Y después de tiempo vuelvo a escribir, una pequeña viñeta en esta nueva colección que espero aumentar. Este es el comienzo de mi "Colección de Viñetas para el foro Proyecto 1-8: escribe a partir de un video musical"

Digimon no me pertenece, tampoco la canción en que me inspire "Me and my broken heart" de Rixton. Disfruten la lectura.


Un sonido irritante llena la habitación, mientras el adormilado chico en su cama ve su celular con fastidio. Lo que leyó lo irrito más que ser despertado: "Querido Dai, nos vemos en el cine. No vengas tarde, sabes qué pasa si me molesto. Te quiere, tu castaña favorita".

Ella nunca será mi castaña favorita, pensó Daisuke. Se levantó con pereza y se alistaba a su estúpida cita con la nueva chica de este mes. Desde cuando había comenzado con este mal hábito de salir con chicas tontas y especialmente castañas. No creo que lo quieras recordar fue un pensamiento que paso por su subconsciente.

Unas horas después fue al cine y apareció la chica con la que salía. ¿Cuál era su nombre?, era la pregunta que pasaba por su mente mientras intentaba recordar a pesar de la voz chillona de su pareja pasajera, aunque ella no lo sabía.

A lo lejos vio a dos figuras conocidas, la suerte no estaba de su lado, Miyako y Hikari se acercaban caminando a donde él estaba. La castaña se dio cuenta como su supuesta pareja miro a la famosa Hikari Yagami, y no iba permitir que le robara la atención de "su chico".

¡Oye mosquita muerta deja de coquetearle a mi novio! gritó la actual pareja de Daisuke en dirección a Hikari y Miyako, que recién se dieron cuenta de su presencia.

El antiguo portador de los emblemas del valor y la amistad se quería morir y desaparecer. Sin embargo, saco valor y le grito a su pseudo-pareja.

—¡No le grites así a mis amigas!

—¡No me digas que hacer!¡Y no la mires con ojos de borrego!¡A mí nunca me miras así!

—¡Es porque no siento nada por ti!¡Solo salía contigo porque me sentía solo! —y así Daisuke reveló sus verdaderos sentimientos y sin poder soportar a la chica.

Y ocurrió, una cachetada y una chica llamándolo idiota, nada del otro mundo. Lo malo es que las espectadoras de este pequeño drama aún no salían del shock, todo paso en tan poco tiempo.

—¿Hola Miyako, Hikari?

—¿Qué fue eso niñato estúpido, es que aún no maduras? —le preguntó y le jaló la mejilla al instante.

—¡Hey, eso duele! —con las justas pudo soltarse del agarre de Miyako mientras sacaba unas entradas—. Ya no usare estos, si quieren quédenselos mi actual ex me obligo a comprarlos, es para una aburrida película romántica —extendió las entradas hacia las chicas, y rápidamente Miyako se las arrebato.

—Daisuke, gracias. Miya, ve adelantándote a comprar los dulces —habló por fin Hikari, mirando a Miyako pidiendo con los ojos que los dejara solos.

—Vale, pero no te demores.

Un silencio incomodo se formó después de la partida de la peli morada. Hikari lo tomo de la mano y se sentaron en una banca lejos de la multitud y donde pudieran hablar tranquilos.

—¿Por qué salías con esa chica si no la amabas?

—No creo que lo quieras saber.

—Eres mi amigo y me preocupas.

—Solo intento olvidarte Hikari —pronunció débilmente, mientras se alejaba queriendo olvidar todo.

Lo que no se dio cuenta es que a Hikari se le escapo una lágrima y llevaba su mano a su pecho inconscientemente. La portadora de la luz no entendía porque esas palabras dolieron tanto, ¿era por el daño que indirectamente le hizo a su amigo o porque él ya no la vería como un interés romántico? Lo único seguro de ese día es que un corazón roto podía ser contagioso.