Control
Una mañana soleada y calurosa en donde se escucha el canto de los pájaros más el estruendoso grito femenino que se extiende por toda la nación del fuego, me atrevería a decir que se llego a escuchar en la tribu norte del agua.
Dicha joven, llamada Anne Marie. Acababa de despertar y darse cuenta que se encontraba en donde no se suponía que debía estar…no tenía ni la más remota idea de donde estaba, hasta que la voz chillona apareció para asustarla.
POV Anne?
-¡DESPIERTA AMY! ¡DEPIERTAAAAA!
¿Qué hora es? ¿Quién grita tanto? ¿Ami…amiga?, Wtf esa no es la voz de mi mama, aunque fuera ella no suele ser mujer de palabra si no de acción…sobre todo a la hora de ser mandona.
-Ami, niña despierta, es hora de trabajar. El palacio no se limpia solo niña- la vos seguía refunfuñando, cada vez que decía una palabra se ponía mas y mas histérica.
Seguí con los ojos cerrados, cruzando los dedos de las manos y pies, rezando para que la voz chillona desapareciera o fuera producto de mi imaginación. Dijo -¿Palacio?- sin querer lo dije en voz alta
-Si niña tonta *palacio*- De repente sentí que me jalaban de los pies, me sostuve todo lo que pude, lo único que se me venía a la mente era todas las películas de terror en la que Samara, Chucky o quien sea, jalaban los pies de las estúpidas victimas que nunca hacían caso de lo obvio. No me pude seguir sosteniendo y recorrí a mi última opción; gritar como loca en pleno centro de valencia.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, NO ME MATE. PROMETO PONERLE UN ALTAR, PREDERLES VELITAS Y SI QUIERE JUEGO LA OUIJA PERO SUELTEME- seguí pataleando hasta que sentí que dejaron libres mis pies
-¿Qué te pasa niña loca? Te daré con el altar en la cabeza si no te paras y te vistes ya-
Al fin me digne a abrir los ojos y lo primero que vi fue a la voz chillona, bueno, no voz como tal, es una señora, alta, rellenita y unos ojos, ¡vaya ojos! Dorados, como los ojos de mi amo bonito. La cosa es que no conozco a esta señora y ahora que recuerdo me llamo Amy
-Disculpe señora, pero ¿quién es usted?- pregunte tratando de parecer los más decente posible para que olvidara el episodio anterior, lo de el altar, la ouija y eso, que pena.
La señora chillona, por su mirada pensó que me había vuelto loca, no la culpo.
-Amy, no estoy para juegos. Vístete que tenemos que ir al palacio- la voz chillona, salió de la habitación con un resoplido
Ok, eso fue muy extraño…suponiendo que soy Amy y que cabe la posibilidad de que este soñando, tal vez sea un flashback de una vida pasada, me dejare llevar por la corriente y la curiosidad, espero que esto no sea un caso de "la curiosidad mato al gato". Termine de pararme de la cama, un cuarto pequeño, no había muchas cosas. Me acerque a algo que parecía un gabinete y wuala, anne dijo que se haga la ropa…ropa muy extraña, dure cinco minutos luchando para colocármela.
-Al fiiin, termine con la odisea- Suspire mientras me colocaba las sandalias, estas eran más normales, decidí salir para ver si la voz chillona seguía afuera.
En efecto, estaba afuera esperando por mí para ir al palacio a no sé qué, ya me acorde, limpiar. En mi vida pasada era un cachifa, tal vez por eso soy tan floja, trabaje tanto en la otra vida que nací cansada, tengo otra buena excusa para cada vez que mi madre me mande a fregar, si le digo eso lo más seguro es que mente la madre siendo ella mi mama.
Tenía tanta curiosidad por ver ese palacio y quien era el rey, no le quise preguntar a la voz chillona, la verdad es que me da un poco de miedo, me recuerda a mi mama, así que solo la seguí.
Continuara…
