Boys Don't Cry (Last Alliance)
Ahem. Todavía no estoy muy segura del contenido. Pero algo sí sé. SPOILERS, Angst, Lemon y Yaoi.
Seh, spoiler. Algo referente al tomo 6 y delante… Oh, CLAMP! Diosas, amas y señoras del servicio al fan!.
...o...o...
La luz escarlata que se esparcía con mezquindad iluminaba dificultosamente el prado plagado por el rojo de la sangre.
Era el pago justo. El pago por un sueño infantil.
Porque solamente en los sueños se pueden vivir los sueños.
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Lo observó cuidadosamente.
Los ojos azules brillando en exaltación, la delicada sonrisa expectante, las manos escrupulosas que empolvaban con una anormal exactitud la fragante base del elegante muffin dorado. Tostado, delicioso; pero a la vez taaaan suave. Ese dulzor blanco que se adhería esporádicamente a las virtuosas manos del cocinero, lo hacía pensar en cosas bastante distintas; no digamos, menos inocentes
Los labios semihúmedos entreabiertos, la fina nariz tomando un hondo respiro para deleitarse con el aroma… y entonces, la pequeña y rosada lengua saliendo del diminuto orificio, logrando contacto con uno de los dedos, totalmente empapados del espumoso cubierto con el que había estado cubriendo la parte superior de la pieza. Debajo iba el glass y encima el merengue.
Todos y cada uno de los componentes lo hacían verse deleitable y apetitoso: el blanco delantal, el rostro un poco polvoreado, la expresión de ingenua felicidad que reflejaba su infantil autosatisfacción, el paño blanco sobre su cabeza y ambas cuencas añil contemplando con fijeza su más reciente obra de arte: ¡la tarta de dos capas para Himawari-chaaaaan!
Pero repentinamente el hechizo se rompió y una expresión iracunda tomó lugar en donde momentos antes estaba una de extasío:
"¿QUÉ DEMONIOS ME VES; TÚ, IDIOTA?"
Y ahí estaba, recargado en el marco de la puerta, con una expresión en el rostro de lo más helada, sin un solo signo de vida en esos ojos que con fijeza miraban la tarta entre las manos de Kimihiro. Quizás, en otras circunstancias, hubiera utilizado cualquier momento de distracción en su compañero para devorarse mitad del postre que, molesto, Watanuki decoraba con fruta acabada de cortar.
"Dame".
Pero, no, hoy era diferente. Hoy era diferente. Había puesto en mente un plan maestro. Sí; era inteligente.
Él podía provocar en las personas sentimientos de lo más diversos. ¿Y de qué manera engendraría en Watanuki el deseo de darle algo de su tiempo, de su comida y quizás… quizás (y éste era uno de sus anhelos más ocultos)… algo de… no sé… afecto…y uno que otro… derecho sobre él?
El asunto era engorroso.
Lo sabía.
Y se lo había referido a Yuuko. Después de todo, ya debía de estar enterada (por uno u otro de sus… poco ortodoxos… métodos) pero al fin y al cabo sabia en cualquier asunto, excepto en los propios.
Cuando se lo comentó:
"Yo. Watanuki. Juntos."
Ella simplemente atinó a contestar:
"Oh. Ya veo". Tal vez un poco menos irónica de lo que se lo esperaba el chico, pero siempre con una de esas sonrisitas tan de Yuuko. "Sabes que yo no puedo intervenir con ésos asuntos. Eso te concierne a ti." Y sí lo sabía (y sabía que, por su propio bien, lo mejor era pedir la mano de Yuuko para tener solamente cierta ayuda lateral). "Aunque no creo que te cueste mucho trabajo, ciertamente eres bastante popular." Ese infinitesimal detalle también lo tenía bastante presente. Pero como esa popularidad estaba establecida en cierto sex appeal natural que atraía a las chicas hacia él, como él era atraído a la comida de Watanuki, lo hacía ser bastante vulnerable a métodos de caza y conquista un poco más… manuales.
Entonces ¿cómo hacer deliberadamente que una persona se enamorara de ti? Difícil. Difícil, sobre todo, si ése alguien tiene una imagen pésima de ti, casi te odia, odia tu presencia, detesta cada minuto que gasta contigo, cada trozo de suelo que pisas y cree que eres su mayor rival. Además; además, se siente humillado porque sin ti, en incontables ocasiones se lo hubieran tragado una manada de espíritus endemoniados y en vez de tener algo de gratitud por arriesgar tu vida, tu bien físico y tu bienestar mental por el suyo; termina guardándote un inocultable rencor, que su constante negativismo es incapaz de disimular.
Pero, bah, que más daba; estaba enamorado. Y estar enamorado no era algo incorrecto ¿no?.
"¡No me importa que te quedes ahí todo el día, NO TE VOY A DAR NI UN TROZO!"
Quizás… el problema era estar enamorado de la persona incorrecta.
...o...o...o...
Cuando lo supo, lo negó varias veces.
¡NO, NO, NO, ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!
Pero sí.
Pero estaba pasando.
Estaba enamorado de Watanuki Kimihiro.
.¡Enamorado de Watanuki Kimihiro!.
Él estaba enamorado de Watanuki.
.¡Menuda sandez!.
¿Watanuki y yo como una familia feliz…¡Jajajaja!
Pero no pudo evitarlo.
¡No pudo!
Porque cada vez que veía su cuerpo, pensaba cosas insanas.
¿No era eso antinatural?
Y cada vez que miraba sus ojos, sentía que no podía haber cosa más hermosa en el universo.
¡Qué ridiculez!
Y las pocas veces que observaba su sonrisa… las pocas veces que observaba esa sonrisa pura y sincera en su rostro, no necesitaba siquiera respirar más.
Ni siquiera respirar.
Estaba enamorado.
...o...o...o...
Nunca lo iba a lograr. ¡Watanuki tenía una cabeza tan dura!
"Eres la persona más importante para mí."
¡Iba a… iba a…!
"Tenía que hacértelo entender".
Cerró ambos ojos con esa expresión tan nula y esperó por respuesta un grito que seguramente le reventaría los oídos.
Pero, no.
Pero nada.
Escuchó un suspiro.
"Eres un imbécil. Eres un imbécil. ¡Te odio¿Sabías eso?"
"Lo sé".
Lo sabía, sin embargo, afrontarlo era aún más cruel de lo que creía.
"Sabes que jamás correspondería tus sentimientos".
"Lo sabía de antemano".
Quizás… quizás Watanuki no era tan cabeza dura.
"Eres un gran amigo para mí". Y sí, siempre amigos: En las buenas, en las malas y en las de siempre.
Pero él no quería eso.
Abrió los ojos.
Pero para cuando había intentado ver a Watanuki al rostro, éste se había tornado, dándole ahora la espalda.
"Lo sé".
Y siempre lo supo. No era idiota.
"¿Esperabas algo más?" preguntó Kimihiro con seriedad, moviendo las manos con cierto tic nervioso.
"No" respondió, afligido.
Sí, algo más. Sí. "Uh".
Silencio. El más doloroso de los silencios. Reprimió un gemido horrorosamente tenso.
Watanuki empezó a caminar, alejándose del lugar, cuando la voz del otro chico lo hizo detenerse:
"Te quiero". Había dicho. Te quiero.
"No deberías."
¿Por qué no?... ¿No estaba En su derecho al simplemente quererlo?
"¿Te lastimo con eso?"
"No. Perdóname."
Silencio.
Pensamientos entremezclados con todos esos sentimientos enclaustrados y reprimidos.
Perdonarlo.
"¿Por qué?"
Sí. Esa era la pregunta. ¿Por qué?
"¿Por qué?" repitió el vidente algo irónico y con un tono de voz bastante ácido "¿Y te atreves a preguntármelo, Doumeki Shizuka?"
El mayor gimió esta vez abiertamente, mirando hacia las vacías cuencas azules de su idolatrado Watanuki Kimihiro.
"Oi" simplemente atinó a contestar.
Watanuki tomó aire y prosiguió:
"Porque, en todo caso que te rehúses a olvidar toda esa pasión que tienes por mí, Doumeki; por tu propio bien y por tu sanidad física y mental, me encargaré de pisotear tanto tus sentimientos que llegues a odiarme. Tanto, tanto, voy a humillarte que llegarás a pensar que por mí no hay nada más que rencor en tu interior. Voy a avasallar tu persona y voy a cambiar tu opinión de mí. Si sufres por mi amor no correspondido, duplicaré tu sufrimiento y pensarás que no hubo castigo mayor que el haberme conocido. Olvídame, Doumeki. Olvídame."
Hubo de nuevo silencio.
Watanuki estaba agitado.
Cuando Doumeki se retiró de donde estaba sentado, se acercó a Watanuki y con algo de brusquedad lo acorraló en contra de la pared.
"Discúlpame tú, pero no puedo hacer eso."
Watanuki deshizo la tensión de sus brazos, apresados por las manos imponentes de Doumeki y lo miró directamente a los ojos. Acercó su rostro al de su compañero y depositó un suave y sugestivo beso en la comisura de sus labios.
"Entonces prepárate, Shizuka".
El arquero soltó repentinamente a su compañero y una sonrisa se curvó en su boca y cambió su rostro.
"Deberías saber y bastante bien, Watanuki, que nadie pisotea mis sentimientos, nadie."
CONTINUARÁ
Ah, dos días con visual kei hasta en la sangre… y después de escuchar Moi Dix Mois y Psyco Le Cému por diez horas, ah, qué se puede esperar que un fic realmente malo... (sin mencionar mis comerciales: Last Alliance y Ajikan! Ughh!)
Además mucha tarea y no hay mejor forma de liberar tensión xD. Muy bien, si hay la respuesta que yo deseo con seguridad lo continuaré. Sino… puedo tardar hasta seis años en continuar xD.
Ah, el 15 de spt cumplo años 3 iwal ke kakashi-sensei!
