Thank you so much Christine, you mean a lot to me, this is just a way to give back every good word you've shared with the rest of the world. Love ya sweets.
Disclaimer: Ésta historia no me pertenece, sólo me adjudico la traducción. Geekchic12 es la autora original, quién me ha dado el placer de compartiles su ingeniosay caliente historia, de nuevo.
Summary: Cuando Rosalie ve una oportunidad de darle a su amiga el mejor regalo de navidad de todos, ella no duda ni un segundo. Pero ¿Qué ha mantenido a Edward y Bella separados? ¿Acaso todo a sido sólo un malentendido? Un cuento loco para "Breath-of-Twilight's Countdown to Christmas 2014". ExB, AH, M.
Lucky number 13
Chapter 1 - Plan
—Necesito pollas.
Emmett se atoró con su café, algo de su líquido caliente cayó sobre su sudadera. —Jesús, Rosie. Son apenas las ocho de la puta mañana. Al menos déjame terminar mi desayuno antes de lanzarme una mierda de esas.
Rosalie rodó los ojos a su novio y se comió la última cucharada a su avena para luego ponerse de pie y llevar su plato al lavadero. —Nunca es muy temprano para hablar de negocios. ¿Crees que puedas traer algunos de tus amigos de la fraternidad a mi oficina? Realmente necesito algunas pollas nuevas. En realidad una verga perfecta sería suficiente.
Emmett le sonrió lascivamente. —Tengo la verga per-
Ella se inclinó y lo besó, interrumpiendo lo que, evidentemente, había planeado decir en respuesta. Su mano se deslizó hacia abajo hasta hacerla reposar en la cabeza de su creciente erección, sacando de un gemido de él. —Esto es mío, —dijo ella. —No comparto. Incluso si ellas nunca llegasen a saber que eres tú... yo lo sabría.
Él se relamió los labios cuando ella se apartó. —Lo entiendo. ¿Alguna persona en particular que quieres que traiga?
Los ojos azules de Rosalie miraban hacia el techo por un momento mientras pensaba, y luego ella los descendió hacia él con una sonrisa. —Cualquier chico al que hayas escuchado cogiéndose a una chica, que la haya hecho gritar.
Emmett la miró boquiabierto, y ella le lanzó un guiño.
Ella comenzó a recoger sus cosas para irse, pero se detuvo. —Oh, ¿Podrías incluir a Edward Cullen en esa lista?
Emmett asintió.
—Bien, —le dijo ella. —Asegúrate que él venga. —ella se rió ante su juego de palabras que hizo que la sonrisa de Emmett se borrase.
—¿Por qué? ¿Hay alguna cosa que te pasa con él sobre la que debo saber? —él estaba medio bromeando, pero siempre había sido un poco inseguro en su relación. A menudo se preguntaba lo que una mujer sofisticada como ella estaba haciendo con alguien como él, pero ella dijo que lo amaba. Y Dios, la amaba. Tanto.
—Uh, no. No es nada de eso. Y no voy a ver o manipular ninguna de esas pollas, de todos modos.
Su propio endurecida longitud se crispó mientras ella hablaba de 'manipulación' de pollas como si nada. La quería para que manipule la suya.
—¿Cómo se supone que voy a hacer que vayan?
—Diles que les pagaré solo por venir. —los estudiantes universitarios siempre necesitan dinero, y la navidad se aproximaba, —¿El trato? ¿Mañana, cerca del mediodía?
—Está bien. —se encogió los amplios hombros y la observó moverse alrededor de su cocina vestida con uno de sus conjuntos malditamente calientes, de esos que usaba desde que abrió su negocio. Él se ajustó un poco los pantalones y observó el reloj, preguntándose si tenían tiempo para un rapidín. Él simplemente podría inclinarle sobre la mesa, subirle la falda, y...
—Ni siquiera lo pienses, chico enamorado. —ella conocía la mirada en sus ojos, la forma en que brillaban. —Realmente debo irme. —con un rápido pico en sus labios, ella ya estaba fuera de casa.
Emmett se desplomó en su asiento, derrotado. Le encantaba estar con una mujer unos años mayor que él, y estaba increíblemente orgulloso de ella por ser lo suficientemente valiente como para abrir su propio negocio. Pero odiaba lo ocupado que estaba ahora. Sólo tenía que darle una sorpresa para el almuerzo y mantener la esperanza de que ella le dejase follarla en su oficina como antes, cuando ambos estaban desesperados uno por el otro.
Ese pensamiento no estaba ayudando a la situación en sus pantalones. Gimió mientras se levantaba de la mesa, depositando su plato en el fregadero.
Después de jalarse un rapidín en el cuarto de baño, Emmett fue a clase, preguntándose cómo demonios iba a conseguir que sus amigos estuvieran de acuerdo para ofrecer sus pollas a una empresa de juguetes sexuales.
~LNT~
Bella ya estaba en el trabajo cuando Rosalie entró campante por la puerta, al igual que todos los demás que querían mantener sus puestos de trabajo en Venus. Rose era joven, pero era afilada como una tachuela, y no toleraba la incompetencia o una débil ética de trabajo. Era dura pero justa, y siempre sabías dónde estabas con ella, así te guste o no.
Bella es agradecida por su enfoque de nada-de-tonterías. Rose no tolera los besa culos, y Bella nunca había sido buena para besar culos de todos modos. Le gustaba pensar en sí misma como genuina y directa, o al menos intenta serlo.
Bella había conocido a Rose a través de Emmett, quién había sido su mejor amigo de desde la escuela secundaria. Y a pesar de que ella consideraba a Rose como amiga ahora también, nunca se aprovechó para holgazanear o llegar tarde al trabajo.
—Buenos días, Bella. necesito verte en mi oficina, por favor.
La columna Bella se puso rígida por un segundo, a pesar de saber que no había hecho nada para encontrarse en algún problema con su jefa. Siendo casi de metro ochenta, con el rostro de super modelo y el cerebro de un Rhodes estudiante, Rosalie siempre le había intimidado un poco. Pero Bella podía defenderse a sí misma, y se mantenía fuerte al cerrar la puerta de Rose y tomar asiento al lado de su escritorio.
—Como sabes, entrar al negocio de de los juguetes sexuales no ha sido sencillo, pero estamos ganando terreno.
El enfoque que tenía Rosalie había sido innovador. Los estudios mostraban que las mujeres compraban más juguetes sexuales que los varones, aun así los paquetes de juguetes sexuales parecían ir más acorde con los varones. Ella había suavizado el aspecto agresivo de la pornografía y lo había vendido así a las mujeres.
Genial.
—Voy a necesitar tu ayuda con un nuevo proyecto, para mañana. Vamos a hacer algunos moldes, y dependiendo de como vayan las cosas hoy, podríamos tener un gran grupo. ¿Estás dispuesta a poner de tu parte?
—¿Moldes de…?
—Pollas.
No nada-de-tonterías.
Las manos de Bella temblaron un poco, pero eso era fácil de ocultar de Rose. O eso era lo que esperaba. Ella asintió con confianza. Trabajaba en una compañía de juguetes sexuales, por el amor de Dios. Las vergas no deberían ser nada del otro mundo, considerando que ella veía de las falsas todo el día, todos los días.
—Por supuesto. No hay problema.
—Bien. —Rose le sonrió de una forma que la hacía sentirse un poco preocupada, pero ella se deshizo de aquello, su mente siempre estaba jugándole trucos.
Es probable que sólo estuviera de los nervios. Había ayudado a hacer moldes de pollas una vez, pero había estado más cómoda haciendo otro tipo de moldes. Bella no inexperta con los hombres, pero el estar tan cerca y personal con el pene erecto de un extraño siempre era un poco intimidante.
~LNT~
—Okay, fui por la fraternidad y algunos chicos dijeron que irían, —le dijo Emmett a Rose esa noche cuando había vuelto a casa de la oficina. —Flounder, Mouth, Cap, y Pinto me lo aseguraron. Y algunos otros dijeron que tal vez lo harían. Oh, y Edward dijo que él también iría.
Emmett y Edward estaban en la escuela de postgrado, y Emmett vivía con Rose, así que no estaba en la casa de la fraternidad muy a menudo. Sin embargo, aún iban a fiestas aquí y allá y habían conocido algunos de los miembros más jóvenes.
—¿Le dijiste que Bella trabaja para mi?
—No. Realmente no se me cruzó por la cabeza. Lo que hubo entre ellos fue como hace un millón de años.
—Que bueno.
Emmett estrechó su mirada en dirección a ella. —¿Por qué eso es algo bueno? ¿Qué clase de plan malévolo estás creando en esa hermosa cabecita tuya?
—Oh, nada, —dijo ella, acercándose a él y recorriendo su pecho con sus manos, distrayéndole eficazmente de su pregunta. —Lamento haberme perdido el almuerzo de hoy contigo. Te extrañé.
Emmett gimió mientras ella recorrió el frente de sus pantalones con sus dedos. —Pero... ¿qué pasa... Bella... Edward... Ah, a la mierda. —él unió sus labios a los de ella y le dejó que los guiase hasta el sillón morado de la sala.
~LNT~
Rosalie sabía la historia de cómo Edward y Bella se habían conocido en su primer año de universidad. Después de pasar casi toda la noche intentando conocerse uno al otro durante una fiesta de fraternidad y un casi-beso, Bella había terminado avergonzándose a sí misma y luego había evitado a toda costa a Edward después de esa noche.
Cuando Em le había insistido a Bella para que contase la historia de lo que pasó durante una cena con él y Rose, estaba claro para Rose que ella no había querido revivirlo. Emmett sólo pensaba que era una historia divertida y quería que Rose la oyese. Él era un amor, pero podía ser muy ignorante a veces.
Después de lanzar una papita sabor a tortilla a Emmett, que él jovialmente esquivó, Bella se ordenó a sí misma y se lanzó a contar la historia.
Durante todo el tiempo que la conocía, que era un par de años, Rose siempre había visto en Bella a una mujer segura de sí misma, por lo que tomó nota de la forma en que los hombros de Bella encorvaron cuando había hablado de cómo se escabullía en dirección contraria si veía a Edward, cuando estaba en la universidad después del incidente. O cómo se aseguraba de no presentarse en algún lugar si sabía que él estaría allí.
Emmett nunca podría obligarla a ir a una fiesta de su casa de fraternidad.
Cuando Bella comentó que esto era lo mejor ya que Edward estaba fuera de su liga de todas formas, y Rosalie hubo fruncido el ceño en desacuerdo. Sin embargo también notó algo que había visto en sus oscuros ojos en cada momento que Bella decía su nombre.
Si no estaba equivocada, algo que rara vez pasaba... ese algo estaba aún allí.
Rose se ha encontrado algunas veces con Edward, y ella pensó que era un hombre decente. Él estaba en la escuela de medicina, así que no creía que su nivel intelectual sería un problema. Era apuesto, de la forma que es un tipo pijo. Ese no era su tipo, pero podía ver la forma en que era apetecible para muchas mujeres. También sabía que había estado soltero por varios meses, después de romper con su novia, Maggie.
Y ahora... Rosalie tenía un plan.
~LNT~
El martes exactamente a las doce, Bella caminó por el pasillo hasta la pequeña oficina donde su primer cliente del día estaba esperando. Llevaba su blusa azul medianoche favorita y pantalones de vestir, sabiendo que una falda habría sido un error para un día de hacer moldes. Ella recordaba de la vez anterior que era mejor que los hombres estuvieran de pie, así podría ponerse en cuclillas y doblarse lo suficiente. Miró el nombre en su hoja de información para que pudiera estar lista para presentarse y tuvo que hacerlo dos veces, entrecerrando los ojos en dirección al papel.
¿Edward?
No. No podía ser. Ninguno daba sus apellidos, pero debían existir miles de Edwards. Hasta millones.
Bella cuadró los hombros y golpeó la puerta una vez antes de ingresar, confiada del hecho que el hombre que la esperaba en la habitación no tenía posibilidad de ser Edward Cul—
Se detuvo abruptamente con un jadeó cuando lo vio.
Una presentación no sería necesaria.
La sorpresa en su rostro era un reflejo de la de ella, lo que hizo que ella se sintiese muchísimo mejor. Ella dejó que sus ojos lo recorriesen por apenas unos segundos. El mismo mentón cincelado, los mismos ojos verde oscuro que en algún momento le habían quitado el aliento. Tal vez hasta su corazón.
Ella lo intentó pero en realidad nunca tuvo éxito en olvidar a Edward Cullen. Había ocurrido algo palpable entre ellos, pero se convenció a si misma que había sido el alcohol lo que probablemente había hecho que se sienta así.
Bella dejo escapar un tembloroso aliento, movió sus pies, y bajó los ojos a los documentos en su mano. —Discúlpame un momento.
No estaba siendo nada más que profesional y educada.
Después de salir al pasillo y cerrar la puerta, ella se giró y caminó directamente a la oficina de Rosalie, golpeando la puerta rápidamente.
—Sabías que él vendría hoy? —soltó ella con un susurró frenético.
—Sí, —dijo Rose, sin ir directo al grano. —Le pedí a Em que me enviase algunos de sus compañeros de fraternidad. ¿Será eso un problema?
Bella no quería mostrar debilidad o decepcionar a Rose. Ella era profesional en los negocios. Podía manejar esto. —No. —tosió y se aclaró la garganta para excusar su voz rota en esa pequeña palabra. —No hay problema.
—Bien. Espera un segundo. —Rose se levantó de su escritorio, y antes de que Bella se diese cuenta de lo que estaba haciendo, ella se había acercado y deshizo los dos primeros botones de la bonita blusa azul de Bella. —Así. Ahora está mejor, —dijo Rose con una sonrisa maliciosa.
La mandíbula de Bella se dejó caer, y ella miró a Rose y su escote ahora expuestos. —¿Qué—
—Oh, una cosa más. —ella acomodó un poco el cabello de Bella, y Bella alejó sus manos.
—¿Podrías detenerte? ¿Qué demonios está pasando? Tú... —ella entrecerró los ojos en dirección a su jefa. —¿Acaso tú planeaste esto?
Rose acomodó su expresión a una neutral. —No tengo idea de lo que quieres decir. ¿No tienes un cliente esperando?
Estaba de vuelta en el modo jefa, como si nada.
Nada-de-tonterías, mi trasero.
Bella se tragó su indignación y le dio a Rose un breve asentimiento antes de salir de su oficina y de regresar a la cámara de tortura... eh, a la pequeña habitación que tenía dentro al hombre más hermoso del planeta.
Y ella estaría tocando su verga…
Mierda.
¡Wazaaaaaaaaaaaa!
Ok, okay. Esto lo tenía planeado y avanzado de a pocos desde hace unos meses, pero siempre ponía los fics que tenía ya publicados primero. Ahora, estamos iniciando ésta traducción y quiero saber que piensan ¿les ha gustado? Aunque no lo crean está basado en un giro loco de un cuento de hadas ¿alguien que no haya leído la original y me de sus suposiciones?
¡Bueno, allá vamos!
Besos, Ale!
