Bienvenidos. Recientemente Naruto finalizó y esto me llevó a revisar muchas cosas, incluyendo .

La última vez que escribí algo 'serio' fue Senbonzakura, mi fic más largo y al que le tengo más cariño, así que decidí reescribirlo, y con esto no me refiero únicamente a escribirlo con una mejor redacción sino cambiar un poco la historia, detalles nada más.

Naruto fue un manga que me acompañó durante toda mi adolescencia y llenar un vacío en mí, estoy muy agradecida, no sólo con Kishimoto sino con ustedes, quienes hacen de este fandom un lugar agradable y creativo en donde expresar lo que se siente. Gracias por todo.

Este proyecto de recreación es algo especial para mí, tiene mucha significación. No importa si no llega a ser muy popular o no llega a gustar, al fin y al cabo es un gesto que quiero hacer en honor a lo que representó este manga para todo nosotros. De cualquier forma, espero que les guste, siempre es agradable leer sus opiniones.


.Senbonzakura.


Confundía el titileo del koto con las gotas golpear las tejas, el vapor exudaba del té amargo, lo contemplaba dibujar sensuales figuras como lo solía hacer el humo del tabaco. La tenue luz de las velas arropaba cada objeto en la habitación, observó, nuevamente, el té sobre la mesa. - ¿Me estas escuchando? - continuaba discurriendo en el líquido caoba, mas no hubo respuesta. Había escuchado muchas veces la misma historia; décadas atrás Senju Hashirama y Uchiha Madara, fundadores de Konohagakure 木ノ葉隠れの里, recibieron a la Estirpe Haruno en tiempos de hambre y pobreza, y por ello, siempre demostrarán agradecimiento hacia sus familias.

Apretó la mandíbula, su madre le había jalado el cabello por su falta de interés - Gomen'nasai Oka-san. - murmuró - "por eso, nuestra familia mantiene estrechas relaciones comerciales que benefician notablemente a nuestra amada aldea y sobre todo a los clanes prestigiosos, no obstante, tradicionalmente nuestra familia ha…" - su madre esperaba que completara la oración, suspiro, levantó su mirada hacia la joven que estaba oculta en una ensombrecida esquina de la habitación, enseguida ella notó su mirada, le sonrió débilmente mientras tocaba una suave melodía en el Koto - "nuestra familia, comparte la tradición de arreglar matrimonios con prometedores jóvenes y así mantener un continuo prestigio y alto estatus socio-político y económico dentro Hi no Kuni 火の国." -Sintió la mano de su madre posarse en su hombro complacida.

Su enfermiza obsesión por controlar absolutamente todos y cada uno de los aspectos en su vida le hacía sentir lástima por ella, de cualquier forma, comprendía porqué quería tan desesperadamente que todo saliera bien, todo el peso de la familia recae sobre sus hombros y los de su madre. - No sabes el orgullo que sentí cuando vi tu precioso cabello rosa; el símbolo de la línea de sangre más pura en nuestra familia, fue una bendición después de todo lo que había sucedido con tu padre, como si los dioses hubieran querido compensarlo todo - había sido suficiente por hoy, francamente. Se levantó del suelo, su cabello estaba listo, había concluido los preparativos para la ceremonia de presentación, se mostraría a por primera vez públicamente, y aún más importante, conocería a su futuro prometido, Uchiha Sasuke. No era el primogénito, pero era un buen candidato como esposo para la preciada hija de de la Estirpe Haruno; una familia de valiosa reputación, una familia que se ha dedicado a través de las generaciones a criar impolutamente a sus niñas.

Su familia era propietaria de un vasto terreno casi en los límites de Konohagakure, en donde yacía la imponente Manor de pretenciosa imagen y antigüedad, Sakurambo, allí residian todas las Harunos solteras o ancianas, todas las niñas solían ser trasladadas a la Manor para ser educadas y luego se les comprometía con un joven adecuado, sin embargo, la rama principal de la familia portaba un Gen especial que había caracterizado desde remotos tiempos la pureza y superioridad de sangre, o al menos así era explicado en los libros escritos que quedaban dentro de la familia.

El cabello rosa era la forma de identificar a la joven predilecta de la familia, por ello existía un pronunciado resentimiento entre las integrantes, ya que cuanto más cerca estabas de esa supuesta 'sangre pura', más atención y privilegios se te otorgaban. Muchas primas de Sakura habían sido terriblemente ignoradas desde que la pequeña flor de cerezo había nacido. Realmente, ¿qué había detrás de esa ridícula creencia?, ¿Cuál era el origen de ello? Sakura se sentía acomplejada por su cabello, no porque no fuera bonito, sino porque le habia traido muchas enemistades dentro de su propia sangre, y honestamente, mucho trabajo también.

Dirigió su mirada al espejo en su habitación, se enfrentó a los orbes jades que poseía, brillaban con esa dulce claridad, delineados sutilmente, enmarcados por finas cejas rosa pastel rodeadas de un mar blanco de tersa piel. Sí, era hermosa, pero muy joven también, tan sólo siete años y ya estaba vinculada eternamente con otro ser. La verdad, nunca se había detenido a reflexionar sobre ello.

Entonces lo evocó, Sasuke Uchiha, sus mejillas se encendieron al pensar su nombre, afortunadamente había podido divisar al joven desde lejos y era muy apuesto, su madre la había llevado en dos ocasiones a la ciudad para verlo. Desde el carruaje y tras un delicado velo, había podido distinguir a su futuro prometido caminando por la calle, un chico de buen porte, cabello negro luciendo azulejos reflejos, una piel pálida, de buena complexión, y un rostro equilibrado; un tanto afilado y arrogante.

Era realmente afortunada de haber sido emparejada con un joven tan distinguido, le preocupaba que terminara vinculada con alguien desagradable.

El primogénito de la familia jefe de los Uchiha era mucho más mayor que Sasuke, y aunque también era notablemente atractivo y educado, en opinión de Yui Haruno, la matriarca y jefa de la familia, no era el indicado, así que en lugar de Sakura, fue comprometido con la prima-hermana de ella; Yuna, una joven dulce y atenta, de largos cabellos negros, y ojos jades, quizás no tan bella como la pelirosa, pero si agraciada de facciones.

"No confio en los Uchihas, y menos aún en uno implicado directamente con el consejo" - Akari frunció los labios ante la declaración - "Itachi es un joven completamente perfecto para Sakura, Oka-san. No creo que sea conveniente..." - la aludida levantó la mirada, callando inmediatamente a Akari- " no importa lo que tú creas."

Yui Haruno siempre fue una mujer dura, había sido la última portadora de la cabellera rosa, al menos hasta que nació Sakura. La mujer ya anciana y enferma, se recluye en el ala más antigua, en una habitación sellada. Parecía despreciar a toda su familia, con especial ahínco en su propia hija, Akari, quien había sido una "terrible decepción". En cuanto a su nieta, la joven que había heredado su cabello rosa, había sido completamente desviada del camino que habría deseado encomendar. Así a tensión dentro de la Manor era cada vez peor, sobre todo desde que el mejor amigo de Itachi, Shisui, se había suicidado, esto había provocado un escándalo. Una intensa intriga que le ponía los pelos de punta a las Haruno.

Respiro profundamente alejándose de sus recuerdos, la puerta corrediza se abrió, entraron a la estancia silenciosamente dos jóvenes muchachas que comenzaron a desempacar el kimono ceremonial de aquella noche; seda negra, bordado de oro, un estanque de lotos y el lamento de las garzas. Se les era incomodo vestirla - arigato Sakura-sama - murmuró una de ellas cuando recogió su cabello para facilitarles el trabajo, su cabellera llegaba hasta por debajo de sus caderas, ataban el Obi de sorprendente longitud y peso. - Es hora - la voz de su madre anunció, debían partir en carruaje al centro de la ciudad, donde se celebraba la fiesta privada entre ambas familias.
Miraba de reojo por la ventana del carruaje como la gente vagaba por las calles aquella noche. Habían llegado. Aguantó la respiración.


.Senbonzakura.


El murmullo de la gente cesó cuando las luces del teatro se encendieron, pintando de azul el escenario, según se había escuchado la joven interpretaría una danza que cuenta la historia de una doncella, que vagando en el frío invernal, se lamenta por la ausencia de su amado.

Una sobria y suave melodía inundó la sala, la flauta afligida caló en el público, acompañada más tarde por el koto y el shaimasen. El joven Uchiha se removió inquieto, las manos le sudaban, su madre le sobó la espalda tratando de reconfortarlo en silencio, entonces apareció de entre la oscuridad una figura esbelta y pequeña, que se deslizaba lento pero constante hacia el frente del escenario.

Los labios de Sasuke se entreabrieron, jamás había visto en su vida a un ser tan hermoso e inusual como aquel; su cabello caía agraciadamente sobre sus hombros, derramándose a lo largo de su cuerpo, finos hilillos color rosa que oscilaban bajo la suave brisa de la noche. En delicada apariencia interpretaba su agónico papel, con frágiles movimientos hacía arte con sus manos, enseñando elegantemente sus muñecas, presumiendo la más blanca piel, ocultaba su rostro parcialmente bajo la sombrilla, mas bajandola descubrió sus ojos. En aquel momento, Sasuke supo que la impresión que esa joven le había causado, quedaría grabada por siempre en su mente, el instante en el que vió ese color por primera vez, como si las aguas más puras los hubieran pintado, dejando por siempre transparente a sus ojos, los de ella. Mikoto sonrió satisfecha al ver la expresión en el rostro de su hijo, supo que había sido correcta la decisión.

Tras gentiles giros, vueltas, y maniobras de abanicos tintados, acabó la representación, seguida por apremiantes aplausos y comentarios halagadores. Había sido un éxito, tras años de entrenamiento, Sakura había conseguido convertirse en una niña agraciada y moldeada bajo la rígida etiqueta tradicional y distinguida, finalmente había sellado y asegurado su destino junto a Sasuke. Quizás podría parecer precipitado, pero para las familias de alto estatus, era necesario asegurar un buen futuro diezmando la libertad de sus hijos.

Sasuke respiraba nerviosamente, la chica bajaría a su encuentro, los presentarían en cuestión de minutos y honestamente se sentía un poco intimidado. Pasar la mayor parte de su tiempo entrenando para ingresar a los últimos grados de la academia lo mantenía apartado de… bueno, todo el mundo. No era bueno con las palabras, lo suyo era el manejo del kunai, los ninjutsus, el chakra, no mantener una conversación con una chica bonita.

- Konnichiwa - una suave voz hizo girar a la familia, Akari acompañaba a su hija para conocerlos, una reverencia modesta fue ejecutada por la pelirosa quien, por primera vez, compartió una mirada con sasuke, parecía que ambos se encontraban hipnotizados bajo los ojos del otro. El momento fue interrumpido por el anuncio del espectáculo de fuegos artificiales, la gente enseguida se emocionó, Sakura no comprendía a que se referian con "fuegos artificiales" y sasuke alentado por su madre se acercó a la Haruno para presentarse, cuando de pronto una explosión colorida en el cielo retumbó los oídos de todos, Sakura nunca había presenciado o escuchado algo como aquello, se asustó e instintivamente tomó el brazo de sasuke jalandolo en busca de protección, - ¿Qué ocurre? - preguntó ella casi al borde del pánico, en aquel instante sasuke sonrió enternecido; era una niña después de todo.

- No te preocupes - tan sólo murmuró, levantando la vista al cielo, viendo los colores brillar, Sakura por otro lado lo miró a él, y por un instante, todo se ensordeció al presenciar el rostro del uchiha iluminado por los colores y la suave sonrisa en sus labios, algo se estremeció su pecho.

Se sintió observado, y le devolvió la mirada a la chica que lo sostenía ya sin estar asustada, la contempló sonrojarse a su lado. Nuevamente, la brisa nocturna meció los cabellos de sakura, desprendiendo de estos el perfume de los cerezos en flor - Sasuke-kun… - él tan sólo asintió para luego continuar disfrutando de los colores en la negrura del cielo, tratando de disimular sus recientes emociones.

Realmente, todos parecían complacidos con el resultado del evento, tras la cena fueron despedidos los invitados quienes caminando, o en el caso de Sakura y su madre, en carruaje, volvieron a sus respectivos hogares. Sakura se sentía extasiada, la noche había transcurrido cual cuento de hadas, Sasuke era un joven apuesto y dulce, estaba totalmente prendada de él, y sentía que era correspondida.

Quitándose los zapatos en la entrada, se dispuso a caminar a su habitación, cuando de pronto sintió un fuerte agarre en su muñeca, asustada miró a su captor, era su Abuela Yui, suspiró aliviada, al menos hasta que la anciana comenzó a caminar arrastrandola hasta la biblioteca de la Manor, cerró la puerta corrediza tras sí, cuando escuchó unos pasos apresurados correr hacia donde estaban, - Oka-san, basta! - En cuanto Akari abrió la puerta, se vió apuntada con una Katana, - Oka-san… - Sakura yacía en el suelo, observando la escena aterrada, ¿qué ocurría?.

-Estoy cansada de ver como echas a la basura todo el legado de nuestro Clan - Akari frunció el ceño, respirando agitadamente - Te equivocas Oka-san, no he hecho más que velar por nuestra familia, hice bien en apartar a mi hija de tu demencia Ninja - Los ojos de Yui se abrieron con fuerza, indignada puso el filo de su katana sobre el cuello de su propia hija - ¿Cómo te atreves…? ¿Demencia Ninja? Gracias a mi legado es que somos quienes somos, eres tú la indigna de nuestro apellido, eres una desgracia, tú y tu cabello negro, así como todas las inútiles que viven bajo mi techo sin portar mi Don. Tú eres la patética y débil mujer que nació sin talento, eres una verguenza. - las palabras eran puñales clavándose en el pecho de Akari, quien derramaba lágrimas de sus ojos. - No te dejaré arrastrar a Sakura a tu locura Oka-san - el cabello rosa parcialmente blanco de vejez se desató de su mono, Yui emanaba energía que hacía levitar su cabellera, apretaba la mandíbula, bajó la Katana, y en un rápido movimiento disparó una aguja de chakra a la frente de su hija, dejándola inconsciente. Guardando la katana en su funda, se giró hacia su nieta quien temblaba contra la pared, de un tirón la levantó llevándola hasta una trampilla en el suelo de la habitación, bajaron a lo que parecía una pequeña habitación sin ventanas, un kimono escarlata de corte curioso estaba tendido en una pantalla de bambú, y al final de la pieza, en un altar reposaba una Larga katana enfundada y coronada por un precioso mango - Sakura… - Yui con un semblante imponente, encendía una delgada y alargada pipa - tu destino no se reduce a Kimonos y canciones, hay algo que debes saber sobre nosotras. - el humo desprendía de su boca hipnotizante.

-En el inicio de los tiempos, nuestro Clan ninja poseía gran poder e influencia en los Cinco Países, infortunadamente, la primera Gran Guerra desvaneció gran parte de nuestro legado, la sangre se disolvió con otras y, poco a poco, nuestro Kekkei Genkai desapareció casi por completo. Fuimos cazadas, víctimas del odio y la ignorancia de otros, incapaces de comprender nuestro origen y nuestro poder, nos tomaron por una amenaza incontrolable, y por ello nos redujeron a esto, a escondernos en las sombras, con tan sólo una línea de sangre viva, somos lo único que queda de una Legendaria Estirpe, quemaron nuestros libros, nuestros pergaminos, nuestra herencia; nos sacrificaron. Y aunque ciertamente, fueron Hashirama y Madara quienes nos acogieron bajo su protección, pero no son de fiar.

Certero es que nuestro Clan obtuvo su poder de forma atroz, adorando a Jorōgumo 絡新婦, un Yōkai 妖怪 malicioso, que disfrazándose de seductiva mujer atrae a sus víctimas. El horrendo espíritu nos otorgó su poder en forma de este vicioso Chakra que ejerce la misma fuerza sobre los que nos rodean, es un poder seductor, engañoso, maligno, el motivo de nuestra destrucción. Eso es lo que sucede con los Clanes poderosos Sakura, son masacrados por temor, o se despedazan entre sí por codicia.-

Sakura sentía como su cuerpo se enfriaba, la tensión se le bajó repentinamente, tan sólo podía escuchar los latidos de su corazón, ¿acaso eso quería decir que era una ninja? - ¿Kekkei Genkai? - logró balbucear - Se refiere a una técnica que es solo capaz de ser poseída por herencia de sangre. Desarrollado a partir de nuestro Chakra, incomprendido y aún un misterio para nosotras mismas, nos otorga poderes que doblegan, en muchos sentidos, la voluntad de otros seres. Es un concepto complejo y fue difícil de reconocerlo, pero definitivamente notable, logrando maestría de este puedes obtener poderes inimaginables. Dicen que nuestro chakra refleja y se proyecta como las telarañas de Jorōgumo, por supuesto eso es tan sólo una superstición. - Se esbozó una maliciosa sonrisa en los labios de la anciana.

La niña tendida en el suelo la miraba con horror, Yui suspiró. - Lo comprenderás con el tiempo querida, lo que quiero que hagas es que te conviertas en un ninja, es tu destino Sakura.


.Senbonzakura.


Contemplaba las franjas de pálida luz que se filtraba entre las cortinas, el monótono sonido de los grillos parecían ser el metrónomo de sus pensamientos, en su cabeza la voz de su abuela retumbaba "Jorōgumo" "Kekkei Genkai" "Destino", debían ser las tres o cuatro de la madrugada, cuando de pronto, escuchó un grito, su corazón se le subió a la garganta "¿ahora qué?", escuchaba pasos agitados arriba y abajo de las escaleras, murmullos, gritos y sollozos.

Sakura se sentó en su futon, hiperventilando, "no, no acabo de escuchar eso…" se levantó con lágrimas en los ojos, corriendo por los pasillos, su cabeza latía de dolor y falta de aire, entonces encontró a Yuna, llorando en los brazos de su Abuela, - No te creo - exclamó la joven con voz quebrada, Yui la tomaba de las muñecas tratando de hacerla recomponer, y al notar la presencia de Sakura, sus labios se curvaron en una mueca, pareció tomar aliento, y entonces lo dijo.

-El clan Uchiha ha sido masacrado. -

Todo pareció entumecerse, como si el tiempo se hubiera ralentizado, un dolor agudo se esparció por su pecho, y las nauseas recorrieron su traquea, se llevó una mano al cuello de la impresión, cayendo de rodillas al suelo, trató de continuar respirando, y a pesar de su esfuerzo sentía que nada de aire entraba en sus pulmones, los gritos de Yuna se escuchaban como lejanos ecos. "Sasuke-kun".

¿Cóm-... Cuándo..? ¿Quién? - Balbuceó, o al menos pensó que lo hizo - Itachi Uchiha, hace unas horas - Sus ojos se abrieron desmesuradamente, no podía creerlo, no podía, ¿Cómo era posible eso? Era un joven tan sereno. Su visión se volvió borrosa, la noticia le había causado demasiada impresión, desfallecería en cualquier momento, todo se volvió negro.

Sintió como era depositada en un futón, escuchaba a las muchachas correr por la casa, abrió los ojos, un cuerpo yacía a su lado, miro hacia el techo, encontrándose en la sala, desde la puerta corrediza del patio veía un cielo aclarando, un tormentoso cielo nublado en amanecer. Los cabellos negros de Yuna rozaban sus dedos, la sentía temblar ligeramente, y al mismo tiempo, tratando de reprimirse.

"...Sasuke-kun"

Se reincorporó, sintiendo una pronunciada jaqueca derramarse en su cráneo. Una taza de té apareció frente a sus ojos, levantó la mirada encontrándose con el rostro demacrado de una de sus primas. Parecía absurdo como la vida de una persona podía derrumbarse en cuestión de horas, tomó la taza musitando "arigato"

El Clan Uchiha había desaparecido, el recuerdo del rostro de Sasuke iluminado por las luces de colores en el cielo vino a su mente aguando sus ojos, "¿cómo era posible?" los cerró tratando de no pensar en la suave sonrisa que se había dibujado en los labios del pelinegro aquella noche, no quería recordar ninguno de esos rostros amables, tan solo se echaría a llorar.

¿Qué clase de monstruo era Itachi?

Divisó a su madre en una esquina abatida, no parecía siquiera estar consciente de lo que sucedía a su alrededor, - A primera hora de la mañana se celebrará el funeral, quiero que todas se aseen, se vistan y se arreglen. - La voz, no tan dura de Yui dió órdenes, en seguida pero con paso lento, las muchachas comenzaron a movilizarse - Sakura-sama, apresurese, debemos arreglarla - reprimió sus lágrimas, se levantó del futon observando a Yuna mirar a la pared, después de todo, había sido su novio el que había asesinado a todo el clan. ¿Sabría algo sobre eso?

Rápidamente aseó su cuerpo, se miraba en el espejo mientras era vestida con un kimono negro en su entereza. Tenía ojeras, sus ojos estaban hinchados - Quiero recoger mi cabello - alcanzó a decir - Sakura-sama sabe muy bien que debe llevar su cabello suelto, es costumbre, es un honor en nuestra familia tener el cabello rosa, debe lucirlo como tal - Bajó la mirada pensando si alguna de ellas sabría realmente la historia tras esos cabellos. Maquillaron su rostro para cubrir el cansancio, peinaron su cabello, dejándolo caer sobre sí, trenzando algunos mechones.

- Sakura - la voz de Yui se escuchó en la puerta de su habitación, se volteo a verla - Sasuke esta vivo - un sólido silencio se adueñó del momento, sakura estaba paralizada, su corazón comenzó a latir con terrible fuerza y rapidez.


.Senbonzakura.


La lluvia caía con fuerza sobre sus sombrillas, apenas alcanzaba a ver la expresión en el rostro de Sasuke desde allí, mucha gente había asistido, pero todos observaban desde un lugar apartado, el Hokage sostenía una sombrilla mientras que su otra mano reposaba en el hombro del joven Uchiha, la ceremonia estaba a punto de acabar, entonces tendría que acercarse y entregarle a Sasuke el ramo de crisantemos que había armado, y sus condolencias.

Comenzaron a caminar hacia él, quien miraba la tumba de sus padres, parecía temblar, apretando sus puños con fuerza, su hermoso cabello negro ocultaba su rostro - Sasuke-kun - murmuró con suavidad, y acercándose le tendió el ramo de flores haciendo una reverencia, fue entonces cuando el joven se giró a verla, sus ojos ahogados en desprecio se posaron en ella. Jamás nadie la había mirado con tanto odio. Jamás.

De un manotazo tiró al suelo el ramo de flores - lárgate - sakura sostenía la mano que él le había golpeado, y con lágrimas en los ojos se apartó del muchacho. Sentía que algo se le rompía en el pecho, y aún más, sentía que era una estúpida por pensar que tal gesto confortaria el corazón del Uchiha.

Echó a correr hacia el bosque como jamás había corrido en su vida, incapaces de alcanzarla, sus escoltas se quedaron atrás, dejándola sola entre los árboles bañados con rocío de lluvia. Quitándose los zapatos se sentó en la tierra recostándose contra un árbol, "¿por qué estas cosas sucedían?" "¿acaso habían hecho algo para merecer algo así?" - ¿quién puede decidir quién vive y quién muere? - susurró para sí, cerrando los ojos, abatida por el cansancio, se entregó a él.


.Senbonzakura.


Abrió los ojos asustada "¿cuánto tiempo había pasado?", de pronto notó algo moviéndose entre los arboles, aguantó su respiración, era Sasuke. Vagaba como una sombra, lo escuchó sollozar, silenciosamente trató de acercarse, y por supuesto el ninja notó enseguida la presencia y en un violento giro la enfrentó con kunai en mano, los dientes apretados, y lágrimas gruesas corriendo por sus mejillas. Sus ojos habían perdido todo signo de felicidad.

-Sa..suke-kun - su garganta se trancó violentamente, vió al chico temblar, su mano dejó caer el kunai, parecía apunto de perder el conocimiento, tambaleándose cayó al suelo, Sakura acudió rápidamente atrapándolo, el chico se resistía, no quería la conmiseración de nadie.

- Basta -exclamó Sakura en un quebranto, abrazándolo contra su pecho, sintió las manos de él aferrándose a su kimono, ahogando el llanto en su cuello, estrechó el agarre lo más que pudo, como si así pudiera tragarse todo su dolor y hacerlo desaparecer. Su cuello humedeció con las lágrimas del joven entre sus brazos, sintió como poco a poco iba calmándose, hasta que sólo respiraba, bajó la mirada encontrándose con el pelinegro inconsciente, suspiró, apartó los cabellos de su rostro, "¿cuánto dolor puede contener una persona?" Cerró sus ojos.


.Senbonzakura.


Corría a toda prisa por las calles de Konoha, en su mano sostenía, lo que con tanto esfuerzo se había ganado; su bandana ninja. Los civiles la miraban pasar con mucha curiosidad. Desde que había comenzado sus estudios y entrenamiento ninja habían pasado unos cinco años, cinco duros años de aislamiento. Su madre le había dado la espalda así como la mayoría de su familia, su abuela se había convertido en su tutora, sin embargo, eso no la hacía más afable, en cuanto a los compañeros de la academia, casi no había podido entablar alguna conexión. Los niños eran tontos, las niñas eran crueles. Suspiró, al menos todo eso había acabado, ahora que era una Genin sería parte de un equipo, tendría un maestro de rango élite y comenzaría a hacer misiones.

Abrió el portón de su casa, se quitó los zapatos - Sakura-san - la voz apagada de Yuna la llamo, se encontró con el rostro disgustado de su prima - ¿Qué ocurre? - la joven pelinegra bajo la mirada, - Obaa-sama… - su pecho agitado subía y bajaba descontroladamente, Sakura temió, y corriendo se dirigió a la habitación de su abuela, abrió la puerta corrediza de un golpe - Obaa-sama aquí est- calló al instante, su abuela yacía en su futón vestida con una mortaja, inciensos y velas por doquier.

- No… - musitó caminando hacia el cuerpo, su cabello rosa lleno de canas esparcido la arropaba, no supo cuanto tiempo realmente estuvo contemplándola petrificada, con sus dedos tomó suavemente la mano de ella, y un agudo dolor golpeó su cabeza, cerró sus ojos con fuerza reprimiendo un quejido. De pronto se sentia diferente, ya no sentía que estuviese sola en aquella habitación.

Felicidades Sakura. Escuchó la voz de Yui, llevándose una mano a la boca miró el cadáver, mas no se había movido en absoluto. Ahora que eres un Genin creo que mereces llevar el honorario atuendo de combate Haruno. Tomó su cabeza aterrada, ¿acaso se había vuelto loca?; escuchaba la voz de una persona muerta. Muchacha tonta, ¿pensabas que te dejaría sola? No pierdas mas tiempo.

- Obaa-sama… - Miró el cuerpo de la anciana inerte, acarició con su pulgar su mano para luego soltarla, se dirigió al altar bajo la biblioteca donde halló el kimono honorario, lo tomó y rápidamente se lo puso.

Era un kimono de corte especial, no tenía mangas, y abajo a ambos costados había un corte para dejar descubiertas sus piernas, eso facilitaba el movimiento de sus cuatro extremidades, el obi era negro decorado con una franja dorada en sus bordes, era mucho más ligero y corto, amarrándose con un lazo atrás sin dejar tela suelta, así no estorbaba. El kimono había sido confeccionado con una tela más gruesa y rústica que la seda, lo que lo hacía más adecuado para las actividades que realizaría con él. Se miró en el espejo, sonrojandose levemente, el rojo intenso de su nuevo atuendo contrastaba con su piel pálida y combinaba con su cabello rosa. Los cortes del kimono mostraban sus piernas de arriba abajo, jamás había mostrado tanto. Aunque parecía ser algo normal en las Kunoichis el llevar ropa ligera y corta que permitiera la movilidad, ella aún no se acostumbraba.

Eres la viva imagen de mi Juventud, En sus labios se dibujó una sonrisa, por último, quiero que tomes Senbonzakura contigo. Sorprendida miro la katana del altar, su funda roja, su mango negro y dorado. Por primera vez, tomó en su mano la katana, desenfundándola, su precioso y plateado filo cortó el aire produciendo un hermoso sonido encantando los oídos de la joven.


.Senbonzakura.


Se removió incómoda, levantó la mirada echándole un vistazo a su Sensei, parecía un hombre apuesto, no sabría decir realmente, teniendo la cara cubierta casi por completo por una máscara - … asesinar a cierta persona - su atencion se volvió a Sasuke, quien hablaba de sus metas, "asesinar a cierta persona", se refería obviamente a Itachi, miró el concreto entristecida, realmente Sasuke era una persona completamente diferente. La última vez que se habían visto había sido el día del funeral de su Clan, después de haberse quedado los dos dormidos en el bosque, despertó sola y no lo había vuelto a ver desde entonces, ni siquiera en la academia, parecía evitarla. Hizo una mueca de tristeza. - ¿Qué hay de ti? - levantó su mirada, se refería a ella.

- Mi nombre es Sakura Haruno, me gusta…- inconscientemente volteó a ver a Sasuke, quien extrañamente la miraba, de hecho, estaba escuchándola. Se sonrojó. - mi meta es merecer mi apellido - Sasuke frunció el ceño, no terminaba de comprender qué hacía Sakura allí, se había sorprendido mucho al enterarse de que la joven había ingresado en la Academia, el creía que Sakura era tan sólo una civil, y aunque fuera una ninja realmente, no se la imaginaba con un kunai en la mano enfrentando los peligros. Era demasiado frágil y asustadiza. Sólo sería un peso para él. La miró de reojo, ella no estaba hecha para esto.

Hacía años que no la veía, había cambiado, su figura seguía siendo esbelta, pero ya no era tan infantil, era más femenina. Su cabello era tan largo como entonces, se veía sedoso al tacto y desprendía ese aroma sutil a cerezos florecidos. Su piel jamás había conocido el trabajo duro, mucho menos el maltrato, y aunque se notaba en sus ojos que ya no era tan ingenua, seguía siendo demasiado inocente para un mundo tan crudo.

Chasqueó su lengua, tendría que protegerla, el idiota de Naruto era demasiado torpe y Kakashi demasiado despreocupado.

Los ojos de ella atraían demasiado su mirada, ese color jade era como una caricia para su vista, ella era innegablemente preciosa y aún recordaba la primera vez que la vió, sin embargo, ese recuerdo había quedado totalmente opacado por el asesinato de sus padres aquella misma noche, lo único que había conseguido aplacar su dolor aquel día había sido la cercanía de Sakura, y lo sabía, había entre ellos una extraña conexión que no lograba comprender, y quizás tan sólo era una impresión que le había quedado por haber estado comprometido a ella. Realmente en su momento se había hecho la idea de que Sakura estaría siempre a su lado.

No quería admitirlo pero en el fondo se sentía satisfecho con la presencia de la joven en su equipo, le confortaba.


.Senbonzakura.


Gracias por su atención y su tiempo, como podrán notar hay muchos factores dentro de la historia que alterarán el curso original del canon. Disculpen si el comienzo fue un poco lento y tedioso, pero realmente necesitaba establecer esta base para pasar a lo interesante. En el proximo capitulo el Equipo 7 vivirá sus primeras aventuras, y la relación entre Sakura y Sasuke comienza su desarrollo.