CAPITULO I
Ahí estaba, sentada a la espera de que anunciaran que debía abordar su vuelo con destino Australia. Debería estar emocionada la guerra había quedado atrás y por fin podría ir en busca de sus padres, pero los eventos pasados, aún se rememoraban en su cabeza. El sentimiento de júbilo por haber ganado y derrotado a Lord Voldemort, era aplacado por todas las caídas que habían sufrido los de su bando, todos aquellos que habían dado su vida por salvar a la comunidad mágica, pero no solo eso la tenía en ese estado, no, había otra razón, una que estaba dispuesta a olvidar.
Se había despedido de sus amigos, Harry y Ron, que habían insistido en acompañarla al aeropuerto, Ron no entendía porque no se aparecía o usaba un trasladador, pero ella le había recalcado que extrañaba hacer las cosas a lo muggle, además necesitaba pensar desconectarse un rato, olvidarse del mundo mágico por un tiempo.
Harry la había abrazado al despedirse, era un abraso en el que transmitía todo su apoyo a ella, no habían hablado de los acontecimientos suscitados en los últimos días, que involucraban a cierto rubio platinado, pero sus miradas cruzaron sellando un acuerdo tácito, una charla pendiente y muchas cosas que Harry quería que le aclarara.
El juicio a los Malfoy había terminado. Lucius Malfoy había sido sentenciado a pasar sus últimos años en Azkaban, Narcisa y Draco Malfoy fueron liberados de sus cargos aunque con el pago de una fuerte multa por los daños causados a la sociedad mágica, pero que no mermaba la basta fortuna de los Malfoy.
El testimonio de Harry fue vital para esta sentencia, ellos recibieron el veredicto con su rostro erguido, mostrando es porte aristocrático que siempre los ha caracterizado, su mirada pronto cruzo con aquel que le había hecho insoportable su estadía en Hogwarts, quería preguntarle tantas cosa, quería, ella solo quería tenerlo cerca.
Pudo escapar un rato de sus amigos y visualizo a Draco al final de un pasillo del ministerio de magia, no aguanto más y corrió a su lado y no pudo evitar verlo -Yo.. Yo me alegro que estés libre- le dijo en un susurro con la voz entrecortada.
El rompió su abrazo y le dio la espalda -Me tengo que ir. Adiós Hermione- fue la única respuesta que obtuvo de Draco, ella se quedó estática al escuchar aquella frase, simplemente no reacciono. Harry observaba todo detrás del muro, se acercó a ella y al sentirlo cerca no pudo evitar que sus lágrimas.
-Su atención, por favor: Pasajeros del vuelo 577 con destino a Sidney, Australia. Sírvanse abordar el avión HK-294 por el muelle de salida internacional -
La llamada abordar el avión interrumpió sus pensamientos, recogió su bolso y se dispuso a subir al avión, sin mirar atrás. Como pudo pensar que las cosas con Draco podían estar bien y funcionarían al terminar la guerra, que ironía, ahora el solo planteárselo resulta tan irreal.
Harry ya de regreso en Grimmauld Place luego de dejar a Hermione en el aeropuerto, seguía sin entender que había sido esa extraña conversación entre Hermione y Malfoy el día del juicio, ver a su amiga aferrarse aquel que era su enemigo y luego verla llorar, en ese momento solo se limitó abrazarla, tenía muchas preguntas que hacer, pero Hermione lo evitaba. Su cabeza no dejaba de unir piezas, recuerdos llegaban, miradas cruzadas, el rostro angustiado de Hermione, la ayuda en Malfoy Mamor, en la sala de menesteres, pero si era lo que pensaba, desde hace que tiempo, cuando empezó esa historia que no tiene ni pies ni cabeza, porque su amiga no se habría levantado un día enamorada de Draco Malfoy así por así.
Hola!. Este es mi primer fanfic, me he decidido a publicarlo, espero no este tan mal.. En espera de sus comentarios..
Cheli
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