Entre 2 mundos

Capitulo 1. La luz y el comienzo de todo

-No voy a hacerlo- pensaba.

-Pero kagome piénsalo bien tal vez sea algo de gran importancia para tu padre- rin estaba al otro lado de mi recamara apoyada en la pared.

-pero sango sabes que odio ese tipo de reuniones que duran una eternidad además de las peleas a muerte que se hacen para "entretener" a esos viejos sanguinarios- dije haciendo la señal de comillas con los dedos.

-si lo entiendo yo también las odio pero es tu deber estar ahí presente- decía esta vez acercándose más a mí.

Cruce lo brazos en señal de negación mirándola. Rin me miro y sonrió. Esa sonrisa era la única que me había hecho cambiar por un momento de opinión. Rin era mi hermana menor tenía 17 años aunque en ocasiones parecía totalmente lo contrario se comportaba más honesta y más madura en ocasiones. Ambas vivíamos en el reino westerk éramos las hijas del rey Soga higurashi. Aunque en este mundo mágico donde vivíamos ser princesa no era tan bonito como cualquiera pensaría.

Rin y yo éramos hijas del que un día fue un gran líder de demonio que con su ejército condujo muchas batallas era conocido por su gran crueldad heredada de sus antepasados. Nuestra nana oiwa nos había contado que en el pasado de las grandes batallas había dos clanes de demonios cuyos líderes más viejos gobernaban sobre todo el mundo mágico de westeres. Estos clanes eran el clan de los higurashi y el clan taisho. Claro que ambos clanes eran enemigos.

Cuenta la historia que cuando los líderes de ambos clanes ya estaban muy ancianos para gobernar decidieron hacer un acuerdo y proclamaron que sus hijos mayores, ambos jóvenes apenas de 20 años, debían luchar entre si él una batalla que duraría siete años. Y aquel que resultara el vencedor se quedaría con todo el poder. Estos jóvenes eran soga higurashi y inu taisho.

Ambos príncipes fueron exiliados de la comodidad de sus clanes. Viajando y explorando todo el mundo ambos se volvieron cada día que pasaba mas fuertes deseando cada vez más que el día del enfrentamiento llegara, luchando contra demonios y otras criaturas se ganaron el respeto y fidelidad de muchos de ellos y el deseo de venganza de en el transcurso de esos años cosas inesperadas sucedieron.

El príncipe inu taisho conoció una mujer humana. Se decía que era muy hermosa su piel era blanca como la nieve y tenía el cabello largo y negro como la noche sin estrellas pero sus ojos eran lo más hermoso de esa mujer eran inocentes y puros. Eso fue suficiente para que el príncipe taisho se enamorara de ella. Vivió mucho tiempo junto a ella. Hasta que por un cambio de planes fue llamado de vuelta a su clan para casarse. Se decía que el clan de los taisho dependía de solo un heredero y este no tenía ni esposa ni hijos y todavía le esperaba vencer a su rival del otro clan por lo que el príncipe fue obligado a casarse y a tener un hijo.

Paso el tiempo y el príncipe higurashi gano muchas batallas en una de ellas derroto a un demonio de mucho poder llamado naraku. Al ganar naraku le pidió que perdonara su vida y que a cambio el le serviría eternamente. El príncipe lo acepto y naraku se convirtió en lo que es ahora la mano derecha del príncipe. Soga también se enamoro de una mujer una mujer humana muy hermosa con la cual tuvo 2 hijas.

Después de pasar el tiempo ya se aproximaban los siete años y ambos príncipes estaban a pocos meses de enfrentarse cuando una gran luz invadió todo el reino y se abrió una puerta a un mundo que nadie conocía sin embargo los príncipes no sabían que esto era un portal a otro mundo muy diferente y así como la luz se fue desaparecieron las 2 mujeres que habían cautivado el amor de los príncipes.

Luego de estos ambos quedaron destrozados y sin ganas de vivir decidieron no combatirían que en cambio ambos clanes gobernarían por igual asi que dividieron el mundo de westeres en dos partes westerk y westark. Ahí termino la historia claro que cuando nuestra nana la conto. Claro a la edad de 5 años no era tan interesante ni tan extraña como era ahora.

Siendo la mayor con 18 años me tocaban muchas responsabilidades que no eran para mi. De piel blanca y cabellos negros azabache rasgo de m clan con ojos marrones café y de contextura delgada soy demasiado delicada. En nuestro clan uno de los requisitos básicos es saber luchar y en eso voy muy mal. Mi padre nos prohibió ir a la parte sur del castillo, allí solo va el y naraku el cual no nos da muy buena imagen ese hombre tiene una mirada siniestra y en algunos momentos que nos cruzamos por el castillo me ve siempre con una sonrisa y unos ojos malévolos.

Esta noche había una reunión vendría el rey inutaisho y cenaría con mi padre luego habría una pelea, los mejores luchadores de cada reino se enfrentarían en una batalla a muerte. Y como hija mayor del rey tendría que asistir.

-rin no quiero ir sabes que detesto esas peleas- decía ya sin ganas de protestar estaba oscureciendo y pronto llegaría el otro rey.

-estoy tan curiosa de saber cómo es el rey inutaisho- decía rin mirando el techo.

-según lo que dicen su color de cabello y de ojos es lo más impactante-dije pensando de qué color serian, tal vez morados o grises…

-por favor kagome cuando regreses me cuentas todo si- decía rin emocionada.

-por supuesto que lo hará nos contara a las dos lo que vio- dijo oiwa entrando por la puerta con una caja muy bonita.

-que traes en la caja nana- pregunte. Rin y yo nos acercamos a oiwa mientras ella abría la caja dejando ver un hermoso y fino vestido verde oliva.

-es tuyo kagome lo mando tu padre para que te lo pusieras esta noche- dijo dándome el vestido para que me lo pusiera.

Me lo coloque y me mire en el espejo asombrada.

-esta hermoso kagome ¡esta hermosísimo!-dijo rin mirándome.

El vestido era largo hasta los pies con una abertura hasta el muslo por donde sobresalía la pierna la cintura entallada con piedras de jade y sin escote adelante pero con toda la espalda al descubierto.

-si lo sé- respondí todavía embobada.

-kagome termínate de arreglar que ya los reyes terminaron de cenar y te están esperando- decía oiwa peinado mi cabello.

Nuestra nana haba sido nuestra madre desde que nacimos, ni rin ni yo sabemos cómo era ella nuestro padre nunca estaba con nosotras así que nunca hablábamos ni nada, era decepcionante porque en el fondo de mi corazón yo sabía que el siempre había querido un hijo. Ella era todo para mi y estaba segura que yo era todo para ella.

-rin si quieres cuando acabe la pelea bajas y te asomas por la puerta del sótano allí podrás ver- le dijo nana. – yo te avisare cuando bajes-

-si nana- sonrió rin. Mientras yo sonreía ella era lo único que le daba sentido a mi vida.

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-tiempo sin verte soga- decía inutaisho dándole la mano.

-lo mismo digo inutaisho- decía soga chocando su mano.

-estas listo para ver la pelea- pregunto soga dirigiéndose al sótano.

-claro sobre todo porque mi hijo peleara- decía inutaisho siguiéndole.

-entonces mi soldado no tiene oportunidad con tu único hijo- dijo soga riéndose.

-sesshomaru tiene mucho potencial, pero sabes que no es el - inutaisho tenía una mirada vacía y soga se dio cuenta.

-¿Qué sucede inutaisho? ¿Qué te inquieta?- pregunto soga. Aunque el ya sabía la respuesta.

- ¿se te olvido soga? aquel día hace ya 21 años- recordaba inutaisho. –la luz que vimos. Aquella luz que se llevo mi corazón- decía inutaisho con voz baja.

-yo también la perdí ese día inutaisho- dijo soga mirando el suelo. -aquella visión de ese mundo. Todas las noches la recuerdo.

-si yo también. ¿Cuando crees que aparezca de nuevo?-pregunto recuperándose .

-no lo se inutaisho pero no quiero que se lleve lo que me queda- dijo soga con la mirada perdida.

-mis hijas ellas son lo único que tengo. Por miedo a que se vuelva a repetir lo que sucedió no las he dejado salir del castillo- soga se veía débil. –ellas son el vivo recuerdo de su madre.

- deben ser muy bellas- dijo inutaisho tocándole el hombro en señal de consuelo.

-si lo son, hoy conocerás a kagome ella es la mayor.- dijo soga con una sonrisa.

-espero pronto que podamos unir nuestros clanes soga- dio inutaisho chocándole la espalda

-si pronto – y así ambos se dirigieron al salón de peleas.

- ya verán la sorpresa que les tengo a los dos- susurro una voz en una esquina- ambos morirán antes de lo que piensan- dijo mirando una pequeña bolsa en sus manos- me vengare lo juro- decía a la vez que se perdía en la oscuridad camino al sótano del castillo.

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Estaba muy nerviosa. Nunca había bajado al sótano, si se había asomado pero siempre escuchaba gritos y huesos quebrarse. Le daba horror pensar bajar ahí.

Estaba perdida en sus pensamientos cuando alguien se acerco a ella muy cerca.

-¿princesa acaso teme bajar por las escaleras?- rio naraku.

Y allí estaba la voz despreciable de ese hombre. ¿Por qué aparecía por todos lados?.

-estoy bien lord naraku no tiene porque preocuparse-respondí severamente.

-bueno entonces permítame y la acompaño a que se reúna con su padre- dijo para acercarse más. –Princesa está usted hermosa esta noche- susurro. Sentí como un estrujón en mi estomago.

-gracias lord- fue lo único que logre responder y de su mano comencé a bajar las escaleras.

El lugar era todo sucio, hombres de todo el reino estaba sentado en círculos alrededor de lo que parecía un campo de arena y gritaban y aclamaban por que los luchadores salieran. El olor a putrefacción y carne en descomposición era insoportable y arriba en lo alto estaban los 2 reyes.

Mientras subía las escaleras observe al rey intuaisho era muy apuesto, su cabello era de color plata largo lo tenía en una cola alta, era muy robusto y en sus mejillas se notaban marcas moradas como garras, sus ojos eran lo más impresionante eran de un color ámbar pero más claro. Parecían oro líquido.

Al llegar a donde estaba mi padre pude quitar la mirada y verlo. Hacía mucho que no lo veía.

-kagome hija estas hermosa-me dijo a la vez que me mostraba un pedestal su lado para ver la pelea.

-te presento al rey inutaisho- me dijo mi padre a la vez que el rey me hacia una reverencia con la cabeza. Yo hice lo mismo en señal de respeto.

-veo que eres tan hermosa como comentan- comento el rey mirándome a la vez que una sonrisa aparecía de sus labios.

-estoy encantada de conocerle majestad-. Respondí también sonriendo.

Su apariencia no era para nada amenazadora solo era intimidante y elegante. Estaba concentrada viéndolo cuando un grito me hizo voltear.

Las luces se encendieron y lord naraku se dirigió al centro de sangre para presentar a los gladiadores.

-¡bienvenidos todos, al centro de sangre real para ver esta gran batalla!- exclamaba lord naraku.

-¡por el lado derecho. Del clan taisho. El gran Sesshomaru!-

De la reja derecha salió un hombre de cabello largo plateado su rostro era fino, y tenía las mismas marcas violetas que el rey al igual que sus ojos. Me asombre. ¿Eran rasgos del clan como tal o de la familia real únicamente?

El estaba con el torso desnudo. Al parecer según lo que me había dicho nana estas batallas eran de cuerpo a cuerpo es decir que no se permitían armas. El hombre se paro en un circulo marcado en el suelo, se puso en cuclillas con la cabeza mirando al suelo.

¡-y por el lado izquierdo del clan higurashi el poderoso koga!

Un hombre de cabellos largos y negros salió de la reja de la izquierda sus ojos eran de color azul brillante. El también se coloco en un círculo y en la misma posición.

Desvié la mirada del centro cuando observe que mi padre y el rey inutaisho se levantaron y se dirigieron a la baranda que los separaba del centro. Ambos se rasgaron la muñeca dejando caer unas gotas de sangre en la arena.

Vi con asombro, como la arena se dispersaba en remolinos para dar a ver un suelo de roca con varios conductos que formaban diseños extraños en el suelo. Al tocar la sangre el suelo los conductos se iluminaron hasta llegar a los círculos donde se encontraban los guerreros. Al llegar la sangre a ellos su aura se intensifico.

Luego de haber depositado la sangre, soga le hizo una señal con la cabeza a naraku a lo que grito.

-¡que comience la batalla!-

En ese momento ambos guerreros comenzaron a a pelear salvajemente. Veía asombrada como el aspecto del guerrero taisho se distorsionaba mostrando unos enormes colmillos y grandes garras su rostro se veía realmente aterrador. Las marcas violetas en su rostro se habían vuelto mas grandes y rugía como un animal.

Simplemente estaba aterrada de ese hombre. Atacaba a su contrincante con furia y fuerza. Koga era veloz evitaba cada ataque con rapidez y se desplazaba por el campo como si volara pero aun así sesshomaru logro tumbarle.

Lo golpeaba incontables veces sin piedad. Koga estaba hecho un mar de sangre, pareciera que con cada golpe sesshomaru le quitaba la cabeza. Hasta que koga lo pateo en la mandíbula muy fuerte y lo mando al otro lado del circulo. Volvieron a atacarse una y otra vez se revolcaban en el suelo dándose golpes y patadas.

-padre por favor detén esto no puedo seguir viéndolo- le rogué.

-lo siento kagome pero no puedo hacer eso esta pelea termina cuando uno de los dos caiga muerto. Me comento sin mirarme, ambos estaban muy animados con esto.

Estaba desesperada por que terminara no soportaría ver a gente matándose entre si. En eso mis pensamientos fueron interrumpidos cuando mirando la escena koga me miro mientras sesshomaru lo tenía en el suelo, pisándolo para darle la estocada final. En ese momento sus ojos parecían tristes, sabía lo que le esperaba.

-padre haz que termine ya no quiero ver me siento mal- dije mirándolo pero el ni me vio.

Asi que hice lo primero que me vino a la mente…. desmayarme.

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-¡vamos oiwa quiero ver al otro rey!- exclamaba rin bajando por las escaleras de la mano de su nana.

-princesa aguarda es que no estoy segura de que sea buena idea que bajes alla- decía la nana preocupada.

Al llegar las dos se detuvieron en las escaleras.

-nana es muy oscuro allá abajo- pregunto con miedo.

-si rin es muy tenebroso- dijo oiwa con la intención de asustar a rin.

-pues igual voy a bajar- dijo rin decidida quería ver que era y lo iba a conseguir.

-princesa no lo haga- seguía aconsejándola oiwa.

-nana si estas tan preocupada porq no me acompañas- pregunto.

-porq no puedo no es un sitio donde deba estar- dijo oiwa.

-anda nana por favor- insistió.

-no princesa no puedo complacerte- dijo para finalizar.

-nana mira allí hay un guardia- dijo rin señalando a un punto ciego de la esquina.

-donde princesa-dijo volteando.

Cuando volteo se dio cuenta que ya rin se había ido.

-ojala no le pase nada- dijo oiwa preocupada. -Si algo le sucede el rey me matara de seguro-. Y se fue con ese pensamiento a realizar sus deberes.

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Holaa espero que les guste Es mi primer fic por favor dejen reviews y sus comentarios serán bien recibidos.