San Miguel de Tucumán, 5 de septiembre del 2013

Corregido: San Miguel de Tucumán, 7 de octubre del 2016

Notas de la autora: Bueno gente. Estoy corrigiendo este fic porque finalmente quiero terminarlo y al releerlo debo admitir que sola me dio cáncer de retina, esta cosa tenía tantos errores de ortografía, y de redacción que juro que me dio vergüenza. ¿De verdad lo habían disfrutado? Ay señor, que desastre. Bueno cambiaré solo algunas cosas, lo dejaré bien corregido y lo re-subiré con esperanza de que esta vez tenga un poco más de público y que quede mejor pulida la idea.

Para quienes no leyeron el original explico que este fic es un pequeño crossover entre Jonjou romántica y El caso de Onodera Ritsu, esta es una historia de celos, de pasión, con situaciones muy divertidas y mucho drama. Espero la disfruten. Para los que ya seguían este fic, solo debo aclarar que no es plagio, soy la misma autora, esto está publicado en Mundoyaoiforumfree, bajo el seudónimo de Shöne Shun Usagi-san y en bajo el seudónimo de Sioa Shun Uchiha-San. Lamento haber tenido que dejar cancelado el anterior, pero es que me dio pena borrarlo. Un beso enorme. Los quiero.

Ahora sí. Lean a su gusto.

"Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde": Lección aprendida.

Capítulo 1: Encuentros inesperados.

By Sioa Shun Usagi-san

-¡Usagi Idiota!- protestaba un castaño con molestia, como odiaba que siempre la irresponsabilidad del autor lo metiera en problemas, ¡Siempre lo mismo! de nuevo Usagi estaba muy atrasado con su manuscrito, por lo que Aikawa-san formuló un plan en el que Misaki se vio obligado a participar para que el afamado escritor fuera a Marukawa a terminar de una vez el trabajo. Hacía ya dos años que Misaki trabajaba en Marukawa como asistente de Aikawa. Era un trabajo de medio tiempo que podía mantener a pesar de los horarios de la universidad, y le agradaba mucho trabajar allí, bueno espeto en las fechas límite.

En fin, la editorial como de costumbre era un coas, Aikawa estaba al borde de una crisis nerviosa, pues esta vez el escritor en verdad excedió los plazos y ya no sabía cómo negociar con la imprenta, quería escapar un poco de la pelirroja que estaba más irritable y dramática de lo normal, y también alejarse de Usagi para que pudiera trabajar tranquilo.

Tomó los documentos que Isaka-san le había pedido fotocopiar y enviarlos al departamento de Shojo Manga y caminó por la editorial, pasillo por pasillo, vio el aura negra que salía de cada puerta y a los editores exhaustos tirados sobre sus escritorios como si aquél fuera el último día de sus vidas. -Da miedo...- Murmuró en verdad intimidado. Nunca, lo juraba sobre la tumba de sus padres ¡Nunca ser editor! no quería morir joven, y definitivamente a los editores se les acortan dos años la vida con cada día de trabajo trascurrido.

Finalmente llegó al ascensor, bajo hasta el piso 4, ese le había dicho Isaka-san que era el piso, la verdad a pesar de llevar tiempo allí solo se había dedicado a ayudar a Aikawa, no solía salir del departamento de Literatura. Le daba curiosidad, seguro estaría lleno de mujeres y sería un lindo ambiente. Una sonrisa amplia se dibujó en sus labios. Escaparse un poco de la deprecio que genera la oficina de literatura y el excesivo mal humor de Usagi-san que llevaba cautivo en la editorial desde hacía dos días le haría bien.

Las puertas del ascensor se abrieron, con pasos calmos y distraídos se dirigió a la fotocopiadora, había olvidado totalmente hacer las copias con el apuro de querer huir lo más pronto posible de esas oficinas que parecían más bien una representación teatral del "Amanecer de los muertos vivientes". Termino de hacer las copias y observó el pasillo, parecían estar más calmadas las cosas, la gente se movía de un lado a otro con papeles pero parecía más bien un día común como en cualquier otra oficina. Saliendo del cuarto de la copiadora se acercó a un empleado.

-Disculpe, estoy buscando el departamento de Emerald... Al señor - Buscó en su bolsillo para sacar el nombre que tenía anotado, el cual Isaka-san le dio personalmente pero antes de poder encontrarlo el empleado huyó despavorido diciendo algo de "yo no soy del equipo Emerald". Extrañado con la actitud busco a otro empleado. -Disculpe señor, ¿podría ayudarme?-

-¿He? claro ¿Qué necesita?- La respuesta amable lo calmo, al fin alguien que no respondía con gritos o murmullos atolondrados de alguien que lleva demasiado tiempo en las garras del insomnio.

-Estoy buscando el departamento Emerald... Al Señor... – Tomó su papel y lo leyó -Takano Masamune- Vio el gesto del empleado frente a él descomponerse en una mueca de terror, y negar con su cabeza señalando el pasillo.

-Es por ahí... te deseo suerte.- Eso comenzaba a asustarlo, la gente se comportaba un tanto raro, quizás en el departamento de manga la gente estaba más loca que en literatura. A su mente vino la imagen de Aikawa pidiéndole a Usagi que escribiera más BL y negó con su cabeza con un gesto de molestia en el rostro. No, nadie puede estar más loco que esa mujer y las mujeres que leen ese "clase de libros"... ¿Pero qué rayos le está pasando al mundo?

Paso. Paso. Paso. El pasillo se acortaba y estaba cada vez más cerca de su destino, sin embargo algo llama su atención, comenzaba a notarse el aura de pesadez ¿Qué más podía esperar? Sus esperanzas de ver a un grupo de mujeres alegres se desvanecía y comenzaba a darse cuenta de que por más que quisiera escapar, estaba en una editorial y siempre habría algún editor a punto de morir de un ataque estrés en cada rincón del edificio ¿Es qué los escritores y mangakas no tenían compasión por sus editores?. Tan distraído estaba en sus cavilación que lo único que lo hizo bajar a la tierra fue chocarse de cara contra algo duro y terminar sentado en el suelo haciendo que los papeles que cargaba cayeran al suelo junto con él.

-¡Onodera! ¡Tarde de nuevo! ¿Qué haces en el suelo? ¡Levántate!... ¿Por qué tan distraído? Pon los pies en la tierra y empieza a trabajar ¡Ahora!- Un hombre alto de cabello negro, ojos miel, pálido, y con gesto enfurruñado, como si no hubiera dormido en días, se presentaba frente a él. No entendía nada.

-Perdóneme, lo lamento, estaba distraído - Arrodillándose en el suelo juntó los papeles con rapidez y se levantó sacudiendo su ropa un poco, cuando sintió algo raro, una sensación agradable, una mano grande y un tanto tibia paseándose por su cabeza. Levanto la vista y encontró el gesto del mayor con una leve sonrisa, un tanto burlona quizás, cuando la mano bajo con su rostro y acaricio su mejilla la cara se le llenó de colores y tirando nuevamente sus papeles, reaccionó instintivamente empujando a ese hombre lejos de él. ¿Pero qué rayos le pasaba a ese sujeto? -¡Alejes! ¿Qué cree que hace?

-¿Por qué tanta formalidad? ¿Acaso pretendes fingir demencia, Onodera? Mejor levanta esos papeles y ve a trabajar. –Golpeo sutilmente su cabeza con un rollo de papel y paso de él como si nada hubiera ocurrido. -Voy a tomar un descanso, iré a fumar. -

-¡Tsk! ¿Pero qué le pasa? - Protestó infantilmente terminando de recoger los documentos antes de que se arruinaran, sin embargo una idea llego a su mente y lo hizo girarse para detener al morocho. –Espere, me está confundiendo mi nombre es Takahashi Misaki. Trabajo medio tiempo en el departamento de Literatura e Isaka-san me mando a traer estos papeles para alguien de Nombre Takano Masamune ¿Podría decirme dónde encontrarlo?- Preguntó rápidamente, con tanto jaleo casi había olvidado por completo donde estaba parado y cuáles eran sus obligaciones.

El azabache lo miraba desconcertado, sus ojos abiertos en sorpresa. ¿Takahashi Misaki? ¿Departamento de literatura? Definitivamente necesitaba dormir, ahora que lo veía bien, pues si: su cabello era más obscuro, sus rasgos más infantiles. ¿Cómo había podido confundir a Onodera Ritsu con alguien más? Suspirando, se giró mirando con seriedad.

-Acabas de encontrarlo. Lamento la confusión te pareces a uno de mis subordinados.- extendió su mano pretendiendo recibir de una vez los papeles.

-¿Ah?... ¡¿Qué?!- Se congeló, ¿Por qué siempre le pasaban esas cosas? Seguro había quedado en ridículo, haciendo una leve reverencia entrego los papeles -Disculpe, aquí tiene. No se preocupe por la confusión. Un gusto conocerlo.- Respondió con una amable sonrisa para su interlocutor.

Adorable. Debía admitirlo. Con tranquilidad el mayor revisó los documentos tranquilamente y suspiró.

Tarde, tarde, ¡Tarde! Maldición ¿Por qué siempre llegaba tarde? quizás si su vida no fuera un completo caos podría dormir con tranquilidad al menos una noche y llegaría temprano al trabajo. El castaño de ojos verdes entró corriendo en la editorial como ya era casi costumbre en esos últimos días, se metió en el ascensor y suspiró con cansancio.

-No quiero verlo- Murmuró para sí mismo con la resignación dibujada en su rostro. Takano-san seguro le gritaría por volver a quedarse dormido. ¡Pero todo era su culpa! Si no fuera por sus estúpidos acosos, por los estúpidos sueños, quizás podría dormir un poco mejor. Aunque ciertamente hacia un tiempo, quizás una o dos semanas, su superior ya no le acosaba tanto: es más se veía un poco distraído. Miró el piso del ascensor pensativo, Takano-san hasta se veía un poco deprimido ¿Qué podría haberle pasado? No podía preguntar. ¿Qué pasaba si el otro pensaba que le interesaba su estado? Además no eran nada, su relación era pura y exclusivamente de jefe y subordinado, y fuera del trabajo eran vecinos. Solo eso. No es que estuviera preocupado ni nada por el estilo. No que Takano le interesara tanto.

El timbre del ascensor dio aviso de que había llegado al piso indicado, por supuesto que Takano-san no le preocupaba, ¡Claro que no! debería dejar esas absurdas ideas a parte y concentrare en el trabajo. Trabajo, trabajo, trabajo. Las puertas se abrieron y salió apesadumbrado, estaba destruido, al menos llevaba tres días sin dormir bien o durmiendo muy poco. El timbre junto a él le hizo saber que alguien más estaba por salir del ascensor contiguo, y solo dios sabrá por qué pero la curiosidad lo hizo girarse un poco para observar de quien se trataba.

-¿Eh? ¿¡Usami-sensei!?- ¿De verdad el afamado autor estaba de pie observándolo con sorpresa en la puerta del ascensor?

-Onodera-kun... Vaya ¿Qué haces aquí? - preguntó en tono amable pero un tanto serio.

-Trabajo aquí, en el departamento de Shojo Manga. Es una alegría encontrarlo aquí Usami-sensei.-

-¿Shojo Manga? Déjame acompañarte... busco a alguien - El gesto mal humorado y las ojeras bajo los ojos del afamado novelista eran muy notorias, cosa que hizo reír un poco con disimulo al editor.

-¿Tarde de nuevo con los plazos? - El gruñido de molestia le dejó muy claro que no debería seguir preguntado, sabía perfectamente la clase de horrible carácter que tenía ese escritor cuando estaba mal humorado. -Sígueme, ¿A quién buscas?- Preguntó con curiosidad. Luego de eso, caminaron por el pasillo charlando amenamente entre ellos, con dirección al departamento Emerald.

-Gracias por esperar. Toma entrégale esto de regreso a Isaka-san y dile que la próxima vez venga él- Protestó molesto el de cabellos negros, y le regresó los documentos al menor, acariciando sus cabellos con gesto distraído. En verdad le recordaba a Ritsu, aunque esos rasgos más infantiles le sentaba muy bien, por un segundo sus recuerdos se dispararon y recordó aquel tierno estudiante de preparatoria parado frente a él en la biblioteca del colegio.

-No se preocupe se lo diré - Esa caricia en sus cabellos hizo que se sonrojara involuntariamente, era raro que alguien que no fuera Usagi lo acariciara de esa formal.

-¡MISAKI!- Pronto sintió un tirón en su brazo que casi hizo que volviera a tirar todos sus papeles y la cara mal humorada de Usami Akihiko fue lo primero que vio, ¡Iba a morir! ¡Lo sabía! ¡Podía sentirlo en sus huesos!

Una mirada de profundo odio fue dirigida a el Jefe de la sección de shoujo manga, un mensaje muy claro se expresaba en los violáceos ojos "No vuelvas a tocarlo".

-¡Espera! Usagi-san... ¿No deberías estar trabajando? ¿Terminaste el manuscrito? ¿Eh?- Pudo notar a un desconcertado muchacho detrás de Usagi, era como mirarse en un espejo pero como unos cinco años más viejo ¡Qué miedo!

-No me importa quien seas... ¡Pero Misaki es mío!- Pronuncio mirando con desprecio al azabache. -Nos vamos- Dando un tirón del brazo del castaño empezó a caminar, llevándolo prácticamente a cuestas.

-¡¿Qué?! ¡Espera!... Usagi-san ¡¿Quién dijo que era tuyo?! ¡Suéltame! ¡Suelta! ¡Estoy trabajando! ¡Deberías estar haciendo el manuscrito! ¡Espera, te digo!- A pesar de sus protestas, estaba siendo arrastrado cuando escuchó su celular y trató de atender con su mano libre, evitando sin tirar los papeles como podía.

-¡Misaki-Kun! ¿Dónde está el Sensei? ¿Dónde está el manuscrito? - Los gritos de Aikawa estaban dejándolo sordo, de nuevo estaba en problemas por culpa de Usagi, parándose firmemente dio un tirón de su brazo logrando soltarse.

-¡Lo lamento muchísimo, Aikawa-San!- Cortando el teléfono miró con reproche al autor. -Usagi-san Debes ir a trabajar, ya le has causado muchos problemas a Aikawa-san ¡Haz tu trabajo de una vez!... ¿he?... ¿Usagi-san?- Parpadeó un par de veces, los ojos del heredero renegado de la compañía Usami lucían peor que cuando era despertado bruscamente en las mañanas. Retrocedió dos pasos, choco contra algo, elevó su vista, Takano lo miraba con los ojos abiertos, llenos de sorpresa, sin entender nada. –Yo… Esto… ¡Lo lamento!- Se giró y empezó a hacer reverencias frente a él. -Perdón por la escena, Usagi digo: Usami-san debería estar trabajando... me voy a entregarle los documentos a Isaka-san.- Decidido a intentar huir, viró sobre sus talones pero fue detenido.

-Tú no te vas a ningún lado, y no hay necesidad de disculparse por mí... Onodera-kun, hazte cargo de esto- Tomando los papeles se los tiró encima al joven editor que miraba sin comprender lo que sucedía, tomó las caderas de Misaki y sin mayor dificultades lo subió a su hombro. -Nos vamos. –

El castaño menor no sabía dónde meterse de la vergüenza. -Espera… ¡Usagi-san bájame! ¡Estamos en la editorial! ¡Que me sueltes te digo! ¡Ay, ayúdenme!- Cómicas lagrimitas caían de su ojos mientras era metido en el ascensor a pesar de sus protestas para luego ser llevado por un más que muy molesto Usagi hasta el estacionamiento y metido despiadadamente, sin ningún cuidado, al convertible rojo. Literalmente, acababa de ser secuestrado por su novio, Aikawa se iba a poner furiosa, desgraciadamente para ella, no vería ni rastros del manuscrito ese día.

Mientras tanto en el pasillo de Emerald reinaba el silencio.

-"Ese muchacho, se parecía a mí... ¿Conocía a Usami-sensei? No, más que eso... De verdad lucían cercanos, pero ¿Por qué? ¿Por qué Takano-san estaba acariciando sus cabellos? ¿Conoce a Takano-san?"- Los pensamientos se arremolinaban en su mente sin darle un segundo de tregua. Bajó su mirada a los papeles en sus manos y suspiró por enésima vez en el día, y eso que recién comenzaba.

-Usami-sensei, siempre haciendo lo que quiere, ¿Qué es esto?- observando los documentos con curiosidad.

Takano mientras tanto no entendía del todo lo que acababa de pasar, ese jovencito sin lugar a dudas estaba saliendo con el afamado Usami Akihiko, sonrió de lado, después de todo no se parecía a Ritsu solo en lo físico, era también: igual de escandaloso. Su sonrisa creció aún más, hasta convertirse en una carcajada que llamó la atención del castaño frente a él.

-¿De qué se ríe Takano-san? Fue una situación muy incómoda... ¡No le veo lo divertido!- Protesto el mal humorado castaño.

-Lo admiro.- Aquel comentario descoloco al castaño. -Admiro a Usami-sensei, quizás debería tratarte así para que admitas de una vez que me amas- Aquel comentario hizo que el sonrojo cubriera la totalidad de la cara del otro editor.

-Ta-Takano-san, deje de decir esas cosas, ¡Ya le dije que no siento nada por usted!-

-Mentiroso.- La sonrisa suave seguía en sus labios. Ese niño había logrado subirle el ánimo, debería averiguar un poco más de él. En verdad era adorable. -Ahora ve a trabajar y deja de holgazanear, ¡Encima de que llegas tarde solo te quedas parado ahí como idiota! ¡Llévale esos documentos a Isaka-san y ponte a trabajar de una vez!... He perdido demasiado tiempo por tu culpa.- Ignorando el desconcierto y disgusto en el gesto de Onodera, regresó a su oficina con una fingida cara de fastidio.

-¿Eh? ¿Mi culpa? ¡Tsk!... ¡Es insoportable!- Girándose, caminó al ascensor y se encaminó a llevarle los papeles a el director ejecutivo, honestamente ese tipo no le caía del todo bien, aunque tampoco le caía mal. Apesadumbrado como estaba, bajo sus hombros una vez solo en el cubículo metálico, ¡Vaya forma de empezar el día! Discutió con Takano-san, hubo insinuaciones de por medio y además estaba la pelea de la que fue testigo y que no terminaba de comprender, pero lo que más le preocupaba era: ¿Por qué Takano-san lucia más relajado? Ese niño, ese tal Misaki ¿Tendrían algo que ver? ¿Qué era él de Takano-san? ¿Por qué sonrió así después de que ese niño se fuera?

Con desesperación, despeino sus cabellos haciendo un revuelto de ellos. -Esto es falta de sueño, no deberían preocuparme estas cosas...Es solo estrés- Trato de auto-justificarse frunciendo el ceño. Entonces recordó la descarada insinuación de Takano y se imaginó la escena: él siendo cargado en brazos del azabache al interior de su departamento como cuando se durmió en el metro ¿Cómo se debió haber visto siendo cargado por vareas cuadras desde la estación del tren hasta el departamento de su superior?... Le gustaría recordar cómo se sintieron esos brazos cálidos en medio de la fría noche y... -"No, no, ¡No! ¿En qué estoy pensado?... Es solo falta de sueño... ¡Esto no es amor! ¡Esto definitivamente no es amor! ¡No es amor, he dicho!"- Gritaba con desesperación en las profundidades de su cerebro.

-Continuara -

Notas finales: Ok, los cambios finales en este capítulo no fueron tantos, solo correcciones ortográficas y algunos detalles que no me terminaban de gustar, como por ejemplo que en la versión original habían palabras en "japonés" como: -Baka, -Matte, -Sumimasen. Gomen. Qué, en lo personal, no me es agradable de leer en un fic, siento que de alguna forma cortan la narrativa, asique he decidido reemplazarlas. El siguiente capítulo tendrá algunas otras modificaciones. Quizás lo alargue un poco. Un beso enorme desde aquí. ¡Las amo mis queridas lectoras y lectores!

Los veré en el próximo capítulo.

Ademas, como nota aparte los invito a leer un fic nuevo: s/12180937/1/Resolviendo-Dudas-existenciales

"Resolviendo dudas Existenciales" Es un fic lleno de humor y comedia de la pareja romántica con algunas participaciones de los personajes de Sekaiichi Hatsukoi, aunque bastante secundaria.

Ahora sí, me despido.

Me despido…
PD: Por favor dejen Review … si lo hacen los amaré aún más.