpretables como un "lo siento". Ella, con cara de póker se dedicó a mirar como daba la vuelta y seguía su camino cruzando al otro lado de la calle a la vez que ojeaba un teléfono. "Huh, que persona tan poco usual" pensó, sin tener en cuenta la manera que iba vestido, solo con mirar la enorme maleta que halaba y un bolso cruzado que llevaba encima se podía decir que era extranjero. Ladeó un poco la cabeza, diciendo para sí misma algo parecido a "Turista tenía que ser".

Estaba a punto de retomar el rumbo cuando los gritos de personas de alrededor retumbaron en las calles, de una moto bajan dos personas. Temiendo lo peor, se inició un forcejeo donde uno de los sujetos tomó al rubio por el brazo y trató de arrancarle el bolso que llevaba. Éste no se dejó y con un grito ahogado le golpea con la rodilla en el estómago. Megan estaba horrorizada, pensando en por qué demonios no llevó el celular consigo, mirando estupefacta lo que ocurría ante sus ojos todavía sin reconocer que de verdad estaba ocurriendo algo así.

El otro muchacho, viendo lo que le hicieron a su cómplice trató de pegarle al rubio, tomándolo por el cuello de la camisa, donde uno le devolvía los golpes al otro con una fuerza brutal. El tercero que se había quedado afuera, se levanta de la cera y se une de nuevo a la lucha. La sangre ya se hacía notable en sus rostros, bajando por las sienes y labios desgarrados. Velozmente, un puño golpea la cara del chico extranjero, tirándolo en el suelo, del cual no se pudo levantar, gritando mientras cubría su nariz y boca. Los delincuentes tomaron el bolso, subiéndose a la motocicleta y desapareciendo tras un chirrido de los neumáticos.

Todo había pasado demasiado rápido, ni ella misma estaba segura de todo lo que había ocurrido. Se acercó deprisa a donde el valiente y estúpido muchacho se encontraba, sentado de cuclillas sosteniendo su mano sobre la nariz.

— ¿¡Tú eres idiota!?— Fue lo primero que salió de su boca, antes de pensar dos veces si era o no apropiado. El chico no miró hacia arriba, seguía sentado mientras la sangre fluía entre sus dedos —hey… ¿estás bien?— ¿qué más podía hacer por él? Lo levantó del suelo, el manchado suelo de colores granate.

El chico murmuraba cosas y enfadado apartó el brazo de su agarre. —Vale, apáñatelas tú solo— lo soltó disgustada y con una sonrisa no muy agradable caminó de largo, de nuevo hacia casa.


¡Hola a todos! Me encuentro aquí para aprender a escribir y de igual manera pasar un buen rato ^^ espero que disfruten la historia, por favor no sean rudos conmigo, soy nueva en esto xD pero se aceptan críticas y sugerencias C: y si encuentran errores ortográficos haganmelo saber (si no les duelen demasiado los ojos)