¡Hola queridos lectores! Aquí estoy de paso para dejarles esta pequeña idea que me llegó esta mañana en el colegio. Fue así de que una lucecita del cielo iluminó de pronto mi cerebro, y de inmediato mis neuronas le dieron la orden a mis manos de tomar lápiz y papel, y comenzar a llevar la idea a manuscrito. Y así, nació esto. Espero que les guste, porque es un Drabble super pequeñito, pero muy bonito ^_^.

Prince of Tennis no es mío por desgracia, sino de Takeshi Konomi.

¡Kitte Kudasai ~ ¡

El gato ensangrentado

La misma rutina de siempre se desempeñaba esa mañana. El buchou con sus castigos matadores; Kikumaru-sempai con su "nyaah~esto, nyaah~aquello"; Kaidoh-sempai con su "fshshsh~" interminable; y Momo-sempai con sus interrogatorios insoportables. En la esquina, Inui-sempai esperando porque alguno de los titulares se convirtiera en su próximo conejillo de indias para probar su nueva asquerosa creación; en fin, un día como cualquiera…pero no para nuestro príncipe.

Algo desencajaba para él esa cálida mañana. Corría sus cuarenta vueltas diarias algo pensativo; algo definitivamente estaba fuera de cuadro, algo faltaba. Extrañamente, sentía sombrío el ambiente. Volteó a mirar para todos lados, queriendo encontrar aquél detalle que hacía a su rutina deshacerse. Pero, por más vueltas que le daba a las canchas o al edificio de clases, no hallaba ese pequeñísimo detalle, y eso lo molestó. Bufó. Dejaría de pensar en eso por el momento. Continuó con sus vueltas, olvidándose por completo de que siquiera él mismo existía. Pero, de pronto, algo llamó su atención…

Una pequeña figura de largas trenzas y falda –muy corta para su gusto-, llegaba apresurada a las canchas. En ese momento, el capitán da por terminada la sesión de la mañana, y un deje de decepción inundó aquéllos mares de sangre que todos los días se encontraban llenos de ilusión. Tanta desesperación por llegar a tiempo, pero al final no lo logró. Bajó su mirada, triste. El joven príncipe mantuvo sus dorados ojos sobre aquélla criatura, expectantes y curiosos. Y en un microsegundo, al levantar su cabeza, el gato se llenó de sangre. La conexión que aquél contacto hizo, enmudeció al joven príncipe, haciéndolo hasta sudar. Un leve tono rosado inundó sus pómulos, haciendo que de pura pena bajara la visera de su gorra, queriendo evitar que aquéllos mares de sangre lo notaran. Entonces, el timbre anunció el comienzo de clases. La hermosa criatura, cuyo nombre era "Ryuuzaki"-muchas veces olvidado por nuestro príncipe-, apurada por no llegar tarde a sus deberes, le mostró una sonrisa tímida, susurrando un débil "Debo irme" y marchándose a paso veloz, mostrándole solo su espalda…

En ese momento mágico, cuando el pequeño gato se expuso a los rayos del Sol y ya no sentía la sangre mojar su pelaje, Ryoma se dio cuenta del detalle que le hacía falta esa mañana: la presencia de Ryuuzaki en su entrenamiento matutino…

Bien, aquí llega. ¿Qué les pareció? Recuerden que pueden dejarme su comentario u opinión pinchando acá abajito. La mejor paga de un escritor aquí en FF, son sus enriquecedores comentarios.

Otra cosita, aprovecho para pedirles también se pasen por el fanfic anterior a este, se llama V&F3, y es mi primer crossover. Desde que lo publiqué no he recibido ningún comentario y eso me pone un poco triste, así que los animo a que se pasen también a leerlo, les prometo que no los va a decepcionar. Sin más que decirles, nos vemos hasta el próximo Fanfic.

AbbyKoikeD'Franco