Oportunidades
Sentir como el viento pasa por mi rostro, después de mucho tiempos, más claro 6 años encerrado, sin libertad alguna, usar solo una clase de ropa de un solo color, pero ahora ya no más, soy libre y lo primero que haré, es recuperar lo más importante para mí.
Aún recuerdo donde vive mi rubia favorita, sé que aún sigue ahí, por lo que mi primo me contó, sé que no ha tenido ninguna noticia de mí fue mi decisión, pero no me pueden culpar, como decirle que su familia fue la culpable de todo.
Llegue a mi destino, los nervios aparecieron, tenía que tranquilizarme, tomo aire y toco la puerta, no espero mucho para que ésta sea abierta, y ahí la veo tan hermosa como antes, esos ojos azules como el mar que podían hipnotizar a cualquiera.
-Hipo- susurro mi nombre ante la sorpresa de verme.
-Astrid- mencione su nombre, cuanto tiempo había soñado con volver a verla, de poder volver a besarla, trate de acercarme a ella, pero puso su mano en mi frente deteniéndome.
-¿A qué has venido?-pude notar que había enojo en su pregunta.
-Yo... Quería verte- fui sincero ante mi respuesta.
-Si lo habrías querido de verdad, habrías venido antes y no después de 6 años.
-Astrid, déjame explicarte- ella me miro, con el ceño fruncido, estaba por hablar pero un ruido me desconcentro, y por la puerta apareció una niña aproximadamente d años de edad.
-Mami, Chimuelo me quito mi...-no siguió al verme- ¿quién es él, mami?- preguntó mientras se aferraba a la pierna de Astrid. Yo no tenía palabras, después de 6 años miraba a mi hija, fueron varios años que me perdí su crecimiento.
-Assa entra a la casa- dijo mirando a la niña con ternura, yo no podía dejar de mirarla, era casi una minicopia de Astrid, pero con la diferencia de sus ojos, los tenia esmeralda como los míos, no podía creer que My lady le había puesto el nombre que yo había escogido cuando aún estaba embarazada, y ahora veo que le daba a la perfección ya que mi hija era como una diosa de la belleza.
Flash Back
-Estuve pensando el nombre para nuestro hijo- dije mientras entraba a la casa que compartíamos los dos.
-Hola Cariño, Hola Amor ¿Cómo estuvo tu día?, Bueno ya sabes muchos papeleos mi padre dice que- tocio un poco para engruesar su voz- Hijo ya llego el momento que tomes el control de la empresa, pero papá aún no quiero- dijo esta vez con una voz un poco más aguda mientras movía las manos de un lado a otro.
-Ok entendí el sarcasmo, lo siento Astrid- se acercó a ella y beso su frente- me sentía emocionado con los nombres que…
-Ya, ya- le interrumpió su prometida- dime cuales fueron los nombres que pensaste.
-Bien, si es niño Aaren que es montaña de fuerza, y si es niña
-Brigit que es fuerza- Le interrumpió Astrid
-No me gusta el nombre de Brigit- dijo Hipo mientras se rascaba la nuca- pensaba ponerle Assa, que es diosa de la belleza, ya que estoy seguro que ella se parecerá a ti.
-¿Assa? Pero Brigit suena bonito- se quejó la rubia.
-Assa también, y tiene una similitud con Astrid- le trato de convencer a su prometida, ella lo miraba con duda.
-Veremos en el momento que la tengamos en los brazos.
Fin del Flash
-Pero Chimuelo no me quiere devolver mi pelota- fue la voz de mi hija que me saco del mundo de los recuerdos, sonreí al escuchar el pequeño berrinche, me acerque a ella y me puse a su altura.
-Sabes- dije mientras ella me miraba, me incline para estar a su altura- si le acaricias por la oreja el soltara cosa que tenga- le comente, porque aún recordaba cual era la debilidad de mi mascota.
-¿De verdad?- me pregunto, mientras asentía como respuesta, ella no dijo más sonrió y entro a la casa, mientras que yo me levantaba y miraba a Astrid.
-¿Qué quieres Hipo?- volvió a preguntarme, pero note un poco más de enojo que antes
-Vine a recuperaras.
-No me hagas reír, después de mucho tiempo vienes y me dices eso- cuando termino de decirlo cruzo sus manos.
-Por favor Astrid, déjame decirte lo que paso- trate de explicarle lo que había pasado hace 6 años
-Sé muy bien lo que paso, Hipo- yo trate de replicar, pero con su mirada me dijo que me callara- sé que mi familia te puso una trampa, pero lo que me enoja es que durante estos 6 años, ¡6 años! Hipo, no me llamaste, no me escribiste ni una sola carta, ¡No trataste de hacer nada!- estaba por hablar pero vi que su mirada decía que la dejara hablar- no tienes idea de cómo cada noche lloraba porque no sabía dónde estabas al inicio, y luego por la soledad que tuve al alejarme de mi familia y…- vi que las lágrimas salían por su hermoso rostro, no soporte más y la abrace- no sabes cuanta falta me hiciste Hipo- sentí que puso sus manos pasaban por mis hombros, estaba por hablarle, pero vi a mi hija mirándome.
-¿Hipo? ¿Tú eres mi papá?- me pregunto, yo la mire extrañado, me aleje un poco de Astrid para verla y tener explicaciones sobre como sabía ella de mí.
-Serás un tonto, un cabeza dura, y muchas cosas más, pero merece saber quién es su papá- me explico con una sonrisa, me aleje de Astrid y me acerco a mi hija.
-¿Ya no te iras verdad, papá?- yo negué con la cabeza y la abrase.
-No más-le dije mientras le apegaba a mí- me quedare contigo y con tu mamá, no importa lo que pase.
Astrid se hizo aún lado dándome permiso a pasar, Assa tomo mi mano y me conducía hacia dentro, me encontraba en mi hogar, al lado de las personas que más amaba.
-Lamento mucho haberme perdido tus cumpleaños Assa- ella me miro con una sonrisa.
-No importa papá, ya que ahora estas aquí conmigo- me respondió sin dejar de sonreír, se detuvo para verme- te traeré el álbum de fotos para que veas todos los momentos que pasamos con mamá- no di mi respuesta, puesto que ella ya se había ido.
Astrid me sirvió un café mientras que esperábamos que nuestra hija trajera el álbum de fotos, la vi tan entusiasmada que no pude decirle que no, vi que My Lady, tomaba asiento a mi lado, era mejor que contara mi versión de la historia.
-Después de pedir tu mano a tus padres, el di siguiente ellos aparecieron- tome aire para seguir- dijeron que si no cancelaba la boda harían lo que sea para que me aleje de ti, me negué además que Assa estaba en camino, pero no conté con que tus padres tuvieran tantos amigos en el juzgado, inventaron un robo que no cometí, y bueno ya te imaginaras que sucedió después.
-Averigüe lo que hicieron y cuando les dije en que cárcel te habían metido, no me quisieron decir, y cuando Brutilda descubrió donde era y fue a visitarte tú te negaste a hablar con quien sea.
-Me daba vergüenza que me veas con esa ropa, encerrado, no podía verte a la cara o que lo sepas- vi que Astrid me miraba con ternura, puso su mano sobre la mía para darme fuerza.
-Lo único que me importa es que aún me ames- sonreí ante lo que dijo.
-Eso no debes dudarlo, jamás dejaré de amarte- me acerca para besarla, pero Assa aparecí corriendo.
-¡Papá! ¡Papá!- gritaba mientras corría hacia mí- aquí están mis fotos, y las de mamá, ¿quieres verlas?- yo asentí, la tome en mis brazos, mientras que la ponía encima de mi rodillas.
-Claro que si princesa- le sonreí- no pienso volver a alejarme de ustedes.
Ah pasado tres meses desde que volví con mi familia, y hoy cumplía 6 años mi pequeña, la casa estaba llena de globos, bocaditos, una piñata, un payaso, y algunos juegos para niños, el cual estaba repleto, Assa corría de un lado a otro mientras que jugaba con sus primos, no podía estar más feliz.
-¡Papá!- dijo mientras llegaba corriendo hacia mí- vamos ya, mamá dice que pronto cortaremos el paste- asentí como respuesta, pero antes de ir, escuche el sonido del timbre de la puerta, fui a abrir, y cuando vi quienes eran me sorprendí igual que ellos, los padres de Astrid estaban mirándome sin ninguna expresión.
-¿Usted qué hace aquí?- dijo con enojo la mamá de Astrid- ¿Cómo lo dejaron salir?
-Usted sabe muy bien que no cometí ningún delito- fue mi respuesta.
-No me quedare con las manos cruzadas, yo...
-Tu no harás nada mamá- interrumpió Astrid mientras aparecía por mi atrás- ustedes hicieron ya demasiado, y les deje en claro la última vez que no quería volver a verlos.
-Pero hija, es el cumpleaños de mi nieta, y este hombre no puede impedirnos verla.
-Él no les impide nada soy yo, si quieren ver a Assa bien, pero no puedes venir a nuestra casa a amenazar a mi esposo.
-¿Esposo?- preguntó el papá de Astrid extrañado ante la noticia.
-Sí, nos casamos hace una semana- dijo mientras mostraba el anillo de boda, nuestra boda no fue algo lujoso o extravagante, fue sencilla y simple, solo fueron nuestros amigos más cercanos y mi familia, pero fue mágico porque cumplía mi sueño unirme a la mujer de vida- así que espero que respeten mi decisión y no se metan en mi vida- Ambos estaban enojados, bueno más la mamá de Astrid, ya que por lo que vi su papá estaba deprimido.
-Está bien Astrid, nosotros no nos meteremos más en tu vida- hablo el papá de mi esposa, vi que mi suegra estaba por replicar pero su esposo le miro molesto- danos una oportunidad con nuestra nieta y veras que no cometeremos el mismo error- vi que Astrid no sabía que decir, le tome de la mano, para darle apoyo y hacerle saber que estaba ahí con ella.
-Claro señor, siempre serán bienvenidos- les dije con una sonrisa sincera, me puse a un lado para dejarlos pasar, ambos entraron sin mirar atrás dejándonos solos.
-Eres el hombre más noble que conozco, por eso te amo- dijo Astrid mientras me daba un beso en los labios, yo sonreí ante ello.
-¿Solo por ello?- pregunte aún con la sonrisa, ella negó, y trato de alejarse, pero la retuve tomándola de la mano, la abrace como si mi vida dependiera de ello- no sabes cuánto te amo, y lo difícil que fue mi vida sin tenerte, no pienso volver a perderte- sentí como ella se aferraba a mi espalda, no me importara lo que pasar siempre estaría para ellas para protegerlas y cuidarlas, porque eran mi familia, y no pensaba desaprovechar la segunda oportunidad que me daba la vida.
Bien hace mucho tiempo que no subía historias, pero bueno espero que les guste mi nuevo proyecto, si alguna ya lo leyó en Facebook, pues aquí escribiré un poco más ya que al ser solo imagina, trato de cortarlo, gracias por tomarse su tiempo en leer (^-^)/
Maylu-liya
