NADA DE ESTO ME PERTENECE, LOS PERSONAJES SON DE DREAMWORKS, SOLO ME DIVIERTO ESCRIBIENDO HISTORIAS.
Hola a todos.
Ya lleva tiempo que subo historias (y más desde que actualizo las que tengo, jeje, no me maten T_T) pero tenía este proyecto archivado en un oscuro rincón de mi computadora y decidí que nada perdía subiéndoles un capítulo o dos, sólo para saber si les gusta. Como sólo es un PROYECTO no sé si lo continuaré, dependerá en gran medida de lo que ustedes me comenten, aprovechando el tiempo que tengo ahorita por mis vacaciones.
Felices fiestas a todos, y ojalá les guste.
ADVERTENCIAS:
*Es JackRabbit.
*Aster humanizado.
*Es un Universo Alterno, que se irá explicando de capítulo en capítulo, combinará fantasía, futuros distópicos y utopías (de todo un poco XD)
Prólogo
Día séptimo del cuarto mes, 3240 año lunar
Niña mía:
Hace mucho tiempo, más del que puedo contar, existió una era de gran paz y armonía, una época en donde los niños reían y jugaban, los adultos cantaban y la vida era abundante en todos los continentes. Como todos sabemos, el mundo fue creado por poderosos espíritus que le dieron forma y vida, surgiendo así la humanidad. Algunos de estos espíritus se dedicaron al cuidado de la humanidad, otros al cuidado de la naturaleza, y los hubo también quienes se declararon enemigos y usaron su energía negativa en contra de la vida.
En aquél tiempo la humanidad, que ya habitaba todo el planeta, se sumió en guerra y caos. Eran fáciles de manipular por los malos sentimientos y fue así como se llenaron de odio, codicia y arrogancia. Esto fue consumiendo la vida del mundo, lo cual hizo que los espíritus benevolentes, hasta entonces meros espectadores, interfirieran.
Para proteger al planeta, los espíritus trabajaron en equipo con la humanidad, formando un solo gobierno. Fue la gran era dorada, una utopía que duró más de mil años. Todos los países de todos los continentes formaron la República Equilibrium, que velaba por el bienestar de la naturaleza, de los espíritus y de la humanidad por igual.
¿Cómo explicarte, niña mía, que este mundo era más hermoso de lo que tu mente puede imaginar, o de lo que tus ojos algún día verán? La República cuidaba de todos, y de nadie se olvidaba. A donde miraras en el planeta, había paz y prosperidad. No existían las enfermedades, o el hambre, o la miseria. Los árboles crecían alcanzando más de treinta metros de altura, y dando tantos frutos que nadie podía pasar hambre. Los ríos recorrían grandes distancias, regando con sus aguas los cultivos y dando de beber a todos los seres. Las altas cascadas, de donde los niños brincaban para empaparse en los días calurosos del año, eran cristalinas, y los lagos rebosaban de peces multicolores.
¡Y las hadas, mi niña! Esas graciosas criaturas volaban por todos los aires, más alto que las nubes, dejando que sus polvos brillantes adornaran las ropas de las personas más felices. Los duendes vivían en los bosques y las ninfas bailaban cerca de los lagos, a la sombra de árboles. Las sirenas en el mar cantaban y guiaban a los marineros a los puertos sanos y salvos. Había magia en todas partes, y la magia convivía en armonía con los seres vivos.
Todo estaba en equilibrio, todo estaba en paz.
La República Equilibrium era gobernada por el Gran Consejo, que estaba formado por dos cámaras: la Cámara Espiritual y la Cámara Terrenal. La Cámara Terrenal estaba formada por el Gran Rey, el soberano absoluto de todos los humanos, aquél que escuchaba a los gobernadores y alcaldes, aquél que cuidaba de adultos y niños; también la formaba el Visir, el Ministro de Educación, el Ministro de Alegría, el Ministro de los Gobiernos, el Ministro de la Justicia, el Ministro de las Artes y el Ministro de Amor. Cada uno de estos ministros ayudaban al Rey y Visir para atender las necesidades humanas.
En cambio, la Cámara Espiritual estaba formada por los diez espíritus más poderosos e importantes de todos: los Guardianes Naturales, es decir, Cronos el señor del tiempo, Manny el gran creador, Serafina la madre naturaleza, Sasha Sun la espíritu del verano y Folon Fall el espíritu del otoño. También estaban los Guardianes de la Infancia: Toothiana guardiana de los recuerdos, Sandman guardián de los sueños, North el guardián del asombro, y también Aster Bunnymund y Jack Frost.
Aster Bunnymund y Jack Frost eran dos espíritus muy poderosos. Figúrate, niña mía, que ambos eran Guardianes naturales y además Guardianes de la infancia. Bunnymund era el espíritu de la primavera y guardián de la esperanza. Por su parte, Jack Frost era el espíritu del invierno y el guardián de la diversión. Los dos se encargaban de cuidar tanto a la naturaleza como a la humanidad.
El Gran Consejo se reunía durante todo el año. La Cámara Espiritual velaba por los espíritus y seres mágicos, la Cámara Terrenal velaba por los humanos, y en equipo, cuidaban al planeta. Los continentes se dividieron en 10 Distritos, a su vez divididas en países, condados y alcaldías. Ayudados por la magia de los espíritus, los seres humanos dejaron de lado muchos de sus sentimientos egoístas, permitiendo gobiernos justos.
La gran capital de esta brillante República Equilibrium era la vibrante ciudad de Estambul ¡Cuánta belleza, niña mía! Había tantos palacios de altas columnas talladas, preciosos cristales de colores y joyas incrustadas en los muros, que todas las calles tenían el resplandor del oro y los diamantes. Los bazares estaban repletos de especias y los puertos veían entrar barcos rebosantes de telas y de personas felices. Nada faltaba ahí. Los teatros, las estatuas, los monumentos… ¡Cuánta magia, niña, cuánta magia!
Durante mil años o más la República mantuvo el orden y la paz en el mundo, pero ni siquiera para los espíritus inmortales, los gobiernos pueden ser eternos. Aquellos espíritus desgraciados y malvados, motivados por los celos y la avaricia, regresaron armados y con un ejército a sus espaldas, atacando las Diez Grandes Ciudades y la Capital.
El ataque fue sorpresivo, niña mía, nadie se lo esperaba. Estaban todos tan felices que jamás imaginaron la guerra, pues no la conocían. Los corceles de arenas negras, las espadas de obsidiana y los conjuros malignos fueron destruyendo de una en una cada ciudad. Para cuando el Gran Consejo pudo reaccionar, era demasiado tarde.
El general Pitch Black, al mando de todas las fuerzas oscuras, tomó la ciudad de Estambul y puso un hechizo de pesadilla sobre ella. Sus corceles negros acorralaron al Gran Consejo, asesinando a la Cámara Terrenal y sellando, de uno en uno, a los miembros de la Cámara Espiritual. Manny consiguió escapar, haciendo uso de su última magia, llegando tras una tormenta a la luna, por eso se le suele decir Man in Moon.
Como los miembros de la Cámara Espiritual eran muy poderosos, Pitch no pudo mantenerlos bajo el mismo sello. Lo dividió en dos: un sello para los Guardianes Naturales, otro sello para los Guardianes de la Infancia, y guarda ambos sellos en una bóveda especial en su palacio. Pitch Black, el rey de las pesadillas, con ayuda de Eris, Ares y Perséfone, se hizo con el control de todo el mundo.
Al sellar a los espíritus más poderosos, bloquearon la mayor parte de la magia en este mundo, y lo llenaron de miedo, odio, guerra y dolor. Así han sido las cosas desde entonces, y hemos tenido que acostumbrarnos a sobrevivir, porque, niña mía ¿qué más le queda a un superviviente, sino aceptar su presente e intentar vivir otro día más?
Sin embargo, se dice que ni Bunnymund ni Jack Frost fueron apresados en ese sello, y que por eso debemos esperarlos. Quedaron heridos y vulnerables tras las batallas, pero apenas tengan fuerzas, regresarán y nos ayudarán para que nos deshagamos de toda esta miseria y seamos nuevamente felices.
Por eso te escribo esta carta, niña mía. Como bien sabes, dirijo la tropa de expedición B-04 de la Resistencia, a la cual se le ha asignado una peligrosa misión. Se encontraron evidencias de un viejo camino hacia una construcción subterránea que, de ser lo que esperamos, contendrá una gran cantidad de magia. Tenemos la ilusión de que el cayado de Jack Frost –uno de los objetos mágicos más poderosos del mundo– se encuentre ahí.
Niña mía, la más pequeña y tan querida, no tengas miedo. Regresaré antes de que puedas notar mi ausencia. Estate segura con tu tía, y no te metas en problemas. Estudia y aprende mucho, cuando regrese, quiero verte una mujer fuerte. Te adoro, niña de mi corazón, te adoro.
Con amor, mamá.
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Día séptimo del cuarto mes, 3240 año lunar.
Sam Riddle repitió la fecha en su mente mientras doblaba la carta y la guardaba con cuidado en la cajita de madera donde ponía todos sus objetos de valor. Eso había pasado hace diez años lunares. Ahora corría el 3250 año lunar, y ella ya no era una niña, era una mujer. Y más importante aún, esa carta fue lo último que supo de su madre.
La tropa de expedición B-04 desapareció en acción, nunca más supo de su madre ni de su prima, que también pertenecía a la tropa. Sus dos hermanos mayores, inmersos en sus entrenamientos, se distanciaron de ella. Al cumplir los catorce, escapó de la casa de su estricta tía y se enlistó en la Resistencia. Ella también quería ser soldado.
Ponía empeño en su entrenamiento, pero todos a su alrededor eran capaces de ver su falta de espíritu. Su padre murió cuando ella tenía seis años, y cuando tenía doce años su madre se fue para no volver. Ambos dejaron un profundo dolor en Sam, quien se sentía vacía y sin mayor motivación que pertenecer a la causa por la que sus padres habían fallecido.
Ahora tenía veintidós, y era realmente buena en lo que hacía. Pertenecía el Batallón Polar, con una base en la parte más al norte de Siberia, Distrito Han, cerca del Polo Norte. Monitoreaban y protegían a la población más cercana. Y así hubiera pasado el resto de su vida, de no ser por la misiva recién llegada por parte del General.
El General de la Resistencia se llamaba Jamie Bennet, y tenía escaso contacto con Man in Moon, quien con la poca magia que le quedaba procuraba ayudarlos desde la luna. Les había mandado la ubicación de un objeto mágico que les serviría y había pedido estrictamente que Sam Riddle formara parte de la tropa de recuperación.
Con la carta de su madre bien guardada y la mochila lista, Sam se puso el abrigo, lista para emprender el viaje a la Gran Ciudad de Beijing, en donde vería a Jamie Bennet. No sabía qué esperar de la expedición, pero esperaba no tener el mismo destino que su madre.
¿Y bien? ¿Qué les pareció? Más tarde subiré el capítulo 1, a ver si les gusta XD
Gracias por leer :)
