DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la trama es mía. Este fic participa del Reto Temático de Marzo "Carlisle & Esme" del foro "Sol de Medianoche".

BAJO LA LUZ DE LA LUNA.

Londres del siglo XIX

—Hijo esta noche iremos a casa de los Platt. —me dijo mi padre.

—No es necesario, yo no quiero casarme —estaba en total desacuerdo con la absurda idea de mis padres.

—No se trata en que quieras o no, ya he hablado con Aro y ha dado su consentimiento.

Sin responder subí a mi habitación. Estaba seguro que si decía algo le faltaría el respeto a mi padre, y eso era algo que jamás haría. Por otro lado consideraba injusto que nos trataran como objetos al intentar casarnos sin conocernos. Sé que lady Esme es una señorita con modales ejemplares pero eso lo sabía por mi madre, en realidad no la conocía.

A las 7:00 de la noche bajé vestido para la cena en casa de los Platt, mis padres también estaban listos.

—Nos vamos —dijo mi padre.

Llegamos a una enorme casa blanca. Mi padre tocó el timbre y nos abrió una muchacha del servicio, quien solo se hizo a un lado dejándonos pasar.

—Mi querido amigo Marco se bienvenido a mi hogar junto a tu maravillosa familia. —dijo Lord Aro, acompañado de Madame Anne.

—Aro, amigo, agradezco tu invitación.

—Nada de agradecimientos, esta noche concluiremos con el compromiso. —Mi padre solamente asintió. —Anne, querida, puedes traer a Esme.

—Ahora bajamos —Dijo Madame Anne levantándose del sillón donde estaba sentada.

—Carlisle, confío en que tú trataras a mi hija muy bien —me dijo Lord Aro. Iba a responder pero una hermosa voz me detuvo.

— ¡No lo haré!

—Esme, hija, baja un poco la voz, no es de señoritas gritar, además te están esperando —dijo Madame Anne.

—Ya dije que no me casaré madre —dijo muy enojada.

—Esme Anne Platt, entrarás al salón ahora mismo.

—Ash, está bien.

Y en ese momento frente a mis ojos estuvo la mujer más hermosa del mundo. Su cabello era rojizo y su rostro en forma de corazón, sus ojos, sus ojos eran de un color verde tan intenso que las hojas frescas sentirían envidia.

—Aquí estoy ¿contentos?

—Esme, querida, se más educada, tenemos visitas —le dijo su padre.

—Oh claro ya veo, es Carlisle Cullen y su familia. El hombre al cual me estás vendiendo —respondió muy enojada.

— ¡Esme! Basta ya de niñerías.

— ¿Niñerías? Solo porque no dejo que me vendas son niñerías. Dígame Carlisle, usted está aquí por su voluntad o también lo están vendiendo.

—Lady Esme ¿puede acompañarme un momento al jardín? —le pedí ofreciéndole mi mano, me sorprendió que me haya correspondido.

—Solo será un momento Sir.

Salimos al gran jardín de la casa Platt y nos sentamos bajo la luz de la hermosa luna llena.

— ¿No se quiere casar conmigo Lady Platt? —le pregunté

—Mi nombre es Esme y no me diga que usted está de acuerdo con todo este circo.

—Bueno… Esme, le confesaré que al principio, bueno esta mañana misma, estaba en total desacuerdo con esto, pero basto verla a usted y ver sus agallas para enfrentar a sus padres, para poder convencerme que usted es una mujer maravillosa y que me encantaría pasar mis días a su lado.

—Carlisle ¿usted se está escuchando? No me conoce de nada.

—No hace falta Esme. ¿Ha oído usted hablar de los flechazos o el amor a primera vista?

—He oído algo sobre eso —murmuró

—Pues creo que me ha sucedido con usted —le confesé tomándola de la mano. —Esme, comprenderé si usted no me ama pero intentaré día con día el conquistarla.

—No hace falta Carlisle —me dijo viéndome a los ojos. —Me bastó con ver sus ojos y pude su alma noble y también me gustaría pasar mi vida con usted.

— ¿Está usted segura? —le pregunté emocionado.

—Sí Carlisle, quiero casarme con usted.

Y así bajo la luz de la luna pude darle el primer beso que sellaría nuestras vidas para siempre.