PRÒLOGO

POV Edward

Mi vida era perfecta, ideal, extraordinaria, era la clase de vida que todo hombre quiere, poco trabajo, mucho tiempo libre, y una reputación que no hacía más que atraer chicas. Mi vida era parecida a la de James Bond, aunque sin tanta acción y sin esas actrices, que mejor ni hablamos. De vez en cuando me daban alguna misión, pero nada muy importante; investigar algún fraude, acompañar a algún detenido hasta la prisión…

Pues mi vida era perfecta hasta ese fatídico día. Ese martes 13 terrible, que iba a cambiar mi vida de arriba abajo. Y no solo cambió mi mundo sino que también mi forma de verlo.

Pues era martes y 13. Sally, la secretaria, me informó que el jefe Swan quería verme. Eso me extrañó mucho ya que nunca había visto al jefe en los 10 años que llevo trabajando aquí.

Empecé a trabajar aquí cuando acabé la secundaria

En unas colonias que hicimos como excursión de fin de curso en un recinto de esos en los que hay un rocódromo, un lago para hacer piragüismo, un circuito para ir en bicicleta…

Nosotros no lo sabíamos pero nos estaban evaluando para escoger a los nuevos miembros de una nueva sección del departamento de Policía de Chicago. La verdad es que en esas colonias estuve genial, impresionante, estupendo…

Seguramente os pareceré un hombre muy pagado de mi mismo, pero a la fuerza es así.

A mis 26 años nunca me ha pasado nada malo, mi padre esta forrado, y siempre me concede todos los caprichos que le pido y también los que no.

Por ejemplo, cuando cumplí mis 21 años, y por lo tanto pude sacarme el carné de conducir, me compró un Ferrari rojo impresionante.

Y no solo eso, también me dio 40.000$ para que me los gastara en lo que yo quisiera.

Y además, invirtió un montón de dinero en una empresa que si entonces iba bien, imaginaos ahora, ¡y todo a mi nombre!

Como veis, no me faltan motivos para tener un ego solo comparable con el del mismo James Bond.

Pero no hablábamos de eso, os contaba lo increíble que estuve en esas colonias, motivo por el cual, al cabo de una semana a lo sumo, se pusieran en contacto conmigo para que empezara a formar parte del cuerpo

Pues este soy yo, me llamo Edward Cullen y mi vida era perfecta hasta el día en el que conocí a Bella Swan.