PROVOCACION

CAPÍTULO 1

Nota: Los personajes aquí descritos pertenecen a Kyoko Mitzuki / Yumiko Igarashi.

Esta historia es una adaptación, el nombre de la autora es de Lynne Graham, le he cambiado algunas cosas además de los nombres y esta escrita sin fines de lucro.

Iban a ser las dos de la tarde y en la sala de juntas del corporativo, algunos de los directivos esperaban ansiosos la llegada de William Albert Andrew, el ambiente se sentía demasiado tenso, pues no podían evitar sentirse un poco inseguros, cada uno para si pensaba que su puesto estaba en entredicho, pues sabían que Albert era muy exigente en cuestión de negocios., y más aun cuando acababa de adquirir la empresa World Of Seals.

En cuanto Albert entro en compañía de George, todos se pusieron inmediatamente de pie y Albert muy serio les invito a tomar asiento, entonces Michael se acerco a el entregándole un documento y menciono un poco nervioso -

- Sr. Andrew, esto le ayudara a reconocer al personal y a los demás directivos cuando venga a visitarnos, como podrá darse cuenta en el documento vienen las fotografías de cada uno de ellos.

Albert no dijo nada simplemente observo cuidadosamente el documento, hubo una foto que llamo su atención porque había una mujer que para su gusto no quedaba bien ahí, era alta, delgada y llevaba un par de coletas, era una mezcla entre una jirafa y una niña.

Sin embargo no fue lo único que llamo su atención, tenía una melena rizada que al parecer necesitaba una buena cepillada, además de que le resulto imposible no ver que le faltaba un botón a su chaqueta y para rematar el pantalón estaba un poco descosido de la bastilla, movió la cabeza en forma negativa y pensó – definitivamente esta mujer es el monumento al mal gusto, si algo no toleraba Albert Andrew era que sus empleados fueran a trabajar mal vestidos, entonces volviéndose hacía Michael pregunto en tono molesto –

- ¿Me puede decir quien es esta mujer?

- ¿Qué mujer Sr. Andrew?

Albert muy serio señalo a la mujer de la fotografía y entonces Michael respondió –

- Ah si, su nombre es Candy White y esta a mi cargo

- Su cerebro es como una calculadora, solo piensa en trabajar – intervino Neal

- Es cierto, desde hace tres años que no toma vacaciones – dijo Michael

- Eso no es saludable – comento serio Albert

- Bueno Sr. Andrew ella dice que así esta bien

- Lic. Michael, los empleados cansados y estresados nunca rinden bien, quiero que esta señorita tome vacaciones, dígale al departamento de recursos humanos que hable con ella, no me gusta nada el aspecto tan descuidado que tiene.

Los demás directivos se miraron entre si para enseguida comenzar a alisar sus trajes discretamente, no querían que dijera lo mismo de ellos., George quien los miraba de reojo sonrío un poco de medio lado.

¿Candy realmente vestía tan mal? La verdad es que ninguno de ellos había puesto la suficiente atención en ella, la admiraban porque era un prodigio financiero y una empleada excelente, así que eso era más que suficiente para ellos.

De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando Albert menciono en tono duro –

- De ahora en adelante no quiero ver a nadie en vaqueros ¿queda claro?

- Se escucho decir a Tom Stevens nervioso –

- Sr. Andrew ¿y los empleados de bodega?

- Cielos Stenvens, ellos trabajan con empaques para la maquinaria pesada, creo que es mas que claro que me estoy refiriendo al personal de las oficinas del corporativo

- Desde luego que si Sr. Andrew

- Miren venir bien vestidos a la oficina implica disciplina además de brindar una buena impresión al cliente, miren este hombre necesita un buen corte de pelo y una camisa nueva – dijo señalando a un joven en la misma fotografía donde estaba Candy, - de ahora en adelante las cosas van a ser muy diferentes.

Todos los directivos miraron serios a Albert, definitivamente la apariencia era demasiado importante para el, así que desde ese momento decidieron que pondrían un poco mas de atención a su persona, pues el nuevo de dueño de World of Seal era un buen ejemplo a seguir, con su mas de 1.90 de estatura, delgado y vestido impecable con un fino traje de Armani.

Michael sonreía para sus adentros, por fin había encontrado la manera perfecta de promocionar a su novia Elisa Leagan por encima de Candy sin ser criticado.

- Sres. Quiero decirles que es mi deseo que haya mas mujeres en las oficinas de World of Seals, concluyo finalmente Albert.

Cuando la reunión termino y tanto Albert como George se retiraron, Michael llamo de inmediato a Candy a su oficina para darle una noticia que le cayó como balde de agua helada.

- ¿Qué estas diciendo? ¿Qué Elisa va a ser la nueva directora financiera?

Michael asintió como si fuera la cosa más normal del mundo.

- Así es Candy

- Esto debe de ser una broma, no puede ser posible.

Candy movía la cabeza negativamente, no podía ser cierto ¿se estaba refiriendo a Elisa Leagan? ¿Aquella pelirroja engreída que siempre se la pasaba perdiendo el tiempo y que actualmente era su ayudante? ¿ahora iba a ser su jefa? Aquella noticia hizo que Candy se estremeciera de rabia, ¿Cómo era posible que le hicieran eso a ella cuando llevaba mas de medio año haciendo el trabajo de directora financiera? Se sintió sumamente frustrada y desilusionada pues esperaba que le dieran el nombramiento a ella, la verdad es que nunca paso por su cabeza que Elisa hubiera solicitado el puesto, sus pensamientos fueron bruscamente interrumpidos por Michael quien le dijo –

- Pensé que era lo mejor darte la noticia personalmente y no que te enteraras por recursos humanos – menciono Michael como si se hubiera saltado las normas para hacerle un favor

- Pero Michael, Elisa no esta calificada para ese puesto, apenas y tiene dos meses en el departamento – protesto Candy

- La belleza hace que la compañía se mantenga fresca y renovada – dijo Michael mirando a Candy con desaprobación, haciendo a esta enrojecer.

Candy ya no dijo nada, simplemente se dirigió mas que molesta a su oficina pensando – esto es increíble, darle mi puesto a esa tonta de Elisa… lo podría haber soportado de una persona con mayor preparación que la mía, ¿pero Elisa Leagan? se limpio con rabia las lagrimas que no pudo evitar que salieran de sus hermosos ojos verdes y luego se pregunto ¿será que soy una mala perdedora? Tal vez Elisa tenga otros talentos que yo no he sabido apreciar.

Después de un rato y ya un poco mas tranquila, escucho platicar animadamente a sus compañeros, quienes habían organizado una fiesta en honor al nuevo dueño de World of Seals, el poderoso William Albert Andrew, a ella nunca le habían gustado las fiestas y mucho menos las de trabajo.

Sin embargo esa noche en especial no podía y no quería darse el lujo de faltar, no quería que sus compañeros pensaran que le había caído mal la noticia de que Elisa Leagan se convertiría en su jefa.

Elisa su jefa, jajaja eso era una verdadera burla a su persona - ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué no le habían dicho donde estuvo la falla para remediarlo? Elisa su jefa, la chica a la que en varias ocasiones tuvo que llamarle la atención por andar siempre perdiendo el tiempo, aquella que se tomaba mas de su hora de comida y nunca regalaba un minuto de mas a su trabajo, ¿de verdad ella iba a ser su jefa? La verdad es que Elisa nunca estaba a la altura del trabajo, para ella siempre era muy importante andar con las uñas bien arregladas, el cabello, las medias , la minifalda, y por su puesto andar coqueteando con los demás compañeros, si Elisa esa que curiosamente se había tomado el día libre… cuanto mas lo pensaba menos se lo podía creer.

¿Cómo era posible eso? si ella siempre desde el preescolar hasta la universidad fue una estudiante excelente, los demás siempre esperaban lo mejor de ella y ahora esto la sumía en una profunda agonía y sin quererlo comenzó a hacer un pequeño repaso sobre todos sus fallos.

Mientras afuera sus compañeras decían –

- Ojala y le gustara mas la vida social, así podríamos tener una fotografía de el

- Pues si Flamy, pero tendremos que esperar a esta noche, para ver si su extraordinaria reputación es cierta – contesto Daysi

- Imagínate, cuentan que a su última novia le compro unas esposas con diamantes – dijo nuevamente Flamy.

Candy las escuchaba y sonreía amargamente, no hacía falta preguntar sobre quien estaban hablando sus compañeras, era mas que obvio que sobre William Albert Andrew, pues su fama como playboy internacional además de ser un mago en los negocios estaba muy bien documentada.

No pudo evitar hacer una mueca de desprecio, si algún día a un hombre se le ocurriera regalarle unas esposas de diamantes no dudaría ni por un segundo en mandarlo al diablo, desde luego que eso no sucedería porque era imposible que un hombre le hiciera semejante regalo a ella.

Por suerte ella no atraía a ese tipo de pervertidos, el solo hecho de imaginar que a una mujer le fascinara que la trataran como un objeto sexual para divertirse le ocasiono nauseas.

- Te apuesto lo que quieras a que es un hombre guapísimo – menciono Flamy emocionada

- Pues yo digo que es bajito, gordo, calvo y viejo – intervino Candy antes de que contestara Daysi

- ¿Por qué dices eso Candy? – interrogo Daysi

- Pues porque es mas que obvio que si fuera un hombre atractivo se dejaría fotografiar, estoy segurísima que es igual a todos lo viejos multimillonarios

- Pero las revistas dicen que es un playboy y….

- Y con dinero puedes manipular a la prensa Flamy – dijo Candy

- Pues yo digo que no se deja fotografiar porque tal vez este harto de que lo persigan por ser millonario – lo defendió Daysi

- Pues no lo perseguirían si no lo fuera – se burlo Candy.

- ¿Qué te pasa Candy?

- Nada Flamy, es solo que no tolero que idealicen a los multimillonarios, eso es todo

- Candy te habla la Lic. Jenkins de recursos humanos – informo Daysi

- Con su permiso chicas, las dejo para que sigan imaginando al adonis de William Albert Andrew – se mofo Candy.

Cuando entro a la oficina de recursos humanos, la Lic. Jenkins le informo por segunda ocasión que no iba ser nombrada directora financiera, lo cierto era que le resultaba bastante extraño el que Michael tan amablemente le hubiera puesto sobre aviso, entonces Candy decidió preguntarle a la Srita. Jenkins –

- Lic. ¿hay alguna queja sobre mi trabajo?

- Desde luego que no, y mire que esto no se puede decir de todo el mundo que ha sufrido lo que ud. hace poco tiempo – dijo la mujer refiriéndose a la pérdida del padre de Candy el invierno pasado.

- Es una verdadera suerte que cuente con este trabajo para que mantenga la cabeza ocupada y no piense tanto en su reciente perdida

- Si… muchas gracias

- Srita. Candy, veo que desde hace tres años no toma sus vacaciones y pues me han dicho que tiene ud. que disfrutar de por lo menos tres semanas a partir del mes que viene

- ¿Tres semanas? ¿pero porque?

- También me han autorizado para que se tome 1 año sabático

- ¿Cómo? ¿esta ud. hablando en serio? – preguntaba Candy completamente desconcertada.

La jefa del departamento se apresuro a recordarle que había ingresado directamente del colegio a la universidad para después unirse a la empresa en cuanto termino su carrera.

- Candy, ud. trabaja muchas horas

- Es porque me gusta lo que hago

- Aún así estoy segura de que va a disfrutar de unas maravillosas vacaciones y no olvide considerar la posibilidad del año sabático.

Candy se pregunto en ese preciso momento si el motivo por el cual no le habían dado el ascenso era porque sus compañeros la veían como a una mujer estresada, que ella recordara nunca se había mostrado irritable, tal vez era demasiado estricta ¿o tal vez sería que sus conocimientos en finanzas no eran tan buenos como ella lo creía? Tenía que haber una buena razón para no haberle dado el puesto.

De cualquier manera lo de las vacaciones parecía no estar a discusión, porque la Lic. Jenkins se había encargado de informarle que eran órdenes de más arriba, Candy no dejaba de pensar ¿Por qué precisamente ahora? ¿Es que acaso mis superiores temen que no pueda adaptarme a la nueva estructura jerárquica del departamento?

Como quiera que fuera Candy no pudo evitar perder un poco la confianza en sus capacidades, la verdad es que su cabeza era un torbellino de preguntas sin resolver, no pudo evitar sentirse molesta, volvió a su trabajo y ni siquiera salió a comer, apenas eran las tres de la tarde cuando finalmente levanto la vista y miro que no había nadie en la oficina a excepción de Michael, fue entonces que Candy le pregunto –

- ¿A dónde se ha ido todo mundo?

- Se han ido pronto a casa para arreglarse, te sugiero que hagas lo mismo – dijo en tono burlesco

- ¿Y cual es la ocasión?

- Candy ¿tan mal te ha caído la noticia de que Elisa vaya a convertirse en tu nueva jefa que hasta has olvidado que hoy se hará una fiesta para la presentación del Sr. Andrew?

- Claro que no, lo que pasa es que he estado demasiado ocupada en el trabajo que olvide lo de la dichosa fiesta, pero ya termine me voy a casa a descansar

- ¿Entonces no asistirás?

- No lo creo – menciono Candy despidiéndose.

Al llegar a la puerta se dio cuenta de que llovía a cantaros y por las prisas se le había olvidado su abrigo en la oficina, estaba demasiado impaciente por salir de ese lugar como para esperar el ascensor, entonces decidió ir por las escaleras, cuando se dirigió su oficina se detuvo al escuchar claramente la voz de Michael decir –

- Cuando estuve en Londres, el Sr. Andrew dejo muy en claro que le gustaba rodearse de mujeres sensuales y bien vestidas – mencionaba Michael en tono defensivo cuando le entregue el documento con las fotografías de los empleados vi como miraba horrorizado a Candy, entonces me di cuenta de que a sus ojos ella jamás iba ser una buena ejecutiva, por eso elegí a Elisa

- Por favor Michael, sabes que Elisa no esta calificada para ese puesto – menciono Neal Leagan en tono por demás molesto

- Tal vez, pero es mucho mas presentable

- Tienes razón en eso, pero Candy es una empleada excelente

- Lo sé, pero no puedes negar que es muy poco atractiva y además tiene cero personalidad – agrego Michael en un tono que le llego al alma a Candy

- Mira Michael, se que para el Sr. Andrew es muy importante la apariencia, pero también se que le interesa mucho mas la gente capaz.

Entre mas escuchaba la conversación Candy, mas herida se sentía.

- Por favor Neal, piensa como quedaríamos ante los ojos del Sr. Andrew si le presentáramos a Candy como la directora de finanzas.

Candy ya no quiso seguir escuchando más, así que salió de puntillas por el pasillo sin el abrigo, así que ese era el motivo por el cual le habían dado el puesto a Elisa y no a ella, Michael lo había dejado muy claro, Elisa era una mujer muy atractiva y gustaba a los hombres, así que sus curvas y su belleza le habían dado el puesto y no su preparación, que estupidez.

Candy sintió como un nudo de humillación se le formaba en el estomago, trago saliva y se controlo para no llorar, lo que le estaban haciendo era injusto, ese puesto era suyo se lo había ganado, había trabajado muy duro para conseguirlo, era injusto que se lo negaran solo por su aspecto físico, debería de demandar a la empresa por tratarla de aquella forma.

Sin embargo la sola idea de imaginarse en un tribunal repitiendo las espantosas palabras que acaba de escuchar de Michael, se dio cuenta de que no tendría el valor para hacerlo ¿en verdad era tan fea? Nunca se había considerado una mujer atractiva, ni siquiera cuando una prestigiosa empresa de modelos le había ofrecido un jugoso contrato cuando contaba con apenas 16 años, pero de eso a que sus compañeros la consideraran una mujer fea… entonces recordó aquellas palabras tan duras que le había dicho su padre –

- Candy por favor, ¿acaso estas ciega? Las modelos son mujeres preciosas y tú pues…

- ¿Yo que papá?

- Eres una jovencita mmm ¿Cómo decirte? Demasiado simple, así que olvídalo, estoy seguro que te estaban bromeando.

Siguió recordando que sin importarle lo que su padre le había dicho, se fue a escondidas a la agencia donde la vistieron y la maquillaron, cuando se miro en el espejo apenas y pudo reconocerse, sin embargo cuando el fotógrafo empezó a coquetear con ella huyo de ahí, tal vez ese mundo no era para ella.

Sin embargo recordando aquella época, y dolida como estaba decidió que esa noche operaria un cambio en ella solo para callar la boca del estúpido de Michael y sobre todo de William Albert Andrew - ¿Cómo era posible que un hombre de negocios antepusiera la belleza a los conocimientos?

Candy saco su móvil y llamo a su amiga Annie que era estilista y le pregunto si le podría ayudar a arreglarse y esta contesto emocionada –

- Desde luego que si amiga, veo que por fin te has dejado llevar por la tentación

- Mira voy a salir esta noche y es muy importante.

Annie era una chica encantadora y le encantaba su trabajo y más aún en lo que se refería a su amiga Candy, ya que llevaba años insistiéndole para que la dejara arreglarla, así que le dijo –

- Voy a cerrar la estética porque me voy a dedicar a dejarte mas hermosa de lo que eres

- Gracias Annie, te lo agradezco mucho.

Continuara…