Los personajes de Love Live no son de mi propiedad.
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Prólogo
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Soy un ser humano y cometo errores. Me arrepiento de ellos, claro, pero no en dirección al derrotero de sentir que hice mal y que debo una disculpa, sino en uno completamente distinto. Fallar es necesario para ciertos aspectos de la vida. Además, es inevitable. Todo aquel que intente llevar una vida impecable, alguna vez termina cometiendo un crimen, aunque sea accidental.
No recuerdo cuál de todos mis desaciertos me acercó a ella, pero agradezco los muchos errores que cometí, no a su causa, sino en consecuencia a sus efectos en mí.
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Pasa por mí, estaré en cabina. Edificio X, tercer piso, al fondo.
Antes de entrar, volví a asegurarme de estar en el edificio correcto, lo comprobé y accedí. Era la primera vez que iba a aquella Universidad en la que estudia mi mejor amigo de la preparatoria, Nozomi. Como era costumbre, cada que salíamos me tocaba ir por él, ya que por alguna razón le gustaba quedarse hasta tarde en la escuela.
Así, mientras subía las escaleras, me percaté de que había bocinas en los pasillos donde podía escucharse una cálida voz que anunciaba la radio escolar, un pequeño corte informativo y después me sorprendió oír la voz de Nozomi en los altavoces.
N: Estamos por terminar la tercera transmisión de este nuestro programa, Lily White. Como de costumbre, Rin-chan en los controles y de locutores, sus servidores, Nozomi y Umi. ¿Tienes algo qué agregar, Conejo de Mar?
U: Deja de llamarme así, Nozomi.
La risa de él llenando los pasillos no me sorprendió tanto como aquella otra voz. Se oía tranquila pero severa, como un viento frío y fuerte que te obliga a detenerte para quitarte el cabello que te impide ver y poder continuar. Eso sucedió, me quedé inerte por un momento sin razón aparente.
N: Nos vemos en otra emisión de Lily White para hablar de comida, letras y cosas espirituales. ¡Hasta la próxima!
La voz de Nozomi se apagó y fue sustituida por una canción.
Recuperé la movilidad y seguí caminando. Fue cosa de minutos para encontrarme en aquella puerta que era la entrada a las oficinas de la radio estudiantil. Sentada detrás de un escritorio se encontraba una mujer que al verme pareció no reconocerme pero de igual forma me saludó. A su lado, las ventanas que daban a la cabina me dejaban ver parcialmente su interior. La habitación estaba dividida en dos, un área para los controles y, al fondo, el cuarto de grabación.
Vi a Nozomi a través del cristal platicando con una chica de cabello naranja y otra persona que no alcanzaba a distinguir. El ruido del interior era amortiguado por una especie de esponja que recubría todo el lugar. Me dirigí a la puerta, sentí un calor húmedo y bochornoso apoderarse de mí en cuanto la abrí y ahí estaba él, de pie recargado en una de las paredes del cuarto de grabación. Al verme me sonrió y fue a mi encuentro.
– Elicchi, no te esperaba tan temprano –sentí como sus brazos me rodeaban y, al final, lo único que quedaba eran las miradas inquisidoras de las otras dos personas que lo acompañaban.
– No me gusta llegar tarde, lo sabes –agregué en voz baja.
– Elicchi es una obsesiva, pero eso me encanta de ti –y ahí estaba ese flirteo que yo sabía innecesario y hasta cierto punto falso, pero que siempre lograba sacarme una sonrisa.
– ¿Así que ella es la famosa Elicchi? –escuché que una de sus compañeras preguntaba, la que se encontraba sentada frente a la consola.
La otra persona seguía siendo invisible para mí, hallándose detrás de un obstáculo que la bloqueaba. De vez en cuando veía a su cabello azulado salir volando, ya sea por el cristal que servía de comunicador visual entre el cuarto de grabación y el de controles, o por la puerta que Nozomi había dejado abierta para acercarse a mí.
– ¡Cierto! –Me tomó de la mano y me llevó con sus compañeras–. Elicchi, te presento a mis queridas colaboradoras, Rin-chan y…
– ¡Umi-chan, el programa de hoy fue un éxito!
Y de la nada apareció aquel chico pelinaranja, pasó corriendo enfrente de Nozomi y de mí, esquivó a la chica que se llamaba Rin y fue a dar con la persona que se encontraba detrás de aquel pedazo de pared que me impedía dar con ella. La vi salir con los brazos de aquel tipo en su cintura, él la levantaba ligeramente y al sacarla del cuarto de grabación, la bajó para abrazarla en una muestra de afecto que incluso a mí me empalagó.
– Honoka… Nozomi y Rin están aquí –aquella era la voz de hace un rato.
– ¡Oh, lo siento! –se llevó una mano a la cabeza y se acarició el cabello nerviosamente, se dio la vuelta y mostró sus iris azules, primero a Rin, con una sonrisa de reconocimiento, luego a Nozomi a quien le dedicó un gesto incómodo y al final a mí–. ¿Quién es ella?
– Elicchi –respondió Nozomi con una de sus mejores sonrisas, mucho antes de poder presentarme sola.
– Oh… –miró a Nozomi, luego a mí y me dedicó una lánguida sonrisa.
Desvié la mirada por la ansiedad y la curiosidad que me consumían. Por fin pude dar con ella, su recta postura, la elegancia de sus ropas, el perfecto peinado y sus finas facciones, no había defecto en ella. Ni siquiera la voz. Esperaba verla sonreír y que tuviera los dientes chuecos, o quizá los dedos torcidos o las rodillas muy grandes. A lo mejor era demasiado tonta o era disléxica.
– Honoka-kun, ¿no te encontraste a Maki-kun? –preguntó la otra chica.
– Sí, estaba platicando con Nico-chan –lo vi acercarse a la peliazul y tomar su mano sin disimulo alguno.
– Ah… –un atisbo de tristeza, luego la sonrisa imperturbable–. Seguramente tiene asuntos que tratar con ella. Yo debo irme –se levantó de su lugar y se despidió con un movimiento de su mano.
Un denso silencio se instaló en la habitación. Nozomi miraba a Honoka, éste le regresaba el gesto, mientras la peliazul se encontraba sobándose el puente nasal.
– Honoka, sigues siendo un despistado –exclamó su compañera.
– Pero…
– Hay cosas que se dicen con sutileza, Honocchi.
– ¡N-no me digas así! –Le espetó con un ligero sonrojo–. Me llamó Honoka.
– Pero Honocchi suena más varonil –le guiñó un ojo y empezó a reírse ante la incomodidad del pelinaranja.
Entonces lo comprendí. Los observé discutir, divertida, escuchando la respuesta de uno para el otro, mientras estaba en la inopia de ser observada. De pronto sentí la mirada penetrante que me dedicaban, sus amielados ojos me impedían continuar viendo a mi mejor amigo incordiar, como siempre le hubo gustado. Aquel par de soles me iluminaban hasta hacerme sentir expuesta y, súbitamente, me caldeó el pensamiento. Su sonrisa fue tan inesperada, que parecía estar burlándose de mí. Tampoco ese era su desperfecto.
– ¡Umi-chan, vámonos! –halándola cual niño pequeño, Honoka la sacó de la habitación, despidiéndose de nosotros con la vista.
Me quedé ahí de pie, en un espacio que de por sí era caliente, sintiendo un ardor interno que hace mucho no experimentaba. Pero no sabía si era la vergüenza, el coraje o algo más. Al final, como una vez escuché a alguien decir, ninguna emoción viene sola. Quizá se trataba de todas. Tal vez de ninguna.
– Qué curioso es el destino, ¿no, Elicchi? –me preguntó Nozomi, mientras acomodaba sus pertenencias ya para salir.
– ¿Te parece?
– Claro, el destino siempre es curioso y a veces malicioso.
– ¿A qué te refieres?
– Ya lo entenderás – rió de manera misteriosa–. Conociéndote, creo que no tardaras mucho.
Y lo hubiera sabido desde un principio si tan sólo hubiera reconocido que aquella sonrisa que me dedicó Umi Sonoda –como después tuve la desgracia de saber que se llamaba–, era, en efecto, para burlarse de todos mis desaciertos.
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N/A:
Y como me gusta la vida al extremo, ya me embarqué a otra historia :v que obviamente me voy a tardar en actualizar.
O quizá no…
La historia es UmiEli. Ustedes saben que es mi única pareja favorita xD así que haré lo que se me dé la gana con los demás personajes… puede haber parejas raras en este fic. Y sí, hay gender de Honoka, Nozomi, Kotori y Maki. Las demás se quedan como tal, así que la pareja principal es yuri. Espero no hacerlos bolas jajajaja
Los capítulos no serán muy largos. Para quien quiera algunas explicaciones, es un Universo Alterno, donde Umi también tiene una personalidad alterna que espero no les moleste, porque pues, así es esto… lo toman o lo dejan. Intentaré no alejarla tanto y que permanezcan esos pequeños detalles que amo de Umi :3
La historia es narrada por Eli, pues porque ya le tocaba a Elichika sufrir por Umi xD en el buen sentido (si es que sufrir tiene un buen sentido para ustedes, para mí sí) jajajaja
Siento raro trabajar en primera persona, pero… a veces es necesario.
¡Sin más, hasta la próxima!
