UNA PRUEBA INCÓMODA

–Buenas tardes, tengo una cita a las 12 pm con Madame Pomfrey.

–Oh, lo siento no podrá atenderla.

Oh Dios, a que hora vuelve… la espero.

–No, solo vendrá más tarde por sus cosas, Madame McGonagall le ha pedido que regrese al Colegio Hogwarts por lo menos una temporada, pues la necesita y me temo que ya no dará consulta aquí en San Mungo.

–¿Qué? No puede ser – murmuró ella en su desesperación, realmente necesitaba verla, quería alguien de confianza.

Por la tarde llegó Madame Pomfrey a recoger sus cosas para salir con todo lo que necesitaría al volver a Hogwarts y su asistente le dijo lo que había sucedido. Ella pensó que sería importante decírselo a él, según se asistencia la chica se se había mostrado bastante mortificada. Así que se dirigió al recién ingresado curandero de San Mungo, quien a fin de cuentas se quedaría a cargo del Hospital en su ausencia.

–Buenas tardes, ¿puedo pasar?

–Claro Madame Pomfrey, adelante.

–Hijo, mira como tu sabes me regreso a Hogwarts, y no me quiero quedar con ningún pendiente y menos aún con este que te concierne en particular.

–Dígame.

–Tu hermana. Vino a buscarme ayer, se miraba bastante preocupada, quería hacerme una consulta pero yo en ese momento realmente no podía, ella sacó cita para esta tarde pero ya no he podido atenderla, dice mi asistente que se miraba bastante afligida, y me pareció que siendo curandero tú, su hermano, y viviendo en la misma casa, seguramente podrás ayudarla.

–¿Ginny vino a buscarla? Pero, no le dijo qué era lo que sentía ¿o algo?.

–No, no hablamos mucho en aquella ocasión, lo siento hijo, tengo que irme.

–Si está bien, gracias.

Ron se había desconcertado, ¿Ginny enferma? ¿Porque no le había dicho nada? Siempre habían sido muy unidos. Por la noche se fue algo preocupado y decidido a observarla primero. Cuando llegó a su casa Ginny estaba en la cocina preparando algo para cenar.

–Hola, ¿qué haces?- preguntó Ron saludándola con un beso en la mejilla.

–Waffles.

–¿Me haces uno?

Ginny lo miró con una sonrisa suave y le dijo: –¿Sólo uno?

Ron se rió. –Bueno que sean varios.

Mientras cenaban Ron la estuvo observando, su color era normal, bueno era pálido, pero ese era su color natural, aunque anímicamente sí se miraba decaída. No sonreía tanto como antes, y recordó que hacía unos días que ya ni siquiera lo imitaba como acostumbraba cuando quería molestarlo. En ese momento no había nadie en la cocina o cerca de ahí, entonces pensó que podía acercarse a ella y preguntar.

–Ginny, ¿te sientes bien?

–¿Yo? Si, ¿por qué?

–Te veo muy seria, ¿te sientes mal?

–N-no, es que… estoy medio cansada y… no he dormido bien y eso… – para Ron que conocía muy bien a su hermana fue evidente que ella estaba ocultando algo.

–Ginny - dijo acercándose a ella y hablándole más bajo –puedes confiar en mi, lo sabes ¿verdad?

Eeeh, si claro.

–¿Qué necesitas de Madame Pomfrey? Me dijo que fuiste a buscarla, y me dijo también que te mirabas preocupada.

Ginny no pudo evitar voltear y abrir los ojos con sorpresa, ¿cómo no lo pensó antes? ¡claro! Trabajando en el mismo hospital…

–Eeeh… pues… yo…

–Ginny, no te estoy viendo bien, me estas preocupando en serio. Sabes qué, ve mañana al hospital, te voy a checar- Ginny iba a decir algo pero Ron la interrumpió. –¡Ya dije!

Cuando Ginny se levantó al día siguiente Ron ya se había ido al hospital. Ella no estaba segura de ir, le daba pena, incluso algo de miedo, no sabía qué podía pensar Ron o cómo reaccionaría, él siempre había sido un poco delicado con esas cosas, pero no sabía cuando volvería Madame Pomfrey y buscar a otro curandero…

–Señorita Weasley, pase. Su hermano ya la espera, me advirtió de su visita.

"Bien" pensó Ginny "aquí voy". Ron con una sonrisa, y con el desparpajo como si estuvieran en us casa, parecía de buen humor. Se miraba muy profesional con su bata blanca.

–A ver Ginny, me dices o de plano te doy veritaserum. - dijo Ron tratando de parecer bromista sacándole a ella una leve sonrisa –¿Por qué no me lo quieres decir?

–Es que… oh Ron… no sé… - Ron la miraba atentamente, ella sintió el rubor subir por su cara –Errr, pues es algo… íntimo.

–¿Íntimo? - repitió Ron tratando de pensar a qué se podía referir su hermana, mientras no dejaba de observarla.

–Sí.

–Ginny, ¿te has acostado con Harry?

Ginny se sintió avergonzada, Ron no tenía porque enterarse de sus cosas privadas, ya en otras ocasiones había defendido su privacidad, pero ahora era estrictamente necesario hablar y no pudo evitar sentir vergüenza.

–Si.

Ron sintió un piquete en el estómago, Ginny llevaba apenas un año fuera de Hogwarts, hacía un mes que había cumplido apenas 18. Se sintió sinceramente enojado con Harry, no sólo se acostaba con su hermana, sino que además a ella algo de eso le estaba haciendo daño. Tratando de controlarse y olvidar que con quien hablaba era su hermana preguntó:

–¿Desde hace cuánto?

–Poco.

–¿Cuánto? - dijo con autoridad.

–Como una semana.

Se sintió ligeramente aliviado, por un momento pensó que podría ser más. –¿Y lo han hecho mucho?

–¿Es necesario que me preguntes todo eso? -- preguntó la chica entre resentida y avergonzada.

–¡Sí!

–Bien, unas 5 veces.

–¿Cuál es el problema?

Ahí venía la parte difícil, Ginny sabía que Ron estaba esforzándose por ser comprensivo con ella pero era evidente que no le había caído nada bien la noticia, y tener que darle detalles… Ginny se sonrojó de nuevo y se mantuvo ruborizada por un rato.

Errr, bien pues… me duele mucho y… también sangro bastante

–¿Todas las veces?

–Si.

–¿Las 5 veces has sangrado?

–Si.

–¿Cuánto es bastante?

–Pues, me dura hasta el día siguiente.

–¿Hasta el día siguiente?? ¿Sin estar en tu periodo?

–Si. - La reacción de Ron le había confirmado que eso no era buena señal, aunque eso ella ya lo sabía.

Ron se puso de pie y dio unos pasos dentro de su consultorio dándole la espalda a Ginny, ¡Cielos! ¡¿Por qué se le presentaba una situación tan difícil en su primer año de trabajo?!

–Te voy a tener que revisar Ginny - dijo dándose la vuelta hacia ella pero intentó desviar la mirada; ella tragó saliva, lo imaginaba. ¡Por eso quería que fuera Madame Pomfrey!

Ron se dio cuenta de que el rubor permanente que ella había mantenido se había perdido, la situación también era muy incómoda para ambos, aunque ella de alguna manera ya lo sabía y estaba un poco más preparada psicológicamente que él.

–Ten, te pones esta bata. - Ginny la tomó y se dirigió al biombo, pero antes de llegar allí él le dijo – ¿Quieres que venga mi asistente?

–Claro que no ¿Para qué? - No era necesario, además ¿ventilar sus intimidades con más personas? ¡No, gracias!

Ginny salió con la bata puesta, estaba muy nerviosa. En realidad la situación le era sumamente incómoda y era evidente que Ron estaba haciendo acopio de toda su madurez profesional y personal a sus escasos 19. Definitivamente auscultar las partes íntimas de su hermana no era algo que le hubieran enseñado a uno en ninguna escuela.

–OK, súbete ahí.

Ginny se sentó, temblaba de vergüenza, pero lo mejor sería relajarse y poner toda su confianza en él, después de todo no podía estar en mejores manos. Mientras ella se sentaba Ron se ponía un par de guates de látex en las manos y tenía en su cara una expresión tan seria que ella no recordaba haberle visto nunca. Ella empezó a respirar profundo y a decirse que si se tranquilizaba le ayudaba a él y todo acabaría más rápido.

–Recuéstate.

Ron hablaba de una forma serena, afectuosa; ella sintió confianza. Se recostó y luego acomodó sus piernas en los pedestales. Después sintió que él abrió la bata, y vio cuando tomo un objeto para revisarla. Empezó a hacerlo despacio, con cuidado; pero el contacto le provocaba dolor, incluso no pudo evitar quejarse. La auscultación duró algunos minutos.

–Siéntate. - dijo Ron dándole una mano y bajándole la bata. Después se volteó de espaldas a ella. Dio un suspiro profundo mientras desde atrás Ginny vio que sus orejas empezaban a coger un tono rojo bermellón. Estaba enojado, o más que eso.

–¿Qué pasa?

-Estas lastimada… ¡el imbécil de Harry no sabe hacértelo!

Ginny no supo que decir. Harry también acababa de perder la virginidad, tal vez él no supiera que la lastimaba. Era cierto que Harry era algo torpe, pero ¿qué podía hacer? Ella trató de decir algo pero no supo qué decir.

–¿Le has dicho que te lastima? – preguntó Ron volteando a verla de nuevo mientras hacia un esfuerzo sobrehumano por controlarse.

–Pues… bueno, no…

–¿POR QUÉ?

–Es que yo no sé Ron, yo pensaba que siempre dolía.

–Ginny, estas bastante lastimada. Tienes un desgarro.

–¿Un desgarro?

–Si. Dime la verdad ¿Te ha forzado?

–¡No, no!

–¡Pues entonces es un imbécil! - Dijo Ron pasándose las manos por el cabello, no daba crédito. Su mejor amigo, ¡SU MEJOR AMIGO! No sabía hacerle el amor a su hermana.

–Bueno, es que él tampoco sabe… es normal que sea un poco torpe, ¿no?

Ron volteó a verla con la mirada llena de incredulidad y rabia.

–Vístete.

Ginny se vistió y cuando se sentó en la silla frente a él, ya parecía un poco más calmado y escribía sobre unas hojas.

–Toma, te vas a poner esta pomada, dos veces al día, y nada de sexo en 2 semanas, ¿me entendiste? ¡Nada!

–No le dirás a mamá, ¿verdad?

–No.

–Ni a Harry.

Ron volteó a verla molesto.

–¡¡NO!! a Harry se lo vas a decir tú. ¡Y de paso le dices que sea menos animal!

Unos minutos después se levantaron para despedirse y cuando Ginny se iba sintió un enorme deseo de abrazarlo, realmente se había portado muy bien. Él también la abrazó y le dio un beso en la frente. Ron era el mejor curandero del mundo y el más profesional; y su hermano… su confianza en él era absoluta, ahora no volvería a sentirse avergonzada o temerosa de acercarse a él como curandero o como hermano.


N/A: Vaya prueba que han tenido este par… lo siento por Harry porque tal vez no le vaya bien xDD. Es honesto pero tal vez le agregue una segunda parte.