notas de la autora: ola gente, bueno aqui les traigo una nueva historia de Pansy. Espero que les guste. Es la continuación a mi historia ''una noche'' y tiene varios capitulos que iré subiendo en esta semana. Espero les guste, ya saben que me gusta leer sus reviews. Gracias a toos los q dicen q escribo bien! xD

Vestidos, zapatos y chocolates

Era una tarde de verano, el sol se estaba poniendo y parecía que en Londres no había una sola persona sin un ventilador encendido

Era una tarde de verano, el sol se estaba poniendo y parecía que en Londres no había una sola persona sin un ventilador encendido. En el mundo mágico las cosas no eran muy distintas, excepto que en vez de usar ventiladores muggles, los brujos y brujas usaban sus varitas para mantenerse frescos.

Una joven de 25 años se encontraba en uno de los sillones de su apartamento, en un vestido hecho a la medida, de un color azul pálido que le llegaba a sus delicadas rodillas. Se encontraba jugando con su varita, conjugando varios y distintos hechizos para que el caluroso sol no la moleste. Se encontraba ansiosa, y de vez en cuando observaba su reloj para ver la hora.

-es tarde- murmuraba cada 15 minutos.

Se encontraba aburrida y desesperada. Se paró del sillón y caminó hasta su alcoba y se miró en su gran espejo. Se peinó un poco sus largos cabellos color chocolate y decidió cambiarse el peinado: se hizo una media cola y se puso un gancho del color de su vestido. De pronto escuchó un pum! proveniente de la sala. salió corriendo y vio una oscura y alta silueta sacudiéndose las cenizas del traje. La chica sonrió y dijo:

-ya era hora. Me estaba envejeciendo de tanto esperar-

El chico volteó y le sonrió.

-disculpa cariño, me confundí de chimenea- dijo sonriendo. Se acercó a ella, la abrazó y le dio un tierno y pequeño beso en su perfecta nariz.

-te ves hermosa ¿son nuevos zapatos?- preguntó el chico mientras la abrazaba.

-sí, los compré hoy. ¿Te gustan? Los vi en una revista y salí corriendo a comprarlos- respondió Pansy muy feliz.

-me encantan. Hermosa, será mejor que salgamos, mis padres nos esperan- dijo él, la tomó de la mando y ambos aparecieron en su casa.

-¡Jake!- se escuchó un gritó de una señora. Luego añadió:

-por fin llegaron, la cena ya está lista-

-disculpa madre, salí tarde del trabajo, pero no fue culpa de Pansy ella ya estaba cambiada cuando llegué a su casa- dijo Jake sonriendo y tomando la mano de su enamorada.

-¿trabajo? Pensé que te habías equivocado de chimenea, no sé porqué insiste en usarlas cuando puedes aparecerte- dijo Pansy un poco confundida. Lo miró a los ojos esperando su respuesta.

-es lo mismo querida. Ahora sentémonos y disfrutemos- dijo Jake y la ayudó a sentarse.

-bueno, lo importante es que ya están aquí, coman, coman, tu padre está sacando el pan del honro- dijo la madre.

En minutos llegó el padre, saludó a Jake y a Pansy y se sentó con ellos a cenar.

Pasaron un par de horas y los cuatro se encontraban tomando el mejor vino de la ciudad, discutiendo los negocios familiares.

-Jake, ¿qué tal el negocio de las varitas?- preguntó su padre.

-bien papá, somos la tienda más visitada en el Callejón Diagón y en el Nocturno- respondió Jake sonriendo y tomando un poco de su copa.

La familia del chico se había dedicado al negocio de las varitas desde siempre. La familia Ollivanders era muy conocida, sobre todo por los jóvenes de Hogwarts. Jake y Pansy se conocieron un día en el Callejón Diagón, cuando ella acompañaba a su sobrina a comprar su primera varita. Él la invitó a salir luego de unos días y ya llevan un poco menos de un año saliendo. Pansy se encontraba muy feliz al lado de Jake y muy satisfecha con su vida.

Luego de terminar Hogwarts, Pansy probó suerte como diseñadora de modas y tuvo tanto éxito que a la edad de 23 ya tenía 3 tiendas en Londres y varias sucursales en varios países del mundo. Había salido como salir adelante luego de la terrible muerte de sus padres y recibió mucho apoyo de su hermano mayor. Pero ahora era una mujer independiente con un hermoso y envidiable departamento y empleo.

Con Jake todo iba muy bien. No vivían juntos, porque Jake también tenía su propio departamento, pero sí solía pasar algunas noches con Pansy y viceversa.

Cuando llegaron al departamento de Pansy, Jake fue directo a la su habitación, se quitó su ropa y se metió a la cama de su enamorada y dijo:

-ven Pansy, acompáñame-

Pansy le sonrió y mientras se quitaba el vestido y se colocaba su pijama, dijo:

-bien, pero no esta noche, estoy cansada- con eso dicho se acostó al lado de su enamorado y se quedó dormida en sus brazos.

Al día siguiente Pansy abrió sus delicados párpados para encontrase sola. Jake ya se había ido. Miró el reloj y vio que eran las 10 de la mañana. Se levantó y fue directamente al baño donde tomó una ducha.

Abrió su closet y sacó un vestido verde con diseños negros, hecho por ella. Se puso unos zapatos negros en punta con taco, unos artes del color de su vestido y se sentó frente a su espejo para maquillarse. Decidió hacer un moño elegante para ir a trabajar.

Cuando terminó de ponerse bonita, se dirigió a su cocina para comer desayuno. No se apuraba, una de las cosas buenas de su trabajo, era que como ella era la dueña, no tenía hora de llegada ni de salida, y siempre había alguien a cargo cuando ella estaba ausente.

Se lavó los dientes, cogió su cartera y apareció en su tienda, a unas cuadras de su departamento, bueno, a una de las 3 tiendas en Londres.

-buenos días srta. Parkinson- dijo una secretaria.

-buenos días Rosemary, ¿algún problema?- preguntó Pansy mientras se dirigía a su oficina.

-OH no, todo perfecto. Bastantes jóvenes vinieron en la mañana, plan de 8 a.m. Supongo que querían ver el último diseño hecho por UD.- respondió Rosemary.

-¡wow! Gracias por la información. Ahora si me disculpas quisiera un poco de privacidad- dijo Pansy y se sentó en su gran silla, detrás de su escritorio.

-claro señorita, ¿desea algo de tomar?- preguntó Rosemary con una sonrisa.

-no gracias. Puedes retirarte y no quiero visitas hoy, no dejes pasar a nadie a mi oficina. En la tarde iré a la otra tienda para ver como están las cosas, así que Susana estará a cargo en mi ausencia- dijo Pansy.

-como usted mande, con permiso- dijo Rosemary y salió de la oficina de su jefa.

Por fin sola, pensó Pansy. Se reclinó en su asiento y suspiró un poco. Cogió su cuaderno de dibujos y en una hoja en blanco empezó a diseñar un nuevo vestido o atuendo, pero su mente estaba en blanco. Quiso coger una revista de modas para inspirarse, pero prefirió no hacerlo, ya que todos sus modelos eran originales y no quería copiarse. Pansy eran tan reconocida que hasta fue llamda a una premiación en Paris. Se sentía orgullosa de sus logros, pero sentía que algo le faltaba. Claro que era muy feliz al lado de Jake, pero sentía por momentos que él no era muy sincero con ella. Mientras pensaba y daba vueltas en su silla, se le cayó su lápiz de dibujo. Se agachó para recogerlo y escucha que la puerta se abre.

-srta. Disculpe, no quiero interrumpirla, pero hay alguien quien insiste en verla- dijo Rosemary.

-¿eres tonta no?, dije que no quería que me molesten- dijo Pansy, todavía con su cabeza debajo del escritorio.

-¿ni siquiera un viejo amigo?- dijo una voz familiar, una voz que no había escuchado en años…