Holaaaa, es mi primera historia subida (ui, que guay, mi primer oneshoot =3), así que… ¡sin piedad! xD Jajaajajaj espero que les guste mucho!
Desde el primer momento supo que la observaban. Se sentía incómoda, al pensar que algún indiscreto la miraba sin disimulo. Había entrado en la biblioteca más o menos hacía dos horas, y, desde que puso un pie dentro de ésta, se sintió observada. ¿Sería porque había colaborado en la muerte de Voldemort? ¿Qué la gente se extrañaba de que fuera una "chica", como Ron la había calificado alguna vez? ¿O tal vez que se notaba cómo la falda, normalmente por encima de las rodillas, había subido un par de centímetros? Había oído comentar a la gente en los pasillos, especialmente a algunos grupos de chicos, el cómo había mejorado su aspecto en un año. Vamos, que se habían fijado que Hermione Granger tenía un trasero digno de admirar. Pero eso la daba igual. Ella había ganado autoestima, varios amigos, más dedicación en sí misma, a Ron…
Recordó a Ron, y, por un momento, se olvidó de que tenía un libro bajo sus narices. Recordó el tiempo en que habían estado en la Madriguera, disfrutando el verano como nunca, bañándose en el lago, jugando al quiddich (sí, hasta ella se animó a jugar al quiddich, a pesar de que las alturas la horrorizaban)… luego recordó con un suspiro el pelo de Ron, las adorables pecas que cubrían su rostro, su nariz afilada, sus grandes y protectoras manos, sus infinitos ojos…
Un momento… cuando llegó ya estaba Ron en la biblioteca. Se la había avanzado porque necesitaba un libro sobre la magia oscura de la sección prohibida, y bien se sabía que, para sacar un libro de allí, se requería muchísimo tiempo. Se sentó en frente de él, saludándole con una sonrisa…
Bajó el libro, y vio cómo Ron la observaba fijamente, mirándola con cara ensoñadora, y una sonrisa boba en el rostro. Entonces ella se sonrojó y, ofuscada, no pudo evitar reprimirle un poco:
-Ronald…¿quieres dejar de mirarme así? No paro de sentirme observada… Además, me desconcentras.
Ron no pudo evitar suspirar.
-Es que estás muy mona cuando estudias…
Hermione se sonrojó más aún si cabía detrás del libro, y, acalorada, lo cerró de golpe. Al dirigirse a Ron, con el libro en la mano, tirando de su corbata y con los ojos brillantes, Ron supo que lo pagaría al salir.
-Ahora verás lo mona que estoy cuando me enfado…- le dijo Hermione tirando bruscamente de su corbata en dirección a la salida.
Sí, y es que Hermione enfadada, y con los ojos brillantes, dejaba de ser el angelito comelibros, para ser el diablo rompereglas…
Y eso Ron lo adoraba.
Se aceptan desde lechugas podridas hasta ropa interior… pero darle a ese liiiiiindo botón verde para que yo lo pueda saber =)
