Hola hermosuras, nueva historia. Disfrútenla.


El día esperado por todos los estadounidenses había llegado, el día donde todos celebran su independencia y libertad. Donde se sentían más patriotas que nunca y se veían los colores rojo, azul y blanco brillando en las pupilas y en los rostros de los habitantes, todos absolutamente todos se declaraban libres hasta los extranjeros que no tenían nada que ver con está celebración. ¿Libertad? Todos somos unos malditos esclavos de nosotros mismos, de nuestros pecados y nuestras ridículas acciones pero aun así se atreven a decir que somos libres. Pastelillos con decoraciones del día, gente reunida en las calles, comparsas, risas, música, desfiles y el maldito sonido de todo me hacía perder la paciencia. Si supieran lo tontos que se ven haciendo esa puta mierda.

— Déjalo no le gusta celebrar, es un aguafiestas -Los que me conocen recientemente dicen que soy un pobre resentido social pero nadie me conoce lo suficiente por eso no saben verdaderamente lo que soy y a mí en realidad me importa una real mierda simpatizarle a cualquier persona. ¿Qué no les cabe en su diminuta e ignorante mente que no me gusta el cuatro de julio?

Maldito cuatro de julio, como lo odio, solo esperaba que pasará tan rápido como fuera posible y ya fuera otro maldito día, el tonto cinco de julio. Me aleje, necesitaba estar solo y toda esa mierda se reunía en mi cabeza haciéndome producir un dolor insoportable que me ponía a saltar la maldita vena que quedaba en mi sien a toda velocidad. Nadie me impedía irme ya que sabían que necesitaba estar solo en este catastrófico día, sin embargo desde que salí de mi casa un maldito perro me sigue, es blanco con una mancha café en su ojo izquierdo y en realidad no sé lo que espera, lo trate de ahuyentar y aunque retrocedió un poco camino detrás de mí. Llevó sentado aquí más de cuatro horas y en mis manos tengo las rosas azules, sonreí conteniendo toda la rabia, todo lo que sentía por dentro, con esa maldita sonrisa que ya era una manía para mí esbozar cuando estaba totalmente desesperado y frustrado. Deje las estúpidas rosas que aborrecía en el prado y busque la caja de cigarrillos en mi bolsillo, no era de los que fumaba pero está maldita ansiedad necesitaba contenerla.

Mis ojos se quedaron viendo el horizonte, totalmente perdidos en el cielo, no miraría abajo, no quería ver a todos esos idiotas felices y sentirme como una mierda al mismo tiempo, no podía soportar diferentes emociones chocando dentro de mi cuerpo. No podía sentirme feliz cuando yo no lo era. "El cielo despejado es tan hermoso" Sin querer esa maldita frase llegó a mi mente y tuve que bajar la cabeza, por más que quisiera alejarme del recuerdo que más me hacía daño era inevitable pensar en eso. Pensar en ella.

Entonces hagan grupos de a parejas y me presentan el taller antes de acabar la clase, ¿Se puede dé a tres Profe? ¡No! -Gildarts nuestro profesor de IO pronunció la última frase como si fuera un estúpido estudiante que no entendía que dé a parejas significan dos personas no tres. Por instinto mire a mi estúpido mejor amigo y él me señalo con los ojos que se iba a hacer con Lucy.

¿Qué? -Gesticule sin emitir ningún sondo y él se río implorándole con todo su cuerpo que lo dejara. ¿Quién mierdas era yo para decirle que no me faltoneara y que no me cambiara por la chica por la que botaba la baba desde los diez años? Me las iba a pagar el muy maldito, mire a mi alrededor y ya todos tenía compañero, siempre me hacía con Natsu ¡No tenía a nadie más! Pero no importaba me podía hacer sólo.

Señor Fullbuster ya que está sólo se puede hacer con la señorita Loxar -Una maldición cruzó por mi mente, me tocaría con la rarita y me molestarían por el resto de mi vida. Tímida y rara se acercó a mí, sus pasos eran torpes y se sentó en una butaca a mi lado. Sacó todos sus útiles y dejo el celular encima de la mesa. Sabía que esa sonrisa socarrona que tenía ese estúpido peli rosado era porque me habían emparejado con esa extraña mujer. ¡Maldito seas Gildarts y maldito seas Natsu por abandonarme! Escuché su respiración y sus dedos se movían sin control alguno. ¿Estaba nerviosa?

¿Le parece si usted hace el primero y Juvia el segundo? -¡Hablaba! ¡La rarita hablaba! pero parecía hacerlo al papel, ni siquiera me miraba a los ojos cuando lo hacía. Había un problema con su proposición, yo no le entendía una mierda a Gildarts y por ende era un estúpido en esa materia. Suspire hondamente No sé cómo hacerlo -Se sorprendió y como loca empezó a mover el lápiz que tenía en sus dedos repetidamente, lo golpeaba contra el cuaderno y luego paro de hacerlo.

No importa, lo harán juntos. Gildarts hace ver las cosas complicadas y pretende que se rían de sus chistes malos. -Bueno al menos decía lo que pensaba y me agradó, jamás en la vida imagine a la rarita diciendo cosas malas sobre los profesores, de hecho pensé que cuando era pequeña le habían quitado la voz en una especie de culto satánico.

Marcó el encabezado de la hoja con nuestros nombres, perfecta caligrafía y letra cursiva. Bien, me detuve a mirar su nombre y era algo poco usual pero me agradaba, su nombre era Juvia, como la lluvia que caía cuando el cielo estaba como mi nombre, "gris" sacudí mi cabeza, que pensamiento más estúpido y agradecí al cielo que ella no leyera mis pensamientos.

Lo único que tiene que hacer en estos ejercicios de sensibilidad es identificar qué pasa si se cambia cualquier cosa del problema original, si cambia el punto óptimo con esta modificación que usted hizo. - Me mostró su cuaderno y tenía perfecto orden, cuadros hechos con regla y su letra era azul y negra. Su cuaderno era el más hermoso que hubiera visto jamás. ¿Qué es el punto óptimo? -Sin miedo a parecer un ignorante le pregunte y ella señalo un valor en la esquina de un tablero lleno de números. Esto, el número al que puede llegar con los recursos que tiene. Para hallar ese punto tiene que hacer un tablero de simplex ¿sabe lo que es? -negué con mi cabeza y se acomodó un mechón azul detrás de su oreja mientras se revolvía en la silla, sus mejillas estaban rosadas y su cara estaba en el cuaderno, jamás me miraba directo a los ojos. "Es linda" mi mente me hizo una mala jugada y volví a estampar mis ojos en ese maldito cuaderno.

Juvia le enseñara con el primer ejercicio -escribió en el papel el enunciado del ejercicio. Era algo realmente fácil y me sentía avergonzado por no entender esa estupidez, a ella parecía no importarle que no supiera cosas tan básicas y al terminar de explicar ya había terminado los dos ejercicios del taller. Habían pasado menos de veinte minutos y ya habíamos terminado el taller teniendo en cuenta que la clase era de dos horas. Nunca en la vida había terminado algo académico con semejante tiempo de sobra.

¿Entendió? -Su mirada cruzo la mía por menos de un segundo y yo le asentí. Era una buena maestra. Se asustó al sentir la vibración de su celular, mis ojos inconscientemente viajaron a la pantalla y me di cuenta que eran mensajes de su madre.

Hoy voy a doblar turno ¿Podrías hacer el almuerzo para ti? ¿Me ayudas a hacer la colada y luego planchar? También compra algunas cosas en el súper, te deje la lista en la nevera. -Tomo el celular en sus manos No hay problema mami, cuídate, Juvia te quiere. -Dejo el celular encima de la mesa y no pude evitar pensar en su hogar ¿Cómo sería? ¿Por qué tenía ese comportamiento tan ensimismado? ¿Su madre era mala con ella? Al leer ese mensaje sólo pude deducir que la cogía de muchacha del servicio. Sus dedos comenzaron a moverse sin control de nuevo y pronuncie lo que todo el mundo dice cuando no tiene tema de conversación.

Parece que va a llover -Que comentario tan inteligente el mío.

Si eso parece -Parecía incómoda y yo también lo estaba.

¿Qué horas son? -Desbloqueó su iPhone y vi una portada de Ichigo y Rukia, mierda le gustaba el anime y también Bleach. ¿Cómo podía ser posible? Era mi favorito.

¿Te gusta el anime? -Me miro a los ojos y asintió, en menos de media hora reíamos con tan sólo palabras y parecíamos dos locos hablando de anime, manga y openings.

Allá la parejita ¿Puede hacer silencio? -el profesor nos regañó y Juvia rompió en risa.

Juvia lo siente sensei -Reí con ella.

Seremos buenos amigos -Abrió sus ojos azules a más no poder.

¿Es enserio?

Claro tonta, dame tu número -Nerviosamente me pasó su número y la agregue a whatsapp, fue cuestión de menos de un mes para que se volviera mi mejor amiga, mi confidente, la que compartía casi todas sus cosas conmigo y la que se había ganado la confianza de mi padre y su aprecio.

Su salud mental no era del todo estable, asistía a terapias ya que su madre en pocas palabras la culpaba por la muerte de su padre y su hermano. No le gustaba pasar tiempo con Juvia y por eso aunque el dinero no era una necesidad le gustaba más estar en el hospital como enfermera que con su hija. Nunca había tenido un amigo verdadero y lo encontró en mí, pasábamos demasiado tiempo juntos, hasta qué me dejo sin decirme nada.

Me estaba ahogando con mis recuerdos y trataba de pensar en otra cosa que no fuera ella, que no me la trajera a la mente, necesita un respiro pero sabía mejor que nadie que jamás podría dejar de pensar en ella.

Su manera de hablar era tan diferente, tan de ella y ahora su tierna y dulce voz no está conmigo, ¿Por qué? ¿Por qué no puedo olvidarla? Siento cómo la soledad me persigue a cada segundo, como poco a poco se está volviendo mi mejor compañía y como me tortura todo el tiempo con sus recuerdos, susurrándome lo que vivimos juntos.

Mi puño viajo al suelo y aunque me enterré algunas piedras me dolía más ese maldito apretón en el corazón. — ¿!Cómo te atreviste a dejarme!? -Grité y el eco resonó en mis oídos. La odio por hacerme eso, por no pensar en mi cuando me dejo. No puedo perdonarla por abandonarme después de siempre decirme que estaría allí para mí.

"Sólo necesitas tiempo Gray" mi padre que se cree muy sabio me alienta con sus frases, ya pasaron dos años y ahora entiendo que vivir sin ella será mi castigo y que el tiempo sólo esta envenenando mi alma. Voltee a ver y el maldito perro seguía al lado. ¿Qué no entendía que no tenía comida? ¿Qué quería estar sólo? Respire resignado, el perro no se me acercaba, mantenía su distancia y sabía que me miraba con lástima. Me acosté en el pasto y el cielo ya estaba perdiendo su color, pronto se acabaría ese maldito día y empezarían los juegos artificiales "Juvia ama los fuegos artificiales, son colores tan hermosos ¿Y se ha dado cuenta que también hay fuegos con figuritas? Juvia ama cuando salen corazones". Sus palabras siempre sonarán en mi cabeza, cerré los ojos no era el momento de llorar. Jure que no iba a derramar una sola lágrima más por ella y eso iba a hacer. Por instinto saqué mi celular y como un enfermo mental abrí el buzón de mis mensajes, sabía que jamás me volvería a mandar uno con sus típicas frases hermosas y tiernas pero no lo bloqueé hasta que me di cuenta que sus últimos mensajes me llegaron el cuatro de julio del 2013. "Juvia quiere ver los juegos artificiales contigo, Juvia llega a tu casa. PDT: Te quiere Gray-sama". -Lamento no haber ido con ella, lamentaré toda mi vida lo que le dije, como actúe ese maldito día.

"Responde por favor, dile que no es cierto, que sólo mentías". Sólo mentía pero ¿por qué te fuiste por eso? ¿Por qué no esperaste que te explicara? -Todo fue mi culpa, lo sé y aunque nunca perdonare a Juvia jamás me perdonare a mí. Me odio y me causo repugnancia cuando lo recuerdo, sólo sé que sería mejor que me llevarán al maldito infierno de una vez aunque sé que lo vivo aquí en la tierra.

Me levanté, quería estar en un lugar donde no pudiera ver los famosos fuegos artificiales y recordara como todos los cuatro de julios sonreía al ver las luces en el cielo, como resplandecían en su hermoso rostro blanco y como sus ojos brillaban.

"Juvia no lo entiende, si no puede ser su mujer ¿Por qué le niega su amistad? El mundo ya no tiene color sin usted Gray-sama. Perdón pero Juvia no lo soporta, tiene que irse, que sea muy feliz..." Las últimas palabras de su carta las recuerdo como el padre nuestro. Todo por un maldito error, luego la llamada de Natsu "es Juvia".

Entré en la sala con el mejor traje que tenía, todos voltearon a verme sorprendidos, sabía perfectamente que pensaban que no iría ¿pero como no ir? Su madre sin pensarlo se levantó de la silla y me miro con repulsión, yo lo hice igua, en ese mismo instante le recrimine no haber estado a su lado cuando paso, pero me hecho toda la culpa a mí, yo era la razón por la que decidiera marcharse.

¿Qué haces acá Nano?

¿Me voy tres años y así es como me recibes?

Lo nuestro solo fue una estupidez, tenía catorce años déjame en paz.

Lo sé, no quiero ser tu novia, solo quiero que me des como antes y me marcharé –Pasé saliva, estaba más buena que en esa época y como hombre reaccioné ante tal atracción, decidí que lo mejor era irnos ya que mi padre estaba en el lugar y no quería que me viera follando con la perra de mi exnovia. Sonó el timbre y no había nadie más inoportuno en ese momento solo quería irme a coger.

Hola Gray-sama, Juvia esta lista para ver los fuegos artificiales –Su vestidito blanco con flores azules se le veía genial sus botines cafés mostraban sus piernas blancas y me deje llevar por la estupidez. Llegó mucho tiempo antes.

Hoy no podrá ser Juvia, me voy.

Pero se lo prometió a Juvia. Hoy es cuatro de julio.

Nenita no quiere estar contigo ¿Qué no entiendes? –Abrió sus ojos a más no poder al ver a Nano — ¿Quién es ella? –su voz tembló y ¿Qué le podía decir a mi mejor amiga?

Es una amiga.

Juvia es su única amiga.

Creo que no has entendido tontita, Gray y yo vamos a follar y por lo que veo eso no lo hace contigo–Nano intervino y no dije nada para pararla, para decirle que tenía que respetarla. Juvia no era de las que se follaban era de las que le hacías el amor con locura y yo no podía darle eso, me importaba mucho para usarla.

Gray-sama tiene que respetar su cuerpo no puede hacerlo con la primera a la que vea, Juvia no lo permitirá.

Esta decisión no te corresponde a ti, no te metas.

Juvia no puede permitirlo ¿no entiende lo mucho que le duele?

Juvia nosotros solo somos amigos, entiende y si sales con estas mamadas es mejor que no sigamos siendo amigos.

Gray-sama sabe que es lo único que tiene Juvia, no puede cortarle su amistad así.

Eso es lo que estoy haciendo Juvia, vete a tu casa y no molestes –Solo quería alejarla, ni siquiera pensé muy bien lo que dije, jamás en la vida quería lastimarla pero el deseo animal de tener sexo me hizo dañarla.

Adiós nena –Nano se burló de ella mientras yo desaparecía de su vista con la mujer a la que folle el cuatro de julio del 2013. Apague mi celular para que no molestarla y cuando lo prendí recibí la llamada que nunca espere recibir.

Camine hasta la parada de autobuses más alejada que me evitará apreciar los fuegos artificiales. Me senté en la silla mientras escuchaba la pólvora estallar, esa pólvora que no vi por estar con un pedazo de mierda que no valía la pena, si supiera como la extraño, como me arde el corazón cada vez que pienso en ella, si supiera el remordimiento que siento por actuar de esa manera, como extraño sus hermosas y alocadas conversaciones. Es inútil olvidarla, sin ella nada es igual y el vació crece más y más en mi interior, duele tanto respirar, duele saber que no sé dónde está, que vaga sin rumbo en cualquier lugar y que yo solo me paso el tiempo pensando en ella. Como me duele decir adiós. Como me atormenta saber que mi muñeca de porcelana está durmiendo en un cajón de madera por siempre y que jamás la volveré a ver en la vida, nunca más recibiré un mensaje para ver un anime juntos o para pasearnos por el pueblo como lo que éramos, dos personas que se necesitaban la una a la otra. Que tonto fui al darme cuenta lo que sentía después de verla con los ojos cerrados y saber que jamás los volvería a abrir.

Es Juvia, Gray siéntate.

¿Qué mierdas ocurre? La llame toda la maldita noche y no me contesta.

Meredy la ocupante del tercer piso al subir la vio sentada en el sofá con sangre a su alrededor, no tenía pulso, lo siento.

¿Qué quieres decir con que no tenía pulso? –Mi voz se quebró en ese instante.

Se cortó la vena de la muñeca izquierda, dejo una carta, la policía dice que es para ti.

Noooooo ¡Dime que es una broma! ¡Mierda Juvia no! ¡Juvia no!

Voy para allá Gray.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y el perro a mi lado aulló mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla.

Hoy se supone que iba a ser el mejor día de la vida de Juvia, sería un cuatro de julio. La pasaría muy bien como en los cuatros de julios que habían compartido juntos. Pero Juvia lo vio con ella, no lo quería aceptar, la prefirió a ella y le dijo a Juvia que no quería seguir siendo su amigo. Lo llamó y le mando mensajes pero entonces Juvia entendió que no quería saber más de ella y esto será lo último que reciba de ella.

Juvia quiere que sepa que usted era la única ilusión que le quedaba a ella después de que papá y hermanito murieran, después de que mamá la despreciara por solo querer salir a un parque y que ellos murieran por unas malditas balas perdidas. Todo fue culpa de Juvia y esta tarde lo ve más claro, Juvia no se merece ser feliz y por eso a todos los que ama se van y la dejan. Juvia lo ama tanto que duele, antes de dormir siempre veía su fotografía con la ilusión que algún día fuera de ella pero es muy fácil soñar, es muy fácil creer que usted si estaba con ella cuando en realidad no lo estaba, cuando no era su amigo y la cambio por una mujer. Juvia no soporta verlo con otra y no entiende esta confusión y depresión que está viviendo.

Fue lindo cuando usted le habló en esa clase, cuando se atrevió a hablarle aún siendo la rarita del curso pero hubiera sido mejor que la rechazará desde el primer momento porque era cuestión de tiempo para que Juvia perdiera en este juego, para que le destrozaran el corazón y se rieran de ella. Juvia se siente tan humillada, tan destrozada, ya no tiene fuerzas, no quiere seguir en un mundo sin usted, sin su sonrisa, sin sus ojos grises y su voz hablándole cosas lindas para animarla.

Duelen tanto sus palabras, ¿Por qué no le mintió a Juvia? ¿Por qué no fue con ella y luego acompaño a Juvia a ver los fuegos? Lo esperó porque tenía la ilusión de que vendría pero nada paso, nadie llegó. ¿Por qué ahora ella no puede dejar de llorar? Juvia no lo entiende, si no puede ser su mujer ¿Por qué le niega su amistad? El mundo ya no tiene color sin usted Gray-sama. Perdón pero Juvia no lo soporta, tiene que irse. Qué sea muy feliz y Juvia le quita la carga de encima desapareciendo de su vida.

Adiós.

Y en ese instante me rompí como muchos días antes, como los que vendrían, Juvia ya no estaba y jamás volvería. El silencio es tan cruel, es oscuro y necesito oír su voz, que calme la tormenta en mi interior y esa maldita rabia en el corazón. ¿Porque no pensé en ella? ¿Cómo no supuse que mis palabras serían un puñal para su frágil estado mental? La vida me la arrebato pero soy un asesino y nunca me perdonare haber apagado a mi sol. A mi principio y a mi fin. No tengo miedo de morir, quiero verla y explicarle lo que sucedió pero sé que ella no ira al cielo por mi culpa. Lo siento Juvia. –mis ojos clavados en el piso vieron unas botas frenarse en frente mío. Alcé mi cabeza lentamente y vi unos ojos azules que me miraban sorprendidos.

— ¿Ju-juvia?

— Hola.


Bueno hasta acá capitulo quería hacerlos llorar pero dije no, no soy tan mala. Los quiero y espero sus reviews.