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Una nueva historia de Prince of tennis, la verdad es que estare subiendo dos más, espero me apoyen en este nuevo proyecto que rondaba demasiado en mi cabeza y que me costo algo formarla pero finalmente aquí esta.
Cabe destacar: Eiji sera un tanto serio no demasiado porque quiero conservar su escencia de niño y de neko pero en los momentos determinados sera serio y Sakuno sera tímida pero muy fuerte en cuanto a tenis se refiere, en ocasiones sera un tanto fría.
Espero me apoyen y gracias por leer.
Disclaimer:
Prince Of Tennis no me pertenece.
Resumen:
Ryoma se ha marchado a América pero antes de ello ha roto el corazón de Sakuno con una noticia devastadora, ella no quiere saber nada del amor, sin embargo, Eiji ha encontrado sentimientos por la pequeña niña que desde hace varios meses le quita el sueño, luchara por hacer que crea de nuevo en el amor con su encanto personal y con ayuda de los gatos... en el camino aprenderan muchas cosas, deberan tomar decisiones fuertes pero sobre todo deberan confiar en ellos mismos...
Capítulo 1: Noticia Devastadora
Sakuno caminaba con paso calmado por el patio de la escuela, había sido citada por su amigo Tomoka que cuando le había dicho "no tardes" sonaba demasiado preocupada, seguro era que tenía prisa por salir de la escuela aunque faltaban dos horas pero eso no era lo importante ahora - ¡Sakuno-chan! - alzo la vista encontrandose con Eiji quien corría a donde se encontraba, se veía demasiado agitado - ¿P-Pasa algo K-Kikumaru-sempai? - pregunto con un leve sonrojo en sus mejillas debido a la cercanía del chico - Si, vamos por algo de comer - contesto este tomando su mano.
Ella clavo los pies pues se suponía tenía que ir donde su compañera Tomoka y no podía darse el lujo de ir a comprar algo de comer con su superior - N-No puedo ir, T-Tomo-chan me espera - contesto en un susurro pero el chico tan solo jalo un poco más su mano por lo que termino cediendo a su superior y no le quedo de otra más que de segurilo a donde fuera, se detuvieron para comprar algo para el almuerzo y comenzaron a caminar de nueva cuenta - ¿A dónde ibas Saku-chan? - pregunto el chico mientras destapaba su jugo.
- Q-Quede de verme con Tomo-chan - contesto deteniendose para hacer una reverencia, tenía que darse prisa de lo contrario su amiga se molestaría y daba demasiado miedo de esa manera - ¡E-Espera, no puedes irte! - grito el chico cuando la vio correr con dirección a donde no debía ir, maldijo por lo bajo, tenía que detenerla de lo contrario Tezuka lo mataría y era joven para morir, comenzo a correr donde la pequeña niña se había ido, lo menos que deseaba era ver ese rostro de ángel marcado por el dolor y la decepción.
Tenía que detenerla cuanto antes...
- ¿Puedes dejar de caminar de esa manera? - pregunto Ryoma observando a Tomoka que caminaba de un lado a otro, no podía estar calmada porque sabía lo que pasaría, su casi hermana le gritaría, sin duda alguna la iba a lastimar con esta noticia - Es mi amiga, ¿sabes? - pregunto mientras colocaba ambas manos en su cintura y trataba de calmarse un poco - Eso no tiene nada que ver, eres mi novia, Riuzaky lo entendera - el príncipe que siempre se mostraba frío dejo de recargarse en el árbol para caminar donde su novia desde hace medio año para tomarla suavemente de la mano.
Ryoma siempre se había caracerizado por ser alguien frío pero esa chica gritona y que sacaba de quicio a quien fuera lo había cambiado, se había estado mostrando un poco más cálido con ella porque le gustaba demasiado, lo cual era raro porque no era su tipo en sí pero eso no importaba, gustaba de ella y punto, eso era lo importante - ¿T-Tomo-chan? - la chica de coletas se tenso y volteo de inmediato a donde escucho su nombre encontrandose con su amiga de toda la vida, observo en su rostro la confusión por el agarre de ambas manos.
- ¡Sakuno! - de inmediato se solto escuchando el suspiro de cansancio de su novio que tan solo nego con la cabeza, su amiga la miraba con un sonrojo en sus mejillas, seguramente porque no esperaba encontrarla con Ryoma, Sakuno estaba sonrojada por haber descubierto esa escena, no se lo esperaba si era sincera, Ryoma era la persona a la que más quería y amaba en este mundo por esa simple razón deseaba haber sido ella la que sostenía su mano y no su amiga, aunque no entendía que estaba pasando.
Tomoka parecía querer decirle algo pero su mirada denotaba nerviosismo, se veía intranquila cuando ella nunca se notaba así, al contrario siempre parecía muy valiente ante cualquier situación pero en esta ocasión al parecer no era así, Sakuno miro al príncipe que estaba con los brazos curzados y con los ojos cerrados - Somos novios desde hace seis meses - abrio los ojos por la declaración de este, Tomoka lo miro asesinamente, normalmente no lo haría porque lo admiraba, ese gesto denotaba confianza... era verdad lo que Ryoma había dicho.
- Sakuno, yo te lo iba a decir per... - no termino de hablar al ver la cara de su amiga, parecía ida como si no estuviera en esa escena, parecía en verdad sorprendida por la noticia, Sakuno no daba crédito a lo que estaba escuchando, no podía ser cierto que su amiga, su casi hermana fuera novia del príncipe, del amor de su vida, de su primer amor, no podía ser verdad, ella jamás le haría daño, habían compartido tantas cosas como para hacerle daño, no era justo lo que le estaba haciendo en este momento, no lo creía, no era verdad.
- ¿Q-Qué? - su voz salio ahogada, no sentía que el aire llegaba a sus pulmones, no podía ser verdad, cualquier cosa menos eso - Ambos nos iremos a América en dos días por dos meses y viviremos juntos - Tomoka miro furiosa a Ryoma quien tan solo cerro los ojos, le dolía un poco la cabeza y escuchar que su novia tuviera que darle explicaciones a alguien no le gustaba para nada - ¡Ryoma! - le reclamo furiosa y tan solo suspiro, por eso la amaba porque era capaz de decirle cosas sin ningun remordimiento, era la única capaz de ponerlo en su lugar, no como las otras.
- ¿Sakuno? - la llamo su amiga colocando las manos en sus hombros pero ella seguía en las mismas, no respondía para nada, parecía en otro mundo que no era donde ellos vivían - N-No - murmuro apartando las manos de su amiga para retroceder presa del miedo, no era verdad, amaba a Ryoma y ella lo sabía, no podía haberle hecho ese daño, siempre le daba ilusiones y de pronto se las cortaba de esta manera tan cruel, dio media vuelta y comenzo a correr mientras las lágrimas salían, le dolía demasiado el pecho.
- ¡Sakuno! - grito Tomoka a punto de ir por ella pero su novio la detuvo por la mano negando con la cabeza - Esta haciendo drama, se le pasara, es hora de irnos - trato de resistirse pero al final cedio, era más importante por el momento irse con su novio porque aún tenían cosas que arreglar del viaje, miro por donde su amiga se había ido, lamentaba tanto haberle hecho esto peor ella también amaba a Ryoma con toda su alma y no pensaba dejarlo solo para hacerla feliz a ella, por hoy solo pensaría en su felicidad.
Sakuno corría de prisa, las lágrimas seguían saliendo, su pecho dolía demasiado, el aire le faltaba, no llegaba correctamente a sus pulmones, choco con alguien pero solo paso corriendo, no quería detenerse, no quería nada, tan solo iría por sus cosas y se marcharía de prisa - ¡Saku-chan! - grito Eiji tratando de detenerla pero era imposible, al parecer ya se había enterado de todo lo que había pasado - Por eso te dije que no la dejaras ir - volteo la cabeza observando a su capitán que lo miraba furioso.
No era para menos, Sakuno era como una hermana para él pues debido a las reuniones con la entrenadora en ocasiones visitaba su casa y la pequeña nieta cocinaba para ambos hasta que llegara su abuela, eran como hermanos, el capitán siempre buscaba cuidarla y le había encargado que lo hiciera en este momento pero al parecer ni siquiera había podido hacer eso - Lo siento - se disculpo y Tezuka tan solo suspiro - Ire por ella - asintió observando que su capitán comenzaba a correr, sin duda alguna esa niña era demasiado importante para su amigo.
También lo era para él porque gustaba de ella desde hace un poco de tiempo, es que simplemente no podía resistirse al como se mordía ligeramente el labio cuando no entendía algo de alguna materia, mucho menos al como se sonrojaba cuando veía a alguien conocido, como cuando estaba nerviosa y terminaba tartamudeando un poco, esa niña era un encanto sin duda alguna por eso la amaba, observo el camino por donde su amigo se había marchado, comenzo a correr sin darse cuenta, quería ver que estaba bien, que no estaba tan mal con las noticias.
Tomo su maletín para cerrar su salón de clases y prepararse para correr de nueva cuenta, sin embargo, fue jalada de la mano de alguien para chocar con su pecho - Sakuno - reconocio el timbre de voz de Tezuka de inmediato, era como su hermano mayor, siempre la cuidaba de todo y de todos, era un gran amigo y como su hermano - N-No - trato de soltarse, no quería que la viera destruida, no quería que nadie la viera quebrada - Shhh - trato de tranquilizarla el mayor mientras la abrazaba un poco más fuerte.
Tezuka no era la clase de chico que mostraba su afecto a las personas pero con ella era diferente, siempre lograba sacar su lado lleno de preocupación, de necesidad de dar cariño, Sakuno era muy especial para él y no le gustaba verla mal por culpa de Echizen y su amiga, ella se derrumbo mientras apretaba su camisa de la escuela y lloraba, estaba destrozada con lo que había pasado, el capitán tan solo la dejo llorar tratando de calmar aunque fuera un poco su dolor, solo esperaba que ella fuera fuerte porque no la imaginaba destrozada.
Eiji observo la escena y apreto los puños, en estos momentos estaba odiando a Echizen por lo que le había hecho a la pequeña niña, esa niña había robado su corazón y no le gustaba verla mal, justo como ahora estaba le destrozaba el corazón, observo como lloraba, agradecía que los alumnos se encontraran en el receso de lo contrario sería horrible que la vieran así, dejo de observar la escena para comenzar a caminar con la cabeza agachada y pensando en Sakuno, quería estar con ella pero no tenían una relación estrecha como para darse ese lujo.
- ¿Eiji? - levanto la vista observando a Oishi que lo miraba un tanto preocupado - ¿Sucede algo Oishi? - pregunto y su amigo nego con la cabeza - El entrenamiento casi empieza - asintió comenzando a andar con su compañero, solo quería que la niña estuviera bien, era lo único que deseaba, no deseaba verla mal, era la persona que más queria en este momento y deseaba verla feliz, como siempre la veía, sin embargo, quiza en un tiempo esa felicidad no sería vista debido a lo sucedido el día de hoy.
- ¡Echizen! - todos voltearon al escuchar ese grito, Tezuka nunca gritaba, si era quien más gustaba del silencio, el aludido miro a su capitán abriendo los ojos asombrado al ver el aura de furia que lo rodeaba - ¿Tezuka? - Osihi lo miraba preocupado, este tan solo paso de todos hasta detenerse delante del pequeño que esperaba a que hablara pero tan solo fue tomado del cuello de la camisa cortesía del mayor que en verdad se veía furioso, mucho más que eso, se veía hecho un torbellino de furia, todo mundo miraba la escena.
- ¡Tezuka! - grito Oishi tratando de detenerlo pero este tan solo lo sujeto con las dos manos del cuello de su camisa - Eres un bastardo - murmuro observando la sonrisa del peliverde, el capitán alzo el puño pero Momoshiro lo detuvo con algo de miedo - ¡Capitán! - gritaron todos tratando de separarlos aunque el menor estaba como si nada, conocía la razón por la que el mayor se encontraba furioso pero no era su culpa, él no podía ni quería sentir algo por Riuzaky pero al parecer no lo entendían y eso le estaba empezando a molestar.
Amaba a Tomoka gustara a quien gustara - Si tanto se preocupa por ella, debería decirselo... capitán - hablo Ryoma acomodandose la gorra para dar media vuelta mientras jugaba con la raqueta con la mano, Eiji miro la escena, no podía ser cierto que Tezuka sentía algo por Sakuno, era como su hermano mayor, el pequeñín se estaba volviendo loco sin duda alguna, Osihi arrastro al capitán lejos de los demás mientras el de lentes miraba furioso al pequeño que tan solo se aleajaba de las canchas.
Deseaba ver como estaba Sakuno, quería darle algo de ánimos cuanto antes.
Se encontraba en su casa, Tezuka la había traído en un taxi porque no se encontraba muy bien, sus mejillas estaban rojas y sus ojos hinchados, caminaba por la cocina porque aunque no quisiera tenía que seguir con su rutina por el momento, deseaba cambiarse de escuela y lo haría, comvencería a sus padres para cambiarse de escuela, solo esperaba que sus padres no pidieran tantas explicaciones porque no deseaba darlas, tomo con cuidado la harina para prepararse algo cuando sono su timbre.
Dejo algunas cosas sobre la mesa para caminar a la entrada, abrio la puerta y observo a Kikumaru frente a ella con una sonrisa gatuna, la que siempre traía en los labios - ¿K-Kikumaru-senpai? - no podía creer que él estuviera frente a ella, el chico tan solo la miraba, era hermosa sin duda alguna, el atuendo que traía le daba un aire de ternura y él simplemente no podía resistirse a ello - Hola Sakuno-chan - saludo mientras entraba a la casa sin siquiera pedir permiso, la chica tan solo se hizo a un lado dejando pasar a su superior que vestía ropa casual, bueno después de todo ya era tarde por lo que debía dehaber salido de la escuela hace ya algo.
Kikumaru camino hasta la sala donde tomo asiento observando que ella lo miraba un tanto sonrojada, sin duda alguna era demasiado tierna - ¿D-Desea aglo de beber? - pregunto y asintió efusivamente - Un vaso de leche, por favor - Sakuno asintió para caminar a la cocina, el chico la observo, sus ojos estaban hinchados lo que significaba que había llorado demasiado por culpa del O'chibi, la observo regresar con el vaso de leche que había pedido para depositarlo frente a él sobre la mesita de centro con una leve sonrisa.
- ¿Te encuentras bien Saku-chan? - pregunto de pronto y ella asintió aunque eso a él no lo convencio en lo absoluto - Se lo que sucedio, quiero que estes bien - murmuro llamando la atención de la chica que se sonrojo de inmediato por ese comentario, su senpai la miraba fijamente y eso la colocaba demasiado nerviosa - E-Estoy bien K-Kikumaru-senpai - aseguro ella ladeando la cabeza mientras sonreía, el chico gato tan solo suspiro para beber la leche y observarla de reojo, Sakuno tan solo se sento frente a este.
Por el momento no le diría que tenía planes de cambiarse de escuela, no le diría que su corazón estaba roto, no le diría que no creería de nuevo en el amor, no le diría que construiría una armadura sobre ella para que nadie más la lastimara, no diría nada de ello por el momento - ¿A qué ha venido senpai? - pregunto observando que el aludido casi se atragantaba con la leche causando su risa, una risa natural por el momento - Quería ver como estabas - contesto sinceramente el chico observando que ella lo miraba no entendiendo pero aún así con la mirada le agradecía.
- ¡B-Bueno he de irme! - señalo Kikumaru colocandose de pie para caminar hasta la salida con ella detrás, se detuvo antes de salir por completo de la casa y deposito un suave beso sobre su mejilla para salir corriendo como loco de allí, Sakuno se llevo la mano a la mejilla y sonrió, sin duda alguna su senpai tenía un buen corazón, cerro la puerta y también cerro la de su corazón... no creería en el amor de nueva cuenta y sería fría porque no quería que nadie más la lastimara de nueva cuenta, se quedaría con ese último beso porque no permitiría más muestras de afecto después de ese día.
Su abuela la miraba procesando lo que acaba de decir al igual que sus padres, ella tan solo se mantenía quieta como si nada estuviera psando - ¿Q-Qué dijiste? - pregunto su madre y Sakuno tan solo suspiro - Quiero cambiarme de escuela, mejor dicho quiero asistir a la academia Hiotey - contesto y sus padres suspiraron al unísono, su hija tenía que estar bromeando, no es que no pudieran pagar esa escuela pero si estaba bien en Seigaku, a ella le encantaba esa escuela pero ahora no quería decir las razones por las cuales quería cambiarse.
- ¿Estas segura? Si es lo que deseas, no diremos que no - aseguro su padre y sonrió levemente, pero esa sonrisa no transmitía nada y sus familiares lo notaron, su abuela ya había escuchado algo de lo sucedido con Echizen, lo más seguro es que su nieta quisiera cambiarse de escuela por esa misma razón - Es lo que quiero - aseguro y los mayores se miraron entre sí, no podían decir que no, después de todo ella era su única nieta e hija y lo mejor era apoyarla en todo lo que deseaba.
- Esta bien - dijeron los tres al mismo tiempo y ell sonrió, había dado el primer paso para ser una nueva persona y estaba segura que las cosas serían así para siempre - Gracias, mañana mismo hare los tramites - aseguro con una leve sonrisa para levantarse y caminar a las escaleras, los mayores solo escucharon el sonido de sus pasos, algo no estaba bien con ella pero no la presionarían para nada, lo principal era que ella se sintiera bien con todo así que estaba bien, la apoyarían en lo que ella quisiera y no pedirían tantas explicaciones.
Sakuno cerro la puerta tras de si para caminar hasta la cama y dejarse caer sobre esta, mañana sería un día demasiado largo si era sincera, lo único que debía hacer era descansar para mañana, no se despediría de nadie porque no quería llorar, ella ya no lloraría jamás.
Eiji se dejo caer sobre la cama mientras tomaba una almohada, había dolido ver de esa manera a la pequeña Sakuno, no le gustaba verla sufrir, aunque ella no se diera cuenta siempre estaba al pendiente de ella, estaba bien que no lo supiera, después de todo le gustaba hacer cosas que solo él podía hacer, sintio que alguien se subio a su cama así que se levanto un poco y observo a uno de sus gatitos que al parecer estaba ronroneando porque estaba colocando sus patitas haciendo presión sobre su pecho tratando de recostarse.
Era una lindura, tenía seis meses y era de color café con blanco aunque tenía algunos destellos rubios, se llamaba Panquesito, ignoraba como lo había llamado así pero hacía honor a su nombre porque siempre que tenía un panque buscaba robarselo, lo acaricio suavemente mientras este se recostaba en su pecho por completo - ¿Cómo has estado? - pregunto buscando con la vista a sus hermanos pero al parecer ningun animalito estaba en su habitación más que este, cerro los ojos de nueva cuenta, quería ver como estaba Sakuno, aunque ya la había visto pero tenía la necesidad de verla de nueva cuenta.
Suspiro de nueva cuenta mientras trataba de alejar esos malos pensamientos de que quiza ella se iría o cambiaría, lo único que importaba en este momento era saber que ella estaría bien porque aunque se veía débil no lo era, era alguien muy fuerte, casi como él porque él siempre tenía una actitud de niño pero en las ocasiones más duras siempre era serio.
Era un nuevo día y Sakuno caminaba por los pasillos de la escuela con sus papeles de intercambio en la mano, los profesores que se encontraban en la sala de maestros se habían quedado sorprendidos al escuchar que se cambiaba a la academia Hiotey, es que ellos no tenían conocimiento de que sus padres eran de dinero, jamás lo quizo decir porque le molestaba que se acercaran a ella solo por su dinero pero en cuanto saliera de Seigaku sería otra, una persona fría, alguien como Atobe Keigo, si en definitiva se parecería a este.
El director tan solo le deseo buena suerte y entrego todos los papeles para estrechar su mano, era una excelente alumna por lo que no había ningun problema, bajo las escaleras con calma, se había asegurado de llegar antes que los demás por lo que no se encontraría nadie, bajo la vista un poco buscando algo en su bolso, ella no era la clase de chica que usaba accesorias de una chica normal pero había decidido cambiar por lo que estaba usando esas cosas que su madre siempre deseaba usara, al menos su madre estaría un poco más feliz.
No alzo la vista cuando sintio que chocaba con alguien provocando que cayera al suelo recibiendo un golpe algo duro, vaya que había dolido además de que había tirado los papeles de su transferencia por suerte eran copias y no originales - L-Lo siento - se disculpo mientras se levantaba con cuidado y se quedo de piedra al observar a Kikumaru frente a ella leyendo uno de esos papeles, su senpai parecía pálido con esa noticia pero no entendía porque - ¿Te vas? - el tono de su voz era un tanto desesperado pero al mismo tiempo denotaba tristeza.
- Tengo que irme, mis padres me esperan - comento arrebatandole los papeles para comenzar a caminar pasando de él pero fue detenida por la mano de su senpai que se cernio fuertemente a la suya como si no quisiera dejarla ir, trato de soltarse pero este no se lo permitio, no volteo porque si lo hacía se quedaría, no quería estar en esa escuela más porque tenía malos recuerdos, quería empezar de nueva cuenta, jalo su mano pero Eiji coloco más presión no soltando su mano en el proceso como penso que lo haría.
- No te vayas - murmuro y ella con su otra mano se solto para avanzar pero abrio los ojos asombrada cuando sintio el abrazo por la espalda cortesía de su senpai que paso las manos por su vientre aferrandose a ella como niño pequeño, temblo ligeramente por ese contacto, no era justo, siempre había deseado que quien la detuviera fuera Echizen pero era su senpai y eso no estaba bien, con un movimiento ágil se solto para mirarlo a los ojos con frialdad - No vuelva a abrazarme, no es debido - dicho esto avanzo segura de si, tratando de no voltear porque si lo hacía era capaz de quedarse.
Eiji la miro abordar un auto que emprendio la marcha y sintio que una brecha se abría bajo sus pies, maldijo por lo bajo por no haber leído a que escuela se cambiaría pero la buscaría, la amaba demasiado como perderla, no iba a permitir que ella se alejara, le diría sobre sus sentimientos cuanto antes porque quería conquistarla, haría que olvidara a Ryoma costara lo que costara, sin embargo, sentía impotencia por no haberla detenido por esa razón golpeo con el puño la pared sintiendo la sangre que salía de esta, aparte de todo dolía demasiado.
Bajo del auto con calma para caminar a su casa cuando observo a Tomoka sentada en las escaleras de la puerta, no se tenso, su barrera estaba colocada, a partir de ahora nadie podría lastimarla, nadie le haría daño así que estaba bien todo - ¿Qué haces aquí? - pregunto un tanto fría observando que la que un día fue su mejor amiga se levantaba de inmediato para sonreirle - Tenemos que hablar, sabes que estare fuera dos meses con Ryoma y tenemos que arreglar esto - comento en un susurro la chica de coletas y Sakuno se permitio sonreir altaneramente.
- ¿Tenemos qué hablar? No quiero, vete - la empujo con la mano por el hombro para pasar de ella y entrar a su casa, escucho los toquidos y golpes de la chica que al parecer no pensaba irse sin hablar con ella - ¡Sakuno abre la puerta o la derribare! ¡Sakuno! - grito como loca así que abrio la puerta y la observo apretando los puños - ¿Qué quieres? Te dije que te fueras - iba a cerrar la puerta pero Tomoka coloco la mano no permitiendo esa acción y se desespero un tanto, odiaba eso de ella y esta lo sabía muy bien.
- Lamento no habertelo dicho, de verdad pero tienes que perdonarme - alzo una ceja mientras las comisuras de sus labios se alzaban en una mueca de burla, de algo que escondía una obviedad, mentiría solo hoy pero era para alejar a Tomoka de ella y poder empezar de nuevo - Yo sabía que eran novios, vete - dicho esto cerro la puerta de lleno en su cara para dar media vuelta y avanzar hacía la cocina, tenía cita con el médico en una hora y tenía que darse prisa cuanto antes.
Su madre lloraba a un lado mientras su padre le daba fuerza tomandola del hombro, sonrió levemente, justo la sonrisa que tenía cuando le dijo esa mentira a la que una vez fue su amiga - ¿C-Cómo? - pregunto su madre mientras negaba con la cabeza, al parecer esta no entendía muy bien lo que el médico había dicho, ella lo había entendido a la primera vez... su corazón había empeorado desde la última vez que tuvo una revisión - Siento decirlo pero lo más seguro es que mueras en seis meses si no te sometes a la operación de corazón abierto - se levanto con calma siendo observada por los tres adultos.
- Lo pensare, vamos - sus padres la miraron salir así que tras de ella salieron, camino con la cabeza en alto, que pasara lo que tenía que pasar, viviría lo que quedaba de vida, por supuesto que pensaría en el transplante pero no por el momento, tan solo viviría cada día, pensarían en ello mas tarde pero no ahora - Sakuno - la llamo su madre tomandola del hombro para abrazarla, mentía al creer que estaba bien pero no lloraría frente a sus padres, por ellos sería fuerte, era una promesa.
- Estoy bien, pensare en lo que ha dicho el doctor y yo misma vendre a verlo, prometo decirles todo - sus padres asintieron mientras la abrazaban con demasiado cariño, sus padres eran muy buenas personas y odiaba que por su culpa estuvieran tristes... abordo el auto sola pues sus padres tenían cosas que arreglar en su empresa, miro por la ventana, mañana sería un nuevo día porque se transferiría a mitad de curso a la academia de Hiotey por lo que quisiera o no llamaría la atención.
Se acomodo el cabello con cuidado, lo que el médico había dicho también iba de la mano con lo de Echizen y Osakada, ambas eran noticias devastadoras pero las superaría cambiando, ya no sería más esa niña tímida o la que tartamudeaba, la que siempre se escondía detrás de Tomoka, no, ya no, sería alguien fuerte, altanera, orgullosa, aprendería más en tenis porque planeaba ser la mejor del mundo en este deporte... sería una nueva Sakuno a partir de hoy.
N/A
Espero les haya gustado.
Gracias por leer.
