Advertencias: Mucho drama y sexo sucio y del salvaje. No hay más. Eren le da a Levi todo su amor, se los aseguro.

Resumen: Eren es el alfa de una manada de lobos y Levi un simple humano que un día se accidenta en la montaña y es rescatado por el líder de los lobos más temidos de toda la zona gélida de Trost. /CambiaFormas/Fluff/Sexo salvaje.

Ellos

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Levi había escuchado el aullido a lo lejos. Vaporizado, atenazado por el miedo y completamente abandonado echa a correr en dirección contraria a su camino. Estaba perdido y lo único razonable para él era el sonido de su corazón golpeando las costillas.

No podría continuar así, porque apenas había recorrido un tramo largo de bosque sinople y ya sentía el aire escasera en sus pulmones.

Tenía que salir ileso de la situación o moriría inevitablemente devorado por lobos.

Otro aullido. Esta vez se escucha más cercano, mas atemorizador. Su corazón está a punto de salirse de su garganta. Las piernas le tiemblan, la cabeza le martillea.

Jadea exhausto, con el sudor perlando su frente. Detiene sus pasos frente a un enorme roble, exhala un suspiro. Echa una mirada por encima de su hombro. No hay nadie.

Y de repente…

¡zas! Un golpe seco contra su hombro derecho, chilla de dolor. Intenta defenderse en vano. Un lobo alfa de pelaje obscuro lo acorrala contra el árbol. Levi sabe que ese animal en cuatro patas será su verdugo. Qué manera tan ridícula de morir.

- Por favor – susurra. El lobo lo mira con sus fríos ojos azules y Levi se deja caer de rodillas contra la nieve.

Cierra los ojos esperándose lo peor, preparándose para recibir la garra mortal de aquel lobo.

Pero está no llega. De pronto escucha ladridos y gemidos adoloridos. Abre los ojos con lentitud. Hay otro lobo, mas grande y mucho más alfa peleando contra el lobo que pretendía tenerlo acorralado.

Levi chilla de impresión, decidiendo que lo mejor es echar a correr lejos, ayudado por la distracción que el otro lobo ha creado.

Sin embargo, esta sedienta y el hambre se hace presente. Corre más fuerte, más prolongado, aun así se rinde a la mitad del camino. Cae rendido ante la fría nieve y lo último que sus pupilas registran es a un lobo de pelaje castaño, enorme, de caninos largos y mirada atrevida.