Descargo: Los personajes utilizados son propiedad Cassandra Clare.


Ruptura

Hay días en los que Tessa no es fuerte ni bella ni valiente. Hay días en los que sólo se queda en su departamento y recuerda. Y llora. Y piensa. Y extraña. No es siempre, sólo a veces. Una vez cada diez años, en días muy soleados (aquellos que le dicen que nunca volverá a sentir la felicidad igual que antes, porque siempre faltarán cosas, personas).

Después se alegra otra vez. Siempre el lado que sabe que no puede rendirse surge. Y comienza a ver todo más bonito, a recordar cosas más felices. Llama a Magnus, le molesta un rato y terminan hablando de lo que sea. Cuando cuelga, se asoma al balcón y mira el cielo, a veces estrellado, a veces justo el atardecer. En esos momentos se siente agradecida, agradecida y atormentada y feliz y triste. Es un momento de contradicción interminable. Se distrae y ya no importa. Ya está bien. Todo está bien. Ella puede seguir recordando. Seguir sintiendo. Eso nunca será malo, porque significa que aún vive, ella aún es Tessa, no se ha desvanecido en el tiempo ni ha perdido la facultad de sentir, por lo que no perderá la capacidad de recordar a los que ya no están y a los que amó y ama.

Luego de su ruptura emocional Tessa se levanta y camina por las calles. Con el tiempo ha llegado a la concluir que su momento de partir llegará cuando deba hacerlo, aunque sea inmortal.

Con paz renovada observa las calles, siempre diferentes, y continúa.


Amo a Tessa.

Nos leemos.