¿Yo, tomar té a lo británico y crear a Harry Potter? Lo siento, esa es J.K. Rowling.
Esto no tiene ni una gota de spam.
¡Nadie quiere ser tu amigo Granger!
Asquerosa rata de biblioteca. Sangresucia. Insoportable. ¡Nadie quiere ser tu amigo Granger!
Es como si mi piel se resistiera. Con lo fácil que seria simplemente sangrar y sangrar y que mis pensamientos me duelan menos. Pero no, solo quedan unas marcas que arden y no puedo cortar lo suficiente para que sangre enserio.
¿Es que no puedo o simplemente soy una cobarde?
Cae una gota. ¡Por fin sangra! Jadeo y veo caer la sangre sobre las blancas sábanas de mi cama.
Sangresucia. Insoportable. ¡Nadie quiere ser tu amigo Granger!
Mi estómago gruñe. Vete al diablo, estómago. ¿Cuánto llevo sin comer ya? Es muy fácil perder la cuenta.
Cae otra gota.
Insoportable. ¡Nadie quiere ser tu amigo Granger!
Agarro el alcohol y le hecho mucho a mi brazo. Arde. Se siente… bien, creo. Como desahogarse.
Ya está. Me siento… tranquila. Como si la pérdida de sangre me tranquilizara. Como si cada gota que cayó fuera un insulto. Un insulto que goteó de mi muñeca y se lo absorbió un algodón.
Antes de dormirme, solo puedo pensar en una frase, y en lo mucho que me duele esta.
¡Nadie quiere ser tu amigo, Granger!
¡Tenía inspiración! Es un poco… perturbadora en algunas partes. Cuando la escribí no la situé en algún momento en específico, primero creí que iba a ser en ese tiempo de antes que fueran amigos con Ron, cuando le decía que era una mandona, nadie quería ser su amigo, bla, bla, bla, pero me daba un poco de lástima que se cortara tan chiquita. ¡Que-se-yo!
