Capitulo Unico—''Deshonor''
Yo lo miraba desde el marco de la entrada. Murmuraba palabras ininteligibles, hasta parecía que oraba.
Desde que llegó de esa misión se había comportado extraño. Su mente divagaba entre los abstractos pensamientos de los demás y, es que escuchar tantas veces que fue su culpa lo que sucedió aquél día lo tenía agobiado y más que nada traumatizado.
Quería creer que fue mi imaginación la que me jugaba tan espantosa broma. En la bruma de una noche sin luna, bajo el techo endemoniado de un pecado contra Dios.
Su mano se alzó armada hacía en frente, mirando el fulgor de la luna pegar de lleno contra el filo de su arma, brillaba con tal magnificencia que me dejo perplejo. Pero todo se volvió horror cuando en un vaivén de su mano la katana descansó en su viente.
No quería creer lo que mis ojos no evitaban ver, pero mi vision se tornó realidad cuando en las plantas de mis pies se sintió ese liquido espeso y esa acritud a sangre inundó mis sentidos. Paralizado del miedo mire su cuerpo inerte en el suelo, y ahora entendí porque esya noche se acercó a besarme la frente y darme las buenas noches, siendo que nunca en su vida se había prestado a tal sentimentalismo.
-''Buenas noches, Kakashi''—susurró antes de apagar la luz y ya nunca volver a verme.
Si, desde ese día en el que él quebrantó las reglas había cambiado completamente. De ser uno de los más respetados de Konoha, paso a ser uno de los más odiados.
El éxito de una misión es mucho más importante para esta gente. La vida de un ninja vale nada cuando una misión se lleva a cabo.
Fue un estúpido al dejar de lado su propia frase, al querer hacerse el heroe con uno solo, pasó a ser el villano de toda una villa.
¿Es que no recordabas lo que siempre me decias? No quería entenderlo hasta el día de hoy.
''Aquellos que rompen las reglas son llamados escoria''—y tú pasaste a ser la escoria de la aldea.
Sin evitarlo mis ojos se abnegaron de lágrimas sin embargo, ninguna se desprendió de mis ojos. La lección esta aprendida.
Caí de rodillas al piso, a un lado de su cuerpo y mirando la luna brotó inconciente de mis labios un:
-''Buenas noches, papá''.
