Pareja: Magnus/Alec, ligero Simón/Isabelle.

Clasificación: PG.
Género: Humor, romance.

Núm. Palabras: 9,625.

Resumen: Magnus usa frases de ligue realmente cursis (y malas) para cortejar a Alec. ADAPTACIÓN.


Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Cassandra Clare y el maravilloso universo de Cazadores de Sombras. Este one-shot es una adaptación desde el fandom de EXO. El original es de BAEKHYEOL, ella es una hermosa mariposa con un humor brillante 3.

Nota final: Disfruten y no olviden dejar comentarios ;)


La mayoría de las personas era de la opinión de que Magnus Bane era un maestro en el arte de la seducción.

La mayoría de las personas estaba equivocada.

Puede haber sido difícil de creer, con el número de hombres y mujeres con las que se había acostado, pero era cierto— Magnus era totalmente un asco cuando se trataba de coquetear con alguien.

No es como si Magnus supiera esto—por lo menos no al principio. Pero no tenía que ser culpado por su ignorancia. No era culpa suya si el noventa por ciento de las veces la gente se acercaba a él antes de que él mismo pudiera contemplar en hacerlo. Y el otro diez por ciento de las veces, sólo tenía que sacudir su lustrosa cabellera negra, sonreír esa sonrisa blanca suya y tal vez inclinar un poco su cabeza y luego su objeto de deseo estaría en su regazo.

Así que fue bastante desconcertante para él cuando ninguna de estas tácticas parecía funcionar. Estaba en un bar con sus mejores amigos Ragnor y Simón, y no había estado en búsqueda de una nueva aventura. Pero entonces, lo había visto.

La persona que había capturado su interés tenía piel blanca, ojos azules y cabello negro. Estaba sentado solo, tomándose una bebida y con su nariz pegada en lo que parecía ser un libro.

Magnus no tenía idea de qué era lo que le atrajo de este chico—era lo suficientemente bonito pero no espectacularmente—no como las habituales conquistas podría-ser-un-modelo de Magnus. Sin embargo, había algo en él que hizo que Magnus lo quisiera.

Así que se puso a hacerlo a su manera. Hizo que sus amigos se movieran de sus asientos originales, de manera que estuvieran en la línea de visión de su objetivo. El chico de pelo negro no levantó la mirada de su libro.

Magnus entonces procedió a hablar en voz alta a sus amigos, exponiendo con humor temas de actualidad y riéndose a carcajadas de las respuestas moderadas de Ragnor y Simón. Echó su cabeza hacia atrás y mostró el arco de su garganta. Efectivamente, llamó la atención de varias personas interesadas, pero no de la persona que él quería.

Luego comenzó a hablar en voz alta en términos con velo sobre lo rico que era, y como las acciones en las numerosas empresas de su padre estaban cada vez en aumento, incluso con la crisis económica. Efectivamente, llamó la atención del hombre que quería, pero en vez de lucir interesado, simplemente miró a Magnus un poco despectivo antes de regresar a su libro. La irritación de Magnus aumentó aún más cuando varias bebidas fueron colocadas en su mesa, cortesía de los demás interesados en la habitación. Ragnor y Simón, que habían adivinado lo que estaba haciendo, simplemente sonrieron ante su mohín.

Dado que alardear de su aspecto y su riqueza no había funcionado, Magnus decidió seguir el ejemplo de los libros de la gente en el bar y consiguió que una de las camareras, cuyo gafete leía 'Isabelle' le envíe al objeto de su afecto una copa de vino muy caro. Él, Ragnor y Simón miraron con interés mientras la camarera se dirigía hacia el chico, haciéndolo levantar la mirada en sorpresa y placer mientras la camarera colocaba el vaso sobre la mesa. El chico le dijo algo a la camarera, a lo cual Isabelle respondió, causando que el chico frunza el ceño. Se quedó sentado allí, escuchando la explicación de Isabelle antes de mirar hacia la dirección de Magnus mientras Isabelle señalaba hacia él.

Magnus sonrió con aire de suficiencia y perezosamente levantó su copa inclinando su cabeza. Ahí, eso sería suficiente. ¡No hay manera de que alguien sea capaz de resistirse a eso!

El chico miró a Magnus con cuidado y su boca se tensó de forma mínima antes de darse la vuelta hacia la camarera. El chico le habló en voz baja por un momento antes de regresar a su libro. Isabelle se humedeció los labios, agarró el vaso de vino y volvió a la mesa de Magnus. Lucía como si estuviera atrapado entre diversión y preocupación.

Poniendo el vaso de nuevo frente a Magnus, se dio la vuelta hacia él.

"¿No lo aceptó?" Magnus estaba mirando el vaso como si no pudiera creer lo que veía. Simón soltó una risa y Ragnor gruñó afablemente mientras sacaba un billete y se lo entregaba a un Simón triunfante.

"Me temo que no," Isabelle, la camarera, miró cuidadosamente por encima de su hombro, sin hacer contacto visual.

"¿Por qué carajo no?" Magnus dijo echando humo. No podía entenderlo. Nadie lo rechazaba. ¡Él era MAGNUS BANE por el amor de Merlim!

"Bueno, parece que el chico pensó que eras una especie de idiota," Isabelle no podía retener su labio de retorcerse.

"¿Un qué?" Magnus farfulló.

"Un idiota," Isabelle continuó en tono de disculpa. "¿Quieres saber qué más tenía para decir?"

"¿Había más?" Ragnor rió mientras Simón miraba a la camarera bonita con interés.

"Continua entonces," los ojos de Magnus se entrecerraron ligeramente.

Isabelle tomó una respiración profunda, una vez más fijando sus ojos en un objeto distante.

"Dijo que él no tenía el hábito de aceptar bebidas de petulantes, engreídos idiotas con demasiado dinero y demasiado poco sentido, y que no le gustaba que le enviaran bebidas de segunda mano, sobre todo cuando se las enviaban individuos de la talla mencionada en cuestión."

"Yep, suena como Magnus," Simón asintió sabiamente, sonriendo cuando Isabelle soltó una risita.

"Aparte de la bebida de segunda mano," Ragnor intervino con lealtad.

"¡No era una bebida de segunda mano!" Magnus rabió, casi decidido a ir con el pequeño imbécil y hacerlo entrar en razón. Sin embargo en ese momento, vio al chico recoger su libro, ponerlo debajo de su brazo e irse antes de que Magnus pudiera siquiera levantarse de su asiento. Así que enfrentarlo estaba obviamente fuera de cuestión.

"Er—también dijo una cosa más," Isabelle dijo titubeantemente, incitado por las miradas alentadoras de Simón.

"¿Sí?"

Isabelle lo miro con aprensión.

"Él—él dijo que necesitabas trabajar en tus habilidades de atracción porque no—um—no estaban a tu altura, por así decirlo."

Magnus se sonrojó.

"Él lo hizo, ¿verdad?" preguntó a la ligera de una manera que hizo que Simón y Ragnor se removieran ansiosamente en sus asientos. Bueno, Magnus tendría que demostrarle. Nadie acusaba a Magnus Bane, de nada menos que la perfección y se salía con la suya. ¡Buscaría a ese insolente y coquetearía con él como nunca había coqueteado con alguien antes!

Simón y Ragnor gimieron. Ellos conocían esa mirada, y su presencia siempre había anunciado la llegada de complicaciones oportunas e innecesarias en sus vidas.


Simón salió del bar un par de minutos después, una sonrisa en su rostro.

"¿Lo tienes?" Magnus preguntó.

"¡Lo tengo!" Simón dice orgullosamente. "Me debes en grande por esto Magnus. Estoy pensando en unas vacaciones en las Bahamas." Aunque a decir verdad, su misión no había sido difícil. Se había quedado en el bar después de que los otros dos se habían ido con el fin de hablar con la bastante bonita camarera, Isabelle. Ella se había sonrojado ante su interés y Simón había sido capaz de sonsacarle información necesaria. No había estado muy interesado en el subterfugio, considerándolo poco caballeroso, pero Magnus había gruñido e insistido y como siempre conseguía lo que quería, Simón finalmente se había rendido.

"Su nombre es Alec," Simón les dice. "Alexander Lighwood. Al parecer Isabelle y él han sido mejores amigos desde hace mucho tiempo, pero Isabelle dice que su relación es completamente de amistad, que debo admitir fue un poco de alivio para mí—".

"¡Ve al punto!" Magnus dijo impacientemente.

"¡Lo iba a hacer!" Simón replicó. "Sólo iba a decir que su relación es de amistad y también—te gustará esto Magnus —es gay."

"Entonces, ¿Por qué carajo no aceptó mis avances?" Magnus estaba genuinamente desconcertado. "¡Soy tremendamente precioso y Dios sabe que nunca obtendrá una mejor oferta que yo! Todo mundo me quiere."

"Tal vez tenga novio," Ragnor frunció el ceño ante el ego demasiado inflado de Magnus.

"Nope," Simón respondió de inmediato. "Isabelle me dijo que está completamente soltero."

"¡Entonces no lo entiendo!" Magnus sacudió su cabeza tristemente. Tal vez este Alexander Lightwood realmente era un idiota. Aunque ese libro que estaba leyendo lucía bastante complicado así que Alec no podría ser tan tenue. Y estaba en público por sí solo, y ¿seguramente no dejarían que un idiota salga sin escolta? Pero si las aflicciones mentales estaban descartadas entonces ¿Por qué no le había respondido a Magnus en lo absoluto? La resolución de Magnus de ganárselo se reforzaba.

"¿Algo más?" le preguntó a Simón.

"Hay una cosa más." Simón dijo amablemente. "Al parecer él siempre viene aquí todas las noches después de clase. Principalmente porque Isabelle trabaja aquí y Alec le mantiene algún tipo de compañía antes de irse a casa—viven juntos, sabes."

"Hmm," Magnus reflexionó. Esto era interesante. Si Alec venía aquí todas las noches entonces no tendría que ir a medidas extremas para encontrarlo de nuevo. Tendría su oportunidad para ganárselo. Se frotó las manos.

"Caballeros," dijo. "Tengo un plan."

"¿Uno astuto y sutil?" Simón le preguntó inocentemente.

Magnus frunció el ceño, aunque una sonrisa tiró de las comisuras de su boca.

"¡Tengo un plan tan astuto que podrías ponerle una cola y llamarlo una comadreja!" Magnus respondió con una sonrisa.

Ragnor rodó sus ojos.

"Eso es todo," dijo. "No más maratones de Blackadder. Para cualquiera de los dos."


El siguiente paso de Magnus fue la investigación. ¡Era una jodida máquina de investigación! ¡Si tan sólo sus profesores de la universidad pudieran verlo ahora! (Desearían que pusiera la mitad del esfuerzo en las investigaciones de sus tareas reales).

Magnus merodeó a través de una librería, manteniendo sus ojos bien abiertos buscando material adecuado para investigar en el tema de ligar con idiotas groseros que eran, al parecer, ciegos a la suprema belleza física. Por desgracia, no parecía encontrar dicha guía. Incluso había buscado por una guía de 'Romance para Dummies', la cual había pensado que sería particularmente apropiada para el objetivo de su cortejo, pero incluso eso se le escapó.

Para el momento en el que finalmente regresó a su casa, había comprado tres libros. Colocó sus libros sobre su cama y los revisó.

El primero era una copia de 'Romeo y Julieta'. Bueno, era una copia para niños pero si Magnus hubiera querido estudiar Shakespeare entonces hubiera tomado inglés en la universidad. Sin embargo, la portada del libro había pronunciado que era la 'más romántica historia de todos los tiempos' así que se había sentido obligado a darle una oportunidad. Lo leyó rápidamente con el ceño fruncido. Todas las cosas sobre las disputas familiares no parecían particularmente relevantes para su situación, pero Magnus siguió adelante. Sin embargo, cuando por fin llegó al final y se dio cuenta de que ambos amantes murieron, perdió todo el interés y aventó el libro inútil al basurero.

Uno menos, dos para terminar.

El segundo libro que había escogido era un libro de romance de Mills&Boon. Magnus se había sentido muy tonto y avergonzado de ser visto con el libro, pero había convocado finalmente el valor suficiente, levantó su cabeza y tragó sus inhibiciones.

Había habido un gran número de libros para elegir y Magnus había estado ligeramente desconcertado mientras miraba las letras escritas en la contraportada—la mayoría de ellos parecía tener tramas muy similares. Después de mucha contemplación, Magnus finalmente se decidió por uno—no por su originalidad o por su interés en la trama, sino simplemente porque el chico en la portada se parecía bastante a él. Aunque Magnus sintió con certeza que él era mucho más atractivo que el chico en la portada. Obviamente.

Se echó hacia atrás y comenzó a leer el libro. Ahora este era más fácil de leer que Shakespeare, aunque el personaje principal era bastante desagradable con su feminidad. Magnus mentalmente puso a Alec en ese papel. El héroe de la historia era noble y hermoso y rico, lo cual describía a Magnus perfectamente. Parecía que estaba progresando.

Estaba a un cuarto del libro cuando dio un giro inesperado.

Hola, pensó para sí mismo. ¿Qué tenemos aquí?

"Baekhyun jadeó mientras Chanyeol se acostó sobre él, sus manos automáticamente deslizándose entre sus piernas…"

Las cejas de Magnus se levantaron.

"Baekhyun enredó sus dedos en el lujoso cabello castaño de Chanyeol mientras se besaban apasionadamente…"

¡Bueno, bueno, bueno! Magnus sonrió para sus adentros. ¡Así que es por esto que las mujeres compran estas cosas de mierda!

Se echó hacia atrás y se puso cómodo.


Unas horas más tarde, y Magnus había terminado el libro. No podía decir que lo había ayudado en su búsqueda pero se encontró con que no podía lamentar seguir esta línea de búsqueda en su investigación. Después de una mirada medio culpable, Magnus tomó el libro y lo colocó en la caja debajo de su cama junto con sus revistas porno. Ese fue el libro número dos fuera del camino.

Dos menos, uno para terminar.

Se dio la vuelta hacia su último libro. Era un libro lleno de frases de ligue para ayudar a los hombres a recoger algunas mujeres en los bares. Magnus pensó que las frases podrían ser extrapoladas para cubrir frases de ligue que funcionaran con hombres también.

Abrió el libro y comenzó a leer detenidamente.

Después de un momento, sonrió.

Jackpot.

"Cuidado Alexander Lightwood, se regodeó para sí mismo. ¡Mañana caerás ante mis pies hermosamente tratados con pedicura y zapatos de cuero!"


Magnus llegó al bar temprano el lunes por la noche. Incluso iba vestido más elegante de lo habitual, después de haber pasado horas literales frente al espejo, tratando de decidir qué vestuario sería el mejor para hacer que Alec se arrodille ante él en deseo. Había arrastrado a los pobres Simón y Ragnor con él, y fue un tiempo antes de que incluso ellos se hartaran de su indecisión, y diciéndole que si mostraba más piel entonces se vería como un stripper y lo obligaron a usar algo inteligente, práctico y con clase. Ahora estaban sentados en una mesa a unos pasos de distancia de Magnus, mientras él espiaba a la pobre víctima inocente de sus afectos.

Alec había llegado al bar un corto tiempo después de Magnus, después de saludar rápidamente a su amiga Isabelle, había puesto inmediatamente sus cosas en la misma mesa que antes. Magnus estaba un poco desilusionado de que Alec ni siquiera había mirado en su dirección pero eso probablemente podría ser atribuido al hecho de que Magnus se había agachado inmediatamente debajo de la mesa como un conejo asustado en el momento en el que vio a Alec (aunque Magnus declararía más tarde que fue porque el cordón de su zapato se había deshecho. Ragnor argumentó que sus zapatos no tenían cordones. Magnus "accidentalmente" empujó un vaso de agua hacia el regazo de Ragnor. El incidente terminó en esta etapa).

Magnus miró a sus amigos por apoyo—o para ser más exactos, miró a sus amigos que tenían en su poder la fuente de todo el conocimiento que era '¡Echarse Un Polvo Es Fácil! Vol. 1: Charlando Con Chicas' (incluso años después, Magnus nunca logró tener en sus manos los volúmenes adicionales de esta publicación educativa. Más tarde se enteró de que la editorial detrás de las series '¡Echarse Un Polvo Es Fácil!' había quebrado pronto después de publicar el primer volumen, lo cual Magnus pensó que era una tragedia. Bueno, eso lo puso más triste que el final de 'Romeo y Julieta', eso era seguro. O tal vez la épica tragedia de su amor no se traducía bien cuando la escritura era dirigida a niños de diez años).

Magnus se puso de pie y se limpió sus palmas subrepticiamente húmedas en sus pantalones bien planchados. No podía creer lo nervioso que estaba—él nunca se ponía nervioso. Sacudió su cabeza, caminó determinadamente hacia un Alec distraído, y recordó el primer párrafo de su manual de instrucciones.

"Una forma segura de conseguir una chica es a través de un acercamiento clásico. Los clásicos son clásicos por una razón, y las chicas seguramente caerán rendidas a tus pies y a tu cama a la espera por un acercamiento carismático suave. Un caso en cuestión es James Bond. Cuando no estaba disparándole a los malos o previniendo adquisiciones por parte de dictadores despiadados, estaba consiguiendo bellas damas de piernas largas ¡sin esfuerzo! Simplemente haz lo que él haría, camina con confianza hacia la dama de tu elección y di—"

"¿Qué hace una chica como tú en un lugar como este?"

Al principio Alec no reaccionó, pero después levantó su cabeza y se dio la vuelta para mirar a Magnus, una expresión desconcertada en su rostro.

"… ¿Me acabas de llamar una chica?" Alec pregunta incrédulamente.

Al darse cuenta de su error, y reprendiéndose a sí mismo por estar nervioso que se había olvidado de cambiar la sexualidad en el libro, Magnus rápidamente se retractó.

"Quiero decir, ¿Qué hace un chico como tú en un lugar como este?"

Alec, si es posible, lucía aún más desconcertado por esto.

"Estoy bebiendo," dijo lentamente, levantado su copa y hablando con Magnus como si fuera un niño de tres años. "Y leyendo," dijo levantando su libro. "Y mi amiga trabaja aquí. Además, es un país libre. ¿Eso responde a tu pregunta?"

En realidad no, Magnus pensó para sí mismo. Aunque para ser honestos, no recordaba exactamente qué respuesta se suponía que la chica—er—el chico iba a dar.

"Oh, y ¿por cierto?" Alec interrumpió su titubeo mental, su voz seca. "¿Esa frase? Mi bisabuela podría pensar que esa frase es vieja, y ella es muy, muy antigua."

Un párrafo del libro vino a la mente de Magnus.

"Algunas chicas pueden encontrar esta frase un poco pasada de moda, siendo un poco insensibles de la cultura, y responderían mejor a un acercamiento más contundente y directo. Si tienes suerte, entonces algunas incluso pueden encontrar este método a ser excitante. Si es así, entonces estarás adentro para una noche demasiado buena—o, alternativamente, ¡unos buenos diez minutos en los baños! Para provocar una reacción de este tipo, simplemente mezcla un poco y di—"

"Entonces ¿Qué hace una puta como tú en un lugar elegante como este?" las palabras salieron de la boca de Magnus justo cuando una camarera (afortunadamente no Isabelle) caminaba junto a ellos.

Ambos Alec y la camarera miraron sorprendidos a Magnus. Ambos lucían muy ofendidos.

Dándose cuenta de que la camarera probablemente pensó que Magnus le estaba hablando a ella, apresuradamente intentó explicar.

"No. No, ¡No !" Magnus sacudió sus manos en negación. "No te estaba llamando a ti puta. ¡Le estaba llamando a él puta!" Magnus señalo a Alec con su pulgar.

Alec no parecía contento. De hecho, parecía bastante enojado.

Magnus se preparó a sí mismo.

"¿Qué mierda te pasa?" el tono de Alec transmitió que esto era probablemente más una pregunta genuina que una retórica. "¡Ni siquiera te conozco!"

La camarera parecía un poco menos enojada al no estar en la línea del receptor de los comentarios de Magnus pero todavía estaba frunciendo el ceño desaprobatoriamente hacia él.

"Er…" Magnus tomó la ira de un lado y la desaprobación de la otra. Sin mencionar las figuras de sus supuestos amigos temblando de risa y las crecientes miradas de los otros clientes. Usando su cerebro de manera estratégica que habría enorgullecido a un antiguo coronel del ejército, juzgó que este avance hacia un territorio desconocido estaba lleno de demasiadas variables desconocidas para que pudiera escapar ileso y que por lo tanto lo dejó tristemente con sólo una opción.

Magnus salió corriendo.


La retirada estratégica de Magnus había sido el objeto de muchos comentarios de Simón y Ragnor quien irritantemente cambió la descripción de 'estratégica' a (completamente falso) 'cobarde'. Si había una cosa que Magnus no era, era un cobarde.

Esto lo demostró marchando de nuevo al bar al día siguiente. Alec ya estaba sentado en su mesa, su nariz prácticamente pegada a la página de su libro y una bebida en la mano.

Magnus respiró profundamente y volvió a pensar en el Capítulo Dos de su manual ¡Echarse Un Polvo Es Fácil!

"Donde los clásicos y el carisma fallan, siempre puedes recurrir al encanto natural. El encanto es especialmente eficaz cuando tu objetivo para pasar la noches es de la variedad altamente conservativa—si tienes suerte, entonces al final de la noche ella no estará usando zapatos en lo absoluto—¡y probablemente tampoco ropa! ¡Usa tus encantos para atraer a las mujeres hacia tus brazos con palabras dulces y sonrisas antes de mostrarles el niño malo que eres en la cama!

Consejo útil: Dile un cumplido— ¡No necesita ser necesariamente verdad!— ¡e incluso la chica más agradable estará de rodillas para ti en muy poco tiempo!"

A Magnus le gustaba el sonido de eso. Y este probablemente era el acercamiento a adoptar— Alec lucía como si fuera del tipo conservador, y juzgando por su respuesta a ser llamado una puta el día anterior, probablemente respondía mejor a palabras más amables y sonrisas dulces. Esta vez Magnus se le acercó con mucha más confianza.

Alec levantó la mirada mientras Magnus se acercaba hacia él y su expresión pasó de ser abierta y agradable a ser una mezcla extraña de asombro, confusión e irritación.

"¡Tú otra vez!" exclamó, mirando a Magnus con cautela. "No me vas a llamar una puta de nuevo, ¿cierto?"

"¡No!" Magnus negó con la cabeza rápidamente, tratando de ser tranquilizador. Se aclaró su garganta y movió los pies antes de mirar a Alec directamente a los ojos. "Sólo he venido hasta aquí para decirte que—" titubeó un poco antes de seguir adelante con valentía. "¡Que si pudiera reorganizar el alfabeto pondría U (tú) y I (yo) juntas!"

Alec lo estaba mirando de nuevo.

Magnus estaba un poco decepcionado por el hecho de que Alec no había caído de rodillas todavía.

Alec habló después de un momento.

"Sí sabes que esa fue probablemente la frase más cursi que he oído en mi vida, ¿cierto?" dijo arrastrando las palabras.

Magnus frunció el ceño.

"¿Estás seguro que no quieres decir… encantadora?" Magnus preguntó, esperanzado.

Alec fingió pensar por un momento.

"No…no, estoy bastante seguro de que quise decir cursi," dijo, asintiendo con seriedad.

Una vez más, Magnus no sabía qué hacer. Todo estaba muy bien para que el libro le dijera qué decir con el fin de captar la atención de alguien, pero no decía suficiente sobre qué decir después. Y no era como si las respuestas de Alec fueran tan directas—todo lo que el más bajo decía parecía siempre agarrar a Magnus con la guardia baja y trabarle la lengua. Se quedó de pie en silencio, intentando pensar en qué decir después. Alec le devolvió la mirada en silencio, aunque con la adición de una ceja levantada casi en desafío.

"Er—espera sólo un momento, ¿sí?" Magnus preguntó rápidamente antes de salir corriendo. Le pareció escuchar algo que vagamente parecía Alec diciéndole que se tomara toda la noche si lo deseaba, pero en realidad no había estado escuchando atentamente. Se deslizó a través de las mesas y se dirigió rápidamente hacia el baño de hombres. Una vez a salvo en el interior, se encerró en un cubículo, sacó su manual de su bolsa y comenzó a hojearlo, suspirando con gratitud cuando se encontró con un párrafo sobre cómo continuar después de que su objetivo había respondido.

"Hay dos respuestas principales para un intento de frases de ligue — rechazo total (un firme 'no', una bofetada en la cara, que te vacíen una copa de líquido sobre cualquier parte de tu cuerpo sin ningún intento de ser lamido por parte de la otra persona, etc.); o una invitación directa a proceder. En caso de lo segundo, ¡no esperes! Haz tu movimiento inmediatamente ya que las damas son conocidas por cambiar de opinión a partir de un segundo a otro. No permitas que tu chica cambie de opinión antes de que hayas tenido tu diversión por la noche— ¡puedes estar seguro de que ella no se arrepentirá!

Inevitablemente habrá el tipo de chica que no te dará una respuesta directa. Esto es natural ya que las mujeres no conocen sus propias mentes. ¡Necesitan un hombre que tome decisiones por ellas! Sigue tu primera frase con una segunda, y recuerda: ¡tus posibilidades de anotar con una chica son mayores cuando optas por los cumplidos!"

"¡De acuerdo!" Magnus dijo, aliviado. Empujó el libro de nuevo en su bolsa, abrió la puerta del cubículo y procedió a salir de los baños. Salió de ellos justo cuando alguien le gritó "¡Lava tus manos, bastardo sucio!" Magnus lo ignoró y continuó haciendo su camino hacia el bar.

Alec estaba en el mismo lugar que antes (Magnus estaba aliviado de que no se había ido) y sus ojos se posaron en Magnus mientras el último caminaba hacia él, casi como si lo hubiera estado vigilando. El pensamiento calentó el corazón de Magnus de alguna manera.

Se puso de pie delante de Alec, quien ahora lo miraba expectante.

"¿Ya pensaste en una respuesta?" Alec preguntó, cruzando sus brazos.

Magnus lo ignoró y una vez más lo miró seriamente a los ojos.

"Si te pararas frente a un espejo y sostuvieras once rosas, verías doce de las cosas más hermosas en el mundo," Magnus dijo con reverencia.

Ninguno de los dos habló.

"Oh," Alec dijo eventualmente. "Ese fue probablemente uno de tus mejores acercamientos. Todavía un poco cursi, pero mucho mejor que todos tus anteriores. Los cuales fueron terribles por cierto."

Una vez más Magnus no sabía cómo responder a esto. ¿Qué paso con la parte donde caería rendido a sus pies?

"¿Bueno?" Magnus preguntó después de un momento en el que ninguno de los dos dijo nada más.

"¿Bueno qué?" Alec preguntó, ladeando su cabeza hacia un lado como si no tuviera idea alguna de lo que Magnus quería de él.

"Bueno ¿Quieres salir conmigo?" Magnus preguntó rápidamente, tropezándose con sus palabras.

Alec arrugó su nariz.

"No," dijo decisivamente, mientras Magnus hacia una reacción retardada ante la inesperada respuesta. "No, no creo que quiera."

"¡¿Qué?!" Magnus no podía creerlo. "¿Por qué carajo no? ¡Soy una preciosidad! ¡Fui encantador! ¡Y te acabo de llamar una de las cosas más hermosas del mundo! ¡Estoy bastante seguro de que nadie te ha dicho eso antes!"

El rostro de Alec estaba asentado en una expresión tensa.

"Oh, ¿lo estás?" Alec preguntó sarcásticamente, intentando de ocultar su dolor. "¡Porque nadie podría pensar que yo soy hermoso!" hizo una pausa antes de abrir su boca para hablar de nuevo. "Te agradecería que te fueras ahora," dijo con los dientes apretados. "Realmente no me apetece ser molestado en estos momentos."

Magnus abrió su boca para protestar que no quería insultarlo y que realmente creía que Alec era terriblemente hermoso, cuando un hombre pasó por delante de ellos.

"No me acercaría demasiado a él, amigo," dijo, inclinándose hacia Alec en forma confidencial, aunque su voz era perfectamente audible. Sus ojos barrieron a Magnus de arriba hacia abajo con desagrado y se acercó más a Alec como si le estuviera diciendo un secreto. "Él no lava sus manos después de ir al baño."

Ambos Alec y el hombre se dieron la vuelta en sincronía para mirar las manos de Magnus, ambos con expresiones coincidentes de aversión en sus rostros. Magnus tenía un deseo fugaz de cubrir sus manos de la vista.

Dándose cuenta de que sería inútil decirles que en realidad no había usado el baño, y rehusándose a compartir la existencia del libro con alguno de ellos— Alec en particular, Magnus utilizó una estrategia probada y eficaz y poco a poco de manera constante recreo una retirada.

Eso, por supuesto, es decir que huyó de la escena con el rabo entre las piernas.


Puse una aparición ninja del Baekyeol hahaha amo mucho a un grupo de gays llamado EXO hahaha ellos son prácticamente parte de la locura con el Malec, gracias por leer, y ya se viene la segunda parte ;) Dejen comentarios o les saldrán verrugas en el trasero…Magnus el gran brujo de Brooklyn se encargará de eso, aunque sólo sea un mundano frustrado ahora mismo x)