Dedicado a mi querida amiga Jacque-Kari, por su pasado cumpleaños :3
Summary: Ella siempre buscaba lo que no podría alcanzar. Él se prometió que ella no lo completaría. – Regalo de cumpleaños para Jacque-Kari :3
Disclaimer: Digimon no me pertenece.
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Capítulo 1:
«Fantasma»
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Sus pasos avanzaban entre la multitud, su cuerpo se perdía entre el montón y sus ojos no dejaban de observarlo. Esos orbes oscuros y grandes, cargados de luz y oscuridad por igual, delineaban su oscura presencia a la lejanía. La música lo inundaba todo, como a ella misma, todos moviéndose al compás de los parlantes mientras ella seguía allí, caminando hasta llegar a la barra en la que él se hallaba.
─Eres la hermana de Taichi, ¿no? ─Preguntó cuando la vio sentarse junto a él. No estaba solo, una joven rubia de orbes celestes iba abrazada a él, siendo una de sus acompañantes de turno.
Ella no pudo evitar sonreír cuando lo hizo, cuando la notó entre tantas personas. Y entre el humo de cigarrillos y la penumbra propia del bar a la que Knife of Day tocaría como todos los viernes, Yamato Ishida sonrió a la hermana de su amigo de secundaria.
Sabía cómo miraba a otras chicas, ella lo sabía. Su sonrisa galante, aquel colmillo saliente y esos ojos oscuros y profundos, cargados de tristeza. ¿Por qué siempre terminaba fijándose en chicos como él? No lo sabía pero fue lo que la motivó a continuar, a volver a aquel bar cada fin de semana.
Cada noche a la cual Hikari acudía a sus conciertos, ella estaba donde él pudiera notarla como lo hizo la primera vez y siempre sus ojos se cruzaban cuando él yacía en el escenario, pero fue aquella noche cuando dejó la distancias con ella.
─¿Tu hermano sabe que estás aquí? ─Preguntó. Tenía perlas de sudor en su frente y su aliento sabía a alcohol. Hikari no hizo más que sonreír con aquella pregunta y él sintió curiosidad por esos labios curvados.
─¿Quieres llamarlo? ─Hikari no era como las chicas que acostumbraban a ir a sus conciertos, con el deseo de llevarlo a la cama plasmado en su escote, en su aroma; ella tenía una forma distinta de provocarlo. Una sensualidad silenciosa.
Alcohol. Humo. Y besos en un pasillo de algún motel sin nombre.
Cuando se dio cuenta, las noches se alargaban cuando él besaba su piel y sus manos hacían mella de placer en ella. Sus alientos empañaban la consciencia del otro y la ropa adornaba el suelo de la habitación. Los viernes eran destinados a ambos y se podría decir que era lo único constante en la vida de Yamato Ishida.
Pero entonces, él se marchaba y esa noche interminable se volvía una realidad dolorosa. Odiaba amanecer sola en la cama, pero el sabor tóxico que dejaba en sus labios era lo que lo hacía quererlo.
Él era de los Rolling Stone style, siempre vistiendo con cuero, durmiendo con distintas personas, experimentando tras cada concierto, haciendo cata de mujeres y a pesar de eso, Hikari Yagami no podía sino desearlo a él. No había cabida para rostros nuevos o chicos buenos. Siempre sus ojos buscarían aquello que ella no puede conseguir.
Él no podía evitar liarse una noche con una mujer distinta, regalando mentiras por algunas horas. Ella no podía evitar fijarse en idiotas como él.
Entonces regresaba el viernes y él a ella. Era como un fantasma que la atormentaba por horario y a ella no le importaba que lo hiciera. Cuando se dio cuenta, ella buscaba al mismo fantasma en la piel de otros, en los que la trataba con cariño, la llenaban de detalles, pero sencillamente no era lo mismo.
¿Por qué debía fijarse en esa clase de chicos?
Sonrió en silencio. Ella era una antítesis muchas veces, un claroscuro sin comprensión de sí misma.
─No soy bueno para ti ─Habló Yamato una noche cuando yacían recostados en la cama, completamente desnudos.
Él sabía que saliendo de aquel motel, ella iría a su casa y su vida de mentiras continuaría rodando al lado de un hombre que ella decía amar.
Yamato se levantaba de la cama y ella siempre jalaba de él. Decía que no era bueno para ella porque ella esperaba que siguiera a su lado, aunque en realidad, a ella no le importaba.
A ella dejó de importarle muchas cosas cuando decidió hacer un pacto con aquel fantasma. Noches de sudor, sexo y falsas promesas. Varios te quiero escaparon de sus labios, pero ambos sabían que se querían por esa noche.
Porque ella buscaba algo que no podía alcanzar.
Notas Finales:
Bien, éste fic fue inspirado en la canción Ghost de Halsey. No podía sino imaginarme un Yamakari algo pesimista con ésta canción y con un Yamato fuera del concepto que yo misma le tengo xD.
Tendrá una continuación también a base de otra canción de Halsey que sería como la finalización de ésta historia poco esperanzadora (?). Prometo final feliz, Jacque xD
Finalmente, espero que haya sido de su agrado, principalmente del tuyo, Jacque :3
Espero sus comentarios al respecto~
Un beso a todos~
