El gran cambio

Por MORGANA

Los personajes no me pertenecen, pertenecen a J.K. Rowling y no lo hago con fines de lucro

Toda la mañana llevaba sintiéndose mal, los mareos y náuseas parecían no dejarla en paz, y para colmo tenía una junta importante a la que no podía faltar.

Miró hacia la ventana, suspirando por tener las suficientes fuerzas para llevar la presentación acabo, en un momento recordó como era la vida fuera de Hogwarts desde que Voldemort fue derrotado. Ron había seguido en el ministerio ayudado por su padre, ella en el fondo sabía que su relación no tendría futuro y hace poco le habían puesto fin, Harry era un auror excelente especializado en misiones en lugares muggles, Draco fue alguien que dio un giro de 360° se convirtió en auror al negar convertirse en un mortífago y ella era su jefe, era un auror excelente pero, que sus problemas la hicieron tomar decisiones que la llevarían a su actual estado.

Embarazada y sin un padre para su bebé, "prominente futuro le espera" pensaba con amargura mientras sus manos recorrían su abultado abdomen.

Un toquido en la puerta abierta la hizo girarse.

-¿Todo bien jefa?- decía Joseph, el chico nuevo, asomando la cabeza por su oficina.

-Si- contestó ella, tratando de contener las náuseas que la aquejaban desde hace tres meses y medio.

-Que bueno, porque ya la esperan en el salón- dijo señalando hacia la izquierda

-Gracias Joseph, iré en unos minutos-

-Bien-

Y salió de su vista.

"Primero tengo que ir al sanitario con urgencia" se dijo a sí misma, mientras corría a toda prisa por el pasillo, fue tanta que chocó con alguien.

-Lo… siento- se disculpaba con quien fuera que tuviera en frente.

-¡Diablos Granger! Te ves pésima ¿Segura estás bien?- su tono sarcástico lo delató

-Si Malfoy-

Pero su mirada decía otra cosa, así que el rubio puso su café en una mesa cercana, la sujetó del brazo y la dirigió hasta donde pensaba que ella se dirigía.

-¿Por qué haces ésto?- preguntó ella

-No lo sé, ¿Por qué eres quien firma mi paga?-

-Claro- decía ella en tono melancólico.

Llegaron a las puertas del sanitario, bastante rápido y gracias a Dios, porque Hermione en cuanto divisó las puertas de color caoba, aventó al rubio mientras corría hacia su interior y dejaba a Draco bastante extrañado.

Malfoy decidió quedarse afuera por si se le necesitaba, tardó un poco así que entreabrió la puerta y fue cuando escuchó un sonido bastante desagradable pero, no tanto como para quien lo producía, abrió un poco más y divisó a la chica hincada en el suelo, temblando y vomitando, cuando la vio sintió pena por ella.

-¿Todo bien?- se animó a preguntar

-Mmmsiii…- decía con dificultad.

Las náuseas la abandonaron hasta que su cuerpo hubo vaciado hasta el último bocado de alimento que había ingerido por desayuno y cena. Trató de ponerse en pie, cuando el mareo le recordó que éste aún no se iba pero, no cayó al suelo. Unos brazos la tomaron por la cintura.

-Eres pésima mintiendo Granger, tu cuerpo no apoya tu mentira-

-Gracias Malfoy-

-Bien, ¿ A dónde la llevo?-

-Al salón de… tengo una ju…junta-

-Bien, entendí todo-

La llevó hasta el salón, donde todos la estaban esperando y la ayudó a sentarse con un cuidado casi paternal.

-Gracias- dijo con los ojos cerrados y sonriéndole.

Draco negó con la cabeza y se alejó hasta el lugar donde dejó un olvidado y frío café.

No pasó mucho tiempo mientras veía salir a una castaña, que caminaba como su tío en la fiesta de navidad, cabe agregar que era un borracho empedernido. Hermione daba tumbos, y fue cuando Draco tuvo que lanzarse en su ayuda de lo contrario hubiera azotado en el duro suelo.

La tomó en brazos, la examinó de manera tranquila y admitiendo que era atractiva, nada que ver con la maraña de pelos con pies y manos que llegó a Hogwarts. Ésta era, una mujer exitosa y había que admitirlo: linda.

Entró en su oficina, la depositó suavemente en el sofá mientras notaba que iba despertando y lo veía apenada y algo que no sabía bien como descifrar si como angustia o náusea, y él esperaba que fuera la primera.

-Vuelvo a preguntar ¿Todo bien?- su tono era sarcástico pero, de una manera amigable

-No, necesito descansar- admitió, odiando el momento y a la persona a la que lo había hecho, cuando los recuerdos golpearon su mente- ¿Y la junta?-

-Fue cancelada en cuanto se desmayó jefa, lo siento-

-Comprendo-

Draco veía en esos ojos que estaba procesando información, y conociéndola, era mucha información.

-¿Puedes pasarme mi agenda?-

No había dejado muchas rutinas y manías muggles, aún llevaba una agenda a la manera tradicional y eso la ayudaba en exceso, la ayudaba en no perder contacto con su lado paternal y maternal del cual se había alejado hace tiempo.

-Si, ten- decía mostrándosela, y es que mientras ella se perdía en sus pensamientos él ya le había cumplido el favor.

Ella la tomó miró el día, como sospechaba después del medio día de trabajo por ser último viernes del mes, debía ir al médico.

-Gracias- decía mientras trataba de ponerse de pie pero, sin lograrlo del todo.

Draco siempre había sido curioso, y ésta vez lo volvió a ser, de reojo leyó lo que había anotado para el día 14, su letra seguía siendo prolija y podía entenderse desde cualquier ángulo: "cita mensual con el doctor".

Cuando volvió a enderezarse para poder pararse del sillón su túnica dejó ver el poco pronunciado pero ya visible estómago.

Draco no tenía que ser genio para unir los puntos.

-¿Cuántos meses tienes Granger?-

-Tres y medio, casi cuatro- decía apenada

-Lo guardaste muy bien tengo que admitirlo- decía mientras la ayudaba a ponerse de pie.

Después de eso, él salió de su oficina, ella quería gritarle que se detuviera porque desde su embarazo se sentía tan sola, y desesperada agregó al ver a quien estaba a punto de pedírselo.

"El embarazo me está afectando el cerebro" pensó

Espero que les guste!!

Manden REWIEWS!!!