Esto es lo que sacas por leer muchos prompts de GKM, la historia está basado en uno que leí que me capturó.

Vean, aquí hay Mpreg y B!P Kurt


"Berry, entiende, es gay. Mi gaydar nunca falla" dijo Santana mientras tomaba el sorbete de su gaseosa y le daba un sorbo. Rachel tomó la almohada que tenía a su lado y la abrazó contra su pecho mientras negaba con la cabeza.

"Estas equivocada, no es gay, ¡cenamos juntos!" exclamó.

La latina agarró el celular de la morena a pesar de sus protestas y buscó a través del álbum de fotos "Porcelana, mira" dijo mientras le extendía el celular. El castaño levantó la vista de su computadora y frunció el seño.

"Gay como el 4 de julio" respondió simplemente.

Santana sonrió y Rachel comenzó a gritar para defenderse, y pronto se unió la otra chica. El teléfono sonó y los tres se detuvieron en su lugar. Kurt tomó el teléfono y respondió. "¿Hola?... Si, sí, claro. Ahí estaré, está bien. Adiós". Cortó la llamada y se quedó en silencio por unos segundos antes de comenzar histéricamente. "¡Obtuve el papel! No es mucho, ¡pero lo obtuve!"

La morena gritó de felicidad y abrazó a su amigo. La latina se levantó de su lugar y lo abrazó por los hombros. "Eso significa que tendremos que celebrar al estilo López" dijo con una sonrisa.

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"¿Por qué dejé que me convenciera?" gritó Kurt a su amiga a través de la música a todo volumen. Rachel- que a pesar de haber estado solo media hora en el club ya estaba borracha- se dio vuelta y sonrió.

"Tranquilízate, disfruta tu éxito" dijo palmeando su mejilla como si fuera un niño pequeño antes de ir a la pista de baile. El castaño rodó los ojos y se sentó en la barra, mirando el Cosmopolitan en su mano.

"Ugh" murmuró mientras se sacaba su chaqueta, todavía sigue sin entender porque a la gente le gusta venir a estos lugares; música a un nivel ensordecedor, cuerpos atrapados y sudados y borrachos por todos lados. Simplemente no.

La silla a su lado, que minutos atrás estaba ocupada por una chica rubia con demasiado maquillaje, se movió y un nuevo cuerpo se sentó en ella. No mires, evita el contacto visual, así no te molestaran se dijo así mismo en su mente.

"Ron con coca, por favor" dijo el hombre con voz ronca. El cantinero asintió y sacó las botellas para comenzar el trago. El hombre misterioso dirigió su mirada al ojiazul y este se movió incomodo en su silla. Tomó su copa y le dio un largo trago, el ardor haciendo presencia en su garganta.

El cantinero le entregó su vaso y el hombre lo aceptó con una sonrisa, pero, seguía mirando al castaño. Kurt estaba volviéndose cada vez más irritado por la incesante mirada.

"¿Qué?" siseó dándose vuelta y mirando al hombre con una ceja levantada.

El hombre abrió los ojos en sorpresa antes de sonreír con confianza. "Lo siento cariño, es que eres demasiado hermoso como para quitarte los ojos de encima"

"¿Oh?" preguntó el castaño y sintió como sus mejillas estaban cada vez más calientes y seguramente rojas.

"Blaine Anderson" dijo el hombre extendiendo su mano. Kurt la tomó mientras lo examinaba. Su cabello era oscuro aunque en la parte de las sienes se encontraba un color grisáceo bastante notorio, su rostro- bastante hermoso si podía agregar- tenía algunas arrugas, más prominentes en la frente que en otros lugares y no tenía rastro de barba alguna.

"Kurt Hummel" respondió después de unos segundos.

"Kurt…" murmuró Blaine con una sonrisa. "Me gusta, te sienta bien". El moreno tomó lo que quedaba en su vaso antes de pararse. "Bueno, Kurt, ¿Quieres bailar?" preguntó con una sonrisa.

"Um, claro"

Ambos se dirigieron a la pista de baile y el moreno lo tomó por la cadera y lo acercó a su cuerpo. "Mucho mejor…" susurró en su oído.

El ojiazul se sonrojó y miró para otro lado, increíblemente encontrándose con la mirada de Santana, quien le levantó un pulgar antes de seguir bailando con una pelirroja que tenia la falda más corta que había visto en su vida.

"Tu amiga se encontró a Cassidy, frecuenta el club" dijo casualmente el ojimiel mientras miraba a la pareja bailar. "No esperes que vuelva a casa"

El castaño lo miró con una ceja levantada. "Me atrevo a decir que vienes mucho por aquí"

Blaine se encogió de hombros. "Soy soltero y me divierto, no le veo lo malo"

"Blaine, tiene más años que cualquier persona de aquí"

El moreno sonrió mostrando todos sus dientes. "Bebé, tengo más años que el club… Pero dicen que soy como el vino…" se acercó a su oído. "Cuantos más años tenga, mejor es el sabor" susurró antes de morder el lóbulo ligeramente.

Un pequeño gemido salió de sus labios y sus piernas temblaron como gelatina. Siguieron bailando por unos minutos, las canciones cambiaban pero siempre mantenían el mismo ritmo; lento, intimo, sensual.

"¡Kurt!" gritó alguien detrás de él ambos se dieron vuelta para encontrar a Santana, una mano en la muñeca de una muy borracha Rachel y la otra en la cintura de Cassidy. "Nos vamos a casa, ¿Vienes?"

El castaño se mordió el labio mientras miraba a su amiga y luego a Blaine. El moreno le guiñó el ojo. "No… yo me quedo"

La latina asintió antes de desaparecer.

"¿Quieres ir a mi casa?" preguntó el ojimiel en su oído. Kurt asintió.

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El viaje hasta la casa de Blaine fue tranquilo, ninguno de los dos habló, la música de la radio llenaba el ambiente. La mano del moreno nunca dejó el muslo del castaño.

"Pasa, cariño" dijo el moreno mientras sostenía la puerta. Kurt entró y observó la decoración de la casa; obras de arte, pisos de mármol, un gran sillón de cuero negro que el castaño estaba seguro que lo vio en una revista y un LCD colgado encima de la chimenea.

"¿Acaso eres rico o algo así?"

Blaine rió mientras aceptaba su abrigo. "Se puede decir que me va bien en el trabajo. Siéntate, buscaré un poco de vino."

El ojiazul hizo lo que le dijo y un pequeño suspiro escapó de sus labios por la comodidad del sofá. Un minuto después apareció el moreno con una botella de vino y dos copas.

Se sentó a su lado y sirvió un poco de vino en cada copa. El ojiazul aceptó la copa y tomó un pequeño trago.

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos. "¿Esta es una rutina para ti no?" preguntó Kurt.

"¿De qué hablas?"

"Ya sabes, ir al club, buscar una presa, seducirla y traerla a tu casa para acostarte con ella" respondió mientras observaba un cuadro.

"¿Te molesta?" preguntó Blaine.

El castaño negó con la cabeza. "No, solo quería establecer un hecho". El ojimiel sonrió antes de tomar su copa y dejar ambas en la mesa ratona. Se acercó al joven y le acarició la mejilla lentamente, bajando la mano hasta su cuello, por su pecho hasta llegar a su muslo, comenzando a masajearlo lentamente. Su otra mano se dirigió a su cadera y se acercó para besarlo en los labios.

El castaño suspiró y abrió los labios para permitirle el acceso a la lengua del moreno. Blaine aplicó más presión, obligando al ojiazul que se acostara en el sofá, colocándose encima de él.

Sus labios viajaron hasta su cuello y sus manos a los botones de la camisa, abriéndola. Sus dedos rozaron sus pezones y el castaño siseó al contacto. Podía sentir la erección del moreno contra su muslo y sus bóxers se estaban humedeciendo cada vez más.

El moreno se deslizó hasta quedar entre las piernas del castaño y comenzó a bajar el cierre de su pantalón. Lo tomó por los bordes y lo bajó hasta que quedó a la altura de sus tobillos. Sus manos acariciaron sus muslos y su boca estaba encima de pelvis, exhalando aire caliente, haciendo que Kurt gimiera.

Tomó el bóxer por el elástico y lo bajó hasta que quedó junto a los pantalones. Se lamió los labios y miró al castaño. "Delicioso" susurró antes de lamer una larga franja.

"Dios" murmuró Kurt.

"¿Te gusta bebé?" preguntó.

El castaño asintió mientras respondía. "Dios, si"

"Mhm" murmuró Blaine antes de acercar su boca nuevamente y tomar un labio con su boca, succionándolo suavemente. Uno de sus dedos se acercó a su entrada y lo sumergió en los fluidos que estaban saliendo del interior del castaño. Con su mano limpia separó los labios e introdujo lentamente su dedo, mientras lamia su clítoris.

Su dedo se movía lentamente, entrando y saliendo, antes de que lo acompañara un segundo.

"Oh, Blaine, ugh, así, oh" murmuró el ojiazul mientras hundía sus dedos entre los rizos del moreno.

La mano que estaba quieta se movió a su clítoris y comenzó a realizar pequeños círculos sobre ella mientras sus dedos seguían moviéndose dentro del castaño. "Dios, Kurt, no sabes lo bien que sabes, es exquisito, podría estar así todo el día" susurró el ojimiel aumentando el ritmo de sus manos.

"Blaine…"

"¿Qué sucede, bebé?"

"Por favor" murmuró el castaño.

Al moreno le hubiera gustado seguir molestando al niño pero la erección en sus pantalones era cada vez mas incomoda. Se paró y alzó al castaño en sus brazos y caminó hasta la habitación principal.

Lo depositó en la cama y comenzó a desvestirse mientras el ojiazul se sacaba los ítems de ropa restantes. Blaine se acostó junto a él y lo besó apasionadamente, introduciendo su lengua en su boca, para dejar al castaño que se pruebe a sí mismo.

Introdujo tres dedos en su entrada y los movió rápidamente para asegurarse que estaba lo suficientemente estirado. Se colocó entre sus piernas y lo tomó por la cadera, comenzando a entrar, gimiendo por la calidez repentina.

"Dios, Kurt"

"Blaine…"

El ojimiel entró completamente y esperó unos segundos antes de salir y entrar nuevamente. El castaño gimió y envolvió sus piernas en la cadera del moreno. El moreno tomó el cabezal de la cama e incrementó las embestidas, haciéndolas más rápidas y profundas.

El castaño tomó las sabanas entre sus manos y comenzó a mover sus caderas, para encontrarse con las del ojimiel.

"Tan apretado, tan húmedo, tan sexy" murmuró Blaine mientras aumentaba sus embestidas.

"Dios"

"Tócate Kurt, vamos, tócate"

Kurt asintió- o por lo menos él cree que lo hizo- y soltó una de las sabanas para dirigir su mano a su clítoris, moviéndola furiosamente sobre ella. El moreno soltó el cabezal y colocó su mano sobre la del ojiazul, moviéndola junto a la de él.

El castaño gimió antes de gritar el nombre de Blaine repetidamente, acabando sobre el ojimiel. El moreno gimió, trastabillando en su ritmo, antes de retomarlo y embestir con fuerza contra el interior del castaño.

"Dios, Blaine, Dios" gritó Kurt por la sobre estimulación.

El moreno volvió a colocar su mano sobre la clítoris del ojiazul y la movió un par de veces antes de que el castaño acabara otra vez, Blaine uniéndose segundos después.

El ojimiel se acostó a su lado, respirando profundamente, ninguno de los dos dijo nada. Cada uno se dio vuelta para quedar de espaldas y se durmieron.

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"Um, hola" dijo Kurt mientras entraba a la cocina. Blaine levantó la vista del diario.

"Buenos días" murmuró antes de señalar la máquina de café.

El castaño se acercó y se sirvió un poco de café.

Ambos tomaron su café en silencio por unos minutos.

"¿Quiéres que te lleve a tu casa?" preguntó el moreno.

"Sería lindo, sí"

"Bien, vamos" dijo levantándose de su lugar y buscando las llaves de su auto.

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"Dobla aquí..." indicó el castaño. "Aquí es" dijo cuando frenaron en frente del edificio.

El moreno asintió antes de extender la mano. "Dame tu celular". El ojiazul se lo entregó y el ojimiel colocó su número en el. "Llámame, hay que repetir lo de anoche" dijo con una sonrisa elegante.

"Claro... Adiós" murmuro el ojiazul antes de salir del auto.

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Kurt lo llamó una vez, y otra vez, y otra vez... y otra vez. Ya se había convertido en su pequeña rutina. Llamaba, follaban y se despedían.

"Es solo sexo, sin compromisos o sentimientos, ¿verdad?" preguntó Blaine una noche.

"Verdad"

A la tercer semana que había comenzado su pequeño 'acuerdo' Kurt se comenzó a sentir mal, mareado. Al principio no le dio importancia pero al tercer día que amaneció con nauseas las chicas lo obligaron a ver un doctor a pesar de sus quejas.

Así que ahí se encontraba, sentado en la sala de espera entre un niño con una pierna rota y una señora con una fuerte jaqueca.

"¿Sr. Hummel?" preguntó el doctor mientras revisaba las planillas. El castaño se levantó de su lugar y entró al pequeño consultorio. "Siéntese" indicó el hombre señalando la silla.

El ojiazul se sentó y juntó sus manos sobre su regazo. "Entonces... ¿Qué tengo?"

El hombre se sacó sus gafas y se masajeó la frente antes de mirarlo. "Sr. Hummel, sabe que usted posee el sistema reproductor femenino, no solo la parte exterior sino que también la interior"

"Si..." murmuró moviéndose en su silla.

"Y eso significa que posee un útero, lo que significa que tiene las características necesarias para tener un bebé"

"No entiendo... Doctor, usted está diciendo que..."

"Felicitaciones Sr. Hummel, usted va a tener un bebé"

La mandíbula del ojiazul prácticamente llegó al suelo, el color yendosé de su rostro.

"¿Qué?" preguntó.

"Sé que es un shock pero no se preocupe, tengo una amiga que se especializa en estos casos, aquí está su número" dijo el doctor entregándole una pequeña tarjeta.

"Dios" murmuró Kurt.

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"Por Dios Kurt" gritó Rachel mientras se tapaba la boca con la mano.

"¿Quién es el padre?" preguntó Santana.

"¿Te acuerdas esa noche hace unas semanas que fuímos al club?"

"Oh Dios, ¿ese vejestorio es el padre? Impresionante" murmuró sorprendida.

"¿Pero no dijiste que no era nada serio?" dijo Rachel.

"Es que no lo es, ese es el tema. ¿Cómo le diré?"

"Espera, ¿Te lo quedarás?" preguntó la latina.

"Claro, todavía pienso que lo que hizo Quinn fue una idiotez" dijo colocando inconscientemente una mano en su estomago.

"Bueno, yo creo que mientras más rápido se lo digas mejor" dijo la morena.

La latina asintió. El ojiazul suspiró y buscó su celular.

'¿Quiéres juntarte?-K'

'Claro, ven a las 8 ;)-B'

"Bien, crucen los dedos" susurró.


Creería que serán tres, máximo cuatro capítulos :D

Pronto subiré el capítulo de The bet