ENSEÑANZAS DEL CORAZÓN
CAPITULO I
LUZ DE LUNA
Han pasado tres años desde que Izana asumió su cargo como rey y Zen como primer príncipe de Clarines, Shiraiyuki ahora era una respetada medico de Clarines, además de que por su titulo de "Amiga de la Corona" por el príncipe de su natal Tanbarun; había alcanzado un nivel de confianza pleno por parte del rey de Clarines, ahora era una mujer muy codiciada entre la nobleza, sin embargo hacía seis meses que Zen había pedido permiso a su hermano de contraer nupcias con la joven peliroja, hecho que fue plenamente por el rey, siendo en un hermoso día de verano que se llevaría a cabo la boda y a la par coronación de Shirayuki como princesa de Clarines.
-Shirayuki ¿estás bien?
-Muero de nervios Kiki, yo, yo tengo miedo de no hacer feliz a Zen
-Shirayuki, Zen es feliz contigo, por eso ha tomado esta decisión
-Pero
-Mira Mitsuhide esta con el y todo ira bien
- ¿Por cierto tú ya le dijiste a Mitsuhide de tu embarazo?
-No, aún no, no me dejaría hacer nada, ni papeleo
-Kiki pronto se notará y
-Te prometo que se lo diré después de tu boda
-Bien, en verdad espero mi padre no se le ocurra ninguna locura
Kiki ayudaba a Shirayuki a terminar de prepararse para sus nupcias, ella y Mitsuhide habían contraído nupcias un año antes, ella ahora se encontraba en cinta, pero aun quería seguir a lado de sus amigos, mientras tanto Zen se encontraba con Mitsuhide, cuando de pronto un Obi incomodo por el traje de gala entra por la ventana
-Maestro
- ¿Qué sucede Obi?
-Hable con el padre de la señorita, esta de acuerdo en entregarla, pero no quiere asistir a la fiesta, dice que aun no acepta que su hija se rinda ante el encanto del príncipe de Clarines
-Mientras la lleve al altar me alegra, Shirayuki no espera mas
-Zen
- ¿Qué pasa Mitsuhide?
- La reina madre lo espera en la sala principal
-Bien, por favor vayan a ver que todo este en orden y que nada se interponga en este día
Zen salió directo a la sala privada de su madre, ella deseaba hablar con él, a sus 21 años su madre lo hacia sentirse un niño, él sabia que ella no se oponía a la boda, pero su amor de madre la hacia hablar con sus hijos sobre sus decisiones una y otra vez, sin denotarlo llego a la sala, su madre quien portaba un hermoso vestido azul rey y estaba ahí para acompañarle.
-Mi pequeño, entra
-Madre, te ves hermosa
-Lo dices por ser mi hijo
-No, lo digo porque es verdad, Madre, ¿a qué me has llamado tan temprano?
-Hijo, se que hoy es tu boda, pero quería externarte mi preocupación por tu hermano
- ¿Esta mal, enfermo?
- No, el ha pospuesto otro año mas su boda con Haki
- Pero ¿Por qué?
- No me dio razón, pero Haki dijo que no puede esperarlo mas y cancelo el compromiso
- ¿Qué?
- Tu hermano acepto sin duda, pero eso me hace mencionarte que tu boda es la que dará calma a la nación, por el momento las miradas hacia el rey se desviaran
-Entiendo, hablare con el y con Shirayuki para que ella este atenta a lo que nos enfrentaremos
-Otra cosa
-Dime madre
-Tu hermano debe ir al reino de Shiruba en tres días, tiene que hacer negociaciones para importaciones y exportaciones, sin embargo, en razón de tu boda han enviado a uno de los príncipes a representar la nación e invitarte a ti y a tu princesa a su castillo para su luna de miel, me gustaría que aceptes, así me sentiría mas tranquila de que tu hermano vaya
- Me parece buena idea madre, las campanas comienzan a sonar, vamos
-Es hora mi pequeño príncipe
La hora había llegado, todo clarines vestía sus mejores galas, sin embargo nadie vestía de blanco, ni rojo, Zen había pedido esto para que solo el y Shirayuki portaran esos colores, el llevaba su impecable traje blanco con una rosa roja en la solapa, su corona que denotaba su rango como príncipe de Clarines y guantes blancos, las campanas resonaron con mas fuerza, el carruaje de la novia había llegado, Kiki entro tomada del brazo de Mitsuhide, Obi llevaba del brazo a una hermosa joven artesana con la cual se había comprometido hacia un mes, y luego comenzó a sonar la música al fondo aparecía su hermosa novia quien portaba un hermoso vestido totalmente balanco de mangas cortas, su cabello largo sujeto por una media coleta y con algunos caireles que se dejaban jugar con el viento, una velo tan delicado que cubría su rostro que se encontraba un poco colorado por su timidez, Zen la miro, no había mujer mas hermosa en el mundo para el que Shirayuki, el padre de esta la llevo hasta el altar donde deposito su mano en la del joven príncipe para ir y tomar asiento
-Te ves muy hermosa
-Lo dices por amor
-Exacto por que no puedo amar a nadie que no seas tú mi princesa
La ceremonia comenzó todo Clarines admiraba tan bella escena, su príncipe estaba completamente enamorado de su novia y ella correspondía ese amor, en tanto se daba la ceremonia la reina madre se acercaba al rey
-Has reconsiderado lo de Haki
-Madre, no es momento, es la boda de Zen
-Hijo el reino quiere saber si su rey les dará seguridad
-No es el momento madre
- ¡Los declaro marido y mujer, majestad puede besar a la novia!
Todos en el lugar rompieron en aplausos, las campanas repicaron dando la noticia al pueblo quienes aplaudían desde las afueras, Zen besaba con amor a su ahora esposa y Shirayuki correspondía tímidamente, al salir de la abadía el Rey los acompaño hasta el puente que permitía saludar a todo el pueblo y ser admirado por los invitados, siendo ahí donde el rey Izana aclaraba su voz
-Pueblo de Clarines, yo el rey Izana Wistaria, felicito de manera amplia a mi hermano menor y príncipe Zen Wistaria por su matrimonio con la hermosa Shirayuki de Wistaria, amiga de la corona de Tanbarun, médico real de Clarines. Acércate Shirayuki de Wistaria
Zen asentó ante la petición de su hermano haciendo que Shirauiki se acercara con confianza, en tanto Izana solicito le acercaran una hermosa tiara de oro con hermosos zafiros coronando así a Shirayuki
-Pueblo de Clarines les presento a Shirayuki de Wistaria, princesa de Clarines, amiga de la corona de Tanbarun, esposa del príncipe Zen Wistaria, larga vida a los príncipes.
Todo el pueblo aplaudía y festejaba tan dichoso día, con la boda del príncipe no había problemas si el rey decidía mantener la soltería y no presentar un linaje para continuar en la corona, el príncipe Zen se había casado y eso era suficiente.
El día de su viaje de bodas llego, partían al reino de Shiruba, si bien ya se había casado con Shirayuki, su noche de bodas se había aplazado por los preparativos del viaje y por que ambos debían dejar listos sus pendientes en Clarines, la reina madre se haría cargo en ausencia de los príncipes y el rey, el mar los llevo hasta las costas de Shiruba donde fueron recibidos por un carruajes y un sequito liderado por un hombre de aproximadamente 35 años, un poco mas alto que Izana, y quien dirigía al sequito.
Pronto llegaron a un camino donde un hombre de unos 38 años los esperaba, este era todo un aristócrata ya que fue quien hablo con los intermediarios que llevaban obsequios y muestras para las negociaciones, una vez que llegaron a la entrada principal del palacio un hombre de unos 40 años esperaba en la entrada, a su lado estaba una pareja de 60 años, Izana camino por delante y seguido de su Zen y Shirayuki camino a la entrada de aquel palacio
-Izana Wistaria, bienvenido, mi nombre es Ryu Asto rey de Shiruba, el país del oro y la plata
-Rey Ryu Asto, es un placer conocerle al fin, yo el rey Izana Wistaria agradezco su atención así como me permito hablar por mi hermano el primer príncipe de Clarines Zen Wistaria y su ahora esposa la primer princesa Shirayuki de Wistaria.
-Permítame presentar a mis honorables padres, los reyes honorarios, mi padre Kai Asto, anterior rey regente hoy rey honorario, mi madre Nanami Asto, reina madre de mi nación.
-Es un gusto majestades.
Los reyes hicieron una reverencia ante las palabras de Izana
-El dirigente del escuadrón que los trajo hasta aquí es mi hermano menor el tercer príncipe de Shiruba Takeshi Asto
-Rey Izana, espero que mi compañía y yo hayamos proporcionado la seguridad pertinente a usted y a los principes Zen y Shirayuki
-Ha sido muy seguro el trayecto príncipe Takeshi
-Así mismo el hombre que se presentó al enlace matrimonial de los príncipes y recibió los embarques es mi hermano el segundo príncipe de Shiruba Kazou Asto
-Majestades espero que hayan disfrutado de los regalos que se presentaron y que su estancia en Shiruba sea agradable
-Agradecemos sus atenciones príncipe Kazou
-Bien majestad el día de hoy y mañana podrán descansar como les plazca en el castillo, las negociaciones comenzaran hasta dentro de dos días, por lo que hace al príncipe Zen y a la princesa Shirayuki un ala del castillo para que disfruten su descanso aquí
Sin mas Zen y Shirayuki fueron llevado a aquel lugar, donde se podía ver un hermoso jardín lleno de rosas y arboles que otorgaban generosa sombra.
-Es hermoso este lugar Zen
-Lo sé, Izana parece estar tranquilo aquí y nosotros tenemos la privacidad suficiente
-Zen, aún es temprano podremos recorrer el jardín
-Claro que si mi amor, iremos a donde tú me digas
-Gracias Zen
-Te amo Shirayuki
-Y yo a ti Zen
-Es un poco raro que Kiki y Mitsuhide no estén con nosotros
-Por el estado de Kiki no puede viajar y el no la quiere dejar sola
-Lo entiendo, pero aun así tantos años juntos que es difícil no extrañar su ausencia
-Obi dijo que revisaría toda el ala que se nos asignó y después iría al bosque a inspeccionar
La noche callo en Shiruba, el rey tomaba en serio el descanso, mando los alimentos a las alcobas de sus invitados, evitando molestos protocolos, Shirayuki se encontraba en su habitación leyendo un poco cuando entro Zen quien había terminado de tomar un baño, este la miro tan concentrada que se sentó junto a ella y coloco su nariz en su cuello aspirando su aroma dulce.
-Jejeje Zen me haces cosquillas
-No lo hice, pero si quieres decir que las hago, con gusto te llenare de cosquillas
-No Zen, no lo hagas o te arrojare la almohada
-Shirayuki date por reír de tantas cosquillas
Shirayuki estaba tirada en el sillón sin poderse defender de la serie de cosquillas que Zen le daba, este buscaba como hacer reír mas a su amada, era un jugueteo perfecto, algo que pocas veces podían hacer en Clarines ya que siempre alguien los seguía, pero esta noche eran solo ellos dos, el jugueteo se detuvo ante las suplicas de Shirayuki y ambos quedaron mirándose de frente
-Shirayuki
-Dime Zen
-Te amo, gracias por casarte conmigo
-Zen yo también te amo, reafirmo que quiero estar contigo todo el tiempo
Así ambos se sumergieron en un dulce beso, un beso que poco a poco se fue profundizando, sin pensarlo Zen bajo hasta el cuello de Shirayuki y lo beso mordiéndolo un poco, robando un ligero gemido de la peliroja, ambos se separaron por un momento, se miraron y con una sonrisa por cómplice Zen tomo en brazos a Shirayuki llevándola a la cama lentamente los besos se volvieron mas intensos, las ropas comenzaron a estorbarles sin darse cuenta la luz de la habitación que los iluminaba solo era la de la luna, Zen admiraba el cuerpo sin telas de su amada esposa, Shirayuki se dejaba llevar por el momento sentía el cuerpo de su esposa encima de ella, lentamente el comenzó a introducirse en su interior, ella sintió como el dolor la recorría
-Perdona, ¿quieres que pare?
-No, solo, déjame acostumbrar
-Tranquila mi amor
Zen miro que unas lágrimas salían de Shirayuki el las beso, y permitía que esta enterrara las uñas en su espalda, lentamente el dolor despareció y el comenzó el ritmo, volvía a Shirayuki en suya completamente suya, su amada, su mujer, su esposa, ella sentía el amor de Zen los besos, se volvían cada más apasionados así como sus cuerpos se volvían uno solo, entre el amor pleno y el éxtasis total ambos llegaron a un clímax perfecto, sumergidos en el placer quedaron abrazados y durmiendo con el cálido amor que perpetuaba en la habitación.
En tanto Izana quería despejar su mente, ya que solo pensaba en lo sucedido en clarines unos días antes de la boda de su hermano.
-FLASH BACK-
-Izana
-Basta Haki
-Izana yo te amo, te he estado esperando por mucho tiempo
-Haki, en verdad me quiero enamorar de ti, pero no lo logro
-Tu hermano se casará en unos días, no es posible que el príncipe se case antes que el rey
-Ellos se aman, Haki yo no te amo, no es justo que me case contigo y te haga compartir una vida sin amor
-Izana, yo esperare lo que sea necesario a que me ames
-El problema Haki es que se que tu no me amas tampoco
- ¿Qué?
-Hace un mes fui a buscarte a la academia para que me auxiliaras con la preparación de la ceremonia Zen, llegue y estabas con tu secretario el cual declaraba su amor a ti y si mal no recuerdo
-Basta, basta Izana
-Dime majestad a partir de hoy, por alguna razón jamás te confié mi corazón de manera plena
- Esto no lo tenía previsto me empezó a enamorar sus atenciones su amor, pero el bienestar del reino esta primero
-No, Zen dará al pueblo lo que yo no puedo, un matrimonio y de este una familia
-Pero
-Basta, diré a todos que he pospuesto la boda de nueva cuenta y tu no puedes soportar ya semejante humillación y será todo, puedes irte, no quiero verte cerca del castillo en un tiempo
-FIN FLSCH BACK-
Izana rondaba por el jardín, era muy cálido y la luz de la luna iluminaba el lugar, el pasto era muy verde y las flores desprendían un dulce aroma, de pronto escucho unos ruidos, su curiosidad lo hizo acercarse llegando a una especie de plataforma donde vio al rey Ryu con ropa de combate al mismo tiempo miraba a los otros dos príncipes en mismas ropas admirando el combate del rey con una joven a la cual de pronto le dio el reflejo de la luz de a luna en el rostro dejando ver su piel blanca como la misma luz que la iluminaba, su cabello negro como la misma noche y lo que más llamo su atención sus ojos violeta los cuales de pronto se cruzaron con los suyos, provocando que la joven se distrajera, recibiendo un golpe por parte del rey
-Esto no te pasaba hace tiempo ¿Qué sucedió?
-Sentí la mirada de alguien, y divisé al joven que se encuentra ahí parado
- ¿Eh? A rey Izana, bienvenido
-Lamento la interrupción
-No se preocupe, estamos entrenando
- Solo caminaba por aquí y pasaba se me hizo curioso su entrenamiento con tan hermosa joven
-Ella, no se preocupe es mi hermana menor, primer ministro de justicia de Shiruba, primer y única princesa de Shiruba, Mitsuki Asto
-Es un placer hermosa princesa
-Gracias, hermano me retiro ten una buena noche
-Ten buena noche pequeña, recuerda que mañana tengo una misión para ti
-Si, con su permiso
Izana se sorprendió que la joven no le tratara con elegancia aristócrata, incluso lo ignoro, el que derretía a las mujeres con sus halagos había sido ignorado
-Es muy joven no lo cree rey
-Joven rey, mi hermana llego cuando yo tenia solo 15 años, fue la ultima sorpresa del reino pero que ilumino con su belleza este reino, después de ella se dieron los nacimientos de mis sobrinas y en camino mis sobrinos hijos de mis hermanos
-Por un momento pese que ella era su hija
-Decidí no casarme, no he encontrado mujer que crea pueda compartir esta vida que llevo
-Es algo que comparto con usted, abusando de su confianza
-Digame
-Llamame Izana
-Muy bien tu llamame Ryu, ¿Qué deseas Izana?
-Crees que la princesa acepte llevarnos a mi y a los principes por un recorrido
-Ya lo había pensado, mañana la enviare a que los acompañe a recorrer el pueblo y los demás jardines
-Gracias
-Solo una cosa Izana, no creas que Mitsuki es como otras princesas, ella casi no se ostenta con ese cargo a menos que sea necesario.
-Mitsuki Asto, eres una mujer interesante
CONTINUARA…