Hola. Hago estas aclaraciones ya que me dijeron que es un poco complicado entender tantas tramas sin perderse, así que les aclaro de una vez.

Primero que nada, les quiero explicar que el formado de esta historia se basa en Then (Antes) y Now, (Ahora). Algo así como en la serie Quántico, donde hay una trama en el pasado y uno en el ahora.


- El ahora está representado sin cursiva ni negrita. (Everett, Steve y Thor en este capítulo)

- El antes está representado con cursiva y equivale a 20 años antes que el primer capítulo del ahora. (Tony, Loki y Stephen en este primer capítulo)

- También esta el misterio de Stephen, que esta representado en negrita y cursiva, y será algo así como un detonante tanto para el pasado como para el presente. Este esta ambientado dos años después que inicia la historia del pasado, y 17 años antes de la historia del presente.

Básicamente son dos lineas temporales con diferentes perspectivas, dependiendo del personaje. Cada capítulo (excepto el primero) contara con tres perspectivas de diferentes personajes ya sean en el pasado o presente.

Imagínense esta historia como un Puzzle o rompecabezas, donde parte por parte las cosas van tomando sentido poco a poco.

Otra aclaración seria que los personajes como Gamora, tiene la apariencia de la actriz que la interpreta, lo mismo para los personajes que tienen un color o forma diferente.


TONY STARK

Agosto - 1998

Indiferencia. Probablemente era la palabra correcta que definía la vida de la familia Stark. Parecía que Anthony Edward Stark era criado únicamente por el personal de la mansión Stark. Tony pasaba más tiempo con Jarvis, el mayordomo, que con su padre.

Todos sabían que el gran Howard Stark era un Alfa importante e inteligente, levanto de la nada a Stark Industries, haciéndose de una fortuna despampanante, fama mundial y enemigos. Estos últimos lograron arrebatarle a Maria Stark, una omega muy linda que iluminaba la vida de Howard, le hacía olvidarse de la oficina y pasar menos tiempo en el laboratorio y más tiempo disfrutando de la vida.

Maria murió cuando Tony tenía apenas 10 años.

Y aunque intentaron tener más hijos por varios años. No fue hasta que Maria estaba cien por ciento segura que estaba embarazada, que decidió revelarle a Howard que esperaba a su segundo hijo, un Alfa como su padre, un digno heredero que tomaría el timón de la compañía y preservaría el apellido Stark. Pero Maria cometió el error de confiar en Obadiah Stane, el amigo de toda la vida de Howard, aquel hombre que se había ganado su confianza fingiendo ser como de la familia y un importante socio de Stark Industries. Obadiah Stane, asesino a sangre fría a Maria con su hijo no nato dentro de su vientre. Ni en sus más locos sueños dejaría que Howard Stark tuviera un Alfa.

Desde ese día Howard no volvió a sonreír.

Ni siquiera cuando Tony construyo con unas cuantas latas, tornillos y cables una réplica de un helicóptero como el que él estaba fabricando en su laboratorio. O cuando su hijo omega fue aceptado en SHIELD, una escuela elite para Alfas o Betas. O Cuando Stark Industries aplasto a la competencia con sus innovadoras armas. O cuando sentenciaron a muerte a Stane. O cuando lo vio ser ejecutado.

Tony trataba de acercarse a su padre lo más que podía, trataba de impresionarlo con sus pequeños inventos y sus altas calificaciones, pero este parecía no importarle.
No le importo ninguno de sus inventos, ni cuando la escuela de omegas a la que asistía, decidió transferirlo a SHIELD, que desde ese año aceptaría a los omegas más sobresalientes, y la educación era digna de él. Pero donde la mayoría eran alfas jóvenes.

Era su primer día de escuela. Su padre había contratado a un guardaespaldas para evitar que los alfas se aprovecharan de él, y sabiendo que en cualquier momento Tony tendría su primer celo, no permitiría que su hijo fuera la puta de la escuela y afectara la imagen de Stark Industries.

"Happy, no es necesario que me acompañes a todas mis clases, soy capaz de cuidarme solo. Además…" comenzó mientras caminaba por los pasillos en busca del aula "…Estoy casi seguro que Laufeyson será aceptado, al igual que yo." dijo tratando de deshacerse de su amigo/guardaespaldas.

Hogan suspiro "Tony, sé que no quieres que te siga a todas partes, pero…" observa a su alrededor "todos estos alfas te están viendo, tu olor está alterando sus hormonas, gracias a dios aun no has tenido tu celo…"

"Baja la voz" interrumpió el joven Stark. "Happy, yo siempre he sido el centro de atención, las miradas no me importan, pero…" suspiro "nadie sabe eso aun, así que… supongo que tienes razón, a esta edad ya debí haber tenido mi primer celo…"

"Anthony Stark" dijo un pelinegro acercándose al castaño. "¿Eres tú?"

"Strange" dijo acercándose para abrazar a su viejo amigo. "Cuanto tiempo. Dios, han pasado años desde la última vez que te vi."

"Lo sé. ¿Cómo esta Jarvis? Recuerdo que la última vez que estuve en tu mansión derrame jugo de arándano en su uniforme."

"Está bien, solo está más viejo, ya sabes. Por cierto, ¿Cómo te fue en Londres? ¿y cuando regresaste?" pregunto.

El pelinegro sonrió amargamente "Londres estuvo bien, aunque honestamente prefiero Nueva York, además, aquí los doctores son mejor pagados." dio un largo suspiro "Y regrese hace un par de años. En realidad, no creí que te volvería a ver, ya sabes, con lo que paso con Maria, tu padre se molestó con el mío al no poder salvarla durante la cirugía…" se rasco la cabeza tratando de no sonar como un completo insensible. "…bueno supongo que no es grato recordar momentos tan tristes."

"Fue bueno verte Strange. Ahora tengo que ir a clase" dijo tratando de cortar la conversación lo más rápido que podía y dejando al pelinegro a la mitad del pasillo. No había hablado con Stephen desde hace casi 8 años, y a decir verdad tampoco era de sus mejores amigos en ese entonces, pero le producía una enorme calidez el tener a alguien conocido en esa escuela. No. Happy no contaba. Obviamente, Hogans, era tierno y probablemente daría su vida por él en caso de que un alfa tratara de pasarse de listo, pero quería encajar en esta escuela. Demostrar que un Omega puede ser tan o más inteligente que muchos Alfas.

Desgraciadamente casi todas sus clases fueron una pesadilla, si bien, el nivel educativo de esta escuela era muy superior a la antigua, no podía dejar de sentirse incomodo al tener todas las miradas de esos estúpidos alfas sobre él. Muchos inclusive trataron de hacer que se acercara a ellos cuando Happy desaparecía para ir por comida o al baño.

Las clases de deportes eran una tortura, los alfas tenían una condición física para envidiar, todos eran más rápidos, más fuertes y más agiles que él. Pero la peor parte eran los vestidores, con alfas semidesnudos en todas partes, no pudo entrar ahí. Prefirió cambiarse de ropa en el auto y bañarse al llegar a casa.

Pero eso solo resulto contraproducente. Su sudor alboroto a todas las alfas de sus últimas clases. Un par de ellos trataron de acercarse cuando Happy fue al baño.

"Hola, Stark" dijo un tipo alto de pelo rizado y ojos azules "Acaso harás algo esta noche, los chicos y yo iremos a beber unas cervezas en mi casa. ¿te gustaría venir, cariño?" dijo sujetándole la barbilla.

"Tengo un compromiso que no implica terminar rodeado de idiotas ebrios, así que, lo siento, cariño, será para la próxima." Dijo dando media vuelta y saliendo del edificio. Esperaba no encontrarse a más alfas por ahora. ¿Dónde estaba Hogan?

"¿Tony?" pregunto una voz a sus espaldas.

"¿Te conozco?" volteo y frunciendo el ceño, aquel desconocido se le hacía vagamente familiar, pero no recordaba donde o cuando lo había conocido.

"Soy Steve" dijo sonriendo "Steve Rogers" dijo tomando al castaño en un fuerte abrazo haciendo que los pies del más pequeño dejaran de tocar el suelo.

"Steve" dijo en voz baja cuando el rubio finalmente lo coloco en el suelo de nuevo. "Dios, estas… eres un…" titubeo "La última vez que te vi parecías un pequeño y delgado fideo. Mi padre creía que eras un omega. ¿Qué diablos te paso?"

"Bueno, al parecer supere todas las enfermedades que sufría cuando niño y… supongo que crecí como debía. ¿Cuál es tu excusa?" levanto una ceja mirando al más pequeño de arriba abajo.

"Muy gracioso Rogers, burlándote de mí en mi primer día. Eres todo un caballero" bromeo.

"¿Es tu primer día?" sonrió emocionado "Bueno, supongo que es mi deber como caballero el ayudarte a sobrevivir en esta asquerosa jungla."

"Eres mi héroe, Rogers" dijo con un todo exageradamente dramático.

"No has cambiado en nada Tony" le dijo entre risas "por cierto, sé que como omega será muy difícil para ti el adaptarte a este tipo de ambiente, pero… si hay alguien capaz de superar un difícil obstáculo ese eres tú" dijo tratando de no ser descaradamente obvio.

"Lo dices por mi madre, ¿cierto?"

"Maria fue una buena mujer, recuerdo que apoyo a mi madre cuando mi padre nos abandonó. Significo mucho."

"Así era ella" dijo en un triste suspiro "Steve, yo…" de repente lo habían invadido los nervios "… ¿Tienes algo que hacer esta tarde?" las manos le sudaban y sus nervios aumentaban escandalosamente. "Ya sabes para ponernos al corriente después de tanto tiempo sin vernos."

"Me encantaría, Tony" sonrió "estaré ahí a las seis, tengo entrenamiento después de la escuela, pero ahí estaré. Palabra de honor" le dijo alejándose, iba tarde a su entrenamiento y el entrenador no toleraba retrasos.

Se quedo contemplando en camino por el cual el rubio había desaparecido, no se dio cuenta cuanto tiempo paso, ni siquiera se percató que había pasado todo ese tiempo sin Happy para cuidarlo, tampoco se dio cuenta que los Alfas que pasaban cerca de él, ya no se acercaban a él, sino que mantenían su distancia, como si una barrera invisible lo protegiera de esos acosadores.

"¡Tony!" Happy apareció de la nada, agitado como si hubiese corrido un maratón "¿Cómo es que me provocas un susto así?"

"¿De qué hablas?"

"Cuando Sali del baño" bocanada de aire "...no te encontré" bocanada de aire "...y corrí por todas partes pensado lo peor." dijo ya aliviado.

"Bueno, acaso vas a pensar eso a cada que me pierdas de vista, ¿O que?" le reclamo ligeramente molesto. Sabía que si Rogers lo veía cerca de este beta todo el tiempo, era posible que pensara algo incorrecto, y no quería que Steve pensara algo así de él. No porque le importara, obviamente, es decir, a Tony Stark no le importaba lo que un alfa pensara, aunque Steve… bueno, Steve era Steve.

"Es solo que esta escuela está repleta de alfas, Tony. Y cualquiera de ellos podría querer pasarse de listo contigo. Por favor Tony, entiende, no solo hago esto porque sea mi trabajo, también lo hago porque eres mi amigo."

"Está bien, está bien" se rindió "Vamos, tenemos que ir a comprar algo para mi cita de esta tarde."

El resto del camino fue tranquilo, aprovecho para comprarse un saco y un par de pantalones, y no era porque quisiera impresionar a Steve, sino porque quería lucir bien, lo mejor que pudiera, mejor que Steve. Y no porque era un alfa… ¿O Sí?

También mando a Happy a comprar una botella de Whiskey, una de Vodka y un paquete de cervezas, solo por si acaso.

El timbre de su mansión sonó cuando eran las 6 en punto. Maldito Steve Rogers, perfectamente puntual.

"Yo iré" anuncio la voz de Jarvis, el cual estaba sacudiendo el polvo de los costosos floreros de porcelana de la difunta Maria Stark. El hombre abrió la puerta y encontró a un sonriente Steve Rogers con una caja de donas en sus manos. "¿Busca al señor Stark?"

"Jarvis, ¿eres tú?" pregunto el rubio sorprendido "A pasado tanto tiempo, Soy Steve Rogers, solía estar aquí todo el tiempo cuando era niño." dijo estrechando firmemente la mano del más viejo. "¿Esta Tony?"

Pasaron unos cuantos segundos en los que Jarvis reconocía a Steve "Oh por dios, Steve ¿Qué fue lo que te ocurrió? Creí que el viento te llevaría volando la última vez que te ví y ahora… pareces uno de esos tipos que sale en las películas que le gustan a Tony." Se hizo a un lado dejando a Steve pasar "Tony está en…"

"Aquí estoy" dijo bajando por las escaleras. "Y Jarvis, yo también tuve la misma reacción al verlo, ¿no te parece increíble?"

"Bastante" tomo la chaqueta de Steve y la guardo en un armario cerca de la puerta principal. "siéntase como en casa, señor Rogers, les traeré algo de beber" dicho esto, salió rumbo a la cocina en busca de unas bebidas.

"Este lugar no ha cambiado nada" dijo Steve mirando la mansión Stark.

"No, no lo ha hecho" dijo tratando de acercarse al rubio, pero sus piernas le fallaron.

"Y bien" se acercó un poco al castaño. "¿Qué quieres hacer?"

"Podríamos… ya sabes podríamos beber un par de cervezas, o si quieres conseguí un poco de whiskey, vodka o puedo mandar a Happy por tequila o Brandi, no lo sé tal vez, solo agua, ¿no? no es como si quisiera embriagarme…"

"Tony"

"…tal vez solo deberíamos platicar, ya sabes, no es como si esta fuera una cita, ¿Esas son rosquillas" señalo la caja que el rubio sostenía en sus manos y se la quito "Hay por dios deben estar deliciosas" tomo una y la metió a su boca. Callándose al fin.

¿Qué demonios estaba haciendo? Estaba humillándose a sí mismo frente a Steve.

"Tony" sonrió al ver a sonrojado castaño atragantándose con su rosquilla "Eres malditamente adorable" tomo una mejilla del castaño con su mano y acaricio suavemente su rostro. Toco suavemente los labios de Tony con su pulgar y retiro el exceso de azúcar de estos.

El castaño lo miraba atónito. Incapaz de moverse. Trago con dificultad el resto de comida que aún estaba dentro de su boca y miro a los ojos a Steve, perdiéndose en el azul de sus ojos. "Steve, yo…"

"No digas nada" dijo tomando con sus dos manos las mejillas del más pequeño y acercándose a él poco a poco, hasta que sus labios se unieron en un beso casto e inocente. Tony no recordaba haberse sentido tan feliz en mucho tiempo. Estaba completamente embriagado con la esencia de Steve, sus gruesos labios presionando los suyos, sus enormes brazos recorriendo su espalda hasta llegar a su cintura.

"¡ANTHONY STARK!" grito la inoportuna voz de su padre. Steve se alejó tan rápido como pudo de él, sonrojado al ser descubierto. "¿QUÉ DEMONIOS SIGNIFICA ESTO?"


EVERETT K. ROSS

Finales de Septiembre - 2018

Dolor. Oscuridad. Miedo. Todo se había vuelto negro, lo último que recordaba era que estaba conduciendo su auto. No sentía las piernas, sabía que estaban ahí porque un dolor agudo lo torturaba. Todo estaba en silencio, no podía moverse, sentía que estaba muriendo, pero por alguna razón no podía terminar de hacerlo. Como si una fuerza invisible lo aferrara a la vida como una mala broma. Pudo distinguir el inconfundible estruendo de la sirena de una ambulancia atacando sus tímpanos.

"Es un milagro que aun siga con vida"

"¿Pero sobrevivirá?

"Si fuera un omega o un beta moriría antes de llegar al hospital. Pero es un alfa, puede sobrevivir"

"Resista señor, llegaremos al hospital en un par de minutos"

Voces desconocidas, no sabía a qué se referían. Trato de abrir los ojos, quería despertar de esa horrible pesadilla. Sus parpados pesaban como toneladas. No logro abrir del todo los ojos, solo pudo distinguir un par de siluetas oscuras, sintió como el vehículo se movía a alta velocidad, la camilla donde se encontraba recostado se tambaleaba debido a la inercia, cada parte de su cuerpo dolía, y estaba seguro que estaba comenzando a balbucear.

"No haga esfuerzo señor" dijo la voz de un paramédico.

"Mis... mis… pi pi piernas" dijo al fin en un doloroso susurro.

"En un momento llegaremos al hospital señor, resista" dijo otra voz. No podía seguir consiente, todo le daba vueltas, de repente sintió como una fría oscuridad lo rodeaba.

"Señor resista, date prisa con el desfibrilador"

"Uno, dos, tres, despejen"

Sintió como si un elefante lo hubiera aplastado con todo su peso, su pecho le dolía como un infierno, no recordó cuando había sentido tanto dolor.

Sintió como si estuviera en una pesadilla, sus pies se encontraban esposados a unos barrotes de metal que se encontraban en el suelo. Todo era oscuro y frio, podía ver el vapor que exhalaba al respirar y sentía como sus huesos le dolían y tiritaban debido a la baja temperatura de la habitación donde se encontraba. Si no estuviera esposado al suelo juraría que esa era la habitación donde había crecido hace ya más de tres décadas.

"¡Doctora Palmer!," escucho el muy familiar grito de una mujer. "Algo está pasando"

Escucho los pasos de alguien más entrando a la fría y oscura habitación, pero no podía ver a nadie.

"Tienes que salir de aquí Shuri, ¡ahora!" el grito de la mujer lo hizo sobresaltarse, sintió como una fría mano le tocaba el cuerpo, no sabía en qué parte y no podía ver a nadie con él. Seguía encadenado a ese frío suelo de metal. "Maya, prepara la sala de operaciones y lleva al señor Ross, yo iré por Stephen. ¡DE INMEDIATO!"

Stephen. Solo conocía a un par de personas llamadas así, pero solo uno había sido importante para él. Había pasado tanto tiempo en el que no había escuchado ese nombre, sintió como un poco de calor emanaba dentro de lo más profundo de su ser, apaciguando el frio de esa habitación. Stephen.

Sintió de repente como esa dolorosa oscuridad lo volvía a rodear, no recordaba sentirse tan miserable en toda su vida. ¿Por qué simplemente no podía morir?

Sabía que su situación era grave, de no ser así no estaría sintiéndose de esta forma. Atrapado en un limbo, esperando agonizante que la muerte lo recogiera y se lo llevara con ella. Sabía que este era el fin, solo le rogaba a quien fuera que lo escuchara que lo dejara morir y terminar con este interminable sufrimiento.

"Resiste, Everett. No te atrevas a morir" Tenia años sin escuchar esa voz grave. Estaba seguro que era la voz de Stephen Strange, pero no sabía por qué estaba ahí. "Si me estas escuchando, por favor no te rindas"

Inmediatamente la oscuridad se fue,aunque el dolor seguía acompañándole. No se sentía aliviado, pero al menos el dolor había disminuido de sobremanera. Quiso tratar de moverse, pero le fue imposible, se sentía atrapado dentro de su cuerpo, como si estuviese en un mal sueño del que era imposible despertar.

La cabeza de daba vueltas, y los ojos le pesaban, estaba consiente que había despertado, pero aún no podía abrir los ojos, por alguna razón comenzó a sentirse mejor. El frio que lo rodeaba lo había abandonado, pero el dolor aun no. Sentía que lo habían acuchillado una y otra vez en todo el cuerpo. Y sus piernas no le respondían.

"Está despertando" escucho la voz de Shuri, tan inconfundible "Llama a la doctora Palmer"

Abrió los ojos lentamente, todo se veía borroso, no pudo distinguir nada más que un par de siluetas frente a él, mirándole, estaba en una habitación blanca, sin duda era de hospital. Una intravenosa en el brazo que le causaba comezón, un vendaje en el pecho y un collarín en el cuello.

"¿Que-é me-me-me pa-pa-paso?" fue lo único que alcanzo a preguntar, cada palabra que decía le oprimía el pecho. Lo mejor sería no hablar.

Entraron un par de siluetas antes que alguien pudiera decir algo, una de ellas coloco una luz en cada una de sus retinas, si su sentido del olfato no estaba afectado, deducía que era una Alfa, su perfume era muy lindo y su voz era la misma que había escuchado anteriormente.

"Everett Kenneth Ross. Soy la Doctora Christine Palmmer. Tuviste un accidente, hace unos días. Ahora estás bien, pero debes descansar, los detalles los sabrás después, ahora solo preocúpate por mejorarte" dijo.

"¿Va a estar bien entonces?" pregunto otro hombre, sabía que su voz era familiar pero no podía ver su rostro con claridad, ni tampoco podía recordar mucho acerca de ese hombre, pero su voz se le hacía inusualmente familiar.

"Por ahora está fuera de peligro, pero…" la voz de la doctora Palmmer sonó dudosa "…aún está muy delicado. Necesita descansar."

"Muchas gracias" dijo Shuri, su voz sonaba quebrada, era obvio que estuvo llorando durante mucho tiempo. "Christine, Doctor Strange. No sé cómo agradecerles"

"No tienes que hacerlo, y puedes llamarme Stephen"

"Ste-e-phe-phe-phen" hizo su mejor esfuerzo en tratar de hablar.

"No se esfuerce señor Everett" dijo el Doctor en un tono suave. "No queremos volverlo a ingresar al quirófano"

"Ste-Stephen" el pecho le dolía, no podía distinguir entre cuál de las siluetas era Stephen "¿Qué-é me pa-paso?"

Pudo distinguir como una de las siluetas se acercó a él, pero no lo suficiente como para distinguir su rostro. Todo se veía borroso y no podía distinguir muy bien. "Tuviste un accidente de auto…" suspiro pesadamente "…es posible que no recuerdes nada de lo que ocurrió, aun estas en shock, pero eventualmente te recuperaras. Ahora solo relájate e intenta dormir, en cuanto mejores la doctora Palmmer te dirá los detalles de tu accidente y evaluaremos tu recuperación. Tuviste mucha suerte."

"Stephen" le costó mucho decir una palabra entera, tosió roncamente, la garganta le dolía y podía distinguir los sollozos de Shuri desde el otro lado de la habitación, pero solo veía siluetas. "¿Estoy ciego?"

"No" interrumpió la voz de la doctora Palmmer "Tu ceguera se debe al shock y tu vista volverá a la normalidad en un par de días. Ahora descansa. No me hagas pedirlo una vez más."

"Stephen" dijo en un susurro apenas audible.

"Los dejaremos solos" dijo la doctora Palmmer acompañando a el otro par de siluetas fuera de la habitación.

"Everett, ya estoy aquí" dijo tocando la mano del brazo derecho, el cual era la única extremidad sin fracturas o cortes.

"De to-todos los do-docto-tores del mu-mundo…" hizo una pausa para tomar aire "…tu-tuve que termi-mina-nar con mi-mi ex" dijo apretando con los dos únicos dedos que le respondieron, la suave mano del doctor.

"Supongo que ese no fue tu día" bromeo tratando de quitar el ambiente repentinamente tenso.

"¿Cu-cuanto ti-tiempo ha pa-pasado?"

"17 años" respondió con un suspiro.

"Me-me refi-fi-fiero al accide-dente"

"Oh, lo siento eso solo que… yo creí que…" suspiro "...un par de días" dijo calmadamente.

"No-no debe-beria esta-tar vivo" dijo en un susurro apenas audible para el mismo, pero sintió como la mano que sostenía la suya le apretó con un poco más de fuerza.

"No digas eso. No dedique 10 horas de mi tiempo en el quirófano para escucharte hablar así. Además… prometiste que me llevarías a cenar la próxima vez que nos viéramos" bromeo recordado las últimas palabras que el rubio le dijo años atrás.

"¿Acepta-tarias ce-cenar conmi-migo en la ca-cafete-teria cuando-do mejo-jore?"

"Everett, no puedo"

"¿Por qué-e no?"

"Porque eres un hombre casado"


LOKI LAUFEYSON

Julio - 1998

Miedo. Nunca se había sentido tan angustiado en toda su vida. El hambre y el sueño no le ayudaban en lo absoluto. No había dormido adecuadamente en varios días, ni se diga el alimentarse como debía. Su padre llevaba hospitalizado ya más de un mes. La bala que recibió en su cabeza no lo había matado, sin embargo, lo había enviado al hospital indefinidamente. El doctor Eugene Strange, le había logrado salvar la vida, pero este había entrado en coma desde entonces.

Loki era hijo único, nunca conoció a su madre, ni siquiera sabía su nombre, solo sabía que fue una de las tantas omegas que murieron durante la segunda rebelión beta. La guerra que causó un gran número de bajas tanto de omegas como de alfas, pero los más afectados fueron los betas. Al ser menos fuertes y poco fértiles en comparación a los demás géneros, las bajas en los betas fueron excesivas.

Cerca del 80% de betas; el 20% de alfas y el 35% de omegas perecieron por todo el mundo. Entre ellos la madre de Loki, una omega como él.

Nadie se había enterado del estado de su padre, fue excesivamente estricto con eso. Había logrado conseguir una identificación falsa. Siendo menor de edad temía que el hospital llamara a servicios infantiles y lo enviaran a un orfanato. El dinero se estaba terminando, afortunadamente su padre confiaba en él lo suficiente como para darle el acceso a sus cuentas bancarias. Pero las cuentas del hospital estaban consumiendo todos los ahorros que tenían.

"Por favor, despierta" dijo tomando la mano de su padre. Esperaba que lo escuchara. No soportaba la idea de perder a el único familiar que le quedaba. Después de emigrar desde Noruega, su padre había roto por completo la comunicación con los pocos familiares que le quedaban. No tenía familia en Nueva York. Su único amigo era Tony Stark, pero nunca lo había llamado, su orgullo le impedía pedir ayuda. Sabía que, si pedía ayuda a Stark, este hablaría con su padre y las cuentas del hospital serian saldadas por completo.

Pero no era lo correcto. Y simplemente no lo haría.

Su padre murió un par de semanas después.

Los únicos que acudieron al funeral fueron unos cuantos amigos de Laufey, en realidad no conocía a nadie fuera de los viejos amigos de su padre, los Odinson. Estos habían pagado por completo el funeral y no aceptaron un no por respuesta del pelinegro.

No hubo una sola lagrima durante el entierro, ya había llorado por semanas. Pero ahora no sabía que debía hacer. Se suponía que regresaría a clases en un par de semanas, cuando el verano terminara. Y aun no tenía idea si había sido aceptado en SHIELD, donde él y su amigo Stark habían solicitado ingresar hace unos meses atrás.

"Loki, es hora de irnos" le dijo Frigga. Ella era la única integrante de la familia Odinson con la cual había interactuado realmente. No la conocía del todo, pero recordaba las noches en las que los Odinson iban de visita a su hogar, Laufey, Thor y Odín veían el partido en el recibidor mientras que el ayudaba a Frigga en la cocina. 'Los omegas deben servir a los alfas, Loki. Es parte de nuestra naturaleza'. Recordaba las palabras de su padre.

"Si, lo siento" Suspiro pesadamente, mirando por última vez la lápida de su padre.

"No te disculpes cariño" dijo extendiendo sus brazos y dándole un fuerte abrazo.

Thor y Odín esperaban pacientes detrás del par de omegas. Odín se sentía realmente mal por la pérdida de su amigo. Sabía que la situación de Loki era difícil, y que lo más probable era que el pelinegro terminaría viviendo con ellos, pero era algo que le inquietaba de sobremanera. Tener a Loki cerca de Thor era peligroso. Su hijo era un alfa, le gustaba salir de fiesta con sus amigos, acostarse con cuantos omegas o betas pudiera y romperles el corazón. Y Loki era un omega joven, lindo y muy vulnerable. Pero no podía dejar desamparado al pelinegro. Le daría a Loki todo lo que necesitara. Por Laufey.

Loki repitió una y otra vez que no era necesario ser "adoptado" por los Odinson. No fue hasta que Odín uso su voz de alfa autoritario que Loki acepto sumisamente. Thor y Odín le ayudaron a mudar sus cosas, el mayor de los Odinson trataba de no dejar solos a los más jóvenes tanto tiempo como podía, pero le era imposible al estar de un lado a otro.

"¿Qué ocurre con tu padre?" le pregunto al rubio en cuanto el padre de este salió del apartamento arrastrando una maleta.

"No lo sé, jamás lo he visto actuar tan extraño".

"Creo que tiene miedo a que me suicide o algo así" le susurro acercándose a él. "No me ha dejado solo ni por un momento".

"Lo sé" dijo mirándolo a los ojos. "Pero no permitiría que eso ocurra".

Los ojos de Loki se humedecieron "Lo se…" observo los ojos azules que lo miraban directamente, era como si hubiera entrado en un trance, esas gemas azules eran hipnotizantes. No supo en qué momento el alfa tomo su mejilla. "…los siento, no" dijo apartándose inmediatamente.

Encontró su carta de aceptación a SHIELD en el correo. Tuvo que reprimir el llanto cuando por un momento quiso buscar a su padre para contarle la buena noticia. Tardaría en acostumbrarse a la ausencia de su padre. Frigga soltó un chillido cuando Loki le comento la noticia, mientras que Odín le dedico una sonrisa torcida.

Y Thor. Ignorando la mirada asesina que Odín le dedico, abrazo a Loki con tanta fuerza que el pelinegro se sentía completamente aprisionado. El mayor de los Odinson había tratado de advertirle que no se tomara muchas libertades con Loki, trato de explicarle que él era un alfa joven y Loki era un Omega muy vulnerable en ese momento, pero este solo le dio la peor respuesta que pudiera haber oído. 'No le quitare los ojos de encima, padre'.

"Ahora iremos al mismo, colegio" dijo el joven alfa al soltar al pelinegro.

"Pero cariño… ¿No crees que todos esos alfas serian un problema?" le dijo Frigga, durante la cena.

"Yo lo protegeré de todos ellos, madre. Loki no tiene de que preocuparse". Dijo sonriente.

"Supongo que podría usar mis supresores. Mi padre hacía que los usara cuando se iba de viaje y me dejaba en casa solo. Decía que era la mejor forma de estar a salvo hasta que un alfa me reclamara".

"Oh cariño…" dijo ligeramente alarmada "los supresores podrían dejarte estéril o podrían alterar el ciclo de tu celo" le tomo las manos entre las suyas. "Cuando termine la cena me darás esas porquerías para deshacerme de ellas. Y usaras la ropa de Thor, así su aroma alejara a cualquier alfa que trate de acercarse a ti" se giró viendo hacia Odín "¿No crees que sea una buena idea, cielo?"

Odín no supo que decir, solo asintió y tomo del brazo a su esposa y la llevo hasta afuera de la casa donde los más jóvenes no los podían oír. "Frigga, cielo. Se que te preocupas por Loki, pero… no has considerado ni por un momento el hecho de que Thor es un alfa. Conquista a chicos como Loki hasta llevarlos a la cama y luego los bota como si fueran basura. Y no permitiré que le haga eso a Loki. Él no se merece eso."

"¿Thor no te recuerda a alguien hace 25 años?"

"¡Yo no era como él!"

"Por supuesto que lo eras. Y si te soy sincera creo que Loki es exactamente lo que nuestro hijo necesita"

"¿Por qué?"

"Porque Loki es inteligente, y puede que sea el único capaz de aplacar a Thor y hacer que se una a un omega"

"Querida, estás diciendo tonterías. Conozco a Thor, y solo le romperá el corazón a Loki"

"Odín" suspiro "Confió en que Loki es ideal para nuestro hijo" dijo tomando la mano de su marido. "¿Recuerdas lo que tus padres dijeron cuando me conocieron?"

El alfa rio recordando exactamente lo que sus padres le dijeron hace muchos años "Dijeron que eras la omega perfecta para mi"

"Y recuerdo que nunca volviste a saltar de cama en cama"

El alfa suspiro resignado "Esta bien. Pero si Thor le rompe el corazón a ese pobre niño, la culpa será tuya"

"Eso no pasara, cielo"

Agosto - 1998

Para cuando el verano termino Loki estaba completamente cubierto con la esencia alfa del rubio. En ocasiones el más alto se escurría a su habitación y se metía a la cama junto a él, abrazándolo por la espalda e inhalando el aroma de su pelo. Al principio le pareció incomodo, de hecho, casi pego un grito cuando sintió el pecho del rubio en su espalda y sus enormes brazos rodeando su cuerpo, pero no pudo evitar sentirse protegido. Tal vez Thor no era tan inteligente como el, pero era atento y cariñoso, había escuchado acerca de su reputación de rompecorazones así que no le iba a permitir ir más lejos de lo que debería. Aunque tenía miedo de que su celo lo traicionara. Frigga le había quitado sus supresores 'Solo arruinaran tu fertilidad' le decía a cada que se los pedía. Sabía que su celo llegaría en unas cuantas semanas y no quería a Thor cerca. Solo lo tomaría y lo botaría una vez que haya conseguido lo que quería, y no estaba listo para eso. No con la muerte de su padre aun fresca en su memoria.

No había hablado con Tony en todo el verano, así que cuando escucho que Thor le decía que habían aceptado a otro omega en SHIELD no dudo en ningún momento que se tratara de su brillante amigo Tony Stark. Su primer día no fue tan desastroso como creyó que seria. Si bien escucho comentarios ofensivos ("Ya cualquiera entra a esta escuela", "Omegas y su estúpida ley de inclusión", "Esto no habría pasado hace 50 años") jamás dejo que su ego se viera herido. Hizo lo que solía hacer cuando sabía que alguien hablaba pestes de él, caminar con la cabeza en alto.

Le daba gracias a Frigga por hacerle usar las prendas de Thor. Si bien, muchas prendas le quedaban enormes, no se quejaba en lo absoluto. Muchos alfas ni siquiera lo volteaban a ver y los betas no podían olerlo, así que estaba a salvo.

Afortunadamente Thor se mantenía alejado de él todo el día debido a que no compartía ninguna asignatura que el rubio y además este tenía entrenamiento después de clases. No quería molestar al rubio mas tiempo, se hartaría de él más rápido de lo que quería.

Iba de camino a la salida cuando encontró a Tony, pero este no estaba solo. Estaba en brazos de un enorme y musculoso rubio. Paso cerca de ellos, pero no parecieron notar su presencia, estaban riendo y parecía que Tony estaba nervioso.

Decidió simplemente ignorar la escena, ya saludaría a Tony mañana. El rubio con el que reía era bastante atractivo y se veía como un alfa decente, de echo era el mismo rubio con el que había visto a Thor un par de veces.

Se disponía a caminar fuera del colegio cuando vio a Thor con su uniforme de deporte, estaba hablando con una porrista castaña, sonrió al verlo, en realidad Thor lucia endemoniadamente sexy con su largo cabello recogido en una coleta, una ajustada playera de algodón y pantalones cortos.

La castaña con la que reía rodeo el cuello del alfa con sus brazos, y lo atrajo en un apasionado beso. El rubio la tomó de la cintura y correspondió el beso.

Camino de regreso al departamento de los Odinson. No volvería a dejar a Thor acercarse a su cama esta noche.


STEVE ROGERS

Finales de Septiembre - 2018

Hipocresía. Si por algo Steve Grant Roges siempre había sido conocido era por su honor y sentido del deber. Toda persona que lo conocía terminada admirándolo y respetándolo. Era el tipo de alfa perfecto, según las revistas. Padre ejemplar y esposo ideal. Todo el mundo pensaba eso, a excepción de sus hijos y esposo. Su matrimonio con Tony Rogers-Stark se había convertido en una dolorosa farsa. Desde hacía ya varios días no había intercambiado una sola palabra con el castaño, y no hablar de sus hijos.

"Deberías hablarle, Steve" le dijo la voz de Sam. "Todo se está cayendo en pedazos, y es muy posible que perdamos, lo necesitamos, Steve".

"No me contestara" le dijo a su asesor de campaña. "Tony ya no me contesta las llamadas, y cuando lo hace solo dice cosas como que está ocupado o una oportuna emergencia con los niños que requiere su presencia. No sé qué hacer, Sam"

"Eres su maldito alfa, Rogers" le dijo como si fuera la solución más obvia del mundo.

"Lo sé, Sam, pero él no es mi esclavo. Es mi esposo" le refuto. Si por algo Steve había aceptado su candidatura como alcalde de Nueva York era precisamente porque creía que tanto alfas como omegas debían tener los mismos derechos y eran igual o más capaces en algunos ámbitos que muchos alfas. Era algo que Tony le había enseñado. El castaño era el perfecto ejemplo de ello. Siendo un omega, Tony había levantado a Stark industries del fango, al cual Howard había sumergido antes de morir.

La mente de Tony, mas fresca y mas ambiciosa le había convertido en el primer omega en liderar una empresa de talla global. Y pensar que Howard le quería heredar su compañía.

"Solo digo que deberías usar el control como alfa que tienes para que coopere un poco, no te estoy pidiendo que lo azotes si se rehúsa. Él nos dará el voto omega, de eso no tengo duda alguna" el morocho lo miro resignado, si había alguien casi tan necio como Tony Stark, ese era su esposo. Una pareja estúpidamente ideal, pensó. "¿Acaso no querías hacer un cambio en la ciudad? Ser el ejemplo de las demás ciudades y países donde ser omega es ser esclavo. Donde el cambio es importante"

"Por supuesto que sí".

"Pues comienza con Tony" suspiro más dramáticamente de lo que quería. "Mira Steve, Tony Rogers-Stark es un icono entre los omegas, es decir, conservo su apellido. ¿Habías sabido de algún omega que haya echo eso alguna vez? No. Debe ser el primero en la historia"

"Necesito que dejes a Tony fuera de esto, Sam" le dijo en un tono autoritario. Si el morocho seguía así, iba a empezar a perder la paciencia.

Sam lo miro con los ojos entrecerrados. Steve le mantuvo la mirada, como si de una batalla por ver quien desviaba la vista primero se tratase. "Muy bien Rogers, pero si Pierce gana, como es casi seguro que lo hará…" se levantó se la silla donde había estado sentado la última media hora y camino hasta la puerta de la oficina de Steve "…todo se va a ir a la mierda" y salió con un portazo.

Steve sabía que lo primero que Alexander Pierce haría al ser electo seria retroceder el tiempo para todos los pobres omegas que vivieran en Nueva York. Pierce era conocido por su desprecio público hacia los omegas. Creía que eran herramientas para aparearse y fornicar. Si no hubiera sido por Pierce y su influencia, las violaciones a omegas en celo habrían sido castigadas por la ley hacía ya mucho tiempo. Era inconcebible para él, que un pobre omega sin unión sea cruelmente violado una y otra vez solo por no tener su celo en el momento correcto. Pierce tenía un historial de 60 demandas fallidas o más, en las que omegas habían sido cruelmente violados por el viejo alfa.

Sabía que Tony no lo ayudaría, pero tal vez había alguien que lo convenciera de que sí. Tomo su teléfono y busco el numero de una de sus personas favoritas.

"Hola, papá. ¿Mal día otra vez?" le dijo la voz del otro lado de la línea.

"No, Peter. De hecho… necesito tu ayuda" le dijo un poco apenado.

"Ohhh" la voz de su hijo sonó ligeramente decepcionada.

"Si, Peter. Lamento hablarte solo para pedirte un favor, pero de no ser urgente…"

"No me habrías llamado" le interrumpió "…Lo sé".

"Se que no hemos hablado mucho últimamente, pero… ¿Serias tan gentil de hablar con tu madre de algo sumamente importante? Necesito tu ayuda" Dios, eso sonaba mejor en su cabeza.

El silencio del otro lado se hizo presente. Se odiaba a sí mismo un poco más a cada segundo que pasaba. "Lo siento. Sea lo que sea, no creo que mami quiera escucharme si se da cuenta que me has enviado en tu lugar, y si te soy sincero…" hizo una pausa, cada segundo se sentía más incómodo que el anterior. "…estoy muy ocupado y tengo un examen mañana."

"Lo entiendo, Peter"

"Deberías pedirle ayuda a Harley"

"No te preocupes Peter. Lo solucionare"

"Si bueno… tengo que irme, tengo que ir a casa de Wade a ayudarle con sus apuntes de cálculo."

"Está bien, Peter. Lamento no poder hablarte únicamente para saludar"

"No te preocupes, no esperaba que lo hicieras de todas formas" Lo último lo dijo en casi un susurro, pero Steve logro oírlo.

"Te amo hijo"

Silencio. No supo si fueron cinco, diez o treinta segundos en los que solo escucho la respiración de su hijo al otro lado de la línea. "Yo también papa" dijo en un susurro antes de colgar rápidamente.

No supo que pensar. Se quedó contemplando la nada por varios minutos, no supo en qué momento siquiera su relación con su esposo e hijos había tocado fondo de esta forma. No quería hablar con Tony directamente porque sabía que terminaría discutiendo con el castaño, y no quería más miradas llenas de indiferencia y odio. Estaba a un par de peleas del divorcio, de eso no tenía duda.

La marca que yacía en el cuello de Tony lo unió de por vida a él. Si bien, el castaño podía solicitar el divorcio, jamás se podría deshacer de la marca que su alfa le había hecho. La unión no desaparecía hasta el día que el omega moría. Eso le tranquilizaba un poco. No quería que Tony lo dejara, sin importar lo egoísta que eso fuese.

Como madre, Tony era perfecto. Cuidaba celosamente de sus tres hijos, de hecho, Steve se sorprendía de lo protector que Tony podía ser con sus bebés. Superaba la autoridad de muchos alfas y eso ya era decir mucho. Sin embargo, como esposo… era completamente diferente. Stark no era un omega convencional, eso le había quedado muy claro hace mucho tiempo. Tony ya no era ese joven y tímido omega que balbuceaba al sentirse intimidado por él. Recordó la vez que le beso por primera vez, antes de que Howard los descubriera y echara a Steve de su mansión tan rápido que no logro articular justificación alguna.

Extrañaba al Tony de hace 20 años. Si pudiera intercambiar a este Tony tan indiferente con él por el de hace 20 años, lo haría sin pensar. Se maldijo a si mismo por no haber aprovechado al máximo todo su tiempo con ese Tony, por no agradecerle a Dios lo mucho que ese omega lo había hecho feliz hace mucho tiempo. Ahora su Tony era el cascaron de lo que solía ser. Y el resentimiento crecía día a día.

Su paciencia había sido puesta a prueba varias veces con el castaño. Steve se la pasaba trabajando arduamente para que la comunidad de omegas que residían en Nueva York tuviese los derechos que solo alfas o betas poseían, pero Tony, su omega, no se lo ponía fácil cuando se trataba de apoyarlo. Ya fuera haciéndolo quedar mal frente a otros alfas, haciéndole sentir que no servía como alfa, retándole frente a sus colegas, desobedeciendo su ordenes, o incluso amenazarlo con hablar con la prensa si se atrevía a ponerle una mano encima la vez que el castaño colmo su paciencia y este le levanto del piso sosteniéndolo de la camisa y azotando su espalda contra la pared.

Tal vez Tony tenía razón. Tal vez el perfecto alfa no servía como alfa después de todo. Ya que hace 50 años, si un omega hubiera hecho una de las acciones que Tony le hacía a él, el pobre omega hubiera sufrido una golpiza hasta conocer su lugar. Pero los tiempos cambiaron, los omegas podían votar ahora, tenían derecho a la educación en casi todo el mundo. Pero en cuanto a violaciones, parecía que el sistema de justicia se había paralizado en el siglo XIX. Básicamente violar a un omega en celo se castigaba con una advertencia. Y Steve Rogers no podía permitir eso.

Se cuestiono nuevamente si el divorcio era una opción que valiera la pena. Si bien la única ventaja seria que tendría todo el tiempo que su campaña le demandaba, en realidad solo sería contraproducente para su candidatura. Sam Wilson, su amigo de hacía años y director de campaña le había dicho que, sin Tony, perdería al menos la mitad del voto omega, que yacía en los omegas unidos que votarían por él, a pesar de las ordenes de sus alfas. Y si bien era muy respetado entre los suyos, muchos alfas veían con malos ojos el que los hijos de Steve tuvieran Rogers-Stark como apellidos y no Rogers únicamente, como se supone que debería de ser. Afortunadamente Sam y Natasha, su publicista, habían vendido todo como una novela de amor, "Rogers-Stark: Una historia de amor", "Rogers-Stark: La familia perfecta". Que mentiras tan grandes.

Su historia de amor termino hace ya varios años y su familia era todo menos perfecta.

Peter respondía con evasivas a cada que quería hablar con él, casi siempre argumentando que debía salir con sus amigos, Wade o Ned, o que tenía exámenes; Harley, su único hijo alfa, parecía hacerse de la vista gorda a cada que veía a sus padres discutir, engañándose a sí mismo que era parte de la rutina y haciendo bromas sarcásticas al respecto, al igual que lo hacia su madre; y Margaret, su única hija, había dejado de hablar desde hacía ya un mes, eso no era normal en una pequeña omega de 6 años.

Estaba siendo un cobarde, tenía que enfrentar a Tony y tratar de arreglar todo de una maldita vez. Tomo su portafolio y salió de su oficina. Respondió con una sonrisa forzada a todos los que le saludaban al pasar.

Dios, como extrañaba ser capitán de policía.

A pesar de que condujo más despacio de lo que usualmente lo hacía, solo tardo veinte minutos en atravesar las transitadas calles de Nueva York hasta llegar a la mansión donde hacía 20 años un furioso Howard Stark lo había echado por la fuerza.

Al entrar encontró un rastro inusual, la mansión entera olía a sexo, y escucho fuertes gemidos en las habitaciones de la planta alta.

Mierda.

Corrió rápidamente, la mansión estaba aparentemente vacía. A excepción de él y las dos personas que tan escandalosamente gemían. Abrió con un portazo la puerta de su antigua habitación, sorprendiéndose al encontrarla completamente vacía. La cama donde Tony dormía solo ahora, estaba perfectamente tendida. Tenía un par de botellas de whiskey vacías encima de la mesita de noche, fuera de eso estaba tal y como él la recordaba.

Su primer pensamiento nublo sus sentidos, así que se concentró en la fuente del sonido y en el olor. Camino con los ojos casi cerrados, agudizando aún más sus otros sentidos. Escucho como los gemidos se hacían más fuertes hasta que su oreja se topó con una puerta de madera. Sin pensarlo giro el pomo y la abrió de un portazo.

Estaba seguro que se había puesto pálido ante la escena, no podía creer lo que sus ojos veían. Simplemente no podía. Quiso vomitar ante la imagen que sabía jamás podría borrar de su memoria. Lo peor de todo era que él tenía la culpa por entrar ahí.

El omega y el alfa frente a él se cubrieron rápidamente con las sabanas, completamente avergonzados. Se miraron entre sí "¡¿Qué demonios significa esto?!". Demando señalando la marca que parecía tener no más de tres días en el cuello del omega.

"Puedo explicarlo, señor Rogers" dijo el alfa alternando la mirada entre Steve y la marca de su omega. "…estaba por aquí…"

"¡No quiero oírte!" le grito el rubio al alfa desnudo. "Tu…" señalo al castaño de al lado "…quiero una explicación" exigió con furia.

"Por favor, no es lo que parece"

"Pues parece que este idiota te marco"

"Si, lo hizo. Pero…"

"Tienes solo 16 años, Peter. Eres muy joven para dejar que el primer alfa que se te atraviese te marque. Si estabas en celo debiste hablar con tu madre, no meter a este imbécil a tu cama"

"De echo señor Rogers…" interrumpió el alfa al lado de Peter "…su celo termino hace como dos días, esto solo es por diversión" dijo antes de recibir un fuerte golpe por parte del castaño. "Peter, eso me dolió, cariño" dijo sobándose la nuca.

"¡¿Cariño?!" repitió Steve aún más furioso "¿Quién carajos eres?"

"Soy Wade Wilson, su yerno", le dijo con una sonrisa. "Sabe, si hubiera llegado un par de minutos más tarde tendría mi nudo dentro de Peter justo ahora. ¿Se imaginan lo incomodo que hubiera sido?" el omega golpeo su frente contra la palma de su mano con fuerza, extremadamente avergonzado.

"Suficiente". Por un momento le recordó a Howard, solo que los papeles se habían invertido y la situación era 1000 veces peor. Tomo a Wade por los cabellos y lo arrastro completamente desnudo por la mansión hasta la salida, ignorando los gritos de Peter desde su habitación, seguramente estaba vistiéndose lo más rápido que podía. Ignoro a Wilson suplicándole que lo soltara. Abrió la puerta principal de la mansión y lanzo al joven alfa a la calle y cerró la puerta tras de sí.

"¿Por qué hiciste eso?" le grito su hijo bajando las escaleras con un pantalón de pijama y una playera de Hello Kitty que apestaba al alfa desnudo.

"Porque lo encontré empotrándote como un maldito animal"

"Es mi novio" trato de pasar al lado de él y abrir la puerta, pero el brazo de su padre lo tomo y lo apretó con fuerza "Suéltame, él está desnudo allá afuera. Déjame darle un poco de ropa al menos" dijo tratando de zafarse de su agarre. "Papá, por favor"

"Ese no en mi problema. Ahora…" toco la marca que sobresalía del cuello de la playera "¿Por qué dejaste que te marcara? ¿Tony lo sabe?"

Los ojos de su hijo se abrieron como platos "No se lo digas, por favor". Bien, eso respondía su última pregunta "Por favor… mami va a matarme"

"Debiste pensar en eso antes de dejarte marcar por ese…"

"Es mi alfa papá" le interrumpió. "…Y lo amo"

Soltó el brazo de Peter con incredulidad. No había forma de que esto estuviera pasando. "¿Cómo que lo amas?" le pregunto incrédulo "Tienes 16, ni siquiera sabía que habías tenido tu primer celo"

"Es porque te la pasas tan metido en tu estúpida campaña que ni siquiera te has tomado el tiempo de ver que ya no soy un niño. Wade y yo hemos salido desde hace más de dos años, mamá sabe que lo amo, pero no tiene idea de que somos novios. Me prohibió salir con el hasta que tuviera mi primer celo ¿Y sabes porque lo hizo?" Steve se quedó pasmado, sin poder decir nada "Porque no quiere que termine como él" escupió venenosamente "Pero Wade no es como tú, el me ama y yo siempre lo voy a am…" fue callado por una bofetada que lo mando al piso.

"Ve a tu cuarto. Cuando tu madre llegue hablaremos contigo. Y será mejor que te olvides de ese chico…"

"Su nombre es Wade" le dijo levantándose del suelo y acariciando su golpeada mejilla.

"Espera… ¿Acaso no es el chico con el que ibas a 'estudiar'?" su hijo asintió sonrojado. "No quiero ni imaginar en que más me has mentido.

Pasaron un par de horas hasta que Tony llego con Harley y Margaret. Él estaba sentado en el sillón de la habitación principal. Esperando en la oscuridad. Tony se quedó quieto al verlo, como si se sorprendiera de ver a su esposo en su propia casa.

"Papi" grito Margaret al verlo, corrió hasta donde estaba y salto a sus brazos "Te extrañe papi"

"Peggy" respondió el rubio. "Mami me dijo que te había comido la lengua un ratón" Tony se quedó con la boca abierta, llevaba un mes llevando a Margaret (o Peggy como le decía Steve) al psicólogo a cada semana sin lograr ningún avance. El rubio le dio una docena de besos a su hija antes de pedirle que fuera a escoger un cuento del librero para que le leyera antes de dormir. Luego observo a su hijo "Harley, necesito un fuerte abrazo" dijo acercándose a él con los brazos extendidos.

"Papá" susurro extendiendo sus brazos y recibiendo el abrazo de su padre. Duro un par de minutos así. Dios, había olvidado lo mucho que le gustaba ser padre. "¿Qué es lo que huele?" preguntó al terminado el abrazo. Comenzó a olfatear por toda la casa "Creo que es Peter, huele como a él".

"Harley, hijo, necesito que dejes a mami y a mi hablar a solas un rato. Iré a ver una película contigo en un rato, te lo prometo". El pequeño asintió "Y no entres a la habitación de tu hermano". Harley asintió confundido y se fue directo a su habitación.

Tony se lo quedo viendo por un tiempo, al igual que él. Como si el primero en desviar la mirada fuera a recibir un ataque. El ambiente se había puesto tenso, no sabía cómo iba a lidiar con todo esto, su matrimonio, Peter, la campaña. Cada vez era más difícil.

"¿De dónde salió ese repentino amor parental, y que haces aquí, la campaña se va a dirigir sola ahora?" pregunto desviando la mirada al fin. Camino hasta la mesita que tenía whiskey y vasos de cristal y se sirvió un poco.

"Tony…"

"¿Acaso ahora tu familia es más importante ahora que la campaña? Seguramente estoy teniendo ese sueño, de nuevo" dijo con un tono de exagerado sarcasmo.

"Tony… por favor es importante…"

"Importante" repitió interrumpiéndole "Últimamente no sé qué es lo más importante para ti. Para mí siempre fue claro" hizo una pausa donde el silencio reino "…la familia era lo más importante".

"La familia es por lo que hago todo esto, Tony. No puede ser que no lo entiendas"

"¿Qué no lo entiendo?" soltó una risa irónica "Entiendo que ahora prefieres pasar el tiempo con esos alfas estúpidos. Los niños te extrañan, Margaret no había hablado desde la última vez te fuiste por una emergencia con la campaña. ¿Sabías que llora hasta dormirse desde entonces? Es una niña de 6 años y llora hasta dormirse. Y Harley… Harley se peleó con un alfa más grande que él y le tiro un diente. El único que no me causa dolor de cabeza es Peter, bueno… hay un chico que parece tenerlo hipnotizado y tengo que estar pendiente cuando tenga su primer celo. Dios sabe lo horrible que fue para mí. Entre los niños y la compañía no tengo tiempo, y no necesito de tus estúpidos reclamos…"

"¡Ya basta!" grito. "Estoy harto de que hables y hables sin darme la oportunidad de explicarte…"

"¿Por qué estás aquí? Es muy temprano" le interrumpió, Steve apretó los puños tratando de relajarse. "Soy todo oídos" dijo sentándose en el sillón frente a su esposo.

"Sali temprano porque necesitaba que me ayudaras con la camp…"

"Por supuesto" suspiro "Necesitabas de mi otra vez. Ya me lo imaginaba, el gran Steve Rogers rebajándose a hablar con el único omega de Nueva York por el que no se preocupa"

"¿Crees enserio en alguna palabra de lo que me dices?"

"Si"

El rubio suspiro pesadamente "Tony… tu eres el único omega para mí".

"No te creo"

"Tony, te amo, A pesar de todo"

El castaño se quedó mirándolo fijamente, pudo ver como esos enormes ojos café se cristalizaban, no entendía el comportamiento de Tony. "Ya no quiero oírte, Rogers"

Suspiro pesadamente "Esta bien. Pero deberías saber que nuestro Peter acaba de ser marcado por un tal Wade, cuando tuvo su primer celo, y lo encontré teniendo sexo con él hace un rato"

Los ojos del castaño se abrieron como platos. No podía creerlo. "¿Y no pudiste empezar por ahí?"

"Bueno tu tampoco me dejaste explicar…"

"Ósea que es mi culpa, ¿No?"

"Si" le dijo firmemente. "…pero también es mía"

"No" dijo el castaño levantándose del sillón "La culpa es del imbécil de Wilson. Voy a cortarle la cabeza" El rubio rio al ver a su omega tan molesto con alguien que no fuera él. "¿Se puede saber que es tan divertido? Acabo de enterarme que mi bebé fue marcado por ese pequeño rufián".

"Es solo que…" suspiro "…por un momento recordé lo que tu padre estuvo a punto de sentir cuando casi nos descubrió teniendo sexo"

Tony no pudo evitar reír "Recuerdo que tu nudo no quería irse. Un par de minutos y nos hubiera encontrado en una muy incómoda posición"

"Qué asco. Eso fue lo que Wade me dijo antes de sacarlo completamente desnudo a la calle"

"¿Qué? ¿En serio hiciste eso?" pregunto incrédulo.

"Si. Debiste estar aquí"

"Tenemos cámara en la puerta principal. ¿Lo olvidaste? Subiré el video a internet"

"¿No crees que tenemos que hablar con Peter primero?"

"Es cierto. Es solo que la idea de que el idiota de Wade haya sido humillado de esa forma me hace estúpidamente feliz" dijo levantándose del sillón y caminando directamente hacia el cuarto de Peter.

"¿Crees que en serio este enamorado de él?" le pregunto caminando detrás de él.

"Tiene 16 años" dijo como si fuera una respuesta lógica.

"Si, pero es la misma edad que teníamos cuando comenzamos a salir"

"No estarás pensando en darle tu bendición. ¿O sí?" dijo deteniéndose a medio pasillo y dando media vuelta para encararlo.

"No. Solo digo que, a su edad, yo también sabía que tu serias el omega con el que me casaría" dijo acercándose lentamente a él y acariciando su mejilla.

"Wade es diferente" respondió alejándose de él, y casi corrió hasta la habitación de Peter.

Entraron sin avisar, encontrando a su hijo bajo las sabanas, sus ojos rojos de tanto llorar, su nariz chorreando y su cabello revuelto. Tony se sintió mal por él, después de todo había estado en la misma posición que Peter cuando tenía su edad, pero había una diferencia enorme entre Steve, educado, responsable, inteligente; y Wade, criminal en potencia, drogadicto, ladrón, alcohólico, maleducado y tan inteligente como un poste.

"Peter…" dijo el castaño en un suspiro. Su hijo lo miro a los ojos y desvió la mirada inmediatamente, enterró la cara en una chaqueta de cuero negra con franjas rojas que emanaba la inconfundible esencia de Wilson. "…sé que crees que amas a Wade, pero él no es una buena influencia para ti. Y justo ahora, esta familia está pasando por cosas muy difíciles…"

"Pero lo amo mamá" le respondió con el llanto escapando involuntariamente. "Y es mi alfa. ¿Acaso no te sentías así con papá?"

Tony lo volteo a ver sin saber que decir. Estaba por hablar cuando un sonido inundo la habitación, interrumpiendo los pensamientos de todos, el rubio tomo su celular por inercia, estaba acostumbrado a ser interrumpido por llamada inoportunas, pero para su sorpresa fue el teléfono de Tony el que había sonado.

Era Loki, había salido de su casa hace no más una hora. Tal vez olvido algo ahí, sea lo que sea podía esperar. Rechazo la llamada. Y se giró hacia Peter "Tu padre era un alfa digno y apropiado. Y yo no tenia una madre que me cuidara como tú. Aunque te apuesto lo que quieras a que ella habría estado más que encantada de…"

Fue interrumpido por su teléfono nuevamente, era Loki, y el no llamaba una segunda vez de no ser una emergencia. Se giro hacia Steve y él le asintió, indicándole que él hablaría con Peter.

No fue hasta que Tony salió de la habitación que Steve comenzó a hablar. "Se cómo te sientes"

"No quiero hablar contigo" le dijo con odio.

"Pues no tienes opción"

"Amo a Wade papá. Nada de lo que digan hará que cambie de opinión. Lo amo"

"Entiendo lo que sientes. Quieres a alguien que pareciera ser todo lo contrario a ti. Pero todo lo que los diferencia es lo que más te encanta de él"

"Lo dices por mamá" No era pregunta.

"Si" suspiro cansadamente "Cuando tu madre y yo comenzamos a salir hubo una vez en la que…"

"¡Steve!" entro interrumpiendo su esposo. "Thor está en el hospital, Loki dice que alguien lo apuñalo. Tenemos que ir con él".

"Mierda"


STEPHEN STRANGE

Agosto - 2000

Culpa. No podía creer lo que había hecho, estaba seguro que ni salvando mil vidas podría deshacerse del coraje que sentía consigo mismo al haber hecho lo que su madre le ordenó. Sabía que ella solo quería lo mejor para él, pero esto era completamente impensable. Decidió deshacerse del problema de otra manera. Justo como su padre le había dicho 'Si no te gusta la opción uno o dos, construye la tres'. Salió de ese lugar tan rápido como pudo. No quería que el arrepentimiento lo dominara y terminara haciendo exactamente lo que su madre quería o peor, lo que sabia era lo correcto.

Corrió hasta el primer teléfono publico que encontró en la calle. Marco el número que conocía de memoria. Ya no tenia caso fingir pretextos, se disculparía y pediría perdón, pero jamás le contaría lo que acababa de hacer. Él no se merece eso.

El teléfono sonó tres veces hasta que esa voz que tanto extrañaba le hablo "Hola"

"Everett, soy Stephen"

"Vaya, creí que ya no me volverías a hablar"

"Lo sé, fui un tonto, Ev. Creí que si te alejaba ibas a olvidarme y seguirías con tu vida… pero fui yo quien no supo seguir así. Lo siento, Ev. Soy un idiota, un idiota" su llanto se hizo evidente y las personas que pasaban cerca de él lo observaban.

"Calma, Steph. No es para tanto, solo me dejaste por seis meses. Honestamente, yo tampoco fui bueno al final…"

"Fuiste maravilloso, yo fui el que lo arruino todo". Le interrumpió.

"¿Quieres hablar en persona? ¿Dónde estás?"

"¿Podemos vernos en nuestro lugar especial?"

"Claro. Voy para allá". Y colgó

Estaba sentado en una banca de Central Park, esperando. Recordó cuando todo comenzó hacía ya dos años, y todas las circunstancias que lo llevaron hasta ese lugar.


Agosto - 1998

"Pero si es mi beta favorito" le dijo a sus espaldas la voz de su amigo de hace un par de años, Thor.

"No te pasare mis apuntes de biología, Odinson" dijo girándose a verle.

"Por favor Strange, el equipo de football está quitándome todo mi tiempo libre"

"Apenas es el segundo día"

"Pero el decano dijo que, si aprobaba el examen, no repetiría la clase de nuevo, necesito tu ayuda, y tú fuiste el mejor en biología el año pasado. No puedo repetir esa clase de nuevo. Mi padre me matara. Vamos, yo lo haría por ti"

"Tú no eres inteligente"

"Pero si lo fuera, lo haría por ti"

"Está bien, pero me debes una" le dijo apuntándole con el dedo. "Te traeré los apuntes mañana"

"Gracias" dijo mientras abrazaba al pelinegro con mucha fuerza. "Oh, lo siento" dijo cuando lo soltó. "¨Por cierto, tengo que presentarte a Loki, vive en mi casa ahora. Es como mi hermano"

"Es el omega de pelo negro, ¿Cierto?"

El rubio pareció sorprendido. "¿Ya lo conociste?"

"Algo así, está en mi clase de cálculo y Biología avanzada. Parece muy tímido"

"Lo sé. Se que tal vez es mucho pedir, pero si pudieras cuidar que nadie se pase de listo con él. Ya sabes no todos los alfas se pueden ahuyentar con unas cuantas prendas" lo último lo dijo en un susurro.

El pelinegro rio "Así que es tu ropa, con razón, luce tan gracioso con esa ropa tan grande para él"

"Yo creo que luce adorable con mi ropa" dijo con un tono de falsa indignación.

"Lo que digas, Odinson. Solo espero que no se contagie de una ETS por usar tus pantalones"

"Eso no es posible… ¿Es imposible? Verdad"

"Tratándose de ti, todo es posible. Recuerdo esa fiesta en la que Darcy y tu…"

"Está bien eso fue un error" le interrumpió. "Solo avísame si alguien se pasa de listo con él. ¿De acuerdo? Strange"

"Lo hare. Por cierto… Tú y Loki…"

"No" interrumpió "Es solo un omega al cual pienso proteger, pero sea lo que sea que estás pensando. No"

"Hey yo no dije nada" dijo con falsa inocencia. "Lo que sea que tú y Loki tienen no es de mi incumbencia"

"Eres peor que Quill." Miro su reloj "Mierda, voy tarde a entrenar, el entrenador me cortara la cabeza si llego tarde. Te veo mañana, Strange" dijo saliendo a toda prisa.

Mierda. Ahora que lo recordaba él también iba tarde a su última clase, así que se dirigió a su clase a toda velocidad. Para su sorpresa Tony estaba ahí también. Así que sin pensarlo dos veces se sentó junto a él.

"Stark, lamento lo de ayer, no debí mencionar a… ya sabes quién" dijo rascándose la nuca.

El castaño lo miro por un momento. "Está bien, supongo que yo sobre reaccioné. Como sea, ¿Conoces a Steve Rogers? Ayer lo invite a mi casa…"

"No pierdes el tiempo, Stark" le interrumpió.

"Es solo un amigo… bueno algo así, éramos amigos antes de que mama muriera, no lo había visto desde entonces y ayer en mi casa…" No sabía cómo decirlo "…mi padre nos descubrió besándonos" dijo un ligeramente apenado.

"Enserio, no pierdes el tiempo Stark"

"Ahora no puedo ni ver a Steve a los ojos, y Happy…" dijo apuntando al beta les observaba desde la esquina más cercana "…tiene que alejar a Steve si lo ve acercarse a mí. ¿Puedes creer eso?"

"No puedo creer que solo necesitaste un día para tener al alfa más popular de la escuela a tus pies, Stark. Enserio no pierdes el tiempo. Ya quisiera verte al final del año" bromeó. Conocía a al menos 20 omegas que regalarían un riñón por ser besados por Steve Rogers. Era el capitán del equipo de football, toda una estrella deportiva, sus calificaciones eran buenas y era el presidente estudiantil.

Después de clases fue al centro comercial con Tony. (y Happy detrás de ellos) El castaño quería comprar un teléfono celular, también quería comprarle uno a Steve para poder hablar con él, pero no podía hacerlo por Happy. Estaba seguro que Hogan le diría a su padre que había comprado dos teléfonos y su padre no era estúpido. Además, aún seguía molesto con su hijo.

Para eso Stephen iba con él. Strange iría a comprar el segundo teléfono y se lo daría a Steve al día siguiente. 'En que estupideces te metes, Stephen' se decía a sí mismo una y otra vez.

Salió de la tienda contemplando el teléfono que entregaría al día siguiente. Era muy grande y pesado. No se imaginaba como sería el cargarlo a todas partes. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató de la presencia del hombre con el que termino en el suelo al chocar con él.

"Lo siento tanto" se disculpó el hombre.

"Fue culpa mía, iba caminando sin ver por dónde iba." Dijo levantándose del suelo.

"Esto es tuyo" le dijo entregándole el teléfono. "Vaya que son pesados estos aparatos, creí que un me había golpeado con un ladrillo. Mi cara amortiguó la caída, no le paso nada" bromeo.

"Estas herido" no era pregunta.

"Estoy bien, solo fue un pequeño golpe" dijo restándole importancia con un ademan.

"Vamos a una heladería, necesitas hielo" dijo decidido.

"Escucha, niño. Estoy bien, solo es un golpe"

"Escucha, necesitas hielo para reducir la inflamación, sino se hinchará."

"Está bien, pero déjame invitarte un helado"

Stephen no se esperaba eso, estaba seguro que se había sonrojado más de lo que querría admitir. Negó con la cabeza "Yo te tire al suelo, ¿No crees que debería ser yo el que te invitará un helado?"

"Está bien, tu invítame un helado. Pero yo te invitare a cenar ¿De acuerdo?"

El pelinegro se sonrojo aun más. Cualquier tipo de relación amorosa que se interpusiera en su camino como médico cirujano era un estorbo que no necesitaba. Había evadido con éxito todos los coqueteos e insinuaciones en el pasado. Sus padres apoyaban completamente su obsesión. Su padre, el Doctor Eugene Strange, le enseñaba los aspectos más básicos de la medicina todos los fines de semana; su madre, por otro lado, era más obsesiva con respecto a su futuro, de hecho, si alguien estaba más obsesionado con convertirse en cirujano que él, esa era su madre. La cual le cortaría la cabeza si le oyera en ese momento. "De acuerdo" le dijo al hombre mayor.

"Por cierto, mi nombre es Everett. No nos conocemos de algún lado…" dijo esperando que el pelinegro le dijera su nombre y estirando su mano.

"Stephen." le contesto estrechando su mano. "Yo también siento que te conozco. ¿Alguna vez has estado en Londres?"

"No. ¿Has estado en Berlín… o Wakanda?"

"No" El alfa le sonrió y le giño un ojo, pero termino haciendo una mueca de dolor. "Debes poner un poco de hielo en tu mejilla" le dijo acercándose y tocando suavemente la mejilla del mas bajo. "Ven, vamos por un poco de hielo".

Caminando en silencio por el centro comercial, Stephen se percató de que el alfa a su lado tenía un par de cicatrices visibles en la nuca, asomándose por el cuello de su camisa, a juzgar por la coloración aun eran recientes, no más de dos meses. No dijo nada, arruinaría el cómodo silencio que había entre los dos, y era probable que el rubio se sintiera incomodo si le preguntaba por las marcas en su espalda. Para cuando llegaron a la heladería se apresuró en conseguir una bolsa con hielos y le ayudo al alfa a colocárselos en la mejilla hasta que se derritieran, evito la mirada del alfa en todo momento, se sentía como una presa ante esos ojos azules que parecía lo querían devorar. Después le entrego el helado que le había prometido a Everett, pero para cuando estaba por pagar, el mayor se le adelanto.

"Deja que yo lo pague, es mi forma de disculparme por mandarte al suelo"

"Descuida, no iba prestando mucha atención de todas formas. Si tu no me mandabas al suelo, en definitiva, lo iba a hacer el siguiente chico lindo que pasara junto a mi"

"Así que invitas a cenar a todos los que te tiran al suelo, ¿Eh?" le bromeo tratando de poner su cara más seria.

"Solo a los que son atractivos" dijo acercándose peligrosamente cerca de él. "Te guiñaría el ojo, pero tengo la cara congelada"

No pudo evitar reír con aquel comentario. Se sentía extrañamente cómodo con Everett, como cuando dos amigos se reunían después de tanto tiempo, exceptuando obviamente los coqueteos por parte del mayor. "Sabes, fue un placer conocerte y dejarte la cara hinchada, pero… tengo que irme. Tengo mucho que estudiar y mis padres me mataran si llego muy tarde". Se apresuro a decir, esos ojos azul oscuro los miraban de una manera que no sabía cómo describir.

"Te llevaré a casa". Esa definitivamente no era una sugerencia. No sabia porque, pero esa forma tan autoritaria con la que Everett le hablo le había agradado más de lo que le habría gustado admitir.

"De acuerdo" asintió y siguió al alfa hasta el estacionamiento, se sonrojo cuando el mayor le abrió la puerta como todo un caballero, y el calor del interior del vehículo no ayudo con el bochorno que sintió al estar solo con aquel hombre. El transcurso del camino fue completamente silencioso, no era incomodo en lo absoluto, de hecho, se sentía extrañamente cómodo al tener al alfa tan cerca, como si una atmosfera de tranquilidad le rodeara.

"Así que… Stephen. ¿Asistes a SHIELD?" dijo después de un rato.

"Si. ¿Cómo lo supiste?"

"Porque salí de ahí. Hace 5 años."

"¿Y que has hecho desde entonces?"

"Estoy por terminar mi entrenamiento como piloto de la fuerza aérea" dijo orgulloso.

"Vaya, eso suena emocionante" sinceramente, la idea de volar por los aires nunca se le había pasado por la cabeza.

"No en realidad. Cuando ingrese a la academia creí que sería excitante y lleno de adrenalina, pero no, casi todo el tiempo estamos estudiando y es tedioso en su mayor parte, excepto cuando tenemos practica"

"Wow"

"¿Qué hay de ti?"

El pelinegro suspiro, con Everett olvido lo mucho que estaba obsesionado con su regla de no relaciones, pero se sentía tan bien estar tan cerca de él, que estaba por romper su regla de oro. "Quiero ser Cirujano… es aquí" señalo al edificio que estaba a unos metros de distancia. El mayor se estaciono junto al edificio sin decir nada. "Así que…"

"Paso por ti el viernes a las 8" Ahí estaba el tono autoritario. Dios, como amaba eso. "Te veré el viernes" se despidió al no oír protesta por parte del pelinegro.

"Está bien" dijo bajándose del carro y esperando hasta que el rubio se fuera, perdiéndose en la esquina del final de la calle.

Subió al ascensor con la mente en blanco. Mierda. Esa cita rompía por completo su regla de oro. No podía cancelarle a Everett porque sabía que se arrepentiría de no volver a ver a ese alfa de nuevo. Pero no quería que absolutamente nada se interpusiera en su futuro. Quería ser el mejor cirujano del país, del mundo si podía, y una relación con un alfa como Everett era simplemente una distracción. No podía decírselo a sus padres, y no por la misma razón exactamente. Su padre lo arrastraría a su cita 'Deberías de ser un adolescente una vez al año por lo menos', le repetía todos los fines de semana; mientras que su madre lo encerraría en su habitación hasta que la idea de salir con un alfa se le esfumara del cerebro 'Podrás tener a quien tu quieras cuando seas un doctor, cielo', le decía su madre desde hacía ya hace varios años cuando vivían en Londres.

Abrió la puerta. No pudo evitar asustarse cuando su madre lo vio, se veía molesta, con la mirada llena de decepción "¿Tomaste tu medicamento?" el pelinegro asintió "¿Quién era él?" le pregunto directamente.

Cerro los ojos completamente vencido. Si había alguien con quien no le gustaba discutir esa era su madre. "No era nadie mamá, solo un tipo al que tire en el centro comercial…"

"Stephen Vincent Strange. No me mientas" lo interrumpió. "Vi como lo veías"

"¿De qué demonios estás hablando?"

"Los vi por la ventana. Parecías una colegiala enamorada. Ni siquiera podías disimular"

"Eso no es cierto. Solo fue alguien a quien conocí en el centro comercial y me trajo a casa. No paso nada más"

Su madre suspiro cansada, como si hubiera tratado de enseñarle a sumar a una cabra por milésima vez, tomo con sus dedos el tronco de su nariz en señal de clara frustración. "Tal vez regresar de Londres fue un error. Tal vez simplemente no estás listo para…"

"Lo estoy" la interrumpió. "Estoy comprometido con mi futuro y lo sabes"

"Eso no es lo que yo vi"

"Tu no sabes lo que viste"

"Entonces no vuelvas a hablar con ese alfa de nuevo, ¿Entendiste?"

"Si"


Agosto - 2000

Si tan solo le hubiera hecho caso a su madre… no estaría en esa posición. Esperando al imbécil de Ross para disculparse y reducir un poco la culpa que sentía. Trato de calmarse, Ev no tardaría en llegar y no quería lucir tan descompuesto como lo hacia justo ahora.

"Stephen" dijo una voz frente al él. Nunca lo escucho llegar, estaba anocheciendo y el número de gente que pasaba por ahí era menor a cada minuto.

"Everett" respondió en un suspiro.

"¿Que pasa? Sonabas muy alterado por teléfono"

Recordó lo que el rubio ignoraba por completo. Lo que había provocado que cometiera el que estaba seguro era el peor error de su vida. Si Everett se enteraba, sin duda lo golpearía hasta matarlo, y lo merecía. Todos y cada uno de los golpes que el alfa le diera no serían suficientes. Sin poder evitarlo se quebró. Llorando aun mas fuerte de lo que lo había hecho hace un rato. "Perdóname" le dijo entre sollozos.


THOR ODINSON

Finales de Septiembre - 2018

Arrepentimiento. No podía creer lo que había hecho. Sabia que esta vez había metido la pata mas profundo que nunca. Había arruinado años de trabajo en su relación con Loki. Sabia que Loki se enteraría de su infidelidad. El lo sabia todo. Y esta vez Loki no lo perdonaría. Había sido completamente claro la ultima vez que le perdono una aventura.

"No va a enterarse, Thor" le dijo la voz de la mujer del otro lado de la cama, quien rodo hasta poner su cabeza sobre su pecho "Nuestros esposos jamás lo sabrán"

"Gamora, estoy seguro que si Loki se entera me pedirá el divorcio y perderé a los niños. Esto no puede volver a pasar. Y si tu esposo se entera, ¿Acaso te has puesto a pensar en que pasara contigo si se entera?" le pregunto nervioso.

"Peter parece un hombre inteligente. No lo es, pero lo parece. Es lo que mi padre quería para mí, no es lo que yo quería. Además… come como un animal" se burló.

"Lo mismo dice Loki de mí. ¿Debería preocuparme?"

"En absoluto" dijo negando con la cabeza. "Esta perdidamente enamorado de ti, Odinson"

"Créelo o no eso no me hace sentir mejor" suspiro "Además, conozco a Peter, tu esposo es más listo de lo que crees"

"Una vez se como un imán para refrigerador en forma de galleta y no se dio cuenta hasta que término" se quejó molesta.

"Aun así… ellos no se merecen esto" dijo sentándose en el borde de la cama y separándose de Gamora.

"Piénsalo de esta forma" dijo acomodándose para abrazarlo por detrás, su pecho contra la espalda desnuda del rubio, dio un beso en su sien y le susurro al oído "…si me contratas y te divorcias de él, tu podrás quedarte con los niños".

"¿Y acaso piensas aceptarme con dos niños de 11 años? ¿Qué hay de Quill?"

"Hey, no me menciones a ese idiota" le dijo mordiendo su oreja. "Te aceptaría con cien hijos bastardos, si eso significa deshacerme de Peter" le mordió el cuello y tomo sus firmes abdominales con sus delgadas manos. El rubio no lo resistió más, se lanzó contra Gamora, besando su cuello, sus labios y haciéndola suya una vez más. Ella era la única aparte de Loki que podía provocarle un incremento en su libido tan rápido y tan efectivo. Que Loki, Arthur y Cate lo perdonaran, no podía controlarse. Y se odiaba por eso.

Despertó en la habitación del hotel completamente solo un par de horas más tarde, se había quedado dormido. Ya era de noche y estaba seguro de que no llegaría a tiempo para cenar con Loki. Demonios, se daría cuenta de lo que paso en ese motel y se iría con los niños. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por su teléfono. Sin pensarlo dos veces contesto, la voz del otro lado de la línea lloraba lo más silenciosamente que podía.

"Stephen, ¿Qué pasa?"

"Thor, él volvió"

Mierda. "¿Y cómo estás?"

"No importa como estoy yo ahora. Importa como esta él" dijo frustradamente "Tuvo un accidente y fui yo quien lo opero" su llanto se oía mas quebrado a cada palabra. "Murió por dos minutos"

"Eso es terrible"

"Pero esa no es la peor parte" dijo con un tono irónico. "Su esposa está en la sala de esperas"

Oh no. Conoció a Everett Ross hace varios años, nunca creyó que fuera un alfa excepcional, era mas bajo que el promedio y no se veía muy fuerte, pero había cambiado a Stephen de una forma tan positiva que no pudo evitar sentirse genuinamente mal por él, tanto por su estado como por lo que el pelinegro que sufría por él.

"Todo va a estar bien, Stephen"

"No, Thor. No lo estará."

"Encontraras a alguien más"

"Thor, tu sabes que no ha habido nadie más desde él"

"Si lo sé, pero ahora está casado. Ya no hay nada más que hacer"

"Me invito a cenar sabes. Fue de lo primero que dijo cuando me reconoció" escucho como el pelinegro soltó una risita en medio de su llanto.

"Stephen…"

"Lo sé, lo sé"

"¿Quieres que te vaya a ver? Podríamos charlar un rato" dijo mientras maniobraba para vestirse y salir lo más rápido que pudiera de ahí.

"En realidad… eso estaría muy bien, gracias"

"Te veo en veinte minutos" dijo antes de colgar, subió a su auto lo más rápido que pudo y se dirigió al hospital en el que su amigo trabajaba. Se estaciono rápidamente y salió del auto. Prácticamente corrió hasta la entrada, pero un fuerte golpe lo mando al suelo. No supo de donde vino, ni quien lo había hecho, su cabeza estaba aturdida, si le hubieran pedido su nombre no habría sabido que responder. Escucho como una voz hablaba con otra, solo podía ver el suelo, su cabeza quería explotar. Se había llevado el golpe de su vida, y estaba seguro que estaba sangrando.

"Salúdame a Ross, pedazo de mierda" escucho como una voz femenina le dijo al oído. Lo siguiente que supo fue que su cara le dolía. Podía sentir como la sangre salía de su cuerpo y en lo que el sintió una eternidad, perdió la conciencia.

"Está vivo. ¿Cómo es posible?"

"No lo sé, pero no le queda mucho"

"No puede ser"

"¿Lo conoces?"

"Es mi amigo. Preparen el quirófano y tráiganme cuatro unidades de sangre tipo A+. ¡De inmediato!"

"Strange, ¿le notificó a alguien?"

"Loki Odinson, su teléfono está en mi oficina"

Loki

Loki

Loki. Perdóname.