IRREVERSIBLE (editado)
Sasuke llevaba un tiempo pensando en si después de haber matado a Orochimaru, a Itachi y haber ayudado a Konoha en la Cuarta Guerra Mundial Shinobi regresaría a la aldea, pero después de lo ocurrido con Itachi cayó en cuenta de que quería restaurar el clan Uchiha, y era plenamente consciente de que la única mujer que estaría dispuesta a esto después de su traición a Konoha seria Sakura. Así es, Sasuke estaba seriamente considerando restaurar uno de los clanes más poderosos con la débil ex compañera de equipo. Pero tal vez ahora después de tanto tiempo habría mejorado un poco, pensó Sasuke, y a continuación rio mentalmente ante semejante ocurrencia, correr sin descanso lo estaba afectando.
Definitivamente no sabía en que estaba pensando, el adjetivo fuerte no podría ser usado en la misma oración que el nombre de ella. Bueno, había oído que ella era la alumna de Tsunade, aunque eso por sí mismo no significaba que la hubiera superado. La gente decía que ella había superado a su maestra, pero él se negaba a créelo. Sakura era la niña inmadura que se echaba a llorar a la mínima ocasión que tenía. Sasuke siguió divagando.
Pensándolo bien solo la necesito para tener más Uchihas, después de todo ella siempre quiso algo conmigo. Definitivamente iré a Konoha, seguramente Tsunade no me podrá negar la entrada, he contribuido y ella lo sabe. Elegir a Sakura como la madre de mis hijos no es mala idea, a pesar de que hay mujeres que claramente la superan de manera abismal, pero si aún besa el suelo por donde paso me podré asegurar de que críe bien a mis herederos.
De repente Sasuke sintió un chakra conocido y no lograba determinar de quien era, aunque debió haber estado muy familiarizado con éste, y segundos después de haberlo sentido comenzó a ser atacado.
—Hpmh — Lo único que le hacía falta era ser atacado por algún imbécil de Konoha, si lo hería probablemente la Hokage no se pondría muy feliz de verlo.
Pero no obtuvo respuesta.
¿Es una mujer anbu? Y era buena con taijutsu. Pero no lo suficiente, bastaría con mi sharingan para anticipar todos sus movimientos. Lamentablemente sus reservas de chakra no eran tan abundantes como esperaba. Asombrado notó que el nivel de pelea de Konoha ya no era tan patético como lo recordaba, tal vez Sakura hubiera mejorado también, o simplemente era la misma inútil que había vivido obsesionada con él. Ese cabello color uva de su contrincante le recordaba al rosa de Sakura; y de repente sus pensamientos se vieron interrumpidos por un golpe que casi le da de lleno en las costillas, pero que afortunadamente apenas alcanzó un brazo, ¡Que estupidez! Solo le estaba lanzando puños, ¿es que acaso no conocía ninjutsus?
Sasuke estaba empezando a fastidiarse, no le se veía satisfecho con esa situación: ¿tener que luchar como si no fuera un Uchiha? Vaya humillación, casi se sintió feliz con que su familia no estuviera viva para presenciar semejante deshonra.
—¡Argh!
Me rompió el brazo derecho. Pero si esa fuerza monstruosa solo la tiene Tsunade (obviamente no podría ser ella) y su única alumna había sido Sakura. Sakura. En ese momento a Sasuke se le hizo obvio que era ella, y es que eso explicaría el jutsu para el color de cabello y esa fuerza tan monstruosa, pero entonces ¿Por qué lo atacaba así? Concluyó que lo mejor sería estar seguro de quien era, al ser de Konoha no lo pudo atacar con el mangekyo ni herir gravemente. Genial.
—¿Sakura?
Inmediatamente la anbu se tensó, no pensó que pudiera ser reconocida, a pesar del jutsu y la máscara.
—Uchiha Sasuke, ¿planeas atacar la aldea? — dijo Sakura dejando de atacar y con voz ligeramente agotada — Y si no es así, ¿qué haces en los alrededores de Konoha?
—Uchiha Sasuke? Y no, no vengo a destruir la aldea, solo quería hablar con la Quinta acerca de cosas que no son de tu incumbencia. No aún pensó él —¿Qué pasó con el -kun y el sonrojo?
—Pues, aunque no te lo creas, Uchiha — dijo Sakura con un tinte muy despectivo en su voz — ya no me interesas — y murmurando por lo bajo dijo— Maldito engreído.
—Hmph, enmienda lo que le hiciste a mi brazo, si es que al menos eres capaz de hacerlo. Pero no me sorprendería lo contrario— dijo Sasuke con sorna.
—He superado las técnicas de mi maestra, y no pienso ayudarte. —¿Quién se creía él para llegar y darle órdenes como si estuviera a su servicio? — Soy un anbu médico y solo curo a alguien de la aldea o que al menos no sea enemigo declarado de esta.
Sasuke no pudo ocultar la sorpresa. Sakura le estaba negando cuidados que antes moría por proporcionarle, la misma persona que siempre andaba tras él para intentar sanarlo después que él y Naruto acabaran destrozados intentado protegerla. Esa mujer no podría ser Sakura, seguramente era alguna anbu fingiendo ser ella para atormentarlo, aunque ¿porque su chakra se le hacía familiar? Y ese aroma… No es que siendo genin pasara su tiempo oliéndola, pero no había manera de evitar sentir ese olor a cerezos que desprendía.
—Demuéstrame que eres Sakura, o te arrepentirás — dijo Sasuke con un tono más engreído de lo normal.
—Lo haré, Sasuke-kun —
Sakura se acercó lentamente a él, se quitó la máscara. Y entonces Sasuke se sintió sorprendido, ésa no era la Sakura con la que había compartido tanto tiempo, su error fue distraerse en sus pensamientos, porque contra todo pronóstico Sakura le enterró una especie de inyección que contenía veneno paralizante
— Óyeme bien, Uchiha, estamos a cinco minutos de la aldea y este veneno comenzará a hacer efecto en 10 minutos. Así que para entonces debemos estar en la oficina de la Hokage y allí te daré el antídoto.
No lo pudo creer, un ninja tan poderoso siendo sometido ante una mujer tan patética y débil, no debió permitir que se le acercara tanto. Bajar la guardia ante ella había sido su error. Definitivamente no le haría caso, sería más fácil forzarla a darle el antídoto, y así podría volver otro día a Konoha. Un día en que no tuviera que encontrarse con esa fastidiosa.
—Tengo diez clases diferentes de antídotos y si te aplicas el incorrecto morirás instantáneamente, — Dijo Sakura acomodando su máscara y evitando mirarlo a los ojos por si le daba por usar un genjutsu en su contra, estaba agradecida porque todo ese tiempo con él había servido para conocerlo y anticipar sus pensamientos — Y no creo que tu enorme ego soporte el hecho de que yo te cargue hasta la oficina de la Hokage.
Un sentimiento de furia inundó a Sasuke, ¿cómo se atrevía ella a hacer tal cosa? En ese momento decidió que se vengaría de ella, nadie humillaba a un Uchiha y se salía con la suya, decidió ir a la aldea, no soportaría que alguien presenciara al todopoderoso Uchiha llegar en los brazos de una debilucha.
—Oye, Sa-ku-ra. – llamó Sasuke con un tono lleno de veneno en su voz— Veo que te hiciste anbu, debes estar muy agradecida con la Hokage por haber hecho que te aceptaran
—Tengo un kekkei genkai —Sakura estaba cansada de la actitud engreída del heredero de los Uchiha — también soy la mejor médica— ninja que podrás encontrar en las Cinco Grandes Naciones Shinobi — dijo con orgullo, no era en vano que había acumulado chakra por años para obtener el sello yin, y que había entrenado sin descanso. El deseo de dejar de ser la inútil de su equipo la había impulsado a ser más fuerte cada día.
— ¿Y cómo es que ya no quieres que vuelva a la aldea? — preguntó Sasuke pensando que tal vez ella había dejado de ser la débil e inmadura niña a la que siempre debían proteger y demostrando que se había convertido en alguien más hablador— Te rendiste tan rápido, definitivamente das lástima
Sakura que ya no quería lidiar con la conversación que le imponía su interlocutor, decidió acelerar el proceso y le tocó un hombro para luego desaparecer y reaparecer en la oficina de la Hokage.
¿Ella podía hacer eso también? Sasuke sabía que no todos los ninjas podían lograrlo, sólo la elite. Y si ella lo hacía definitivamente había pasado de ser la llorona inútil a una kunoichi moderadamente buena, Sasuke se negaba aceptar que ella fuera poderosa.
—Hokage-sama, perdone la interrupción, pero esto es importante — y dicho esto sacó con gran velocidad el antídoto correspondiente a Sasuke y se lo aplicó, se quitó la máscara y sonriendo a la Hokage dijo — Solo quería asegurarme de que no escapara
Después de una larga reunión con la pelirrosa y la Godaime, Sasuke pudo salir de la torre y por orden de la Hokage Sakura llevó a Sasuke a la casa de Naruto. Aunque para extrañeza de Sasuke ocurrió algo muy extraño de camino. Al estar Sakura con su ropa de civil pudo notar que en su mano había un anillo de compromiso, y esto se le hizo raro. ¿Quién podría interesarse en ella aparte de él mismo? La idea de que ella tuviera hijos que no fueran Uchiha le disgustó más de lo que podría llegar a admitir, y no eran celos, o eso creía, es sólo que quería tenerla nada más para él.
—¿A quién engatusaste para que se casara contigo? — Insinuó él con una falsa indiferencia en su voz. ¿Acaso había alguien lo suficientemente ciego para enamorarse de ella?
— ¿Qué? Ah, me voy a casar en seis meses —dijo perdiéndose en sus pensamientos, y de repente pararon frente a una casa grande y Sakura dijo — Esta es nuestra casa, ahora Naruto-kun debe estar durmiendo porque llegó de una misión hace poco.
—¿Ustedes viven ahí juntos? — y acompañó esto con una mueca que Sakura no supo interpretar, así que se limitó a sonreírle.
Sasuke quedó sumido en sus pensamientos, lo último que se esperaba al volver a Konoha era encontrarse con una Sakura fuerte y que había olvidado completamente la devoción que sentía hacia él. Y ahí fue cuando todos sus planes de hacer una vida al lado de ella se desvanecieron. Su sharingan podía anticiparlo todo, pero aparentemente no algo así. No vio venir sus deseos cayéndole encima como una avalancha que ba destruyendo todo a su paso.
Si esa sonrisa fuera para mí, si esos labios fueran míos, si ella viviera conmigo y nos fuéramos a casar en seis meses, si viviéramos juntos y si ella me llamara Sasuke-kun. Pero no, ahora todo es para el baka de Naruto. Un indeseado pensamiento se coló en su mente, algo que no quería aceptar por nada del mundo. Él siempre la trató bien, la protegió y, al parecer, nunca se rindió, él era precisamente todo lo que ella merecía y si iba a ser feliz lo mejor sería que se quedara con él. Jamás creyó que fuera a dejar de ser tan frio, y entonces, cuando ya era muy tarde se fue a dar cuenta del gran error que cometió, que quería a Sakura y de lo afortunado que era Naruto por tenerla.
Tal vez es por esto que dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
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