Hola, este es un pequeño fic, que ya tengo terminado en borrador, espero que sea de su agrado.

The particular story is mine, the characters are Rowling in general.

Memories needed

Capitulo Uno – 52560

La mañana era la peor parte del día, porque eso significaba que tendría que despertarse, despertarse significaba que debía estar consciente, estar consciente era una tortura. Eran las seis de la mañana, tendría que bañarse, tomar un café y salir rumbo al ministerio. Todo este proceso lo debía hacer en el más profundo silencio. Salió del pequeño departamento a paso seguro. Si él quisiera podría vivir en una mansión cerca al ministerio. Pero él simplemente no quería, miro su reloj. Un cuarto para las siete, debía sacar el auto de la cochera de estacionamiento si quería llegar temprano.

Siete de la mañana, estaba a media hora de su despacho, pudo haber tomado la red Flu pero no le gustaba- a ella no le gustaba usar la magia cuando podía hacerlo ella misma- pensó él aun cogiendo con las dos manos el timón del vehículo muggle. Volvió sus ojos grises al panorama que se veía desde la ventana del vehículo. Niños sonrientes caminando de la mano de sus madres. Parejas de ancianos muggles corriendo con pantaloncillos de deportes, hombres de negocios hablando por aparatos raros, no recordaba el nombre, pero ella alguna vez le dijo para que sirvieran. – si le hubiera escuchado con atención quizás ahora recordaría el nombre- Volvió su vista a la hilera de autos, ahora había luz verde, lo que significaba que debía seguir adelante. Si tan solo se pudiera retroceder el tiempo…

Era temprano, el siempre llegaba temprano, desde hace ya seis años. Había llegado a su despacho, su reciente secretaria todavía no llegaba, una tal Helga… Para ser sincero no recordaba su nombre y tampoco le importaba. Miro los expedientes que tenia sobre el escritorio. Implementación de la Ley 1627 contra la discriminación de criaturas mágicas Inteligentes. Si él se hubiera visto hace una década así se hubiera matado. Pero el Draco Malfoy de hace una década no se había enamorado como un idiota, es mas el Draco de hace seis años no se había dado cuenta que lo estaba. Ahora tenía veintiocho años, un cargo en el ministerio envidiado por varios legisladores mágicos, una cuenta bancaria ascendente a millones de galeones y una vida sentimental hecha una completa mierda.

Leyó el proyecto de ley con interés, había ciertos conceptos que debía preguntar a expertos en cuestiones de salubridad, por lo que debía consultar a un medimago legista. El único que tenía en mente era a Theodore Nott, su compañero de Slytherin. Aunque a decir verdad a él gustaba recordarlo como un conocido grato. Nott se había opuesto desde el primer momento a Voldemort a pesar de que su padre era mortifago, a pesar que era Slytherin…aunque claro le valió algunas cuantas torturas proporcionadas por su propio padre. No le gustaba recordar lo débil que fue en esas épocas, o más bien lo estúpido que era. Salió de su despacho, miro su reloj, eran las nueve de la mañana. Helga ya había llegado se encontraba redactando listados que el mismo le había encargado el día anterior, suspiro sin decirle nada y fue a buscar a Theodore Nott.


...

Estaba molesta. Su papá le había dicho que no se demoraba, que tan solo iba a revisar unos papeles. –No me voy a demorar tesorito, cuando termine iremos al zoológico y después iremos al museo, será un día Padre e hija- le había dicho antes de entrar a su despacho. Arrugo la frente de su pequeño rostro. Nataly Nott estaba enojada, no le gustaba que su papá le mintiera. Aunque a decir verdad no estaba aburrida, su mamá mientras le peinada le había dicho que acompañara a su papá mientras ella iba al médico. –Naty.. Prométeme que no vas a regañarle a tu papá si se demora, ya sabes que a veces es medio despistado con el tiempo. Ahora, como sabemos que no va a ser diez minutos como el dijo, te compre un libro, es muggle, léelo…- Ya así lo estaba haciendo. Nataly leía desde hacía unos meses. Su papá le había enseñado casi involuntariamente. El todas las noches, después de cenar se sentaba con ella en su regazo y leían de todo, desde cuantos infantiles muggles hasta tratados de historia de la magia.

Y estaba sentada leyendo, en un sillón afueras del despacho de su papa cuando un señor alto y rubio le pregunto a la secretaria de su padre si estaba y si lo podía atender. Nataly vio el fajo de documentos que cargaba aquel señor, si su padre atendía a aquel hombre no llegarían a ver la exposición sobre dinosaurios…

-¡No está!- gritó parándose en el sillón para que aquel hombre la pudiera ver. Su libro había caído de su regazo al piso.

...

Busco con la mirada al elfo que había gritado, pero inmediatamente se había dado cuenta que era una niña de al menos unos cinco años. Vio como la pequeña se sonrojaba, pero aun así insistía en mirarlo desafiante. Sonrió para sus adentros, vio de nuevo a la secretaria y le pregunto- ¿Es su hija?

-Oh , no... Es la hija del Señor Nott. Ella lo está esperando. Yo soy soltera por si pregunta- repuso sonrojada.

-ya veo- sonrió cínico –Usted todavía es joven, dígame ¿el Señor Nott tardara?- volvió a preguntar sonriendo como solo podía hacerlo..

- Ya está de…- quiso decir la secretaria pero al parecer Malfoy ya no la estaba mirando. La pequeña estaba junto él. Había salido del sillón rápidamente para ir corriendo junto al rubio.

- Le he dicho que no está…-inhalo ruidosamente-... ya se va, vamos a irnos.

Era pequeña, Tenia el cabello castaño calor y rizado sostenido en dos colitas, su piel era clara como la nieve y sus ojos eran azules calor casi rozando al tono gris de los suyos. Parecía una muñeca, una bastante mandona, pero encantadora al fin y al cabo.

-¿Y tú eres?- preguntó mirándole fijamente, mantenía una mueco algo raro en el.

-Nataly Nott y mi papá no lo va a atender –repuso convencida. La mano que no sostenía el libro estaba reposada en su cintura. Draco Pudo notar como en el bolsillo delantero del enterizo de la pequeña colgaba una lagartija la cual se sostenía somnolienta.

-¿Y por qué?- El rubio se agacho para mantener un contacto visual idóneo

-Lo estoy esperando yo, nos vamos a ir al museo.

-¿Ves esto?- repuso Malfoy, la niña asintió mirando al fajo de papeles que tenia aquel hombre entre sus brazos. - ¿Y sabes qué es una ley?- la niña volvió a asentir – Bueno yo estoy haciendo una para que las criaturas mágicas, como tu lagartija puedan vivir bien y sin que nadie les haga daño, y necesito de tu papá para que me ayude a protegerlos.

-Pero Philip no es una criatura mágica- contesto no muy convencida aunque sorteando una sonrisa.

-Pero si lo fuera ya tendría derechos y nadie le haría dañ..- había perdido la concentración el cuello de la pequeña, una delicada cadena de oro pendía de ella, al final el pequeño dije, el dije que Hermione le había dedicado a él, una mano cogiendo una manzana. La niña se dio cuenta hacia donde iba dirigida a la mirada del hombre.

-Es de mi mamá, se lo pedí, ella me lo hizo- dijo cogiendo su dije – mi papá también tiene. Draco había retenido su respiración por unos segundos, miro con mayor interés a la niña. Ella tenía el cabello ondulado, casi su mismo tono de piel, ojos casi grises y el libro. Lo que pensaba no tenía lógica.

-¿Y tu mamá cómo se llama?- pregunto ansioso.

-Tú, ¿Cómo te llamas Tú?- Pregunto la niña ahora enojada.

-Draco, Draco Malfoy- le extendió su brazo para darle la mano, la pequeña sonrió complacida

-Yo le digo "mami", mi papá le dice "amor"…

-Sí, pero todos tenemos un nombre y tu mamá debe tener uno, así como tú te llamas Nataly y yo me llamo Draco.

-A mi mamá no le gusta su nombre…

-Si pero tiene uno, ¿Me lo dices? Justo en ese momento Theodore Nott salió de su oficina

El Theodore Nott que recordaba Draco, era muy distinto al que tenía en frente. El muchacho enclenque que conoció en Hogwarts no era mas el de la mirada tímida y aspecto conejil . Al contrario había crecido unos centímetros más que el. Su cabello antes largo y despeinado estaba perfectamente cortado, pulcro. No había rastro del hippie de Slytherin.

-Malfoy..- dijo Theodore sorprendido. Draco se puso de Pie mirando a su ex compañero de casa. – Nott..

-¿Qué haces por mi despacho?- pregunto interesado, Nataly corrió hasta las piernas de su padre con suma alegría

-Necesitaba tu ayuda hacer una ley…- apenas y recordó para que estaba en su oficina.

-Lo siento, pero estoy de salida, le prometí a mi hija a dar un paseo- dijo con algo de incomodidad, aunque tratando de responder con naturalidad.

-No te preocupes papi, anda, es por las criaturas mágicas.- Sonrió, aun abrazando las piernas de su padre.

-En ese caso…

...

Eran casi las diez de la mañana, y por más que trataba concentrarse en las preguntas que le hacia a Nott, no podía sacar de su cabeza a aquella niña y su dije. Todo aquello era una tontería, lo que latía en su pecho no podía ser, no tenía sentido, él había visto a Hermione muerta, el estaba seguro de aquello, pero por más que trataba de ser lógico, de ser razonable, aquella sensación en su pecho no se iba.

Flash Back

Estaba muerto en vida, muerto. Muerto de culpa, de angustia, de rabia contra sí mismo, muerto de dolor. Draco Malfoy estaba en la puerta de la sala de emergencia número seis de San Mungo. Los medimagos no tenían noticias de su Hermione. Harry Potter, el mejor amigo de ella además de su mejor enemigo, estaba junto a él como una mirada igual de preocupante.

-Hasta ahora no sé qué haces acá- dijo de improvisto Potter después de un silencio sepulcral. – No sabía que los Malfoys tenían cargo de consciencia. No le iba a contestar no tenía fuerzas para aquello, lo único que quería es estar cerca de ella y pedirle perdón, quería estar junto a ella de nuevo y prometerle fidelidad absoluta, quería decirle que no podía vivir sin ella un segundo más. Potter se movió de lugar, caminaba en zigzag, tratando de comerse sus uñas.

- Necesito la autorización de un encargado de la paciente- dijo la voz de una de las enfermeras. Draco quiso decir algo o si quiera moverse, pero estaba en shock. Harry corrió junto a ella, Draco escuchaba atentamente aquella conversación. Vio como además se le acercaba el un doctor a los dos.

- Lamento mucho ser yo quien le dé la noticia, pero la señorita Granger acaba de fallecer, no soporto las diversas contusiones mágicas. Ella y la criatura murieron.

-¿Qué criatura? Pregunto un desencajado Potter

- Disculpe pero debo suponer que usted es el padre, la señorita Granger tenía casi cinco meses de embarazo.

No podía seguir escuchando. Sabía que ella estaba embarazada, juntos estaban planeando un nombre para el pequeño. Tenía que verla, tenía que comprobar que realmente estaba muerta. Corrió hasta el interior de la pequeña sala. No le importo la mirada atónita de enfermeras y enfermos. Solo corrió la verla echada en la camilla, blanca, tan blanca como la nieve y sin respirar.

Se acerco aun más, no podía ni siquiera llorar, por más que intentara no lo podía hacer , en lugar de eso tenía un nudo en la garganta sin poder liberar. Acaricio su rostro, estaba frio. Sus labios no tenían el brillo cuando los besaba, no tenia rojo en las mejillas. Estaba muerta.

Fin del Flash Back

Theodore le comentaba, algo sonriente, que también estaba con el proyecto que le presentaba. O algo así entendió Draco. No podía concretar ideas claras.

-Como te decía Draco, no hay leyes claras en atención medica a criaturas mágicas en espacios de salud mágica, aunque te diré que tu idea es innovadora, hay artículos de un tal Rolf Scamander sobre protección a las criaturas, el también te puede ayudar…

-¿No es el que se caso con Luna Lovegood, tu ex novia?- pregunto recuperando interés

-Si, me descubriste si sabía quien era él – dijo sin perder la sonrisa ni la expresión.

-Gracias por todos los datos Nott, te llamare si necesito algo- repuso parándose.

No a ti, me sorprendí cuando leí el proyecto Malfoy, que gusto saber que no somos resultado de nuestra juventud. La verdad es que todavía no creo que tu hayas propuesto esto – sonrió finalmente. Draco pudo ver un cuadro (estaba dándole la espalda) que estaba el escritorio, un cuadro familiar seguro. Vio a su derecha y efectivamente ahora había un cuadro pero de solo Nataly sonriendo y jugando con su lagartija.

Quería preguntarle, pero no se atrevía, la naturalidad con la que actuaba Nott le estaba dado miedo.

Si me preguntas la indiscreción ¿Qué fue de tu vida después de lo de Voldemort?- Draco caminaba junto a Theodore rumbo a la puerta del despacho

-Bueno, después que me salvaras de mi propio padre, yo migre a Francia unos cuatros años, estudie medimagia halla funde una empresa , que ahora maneja mi esposa, me case, fui padre y ahora estoy conversando contigo ¿ Qué fue de ti?- dijo volviendo su mano

-Yo, bueno, Pansy desistió de nuestro compromiso..- quiso seguir

-Si lo leí en el Profeta… hace años de eso- Los dos ya estaban a fuera de la oficina, aunque seguían manteniendo contacto visual

-Y bueno a partir de ahí he seguido soltero, es lo que mejor se hacer-finalizo volviendo la mirada a la pequeña, quien ahora estaba haciendo volar a su lagartija , tan solo levantado su mano. Tanto Nott como Draco estaban impresionados.

Theo corrió rápidamente hacia su hija.

-¡Cuantas veces te tengo que decir, que no hagas magia, Naty!

-Pero estamos en el ministerio, acá hacen magia- dijo la pequeña mientras hacia un puchero. Bajo el reptil y lo puso en su bolsillo

-Hay pequeña que voy a hacer contigo, ven acá- repuso Theo. Draco vio como la pequeña corría su padre y como este le cargaba. La pequeña le planto un beso en la mejilla.

-Bueno ha sido un gusto, adiós Draco- le dio la mano a Nott, mientras la niña se despedía con la mano. – adiós Elsa – se despidió también de su secretaria

¡Papá, mi libro!- grito la niña- espera que lo traiga- la niña se bajo del regazo de su padre y corrió hasta el mueble.

- No sabía que le habías hecho caso a tu padre al casarte con una sangre limpia, Nott- dijo Draco tratando de medir sus palabras.

- ohh no Draco, quizás no lo sepas pero las sangres sucias son las más fuertes y hermosas-

Por más que intentaba no conseguí concentrarse en su trabajo, era la hora del almuerzo y la mayoría de empleados del ministerio estaban atiborrados en la cafetería, pero el no. No le gustaba comer con público y menos ahora que no estaba tranquilo después de conocer a Nataly Nott y más sobre las últimas palabras de Nott. Intranquilo, asqueado de sí mismo, necesitaba una repuesta. Necesitaba saber si lo que su pecho decía tenía fundamento.

Y tuvo la idea de ir al despacho de Nott y ver la foto, aquella que había visto en su despacho.

Corrió, corrió rápidamente. Elsa no estaba en su despacho, camino lentamente hacia el marco de la puerta del despacho de Nott. Estaba abierta, camino hacia el escritorio de madera, tomo la fotografía y se la llevo sin mirarla aun.

Temeroso de que lo descubrieran Draco Malfoy se refugió en el baño que estaba cerca a su oficina. Se sentó en uno de los inodoros y con un miedo indescriptible saco la foto.

Flash Back

Hermione Granger y Draco Malfoy dormían juntos en su pequeño apartamento a fueras de la gran ciudad. La castaña fue la primera en abrir los ojos. Estaba sonriente. Con cuidado de mover a su amante quien dormía en posición cúbito ventral con dirección a ella , deposito suaves besos en cara de este quien despertó instantáneamente.

Así que estabas despierto…- musitó en voz baja.-Hace una hora- contesto apenado – No querías que despertaras aplastada- la castaña sonrió radiante.-¿Qué te parece tu nueva casa?- pregunto mirándole a los ojos.- Pequeña, eso es mejor así tienes menos lugares donde esconderte-¿No vas a extrañar a Malfoy Manior?-pregunto curiosa -Y tener elfos que me persigan para darme de comer... oh no ,la P.E.D.D.O me puede destituir de mi cargo de gran secretario- La castaña rio fuertemente. -Aunque a decir verdad me gustaría que nos hicieran la cena de vez en cuando… eres una gran amante pero como cocinera eres grandiosa manejando escobas

Pero si yo no manejo escobas, las odio- repuso contrariada

Por eso mismo- termino él.

Te amo tonto- esta vez lo beso sin importarle su orgullo de cocinera junior.

¿Me prometes que no vas a cocinar?- pregunto después del beso.

Si tú no me dejas con hambre…- contesto con voz ronca.

Eso no te lo prometo- la volvió a besar.

Gracias Draco, por escogerme a mí. Te prometo que no te vas a arrepentir- se acerco a él y se fundió en su pecho, pudo sentir con los latido de su amante se incrementaban… Draco Malfoy todavía no le había dicho a Pansy Parkinson que iba anular su compromiso, y muy para sus adentros sabía que él no iba a hacer. No mientras tenía el amor de las dos personas que más quería.

Fin del Flash Back

Una y media de la tarde Draco Malfoy lloraba, por primera vez en seis años de tener la garganta oprimida. La foto mágica mostraba a un Theodore cargando a Nataly mientras que a escena entraba Hermione besando a ambos. La Hermione de aquella foto estaba embarazada. Por primera vez en 52560 horas Draco Malfoy Lloraba.