Después de pensarlo bastante he decidido subir y publicar éste fic, por el momento llevo 5 capítulos ya hechos y escritos, así que no debería de tardar demasiado tiempo en subírselos, claro si a alguien le gusta.

Este es un fic (probablemente sea largo, todo depende de la aceptación que tenga) completamente YAOI (relación hombrexhombre) así que a alguien no le gusta no lo lean.

Disclaimer: Naruto no me pertenece ya que es del gran mangaka Masashi Kishimoto, yo solo lo tomo prestado a sus personajes para que hagan mis perversiones.

Advertencia 1: Sé que mi fuerte son los sesshomes (Sesshoumaru x Kagome de Inuyasha) pero esta historia me ha dado vueltas desde hace un par de meses, así que necesito sacarla a como dé lugar, pero como siempre con todo lo que escribo tendrá lemon bastante fuerte de hecho el capítulo 1 solo se trata de ello, así que están advertidos, menores de 18 años y susceptibles (especialmente en el tema yaoi) mejor aléjense.

Advertencia 2: Intento conservar las personalidades de cada uno según el anime, pero a veces es bastante difícil porque es una temática bastante diferente, pero haré todo lo posible, así que si hay OoC (como siempre lo hago en cada uno de mis fics) discúlpenme de antemano y espero que la historia les guste más para que no se basen tanto en ello.

La pareja está centrada en Sasuke y Naruto, de hecho es un SasuNaru, y aunque Sasuke es el seme encontraremos a un Naruto más que genial y un poco controlador, también encontrarán temática de todo tipo, fetiches, sadomasoquismo, voyerismo, así que ya lo saben con qué se encontrarán. Así que después de todas mis advertencias, de antemano gracias chicas (o alguno que otro chico) a las que me seguirán y espero de todo corazón que el fic sea de su agrado.


Prólogo

Sasuke es un empresario bastante importante, su tendencia homosexual lo llevó a un serio problema con el negocio de su familia, por lo que la desconfianza de su hermano mayor ha crecido intensamente sobre si es capaz de mantener su vida privada fuera de la profesional. Bajo prueba acepta un proyecto bastante grande que podría salvarlo de la compañía y así demostrarle a su familia que puede separar sus vidas, pero lo que él no sabe es que el dueño del Grupo Uzumaki no es alguien fácil de convencer.


Capítulo 1
La antesala a la perdición.

No se escuchaba otra cosa más en la habitación, además del sonido de su excitación deslizándose por sus cuerpos, éstos calientes y sudorosos, sus propios gemidos y los del rubio pidiendo por más, una estocada, otra embestida, masturbando el miembro del otro con sus manos, mordiendo el lóbulo de su oreja, hasta que por primera vez el rubio se derramaba soltando su espeso chorro de semen sobre el colchón, mientras que Sasuke lo hacía en el interior de su preservativo.

No hubo necesidad de decir más nada. Ambos cayeron irremediablemente en la cama de aquel hotel de lujo que estaba a pocos metros del bar en donde estaban tomando y que se habían conocido poco más de 2 horas. Jadeantes y necesitados ambos volvieron a verse enredándose en un torrente beso lleno de pasión y lujuria, porque aquello que sentían no solo se podía apaciguar con una tan sola vez.

El estómago de Sasuke se encogió sintiendo nuevamente como su calor corporal se encendía logrando inevitablemente otra dura erección adentro del preservativo ya usado, el cual quitó de manera rápida y fugaz tirándolo en algún lado de aquella recámara.

Con dificultad por no soltarse el uno del otro, se sentaron en aquella amplia cama, el rubio se colocó a horcajadas sobre él rozando con mucha peligrosidad su propia entrada con aquel miembro que ya no contaba con el preservativo ¿Cómo se sentiría su interior sin tener el látex de por medio? Pensó excitado y tentando ante la posibilidad, pero era la primera vez que lo veía ¡Por Dios! Ni siquiera sabía su nombre, era demasiado arriesgado para poder hacerlo sin protección.

—Mírame —le ordenó con voz tan ronca el rubio que por unos instantes, Sasuke creyó correrse.

Apoyado entre las almohadas y haciendo abuso de su propia fuerza abdominal, conservó su posición de casi 60º logrando que sus abdominales sobresalieran y rogando mentalmente porque el rubio lo observara, porque él mismo tenía una visión espectacular de los músculos completamente definidos y duros del ojiazul ¡Mierda! ¡Le tendría que haber preguntado por su nombre! Se reclamó absorto en aquel delicioso cuerpo que se deslizaba contra él.

Con dificultad observó aquellos estanques azules tan llenos de brillo que parecían unos pequeños soles porque tenían luz propia centellando en la oscuridad. Se sentó a horcajadas sobre sus muslos rozando sus endurecidas pollas, palpitando la una con la otra para luego acostarse sobre él sin perder aquel roce que a ambos los estaba volviendo locos.

—Diablos... —susurró Sasuke sin querer.

—Maldita sea, eres demasiado hermoso —dijo apenas en un susurro el otro, que le hizo pensar a Sasuke que al rubio se le había escapado al calor del momento.

Pero antes de decir algo más, sintió como succionó uno de sus pezones tan fuerte que agarró la sábana debajo de él apuñándola entre sus dedos. Sus duros miembros rozaron uno con el otro, en una estimulación que Sasuke nunca antes había sentido ¿Se podía llegar a un orgasmo así? Era como si decidieran hacerlo con ropa, pensó en un momento, sintiendo que podía llegar al mismo cielo en ese instante.

Su corazón parecía que estaba a punto de salirse de su pecho, era casi imposible de resistir.

—No te corras, precioso —ordenó tomando su rostro con sus fuertes manos—, no aún.

¿Qué tenía la voz de aquel rubio que lo hacía obedecer? ¿A él? Al gran empresario Uchiha que solo sabía dar órdenes, más no recibirlas, pero no hizo nada, solo permanecer acostado, en la misma posición, con una erección que parecía de campeonato.

Vio como el rubio se bajó de la cama hurgando algo en su pantalón que estaba tirado en el suelo y luego regresar.

—Cierra los ojos.

—¿No irás a hacer alguna mierda rara, verdad? —preguntó con temor pero con voz firme.

El rubio no respondió, pero Sasuke sintió como agarró su polla apretándola tan fuerte que dio un respingo de dolor, lo más extraño es que sentía un dejo de excitación ¿Estaría loco? No se podía sentir deseo y dolor al mismo tiempo, eso era solo para los desviados.

—Solo haré que disfrutemos más —sin poder reclamar nada, sintió como tomó nuevamente su boca explorándolo de manera magistral con su lengua, el rubio no movía su mano pero él podía sentir la necesidad de la masturbación, le empezaban a doler las pelotas por estarse conteniendo—. Ahora acuéstate bien y cierra los ojos, precioso.

Al momento en que se separó de él, sintió como una música que lo llenaba de lujuria y aumentaba su libido se propagaba por toda la habitación, como si ésta se cargara de la energía sexual que despedía el rubio y que, de hecho, había sido la razón del porque lo había llevado hasta la cama.

Obedeció sin tener que pensar siquiera si aquello le traería repercusiones o no, lo único que necesitaba era sentir la calidez de ese espécimen que lo estaba torturando.

Quiso abrir sus ojos al momento en que sintió como la cama se hundía con el peso, pero por alguna razón que desconocía, quería seguirle el juego al rubio.

—Abre tu boca —ordenó el rubio y Sasuke sintió como sus brazos eran pegados a su cuerpo para mantenerlo al margen de sus movimientos al momento en que su amante se sentaba a horcajadas sobre su pecho.

Abrió su boca sin protestar, la dura polla del rubio entró en su cavidad, lentamente, sintiendo como su mano lo guiaba, Sasuke nunca había disfrutado de dar sexo oral, pero el olor del rubio lo dejaba en blanco. La punta de la dura polla se quedó en la abertura de sus dientes, Sasuke lamió y jugó con la cabeza, de arriba abajo, tocando la punta, saboreándolo.

Escuchó los gemidos que el rubio no retenía deseando perforar una vez más su exquisito culo, no sabía si le cabría nuevamente porque estaba más hinchado que antes, y el maldito era algo estrecho ¡Dios! Eso era la muerte en vida, ese bastardo si sabía cómo excitarlo.

Al momento en que se separó y la agonía de no tener aquella dureza en su boca, el calor en su propia polla provocado por algún líquido que le escurría inclusive llegando a sus pelotas, hizo que diera un brinco gruñendo y maldiciendo.

—Abre tus ojos precioso —ordenó una vez al mismo tiempo que se sentaba en los muslos de Sasuke tomando su propia erección con la mano—. ¿Te has masturbado frente a alguien alguna vez?

Sasuke pareció perder la cordura ¿De qué iba aquello? ¿No lo ataría e implementaría alguna mierda sadista? ¿Se habría equivocado por completo? Porque al cerrar sus ojos, habría jurado que le diría que lo ataría a la cama y lo quemaría con la cera de una vela, o quizás estaba escuchando demasiadas mierdas últimamente.

—No —respondió con firmeza inclusive sintiéndose ofendido ¿Qué creía que era? De hecho era la primera que cogía con alguien sin antes conocerlo.

—Hazlo —abrió sus ojos de manera desmesurada que creyó se saldrían de la órbita.

—¡¿Qué?!

—Quiero ver cómo te corres precioso —la música empezó a aumentar mientras que el movimiento de percusión recaía directamente en su pecho aumentando su pulso. El rubio lo tocó empezándolo a masturbar, acercándose a su oído—. Tu polla se pone más grande y dura cuando alguien te ve, sientes que tu pulso se aumenta y tu mente se queda en blanco rogando por su liberación. Mastúrbate precioso, quiero verte.

El corazón de Sasuke estaba a punto de reventar, aquellas palabras eran tan malditamente adictivas que solo por escucharlo haría lo que quisiera. Tomó su propio miembro agarrando inclusive la mano del rubio y con la ayuda del otro lo comenzó a hacer.

Se endurecía ante el tacto del rubio, tenía razón, se volvía más duro y su mente se ponía en blanco solo deseando poder eyacular.

—¿Quieres correrte?

—Sí.

—¿Deseas que vea como tu dura polla expulsa tu espeso chorro golpeando mi cuerpo?

—¡Mierda! ¡Sí...!

—¿Quieres que te la chupe y que sienta tu semen recorrer tu garganta?

—¡Sí! ¡Sí! —gritó con desesperación intentando retener su cordura y aumentando la velocidad de su mano.

—Córrete entonces precioso.

El rubio lo abarcó con todo su boca llegando inclusive hasta el tope de su garganta, aquel golpe hizo que Sasuke estallara liberando su orgasmo en aquella cálida boca ante un grito de maldiciones y jadeos.

El pelinegro cayó irremediablemente agotado, jadeante y en busca de oxígeno. Aquel había sido el orgasmo más alucinante que había tenido en toda su vida con una mano.

—Mírame ahora precioso —dictó con voz sensual y suave al momento de sentarse y abrirse ante él, mientras limpiaba las comisuras de su boca con arte y erotismo.

La erección del rubio era impresionante, tan dura como el acero y tan grande como la de él, era un poco más delgado pero igual de extraordinaria. Vio como tomó un tubo que estaba a un lado de él derramando el líquido por todo su miembro, gimió ante el caliente contacto y por primera vez Sasuke sintió el olor: canela, debía de ser algún lubricante especial. Se relamió sin saberlo al ver como se tocaba, desde sus pelotas hasta la punta de su glande, en un movimiento suave y sensual acompañado de la melodía que cambiaba y resonaba en la habitación.

Metió uno de sus dedos en su ano, con cuidado y delicadeza mientras que con la otra continuaba el masaje continuo de su miembro, la boca de Sasuke se resecó y su miembro dormido despertó al instante ante la erótica visión. Cambió su posición colocándose bajo sus rodillas para tomar las caderas del rubio y penetrarlo sin piedad, pero él lo detuvo colocando un pie sobre su pecho.

—Observa precioso, solo observa.

Sasuke no pudo evitar llevar su mano a su propia polla, excitado y perdido en el momento de lujuria que el rubio lo hacía sentir. Comenzó a masturbarse de rodillas ante el lujurioso y sensual acto que el otro le proporcionaba. El rubio colocó su pie sobre su miembro deteniendo su movimiento y tocando sus pelotas que estaban tan duras como su polla.

—No te toques precioso, el placer de un orgasmo solo me lo proporcionarás a mí y a nadie más ¿Lo entiendes? —Sasuke asintió—. Dilo —ordenó con ansias en su voz.

—¡Diablos! —reclamó frustrado porque era la primera que algo así le pasaba—. Solo te proporcionaré mis orgasmos a ti.

El rubio sonrió de tal manera que por un momento Sasuke se perdía del instante en que vio cómo su amante se introducía dos dedos en su orificio. Mordió su lengua deseando lamerlo, inclusive vio cómo su polla derramaba líquido pre seminal dispuesto a que aquella cavidad anal devorara todo su miembro. Apretó con fuerza las sábanas bajo él deseando que aquella visión barbárica terminara de una vez.

—En la mesita hay un preservativo, cógelo precioso —sin demora ni aprensión lo tomó llevándoselo a la boca para romperlo, pero el rubio negó con la cabeza logrando que su acto se detuviera—. Lo abrirás y te lo pondrás solo cuando yo te lo diga.

Otra maldita orden y se correría sin tocarse. Dobló su cabeza torciendo su cuello para liberar un poco de tensión de sus hombros. El maldito rubio sonrió, sabía que lo tenía a su merced.

—Rompe el paquete —susurró por lo bajo pero lo suficientemente fuerte para que Sasuke pudiera obedecer.

Intentó retener su ansiedad de romperlo y colocárselo de un solo golpe, se contuvo especialmente al ver como el rubio se dejaba de estimular él solo apoyando sus manos en la cama por detrás de su cuerpo colocándolo a 45º para comenzarlo a masturbar con sus pies.

Nunca había sido fanático de los fetiches, era más bien que consideraba los orgasmos liberadores para que el cerebro pudiera trabajar sin pensamientos estúpidos que pudieran interferir con su efectividad, pero ese maldito rubio lo llevaba por rumbos que no estaba seguro de poder regresar después.

Las manos de Sasuke temblaron al momento de agarrar el látex con sus manos, deseoso por penetrarlo.

—Póntelo, despacio —al diablo con todas sus malditas órdenes, pero había algo en su tono de voz que era innegable.

Con toda la fuerza de voluntad y rogando en su interior por no correrse con su propio tacto, se lo fue colocando, revistiendo de látex su polla, deslizando con precisión y cuidado el borde hasta ajustarlo.

—Ahora, hazme llegar precioso —el rubio levantó su culo levantándose con sus manos y brazos, abriendo sus piernas y luego levantándolas para que él pudiera entrar.

Las colocó por encima de los muslos de Sasuke y al compás de la baja percusión lo comenzó a penetrar, suave, lentamente, deseando porque la próxima vez pudiera disfrutarlo sin protección ¿Próxima vez?

—Mastúrbame precioso —suplicó entre jadeos y gemidos.

Sin más espera, lo complació tomándolo con su mano derecha, aumentando la velocidad cada vez que lo embestía, sus pelotas chocaban contra su vientre sintiendo una presión endemoniadamente satisfactoria, primitiva y salvaje deseando saciar aquella ansiedad.

—¡Me corro! Córrete conmigo, precioso ¡Córrete!

Y aquella orden no sonaba como tal, sino más bien como una súplica. Y una vez más el rubio se derramaba en la mano de Sasuke solo que en esta ocasión su denso chorro también llegaba hasta su pecho.

Jadeantes y extasiados, ambos cayeron cansados en la cama. Sasuke en la cabecera, mientras que el rubio a los pies. Ahora lo único que necesitaba era dormir.

—No tan rápido precioso —susurró gateando su amante colocándose a un lado para abrazarlo—. La noche apenas comienza.


¿Qué les pareció? ¿Continuamos?
Si no podría quedar en un bonito one shot