Durante la Guerra Santa, Yato desarrolló un cariño especial hacia Tenma, pero decidió ignorar sus sentimientos al verlo enfocado en Sasha y Alone.
¿Su consuelo? Ser un héroe.
¿Qué pasa cuando intenta despertar su cosmos y descubre que ya no está? Tanto Tenma como su sueño se han ido.
Resignado, trata de vivir tranquilamente con Yuzuriha, pero la chica ha aceptado una realidad que él no y sus caminos se separan; él queda estancado, ella va en busca de superación.
A Yato le fastidia la idea, pero probablemente está deprimido. Como una señal, se encuentra con Dohko y él le dice que está en una misión porque no había muerto.
Al preguntar con desesperación cuántos caballeros habían caído y quiénes seguían al servicio del Santuario, salió a la luz que Tenma al final renació en su patria.
Dohko se ofrece a llevarlo a su encuentro, pues también le extraña. Yato se muestra reticente al inicio, pero acepta al notar que ya no tiene nada que perder.
[...]
Tenma renació sin cosmos e intenta rehacer su vida en Japón. Cuando tocan a su puerta y ve a Dohko y Yato en el umbral del apartamento, no imagina cuántos cambios traerá esto sobre sí mismo.
La verdad fuera dicha, notó un brillo inusual en los ojos del coreano desde entonces, pero sólo al transcurrir los días pudo afirmar que algo no iba bien, sobre todo porque le veía casi a diario en la fábrica donde ambos laboraban desde que le sugirió quedarse un tiempo en su edificio.
¿Por qué no trabajar juntos, como siempre? El problema era que Yato no era el mismo de siempre.
Seguía sonriendo, sí; seguía levantándose cada vez que tropezaba, pero Tenma no veía sus rabietas y berrinches cuando eso sucedía. Como si toda la energía que desbordaba para los otros ya no estuviese.
"¿Qué te pasó?", Yato le miró esa vez con rabia contenida.
"¿Qué hubieras sentido tú de no rescatar a Alone?", Tenma no comprendió. "Exacto: no lo sabes. Protegiste a Sasha, cumpliste tu meta... ¿no le da eso sentido a tu vida?"
Tenma no pudo pensar en otra cosa durante días. Las palabras de su amigo le daban vueltas... ¿Tanto significaba su sueño para él?
[...]
La rutina marchaba aparentemente bien, pero Tenma ya no era él mismo tampoco. Cuando creyó poder quitarse el mal sabor de boca tras el episodio con Yato, se creyó también capaz de hablarle de nuevo. Esa noche visitó el apartamento del coreano, no obstante, las cosas terminaron peor.
"Deberías buscarte una novia o algo", sugirió tratando de animar el ambiente. "¿Qué hay de Yuzuriha? Pensé que se llevaban bien…"
La superficie de madera sobre la que cenaban vibró con brusquedad cuando Yato soltó su cuenco, le miró con una seriedad desconocida y dijo:
"Yuzuriha y yo no funcionamos así. En realidad, yo nunca funcioné con nadie", Tenma arrugó la frente.
"No te pongas así. Dame un motivo para creer eso…"
"Estuve enamorado de ti durante toda la maldita guerra"
Yato se fue a dormir sin despedirse; Tenma continuó paralizado en medio de la estancia un rato más. ¿Qué era ese dolor que lo invadía de repente?
