Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto-sama.


Mi todo

[Capítulo único]

Cuando te conocí apenas eras una bolita de pelos con cuatro patas y una cola que sólo sabía agitarse cuando me veía venir. Fue extraño, tú te veías tierno y a mi me causan ganas de vomitar lo tierno, pero eras lo suficientemente tierno como para no disgustarle a nadie.

Excepto a mamá cuando jugaba demasiado contigo, obvio. El tema es que a ella siempre tiene algo con que molestarme y ponerme de malhumor. Recuerdo que no te dejaba dormir conmigo, pero yo siempre a media noche te alzaba de tu cucha y te ponía en mi cama, de modo que amanecieras conmigo. Al final no le quedó opción y nos dio permiso a que lo hicieras, siempre y cuando no rompieras o ensuciaras las sábanas.

A papá no sé si le hubiera gustado que durmieras conmigo por las noches. En realidad para ser honestos no sé nada de él y Hana nunca quiere hablarme tampoco, pero supongo que es por algo. Creo que a ella también la pone mal el tema o la enfada.

En fin, ¿quién necesita un padre cuando tienes a tu perro? Es decir, tú nunca me enseñarás nada que no necesite saber, jugarás conmigo siempre cuando y cuanto quiera —no como mamá—, nunca me dejarás sólo —no como papá— y siempre me apoyarás en todo. Siempre me has apoyado en todo.

No importaba si era una travesura o una misión, tu siempre querías hacer lo que yo y no me dejabas solo ni en las buenas ni en las malas. No recuerdo una sola vez que me hayas negado algo —al menos que fuera muy estúpido, claro— o que me hayas abandonado.

Quiero agradecerte por todo. No suelo ser muy cariñoso y lo sabes pero, quiero que sepas que eso no significa que no te ame. Eres el mejor perro del mundo. Tú cuentas como amigo, como hermano, padre, a veces madre, compañero y mascota.

Gracias, Akamaru.

.


Gracias, Uma.