Muy buenas noches a todos. Me presento aquí con este mi primer fanfic, el cual se trata de mi pareja favorita. Espero que les guste. Nos leemos en las notas finales.
Disclaimer: Naruto, sus personajes y su historia no me pertenecen, si no a Masashi Kishimoto.
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Iban los dos por el camino, caminando apenas por el esfuerzo que habían invertido. Sin embargo, había valido la pena, pues gracias a Hinata y él, ahora Pain, el líder de Akatsuki, había muerto. Ese pensamiento le sacó una sonrisa. Una sonrisa de satisfacción, como cuando alguien termina una dura tarea. Por fin su maestro había sido vengado, y Akatsuki, al haber perdido a su líder, seguro se disolvería.
Estaba tan metido en sus pensamientos, que no notó un pequeño pozo en el camino.
—Cuidado —Le dijo ella, apartándolo del obstáculo —C-casi te caes —Respondió cuando él la vio confundido.
Eso era admirable en ella. Aun estando en las últimas cuidaba de él. La verdad, ahora que lo pensaba, cualquiera que pasara por allí se encontraría una escena bastante tierna de ellos dos: caminando lentamente, ambos abrazados de los hombros. Pero si iban de esa manera, era porque a duras penas encontraban fuerzas para caminar, y necesitaban apoyarse en el otro para no caer. En ese momento, las energías de ambos eran casi nulas debido a la batalla que habían librado.
Flash back:
—Lo que buscas no es paz, sino una mentira —Dijo Naruto a un impasible Pain.
—Las personas son muy tontas para descubrirlo —Dijo —Esa es la única manera en que la paz puede lograrse. El mundo en el que creía Jiraiya-sensei no es más que una fantasía. Ahora, tú vendrás conmigo.
De repente oyeron un grito, y Pain retrocedió justo a tiempo, evitando que el golpe de la Hyuuga le diera.
"Qué cruel" —Pensó—"Restringió el movimiento de Naruto-kun con esas estacas. Debo pensar en una forma de liberarlo"
—No dejaré que te acerques a él —Gritó con furia hacia aquel hombre a quien enfrentaba.
—Vete de aquí Hinata —La trataba de convencer Naruto. Sinceramente, no quería que otro de sus amigos muriera —No eres rival para él.
—Lo sé —Le dijo Hinata, sorprendiéndolo —Tan sólo estoy siendo egoísta. Estoy aquí por mi voluntad.
— ¿Qué?
—Esta vez, seré yo quien te salve, Naruto-kun. Siempre he estado llorando, huyendo y rindiéndome antes de intentarlo. Pero gracias a ti siempre fui por el camino correcto. Siempre te veía, intentando encontrar valor para alcanzarte y caminar a tu lado, que es donde quiero estar hasta el fin. Gracias a ti yo cambié. Tu sonrisa me ha salvado. Es por eso que no temo morir, si eso significa el poder protegerte. Porque yo…¡TE AMO, NARUTO-KUN!
No podía creer lo que había escuchado. Hinata, la chica rara y tímida que siempre tartamudeaba y se sonrojaba en su presencia, le había dicho que lo amaba, y que estaba dispuesta a morir para protegerlo. No quería eso. Lo último que quería era ver a otro compañero morir. No, no era solo eso, y él lo sabía. Aquello que no deseaba, esa idea que tanto detestaba, era que Hinata resultase herida. Hacía poco tuvo ese pensamiento en una pesadilla, viendo cómo la joven kunoichi se arrastraba hacia él, en un estado en el que se seguía con vida de pura buena fortuna. Esa noche había despertado sin comprender bien qué le preocupaba. No era como si le gustara, ¿no? Se había debatido eso por horas, y llegó a creer que Hinata le gustaba. Sin embargo, no quería pasar lo que pasó con Sakura, así que había decidido callarse y observar que pasaba.
Pero allí estaba ella, y temía que su peor pesadilla se haga realidad.
Hinata, entre tanto, había estado buscando una manera de liberar al rubio de las estacas, y cuando lo decidió, se dispuso a actuar.
Giró dando una patada baja que alcanzó una de las barras, rompiéndola en el acto. Dando un segundo giro, sostuvo fuertemente con ambas manos las otras dos más cercanas, mientras sentía que era lanzada de manera brusca por el Shinra Tensei de Pain.
"Eso sí dolió", pensó. Sin embargo, una sonrisa apareció en su rostro: eso salió tal como quería.
—Admito que eres inteligente —Dijo Pain viéndola levantarse —Lograste quebrar tres de mis barras interruptoras de chakra. Por eso, morirás aquí. No puedo permitir que te conviertas en una amenaza. Bansho Ten'in. —Rezó el nombre de su técnica mientras materializaba una de sus estacas.
—No tan rápido —Dijo Hinata con total confianza —Juuho: Soshiken —Dijo, y en cada uno de sus brazos se materializó un león de chakra azul. Momentos después, el jutsu de Pain comenzó a perder fuerza, hasta que Hinata pudo mantenerse en pie por si sola.
—Ya veo —Decía el Akatsuki —Así que esta es una técnica de absorción de chakra. Deduzco que es de tu autoría, ya que de todos los Hyuuga con los que he luchado a lo largo de mi vida, tú eres la única que la ha ejecutado. Imagino entonces que estoy frente a un prodigio.
"¿Prodigio?", se preguntó Hinata sorprendida. "Es muy gracioso que la primera persona en decirme eso sea un enemigo. Debo enfrentarle cuerpo a cuerpo si quiero tener la oportunidad de acercarme a Naruto-kun." Entonces, sin más cavilaciones se lanzó al ataque. Sin embargo, no contó con que la distancia entre ellos le permitiría a Pain arrojarle rocas de gran tamaño. Se vió obligada a esquivarlas como pudo, ya que tenía que guardar todas las energías posibles para su enemigo. Esto en realidad se le estaba complicando demasiado, pues seguía algo aturdida por el golpe de hacía un rato. Incluso algunas rocas lograron desestabilizarla, pero pudo llegar a donde estaban el Akatsuki y Naruto, iniciando una serie de golpes dirigidos al primero, el cual solamente esquivaba los embates. Sin embargo, en un momento Hinata logró darle algunos golpes, lo cual dio tiempo a romper otra de las barras. En ese momento, alcanzó a ver una mirada de súplica de parte de Naruto, la cual no pasó desapercibida para Pain.
—Shinra Tensei —Gritó, alejando a Hinata del rubio, mientras en la mente de Nagato se formaba un oscuro pensamiento.
"Así que el Kyuubi está enamorado. Esto puede beneficiarme, pero para eso debo utilizar métodos más dolorosos." Pensaba mientras una siniestra sonrisa se manifestaba en su cara.
—Kyuubi —Dijo Pain, apuntando su mano a la peliazul —Ahora conocerás el dolor que sintió mi amigo cuando vio morir aquello que amaba. Conoce el dolor de Yahiko. Bansho Ten´in.
Esta vez, Hinata no podía hacer nada para evitar el jutsu, así que fue atraída hacia el peli-naranja, quien la tomó bruscamente del cuello, apretándolo cada vez con más fuerza, logrando que ella quede al borde de la inconciencia.
Naruto, quien veía esto horrorizado, sintió una gran desesperación, mientras a su mente volvía aquella pesadilla, la cual se estaba convirtiendo en una horrible realidad.
—Antes de darte el golpe final, te permitiré que le digas unas palabras a tu amado, que seguramente las quiere escuchar.
La arrojó contra el suelo, justo enfrente de Naruto, quien la veía con una mescla de rabia, dolor e impotencia.
A pesar del dolor que sentía, ella se levantó como pudo, aferrándose a una de las estacas. Lo vio a los ojos, y comprendió lo que sentía. Entonces sonrió para calmarlo y calmarse. Eran tantas las cosas que quería decirle, pero sabía que le quedaba poco tiempo, así que decidió proclamarle su nindo, el cual ambos compartían. Así sabría que no estaba sólo:
—N-No retroced-deré j-jamás a mis palabras. P-P-Porque ese es mi camino del ninja.
—Muere —Fue lo último que dijo Pain, antes de clavarle la barra en el vientre. Entonces, la desesperación se apoderó de Naruto, dejando vía libre al chakra del Kyuubi, con el cual formó por primera vez la sexta cola.
—Imagino que tu dolor ya te permite odiarme. Sin embargo, recuerda que mi dolor es más fuerte que el tuyo.
Naruto entonces cargó contra Pain, rompiendo sin darse cuenta la estaca que hirió a Hinata, liberándola de paso. Nagato supo reconocer el peligro que se avecinaba, y envió todo el chakra que pudo al cuerpo en batalla.
—No tengo tiempo de jugar contigo. Chibaku Tensei. —Dijo, creando un meteorito que encerró a Naruto, el cual se vio obligado a liberar la octava cola para escapar.
Entonces, algo sucedió en la mente del rubio. Justo antes de que rompiera el sello, una mano lo detuvo.
—Si te rindes tan fácil, entonces en verdad no eres mi hijo. —Dijo una voz tranquila pero firme.
—Yo-Yondaime-sama— Dijo Naruto sorprendido.
— ¿Cómo estás, Naruto? — Preguntó con una sonrisa en su rostro.
— ¿Cómo es que usted sabe mi nombre?
— ¿Quién más podría haberlo hecho, siendo que eres mi hijo?
Luego de escuchar lo que Minato tenía que decir, Naruto sintió dos fuertes deseos: uno el de abrazarlo y sentir ese calor familiar que tanto le faltaba, y el otro consistía el molerlo a golpes por encerrar esa bestia dentro de él. Entonces, vio como su padre ponía su mano sobre su sello, dotándole de la resistencia perdida a través de los años.
—Sé que no puedo compensarte por todo lo que has sufrido—Le dijo abrazándolo—Pero esto es todo lo que puedo hacer. No desesperes hijo. Tengo confianza en que lograrás ser el Hokage que nos supere a todos.
— ¿De qué sirve ser Hokage si no puedo proteger a los que quiero? Primero el Teme, luego Ero-Sennin, Kakashi-sensei, Ji-chan Sennin… y ahora Hinata-chan- Dijo al borde del llanto.
—Hijo, entiende que somos shinobis, y no siempre nuestras historias tienen final feliz. Si quieres, has el luto, pero primero debes vencer a este hombre. Y por cierto —Dijo mientras desaparecía —Mira hacia el terreno donde estabas y tal vez te lleves una sorpresa.
Fin flash back
Todavía sentía la alegría de ver a Hinata siendo curada por Katsuyu, y la emoción del enfrentamiento que tuvieron contra Pain. Otra cosa que de seguro recordaría hasta su último día era la conversación con Nagato, en la cual él le confió todos sus sueños de paz, para luego revivir a los muertos de Konoha.
—Cuidado —Volvió a decir Hinata mientras se movía para evitar una piedra.
En eso, Naruto recordó que todavía no le contestaba, y debía hacerlo rápido si no quería que ella malinterpretase sus sentimientos.
—Hinata-chan —Le llamó.
— ¿Si, Naruto-kun?
—Quería agradecerte por lo que hiciste hoy. Sin ti probablemente hubiera muerto más tarde.
—N-No tienes nada que agradecerme, Naruto-kun. Yo fui porque quise.
—También sobre eso te quería hablar.
— ¿Eh? —Preguntó confundida.
—Si aquello que me dijiste es verdad y me quieres, no vuelvas a hacer eso.-Suplicó.
— ¿Por qué? —Preguntó con la cabeza gacha, tratando de ocultar el rubor de sus mejillas.
—Porque esta vez tuviste suerte, pero no quisiera que pases por algo que pueda matarte. No quiero, y no soportaría ver eso.
— ¿No quieres ver a un compañero morir por salvarte?
—No. No quiero verte a TI sufriendo, y menos por mi culpa.
Hinata no supo qué contestar, así que simplemente siguió avanzando, tratando inútilmente de ocultar su sonrojo. Viendo que ella no hablaría, Naruto continuó.
—Este momento por el que estamos pasando todos los de Konohagakure no sato es uno muy delicado, y debemos dedicarnos enteramente a la villa. Sin embargo, no creas que lo tuyo quedará sin respuesta.
La peliazul, que ya se esperaba una contestación negativa, solo continuó caminando, mortificándose mentalmente por haber sido tan tonta de creer que él le diría que sí. Sin embargo, las siguientes palabras del rubio la dejaron anonadada.
—No puedo decir que te amo, ya que ni siquiera sé que se siente amar de verdad. Pero, aun así puedo decirte que… me gustas, Hinata-chan. No sé desde cuándo ni tampoco cómo pasó, pero puedo asegurarte que lo que digo es verdad. Ahora, lo único que te pido es algo de tiempo y paciencia, pues como te dije no podemos distraer nuestra atención de la villa. ¿Estás de acuerdo?
— ¡H-H-HAI! — ¿Acaso su amor le estaba dando una oportunidad? Esto debía de ser un sueño muy hermoso. La invadió tal emoción, que apenas pudo decir (o más bien gritar) esa respuesta antes de desmayarse.
Naruto apenas alcanzó a reaccionar cuando su caída y la de Hinata fueron paradas por dos ninjas.
— ¿Kakashi-sensei? ¿Yamato-taicho? —Preguntó confundido.
—Tanto tiempo sin vernos —Dijo el peliblanco— ¿Cómo has estado?
—Bien, sensei— Respondió con alegría. Fijándose en la que hasta hace unos momentos caminaba con él, sintió una sensación de calidez al verla descansar plácidamente —Tengo un buen ángel guardián —Agregó, pensando que tal vez esa sensación era un poco de lo que se trataba el amor.
—Así que al fin te diste cuenta, Naruto— Dijo divertido el peliblanco.
Naruto entonces notó por el paisaje que se acercaban a Konoha, y comenzó a escuchar los gritos de la gente. —Por cierto, Kakashi-sensei ¿Qué son esos gritos?
—Esos Naruto —Dijo con una sonrisa —Son los gritos de la gente, que esperan ansiosamente al "Héroe de Konoha".
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Espero les haya gustado el primer capítulo.
Que estén bien y nos leemos en otro momento.
¡Matta´ne!
