Capítulo 1:
Cosas de niños

El despertador comenzó a sonar insistentemente. Scootaloo abrió pesadamente sus ojos, en serio que no se acostumbraba a esta nueva cama, a este nuevo cuarto, a esta nueva vida. Pero tampoco se estaba quejando, desde siempre había pensado que se quedaría en el orfanato hasta los dieciocho; así pues fue una gran sorpresa al ver que un día, al regresar de la escuela, tenía una nueva familia esperando por ella. Y no cualquier familia, sino una súper especial que la apoyaría en lo que fuera, Sootaloo lo sabía desde el fondo de su corazón. Y como prueba del apoyo incondicional de esta nueva familia, estaba el reluciente trofeo en su nueva mesita de noche. Un trofeo en el que se leía:

MEJOR HIJA ADOPTIVA

—¡Scoots! ¡Scootaloo! — Llamó de pronto una voz. Era su nuevo papá, Bow Hothoof.

Scootaloo gruñó y remoloneó un poco en su cama. Entonces Bow cruzó los cascos y sonrió.

—Tal vez le falta un poco de motivación — dijo mientras sacaba su megáfono especial para animar a sus hijas. — Ehem, ¡Vamos cariño! ¡Contamos contigo! ¡Adelante, el día no va a superarse solo! ¡Adelante Scootaloo! ¡Tú puedes querida! ¡Eres una inspiración para todos! ¡Tan sólo pon un casco fuera de la cama, el resto vendrá fácilmente! ¡Adelante!

Scootaloo finalmente tuvo que levantarse mientras se reía alegremente, en serio no entendía cómo era que su hermana (ahora sí, oficialmente) se quejaba tanto de estas demostraciones de afecto y entusiasmo. A ella le encantaba, nunca se cansaría de esto, de veras que no.

—¡Ya desperté, ya desperté! — Dijo Scootaloo estirando sus alas alegremente. — Gracias papá, — se sentía tan bien poder decir esa palabra, — eso era justo lo que necesitaba.

—¡Ese es el espíritu, mi pequeña! ¡Ahora vamos por la comida más importante del día!

Scootaloo entonces siguió a su padre escaleras abajo, en donde su nueva mamá, Windy Whistles, ya les tenía listo un buen plato de avena, leche, jugo, y café y chocolate respectivamente. Bow sonrió y le dio un beso a su esposa, en cuanto a Scootaloo, todavía no se sentía preparada para dar ese paso; así que se contentó con un abrazo corto. Windy sonrió tristemente, comprendía que había que ir un paso a la vez con Scoots pero ya llegaría el tiempo para ello. Pero en fin, se concentró en lo que estaba haciendo: recortando una noticia del periódico, una que por supuesto involucraba a su hija mayor: Rainbow Dash.

—¿Y qué fue lo que hizo Rainbow Dash ahora, mamá? — preguntó Scootaloo alegremente.

—¡Oh, sólo usual querida! — dijo Windy mientras abría su álbum con recortes sobre la súper heroína The Dash y colocaba su nueva adquisición. — Detuvo seis atracos a bancos, y de paso salvó a un grupo de niños que iban a estrellarse en una carreta sin control.

Scootaloo silbó impresionada, vaya, si de por sí antes Rainbow era rápida, ahora que se había convertido en una meta-poni, podía recorrer toda Equestria en dos minutos. Entonces se fijó en otro artículo que le había llamado la atención, con una sonrisa, tomó el periódico.

—¿Puedo ver esta parte del periódico, mamá? — Preguntó Scootaloo tomando el artículo.

Windy asintió suavemente, ya tenía lo que necesitaba. Entonces la pequeña leyó, no eran más que rumores, pero ella sabía mejor que nadie que tenían algo, si no mucho de verdad. Se trababa de una serie de avistamientos de una quinta alicornio en los alrededores del Bosque Everfree. La pequeña torció el gesto, no era la primera vez que se descuidaba así.

Pero al final de qué sirve, pensó Scootaloo. Con Dash, la Flecha, y el Canario por ahí, yo estoy de más. De momento aún no había tenido la oportunidad de usar las habilidades que le dio aquel hechicero, el tal Shazam. Usarlas en una batalla real, al menos. Aunque fuera un ladrón pequeñito, pero al final la velocidad de The Dash siempre ganaba.

—Por cierto querida, hoy se te acompañará a la escuela — dijo Windy.

—¿Eh? ¡Ah, claro! — Dijo Scootaloo con una sonrisa.

Tenía sentido, durante los últimos días había llegado bastante tarde a la escuela. Y antes que alguien piense que fue el cliché de estar practicando con sus poderes, pues se equivoca. Era sólo que el nuevo hogar de Scoots se encontraba mucho más lejos de la escuela que el orfanato, sin mencionar que sus alas, aunque ya eran lo suficiente fuertes para mantener un vuelo sostenido, todavía no podía volar tan rápido.

—¿Entonces, quién me llevará? ¿Mamá, papá? ¿O los dos al mismo tiempo? — Quiso saber Scootaloo.

Entonces se escuchó un zumbido junto a la potrilla, seguido de una silla moviéndose. La pequeña se volvió, sólo para toparse con Rainbow Dash bebiendo jugo de naranja junto a ella.

—Ni uno ni otro, ya sabes que darse prisa es mi especialidad.

Windy le sonrió a su hija mayor.

—Gracias por venir tan pronto Rainbow Dash. ¿Quieres desayunar?

—¡Por favor! — Dijo Dash desapareciendo en un borrón cian rodeado de relámpagos de colores, sólo para reaparecer medio segundo después, llevando un planto y cubiertos. — Ya comí, pero ya saben, metabolismo de velocista.

Todos se rieron y al final Rainbow y Scootaloo salieron luego de un bueno desayuno.

—Este… supongo que gracias por tomarte el tiempo de llevarme a la escuela — dijo Scootaloo luego de unos momentos en silencio.

—Tranquila Scoots, cuando te mueves como yo, el tiempo te sobra — bromeó Rainbow Dash. — Pero quería aprovechar para hablar contigo, ¿cómo te ha ido, ya sabes, ahora que eres parte de la familia?

Scootaloo sólo pudo sonreír. Desde que en la escuela le habían dejado hacer un reporte sobre su heroína, Scootaloo pasó una semana muy divertida con los padres de Rainbow Dash (aunque a Dash no le pareció tan divertido, ya que el entusiasmo excesivo de sus padres le parecía de lo más irritante).
Al final Scootaloo regresó a su vida diaria, en el orfanato. No era tan malo, la señorita Foster era bastante cariñosa y el lugar tenía todo lo que ella necesitaba. Tal vez el único problema sería que la mayoría de las veces se sentía un poco sola. No tenía ni idea que Windy y Bow sentían curiosidad sobre ella y que querían felicitar a sus padres por tener una hija tan animada y lista. Cuál no sería su sorpresa al enterarse donde vivía. Les sorprendió bastante, pero eso los llevó a tomar una decisión. Lo discutieron con Rainbow Dash, y por supuesto que no puso objeción. Ella misma se sorprendió mucho al enterarse de la verdad, pero al final apoyó la moción.

—Ya que somos hermanas honorarias, no veo por qué no verdaderas hermanas. Además, ella encajaría perfectamente en la familia.

Y desde entonces, Scootaloo tuvo un nuevo hogar y una nueva familia a la cual pertenecer, y le encantaba.

Pero aquí y ahora, había un pequeño detalle.

—¡Es cierto! Rainbow Dash, se me hace tarde.

—¿Acaso te olvidas quién soy yo, Scoots?

Rainbow se colocó un par de gogles color azul cielo y subió a la pequeña sobre su lomo.

—¡Vamos!

Scootaloo se sujetó con todas sus fuerzas, mientras que sentía cómo el mundo se desdibujaba a su alrededor, cuando todo volvió a tomar forma, estaban justo frente a la escuela. Mareada, la pequeña saltó del lomo de Dash.

—Por favor no vuelvas a hacer eso… ¡y oye! ¡Mi mochila! ¡La debí extraviar durante el vuelo!

—Ya vengo — se disculpó Dash, desapareciendo en otro borrón azul, sólo para regresar una fracción de segundo después, entregando la mochila perdida a Scootaloo. — Aquí tienes, no llegó a tocar el suelo.

—Te agradezco — dijo Scoots tomando la mochila como pudo y uniéndose a sus compañeros, que miraban maravillados a la velocista.

—¡Hasta pronto! ¡Diviértete Scoots!

Y se fue.
Todos los pequeños soltaron un gemido, ellos querían un autógrafo de la súper heroína The Dash. Pero entonces, un borrón pasó entre ellos, y todos celebraron al ver que tenían un autógrafo nuevo.

—Qué suerte tienes Scootaloo, ser la hermana de una gran heroína — la felicitó Rumble. — ¿Qué se siente tener un paseo en el lomo de, The Dash?

—No se lo deseo ni a mi peor enemigo — dijo Scootaloo mareada.

Todos empezaron a discutir, haciendo comentarios sobre no saber apreciar lo que tiene, sobre cómo ellos darían lo que fuera para tener un viaje así, etc. Pero entonces vino Cheerilee para anunciar que era hora de entrar a clases, así que todos se clamaron y entraron.

Cheerilee, como siempre, empezó la lección de excelente humor, pero de pronto fue interrumpida por el sonido que la irritaba más mientras daba clase: el sonido de un ronquido. Se volvió, tal como lo imaginaba, era Diamond Tiara.

La potrilla dormía a pierna suelta sobre su cuaderno. La maestra se dirigió hacia ella y la sacudió.

—Diamond Tiara, ¡Diamond Tiara! — Llamó la maestra. — ¿Puedes contestar la pregunta que acabo de hacer, por favor?

Diamond Tiara dio un largo bostezo.

—Eh, ¿cuál era?

—Pregunté cuál fue el incidente que redobló la violencia de las ya de por sí temibles Guerras Ponis.

Diamond sacudió la cabeza todavía medio dormida.

—Ahum, si no estoy mal la invasión al Imperio Grifo, seguido de la decapitación del Emperador Velkan, a cascos del que sería el padre de Celestia y Luna, el General Dark Moon.

Cheerilee asintió.

—Al menos la respuesta está bien, pero quiero hablar con tus padres… ¡eh, tu tutora!

Se hizo un silencio incómodo. No era ningún secreto que los padres de Diamond Tiara habían sido asesinados frente a los ojos de la potrilla, cuando salían del teatro en una salida familiar. Después de eso, Diamond entró en una terrible crisis y se ausentó en por varios meses. Pero cuando regresó, ya no era la misma. No jugaba ni se juntaba a almorzar con nadie, ni siquiera con su mejor amiga Silver Spoon. Pero no porque estuviera deprimida ni nada, sino porque estaba demasiado cansada. Durante los recreos, lo que hacía era buscar un rincón y dormir.

—¿Qué tanto haces en la noche, Diamond Tiara? — Preguntó, por enésima vez, la maestra.

No hubo respuesta, Diamond Tiara volvió a dormir. La maestra frunció el ceño, no por enojo sino por preocupación. ¿Qué era lo que estaba pasando con Diamond Tiara, de verdad?

Estación del Canterlot Express, la noche anterior:

—¡Dense prisa, dense prisa! — Gritó uno de los matones, mientras sus secuaces metían las cajas de 'mercancía' en el tren. — No queremos que ya saben quién se aparezca de la nada.

No había necesidad de decir más, habían colocado varias distracciones a lo largo de la ciudad para distraer a la Flecha y el Canario, pero sabían que sólo se habían comprado unos minutos, porque esos dos eran lo peor de lo peor. Al menos para los criminales.

Entonces se escuchó cómo una de las cajas que estaban cargando, cayó, revelando su contenido: cientos de bits en joyas traídas ilegalmente desde las fronteras de Zebrica. Todos se prepararon para lo peor, pero entonces uno de los matones levantó un casco.

—Lo siento, mi error…

El jefe gruñó y sacudió violentamente a su compañero.

—¡Escúchame bien, imbécil! ¡¿TE PARECE A TI QUE ESTO ES UN JUEGO?! NUESTROS MALDITOS TRASEROS ESTÁN EN JUEGO, ¿por qué crees que nos mandaron a hacer el cargo en Canterlot? Los jefes quieren que esos dos se deshagan de nosotros.

Soltó al poni, y le disparó un rayo mágico, para luego patearlo una y otra vez.

—¡Vuelves a asustarme así, y te juro que te mato!

El jefe miró a su alrededor, donde todos observaban en silencio.

—¡¿Qué están mirando?! ¡DE VUELTA AL TRABAJO!

Todos obedecieron de inmediato mientras que el jefe pateó la pared en frustración, cuando escuchó de nuevo una de las cajas cayendo. Se volvió.

—¿Maldita sea? ¡¿Es que no aprenden?

Pero se dio cuenta que todos estaban paralizados del miedo… mirando en su dirección. Tragando saliva, el poni vio hacia abajo, dándose cuenta de la extraña sombra que se erguía tras él. Ahora sí, temblando de cascos a cabeza, el matón se volvió, para toparse con una horrible y extraña visión: una especie de murciélago gigantesco, que como murciélago que era, colgaba cabeza-abajo.

—¿Eh?

El murciélago lo tomó del cuello, y ayudado por un cable retráctil, lo llevó hacia el techo, precisamente a las vigas, en donde se escuchó un golpe seco seguido de un grito ahogado. A los pocos segundos, el jefe de la operación bajó con la ayuda del cable, pero completamente atado, e inconsciente.

Nadie sabía qué decir o hacer… hasta que una especie de cuchillo arrojadizo fue arrojado hacia las luces de la estación, dejándolos a todos en la más absoluta oscuridad, y de paso en un pánico generalizado.

Uno de los ponis, un pegaso relativamente rápido, comenzó a correr hacia la puerta (la única luz que entraba al recinto), pero de inmediato ésta se cerró y antes que se diera cuenta, un poderoso casco estrellaba su cabeza contra el suelo, para luego levantarlo y golpear su cabeza contra la pared repetidas veces. Sus compañeros escucharon la brutal paliza y trataron de escapar por la puerta trasera, pero ésta era difícil de encontrar en la oscuridad, sin contar que estaba cerrada por fuera.

—¡Mierda! ¡Mierda!

—¿Pero qué no eres un unicornio? ¡Usa tu magia, genio!

—Bueno, sí, pero…

Un cuchillo arrojadizo se clavó frente a la puerta.

—¿Saben? — Dijo una voz susurrante, la que hizo que todos se dieran cuenta que este justiciero era una chica— si no hubieran sido tan ruidosos, tal vez hubieran podido escapar. Tal vez.

Todos se volvieron.
Una alta figura se erguía ante ellos, extendiendo sus alas como de murciélago, mientras los miraba fijametne con sus siniestros ojos blancos.

—¡No! ¡Espere, por favor no nos lastime! ¡Somos inocentes! ¡Nuestro jefe quería que la Flecha nos despachara, por eso nos mandó aquí… por eso!

La figura entonces hizo un extraño movimiento mientras sacaba algo de su traje.

—¡No debieron meterse en este negocio desde el principio! ¿No?

—Pero nosotros…

La figura arrojó otro de esos cuchillos arrojadizos contra el pomo de la puerta, haciéndolo saltar de inmediato.

—Yo que ustedes rezaría porque no nos volvamos a encontrar. Doy segundas oportunidades, terceras jamás.

Entonces todos escaparon como pudieron. Sólo quedó el líder que se arrastraba junto con sus compañeros, pero la yegua arrojó otro cuchillo extraño frente a él.

—¡Pero creí que…!

—Tranquilo idiota, sólo quiero que me hagas un favor. Dile a todos quién soy yo.

El poni tragó saliva.

—¡Por supuesto! ¡Por supuesto! ¿Pero quién es usted?

Entonces la sombra se movió con gran rapidez, para quedar frente a frente hacia el poni al cual tomó del cuello. La luz de la luna se coló por una de las ventanas, revelando a poni enmascarada con un traje como de murciélago.

—¡Soy Batmare!

La Flecha entró al almacén, sólo para encontrar mercancía abandonada y desordenada, pero completa. Miró a su alrededor apuntando su arco buscando a los culpables. Pero nada.

—Llegas tarde, Cupido, ya me encargué — dijo una voz susurrante detrás de la Flecha.

Él disparó una de sus homónimas contra la voz, que respondió con otro de esos extraños cuchillos, que la desvió. La Flecha levantó una ceja, y con su magia acercó el cuchillo hacia él. Tenía forma de murciélago.

—¿Por qué un murciélago?

—Porque me dan miedo — dijo de nuevo la susurrante voz.

La Flecha usó su magia para alumbrar lo que había frente a él, pero no había nadie.

—¿Eh? — Preguntó la Flecha.

La figura de Batmare, desde el techo, recuperó su cuchillo personalizado.

—Y todo el bajo mundo compartirá mi miedo.

Entonces una nube de murciélagos inundó el lugar, pero cuando la Flecha los espantó a todos, la yegua ya se había ido.

De vuelta al presente:

Diamond Tiara abrió los ojos, sólo para darse cuenta que estaba en un taxi, junto con su tutora y mucama en jefe, Service Perfection.

—Finalmente se levanta, pequeña señorita — dijo severamente Service. — Y de nuevo me atrevo a mencionar que esta doble vida suya puede ser un riesgo para usted.

—Ya lo sé — dijo Diamond Tiara sin mucho entuisasmo.

—Pero no me hará caso sin importar de lo que diga, ¿no?

—No.

Service suspiró, pero mejor no dijo nada. Le hizo una promesa a sus difuntos patrones, que cuidaría de su hija sin importar qué, y que sin importar las decisiones que tomara, la ayudaría para cumplir sus objetivos. Más aún si se trataba de traerles justicia y honrar su recuerdo.


Y bueno, al principio no iba a hacer una nueva historia siguiendo la línea de tiempo de The Dash, pero luego Indioman200 hizo una secuela 'Flashpoint Equestria' , así que pensé, ¿por qué no intentar? Será corto, basado parcialmente en la película 'Justice League: war' y ciertos detalles del Arrowverse pero sin kriptonianos. Espero que les guste,

Chao; nos leemos!

PD: como nota, la escena en la escuela de Diamond Tiara fue inspirada por el fic de 'Flashpoint Equestria', para que luego no me acusen de plagio. Si pueden pásense por ahí, el fic vale la pena.