ENAMORADA DEL ENEMIGO


PREFACIO

"No seas muy amigable con él, Rosie. El abuelo Weasley nunca te perdonaría que te casaras con un sangre pura."

Esas fueron las palabras que me menciono mi padre antes de que entrara al bagon de el tren de Howards y que siempre lleve pendientes en mi como si al recordarlas fuese hacer milagros o simplemente actuara la magia, y jure aquella mañana nublosa que jamas en mi vida me fijaria ni en Scorpius Malfoy ni en ningun sangre pura, pero simplemente no pude, la tentacion me vencio, aquella tentacion que cresia en mi cada ves que veia pasar por mi lado con indiferencia a aquel rubio de ojos azules y mirada misteriosa, me ponia mal que nisiquiera me mirara, siempre año tras año intentando simpatisarle aunque fuese un poquito, pero nada funcionada, nisiquiera que le sonreia como una tonta cada ves que nuestras miradas se encontraran por casualidad y a las que el siempre las contestaba con una mirada como diciendome lo ridicula que podia ser, rebolotearme los ojos o simplemente me ignoraba como las demas veces, pero solo hasta 5 año descubri que todo aquel tiempo no estube nada mas ni nada menos que enamorada del enemigo, no de mi enemigo, del enemigo de mis padres, mis abuelos y de toda mi familia entera.

Hoy en dia el remordimiento me mata, siempre vi a Scorpius como aquel chico ni mio ni de nadie que fuese sangre sucia como yo, muchas veces inconsientemente culpe a mi madre (Hermione Granger) por ser sangre sucia y a mi padre Ron por haberse fijado en ella y si eso no fuese pasado ahora yo no existiria o simplemente si lo haria pero seria sangre limpia, despues no culpaba a nadie que no fuese a mi, por haber nacido, por ser sangre sucia, por haberme fijado en alguien imposible, pero en lo ultimo tube un tremendo error ¿Pero quien se iva a imaginar? que al final de todo de alguna forma siempre le guste a Malfoy o bueno eso fue lo que me vine a enterar despues de todo.

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Me quedo helada cuando mi madre habre la puerta y nos mira extrañada.

-¿Rose?

Y Siento que Scorpius me aprieta la mano, como dandome aliento.