Hola. Me presento, para los que no me conozcan, soy Nyu-enaiviV y es un placer que hayan decidido leer mi nuevo fic.

y los que ya me conocen, dirán: "Está haciendo otro fic cuando nisiquiera ha acabado el otro"

Lo sé lo sé, pero entiendanme en verdad quería hacer esto. aunque hubo momentos en el que esto sólo iba a ser un fic de Zootopia, epro había cosas que según yo necesitaban de KF, creo que era más el hecho de querer hacer este crossover.

Adevertencia: Posiblemente haya yaoi y/o yuri (aún no estoy segura). Y reflejos de algunos personajes, por no decir todos, tanto de Kung Fu Panda como de Zootopia.

Ni Kung Fu Panda, ni Zootopia me pertencen. Créditos a sus respectivos autores, en este caso Dreamworks y Disney respectivamente.

Bueno los dejo con este pqueño capitulo, disfruten y comente n.n


Capítulo I

19 de febrero de 2000. Madriguera de la familia Hopps.

— ¡Vamos, mamá! —exclamaba con euforia una pequeña coneja, la cual sostenía un libro viejo. —Porque si papá y el abuelo llegan no vas a poder leer. —jalaba a su madre con la mano que tenía libre.

—De acuerdo. —contestó un poco cansada. —Todavía no entiendo cómo te puede gustar tanto este libro que encontramos enterrado.

—Los dibujitos son lindos. Y por qué quiero saber más de ellos.

—Bien, Judy. Pero, recuerda que no sólo te tengo a ti; también tengo que pasar tiempo con tus hermanos y hermanas. —acarició la cabeza de su hija.

—Sí, mamá.

Cuenta la leyenda de un legendario guerrero, cuya técnica del Kung Fu era material de leyenda. Viajaba en busca de contrincantes dignos. Sin embargo, demasiado tiempo atrás, él era alguien más que respetable en lejanas tierras.

Muchos creían que se trataba de alguien quien se había enfermado de poder y que por esa razón deambulaba sin un destino en específico. Otros decían que todo cambió cuando apareció después de que le habían dado por muerto.

Pero algo que nadie sabe era que su exhaustiva búsqueda era para encontrar a aquel ser que le arrebató todo lo que este guerrero alguna vez tuvo. Lo que lo hacía ser él: su nombre, su hogar, su familia, su felicidad… absolutamente todo.

—Y eso es todo, Judy. Insisto en que no sé cómo te gusta que te lea una y otra vez este libro. Ni siquiera está entero. Lo único que se le puede leer son las primeras dos páginas —la madre cerró el libro.

—Sí, pero me gusta por qué sé que ese guerrero encontró lo que perdió y qué volvió a ser lo que era. Alguien que todos respetaban en lugar de temerle. —contestó con entusiasmo.

—¿Temerle?

—Aunque no se pueda ver mucho, hay algunas palabras que sí. Después de todo son como cien páginas aquí. Creo que por eso me gusta tanto… porque no conozco que era ese guerrero, y el final no tiene nada mas que un dibujo de un conejo. Quiero saber más. —agregó la pequeña con cierta tristeza.

—¡Oh! Mira, Judy. —fingió entusiasmo mientras señalaba una de las últimas páginas. —Aquí dice: felizmente por fin. Es obvio que volvió a hacer feliz.

—¡Es cierto! —le siguió la corriente. —Seguiré buscando más hasta saberlo todo…

—Ya llegamos. —gritó un conejo. El padre de Judy, quien entraba junto con una gran cantidad de conejos y conejas.

—Bienvenidos, Stu. —saludó Bonnie con un beso en la mejilla a su esposo. —Por como veo, cosecharon bastantes zanahorias.

—Sí. ¿Cómo sigue mi Judy? —preguntó acercándose a su hija.

—Bien, papá. Sólo fue un resfriado. —estornudó Judy.

—La fiebre que tenías en la mañana no era tan insignificante. —metió su mano derecha en su bolsillo y sacó un dije de una flor de loto. —No creas que olvide que una de mis hijas cumple ocho años hoy. —le entregó el objeto a su hija. —No sé qué cosa sea. Pero como te gustan, decidí comprarlo. Feliz cumpleaños. —la abrazó.

—Gracias, papá. —se puso el dije. —Se parece mucho a las flores que tiene. —abrió el libro. —¿Ves?

—Tienes razón…

—¿Qué te parece si vamos a dormir? —interrumpió Bonnie.

—Bueno. —tomó la mano de su madre, quien la llevó a su habitación con sus hermanas. —Hasta mañana, papá. Hasta mañana, abuelo.

—Adiós, Judy. —ambos dijeron al unísono.

—Esa niña es muy ocurrente y rara. Eso lo ha de haber sacado de tu familia, Stu. —comentó el abuelo. —Sólo falta que quiera ser policía. —rió.


19 de febrero de 1290. Palacio de Jade, Valle de la Paz.

—Felicidades, maestro. —dijo Shifu quien le entregó su bastón.

—Maestro Shifu, no es necesario. Ya tengo este. —se negó Po mostrando el bastón de jade que le fue dado por Oogway.

—El maestro Oogway me ordenó que te lo diera cuando estuvieras listo.

—¿Ya sabía que yo era su verdadero sucesor?

—Por supuesto. Por eso estaba enojado en el momento en el que te nombraron Guerrero Dragón. —le dio un escalofrío. —Pero eso ya no importa, maestro.

—Me alegra de que todo haya terminado bien…

—Por ahora.

—¿A qué se refiere?

—El que hayas derrotado a Kai no quiere decir que ya no tendrás que enfrentarte a más adversarios, y aunque sean más débiles que él; recuerda que ningún enemigo es lo demasiado débil como para subestimarle.

—Entiendo, Shifu. Y como dicen: Una vez que has llegado a arriba habrá cosas que querrán hacerte volver al fondo.

—De hecho es: Mientras más arriba, más fuerte es la caída.

—Bueno, eso… vuelvo después voy a ayudar a papá a construir el restaurante.

—No necesitas darme explicaciones, maestro. —"Sé que no debo cuestionarle, maestro Oogway. Pero ¿no cree que fue demasiado pronto el darle toda esa responsabilidad? Disculpe si dudo de sus decisiones… es que aún le falta un duro camino que recorrer." —pensó mientras se colocaba en posición de loto.


¿Qué tal? ya sé, no ha habido ninguna interacción, pero así va a ser los primeros capítulos. Creo que se habrán percatado de que le estoy poniendo fechas como si de una bitacora o diario se tratara, y eso es para que sea más facil ubicarme jeje. Si se preguntan porque están esas fechas es simple, sólo contemple la edad de Judy y el día es en el que Zootopia se estrenó aquí en México; y el año que tiene la época de KFP es el año que se tiene en el que fue mostrado un cañón de metal.

Espero que les haya gustado y que comenten su opinión.

Me despido n.n