Descargo: Los personajes uutilizados en éste y todos mis fanfics no me pertenecen, son propiedad de sus autores originales.
Innovar no siempre funciona
Gintoki mira estupefacto al ser. No puede ser. No está pasando.
Shinpachi se siente bien, su autoestima sube ante la expresión de su jefe. Esa mañana entró a la yorozuya y Gintoki no dijo nada en un inicio, lo ignoró completamente, luego cuando olvidó su plan por un momento Gin lo miró y se quedó estático. Ahora se regocija en felicidad, por fin logró deshacerse de la mala broma sobre sus lentes. Que él no es sólo lentes, joder.
Gintoki, ahora fuera del impacto inicial, llama a Kagura a gritos, la chica responde negándose a ir y él la arrastra hasta dejarla frente a Shinpachi.
Kagura lo mira con desinterés, preguntándose si logrará volver a su armario antes de que Sadaharu debore su Sukombu. Mira a Gin molesta, él la arrastró hasta la sala y ahora no dice nada. Deja caer una bolita de basura que encuentra en los bolsillos de sus pantalones y cuando está a punto de caminar de vuelta a la comodidad de su cama Gintoki la detiene y apunta con su dedo índice hacia más allá de los sillones.
Kagura dirige su mirada y ve algo que no estaba ahí antes, se encuentra con... eso. No sabe que es pero la asusta tanto o más que perder comida.
Gintoki ve que Kagura también está sorprendida y suspira, alguien más puede ver lo que él ve. La figura humana, vestida de blanco y azul, sostiene una escoba y tiene pelo café, al inicio Gintoki creyó que se trataba de Shinpachi, hasta que vio su rostro. No era Shinpachi, imposible.
Shinpachi comenzó a aburrirse del denso silencio que se expandió luego de que Kagura pusiera sus ojos sobre él.
— Hola — dijo.
—Ah, sí, Hola... señor-respondió Gintoki.
Kagura abrió mucho los ojos y se acercó al oído de Gin:—¿un cliente?—preguntó. Shinpachi sintió arder su alma ante sus palabras ¿no podían ser amables una sola vez?
—No lo sé, de pronto apareció frente a mi.
—Quizá es un espíritu y poseyó a esa persona—dijo Kagura. Gintoki la miró, abrió mucho los ojos y su rostro se volvió blanco.
—No puede ser un espíritu, los espíritus no existen—pronunció tan rápido que los ahí presentes casi no pudieron comprenderlo.
Shinpachi, cansado de la conversación, los interrumpe y les grita, dice que son unos desconsiderados, que está cansado de la situación, que Gintoki aún no le paga y que no volverá a limpiar nada de esa casa donde el único que trabaja es él.
Gintoki y Kagura cruzan miradas y luego lo apuntan.
—¿Shinpachi?—preguntan al unísono. Shinpachi está tentado a golpear su cabeza contra la mesa.
—Pues claro que soy yo, ¿ quién más podría ser?
—No puedes ser Shinpachi. Él no es así. Él usa lentes, tu usas... eso.
Shinpachi arde en furia y grita otra vez y Kagura grita con él, ella dice que quién es el alma que posee el cuerpo que adorna los desaparecidos lentes, que debe regresar para que Shinpachi sea Shinpachi y que ella lo golpeará si no lo hace.
Shinpachi se rinde y regresa a casa en busca de sus lentes. Nunca volverá a usar lentes de contacto.
Nota de autora
No sé por qué apareció ésta idea en mi cabeza, pero la escribí igual. Yo quiero comedia estúpida en Gintama, la extraño.
