→ disclaimer: todo le pertenece a J. K. Rowling, yo sólo uso sus personajes sin fines de lucro.
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Severus tenía una hermana mayor, unos minutos mayor. Nació con unos impresionantes ojos azules, así que fue llamada Sapphira. Era una niña tranquila, querida más por su padre que por su madre. Su padre, quien no quería nada a los ojos de Severus y aún así acariciaba el fino cabello de la cabeza de su hija. Su madre, que mantenía una relación más apegada pero frívola con Severus pues veía mucho de ella en él, y no le gustaba.
Sapphira, tan idéntica a Severus y aún así tan diferente. Ella era varios centímetros más alta y menos delgada, con la piel más rosada y el cabello menos negro. Sus facciones eran iguales, viéndose ella muy femenina y él, muy afeminado.
Los niños del barrio odiaban a Severus por cómo se veía y su fantasmal aura, pero a Sapphira la amaban.
Severus veía a lo lejos a su hermana jugando con niños hijos de sus vecinos, mientras él se escondía detrás de un arbusto para evitar golpes. Se preguntaba por qué ella recibía más atención que él, por qué su padre tenía más piedad de una niña y no de su hijo...
Eran cosas que lo mantenían despierto, que le preguntaba con los ojos a su madre y ella respondía con un largo silencio.
Aún así y con la envidia en la sangre y el disgusto en la lengua, Severus estimaba a su hermana. Él cubría sus orejas pequeñas cuando su padre le gritaba a su madre en su presencia. Y aunque tuviesen la misma edad, él siempre cantaba canciones de cuna cuando su madre estaba demasiado herida y cansada para hacerlo.
Él siempre fue el más maduro de los dos, ella la más apegada a la vida. Sapphira no pasó lo mismo que pasó Severus, ella fue más una espectadora.
Mientras Tobias sentía asco por su hijo tan femenino y homosexual, él quería a su pequeña princesa. Era más suave con ella y tenía más piedad en su hermano y madre cuando ella estaba presente. Tanto Severus como Eileen notaban ese cambio y no sabían qué pensar de eso. Quizás la poca humanidad del hombre se manifestaba con su hija, lo único que sintió hizo bien.
Incluso la perdonó cuando tuvo su primer incidente de magia accidental, varios años más tarde que Severus. Tobias esperaba que sucediera con ella también y se sintió decepcionado de tener razón. Aún así y con todo el repelús que le causó, no golpeó a la niña ni intentó quemarla como lo hizo con su hermano. Él la ignoró por horas, hasta que volvió a acariciar su cabello y Sapphira le sonrió.
Sapphira tuvo amigos, amigos no permanentes pero aún así que fueron constantes el tiempo necesario. Severus, por otra parte, tuvo una única amiga; Lily Evans.
Una niña pelirroja, una bruja igual que ellos. Ella no era amiga a su vez de Sapphira, la niña jamás tuvo verdadero trato con ella ni lo tendría.
Y esa joven Lily, al verlo a Severus tan indefenso y delicado, se había propuesto tomar un rol de hermana mayor más fuerte que el que ejercía Sapphira y cuidar de él... una lástima fue que ella olvidara eso dentro de unos años.
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