El señor luna al compás de las estrellas

Disclaimer: Haikyuu pertenece a Furudate Haruichi. Sin otro fin que no sea diversión.

Aporte para la semana TsukiYama (YAAAY)

-/-/-/-

Eurovision.

No se le da muy bien eso de ser el chico de los mandados, afortunadamente la casa Yamaguchi no le queda lejos. Es cuestión de dar un par de zancadas con sus largas piernas y llega en menos de lo que canta un gallo.

Entre las manos lleva unos utensilios que la "tía" le ha prestado a su madre y encuentra en ello la excusa perfecta para salir huyendo de su hermano y su padre, los cuales, individualmente, suele soportar, pero juntos le es imposible.

— Kei, que bueno verte, Tadashi está en su habitación.

La buena "tía" ni se molesta en recaer en todos los utensilios, sólo le toma del brazo y le arrastra rumbo a las escaleras mientras parlotea cantarinamente lo guapo que se ha puesto en este último tiempo.

— No exagere,...tía— dice Kei cohibido y sonrojado antes de que la mujer básicamente le aviente dentro de la habitación.

— Saldré al convini un momento—, no repara en dar mayor explicación, sale de la habitación apresurada y un momento después el portazo de la puerta resuena.

— Tu mamá es muy rara.

Tadashi se ríe a lo bajo, a manera de darle la razón. Pronto Kei repara en la decoración particular del sitio y en su amigo que cambia la coneccion de auriculares de la computadora por una bocina externa.

— ¿Vamos a ver una película?

— En realidad es un concurso — Kei se acomoda sobre la cama y sin mayor permiso se hace con frituras del platón blanco sobre la mesa auxiliar. — En realidad es la grabación de un concurso —le explica—, comenzó cuando estábamos en clases. No he querido leer los resultados, quiero que sea sorpresa.

Entusiasmado sólo como Tadashi puede por un programa pregrabado, el número 12 se acomoda al lado de su amigo, empujándolo levemente para que ambos tengan lugar adecuado sobre la cama. Kei no se la pone fácil, y más por fastidio que por otra cosa se hace el difícil de mover. No se retira sino hasta que Tadashi amenaza con picarle las costillas, por lo que secuestra el platón de frituras y se recuesta libremente sobre la cama.

Resulta que el mentado concurso es una presentación de canciones interpretadas por un representante de cada país de la unión europea.

—Oi, Turquía no pertenece a la unión europea.

— Callate, Tsukki.

Y el concurso continúa otro un buen rato. Kei no presta mayor atención al concierto. La mayoría d

e la música presentada no es particularmente su estilo.

No es hasta que se cansa de cazar las migas de frituras del fondo que se levanta a estirarse.

Los comentaristas anuncian al siguiente intérprete junto a la bandera de Austria y la audiencia estalla en euforia. Kei piensa que debe ser genial el siguiente cantante si es que incluso Tadashi se ha puesto a temblar excitado sin despegar la vista del monitor.

Las luces hacen un efecto bello, se dice, y la cámara en plano completo hace resaltar la esbelta figura de la intérprete. Al principio, la voz de la cantante se le figura extraña a Kei, sin embargo es lo suficientemente agradable como para hacerle sentar correctamente a un lado de Tadashi y prestar su entera atención a la mujer del vestido dorado y beige.

— Es muy guapa —,comenta Kei sin despegar la vista del monitor.

— ¿Guapa?

Y la cámara hace acercamiento a la cantante.

— Yamaguchi…

— Dime, Tsukki.

— Esa mujer tiene barba…

— No es mujer, Tsukki.

Cuando la señora Yamaguchi entra a su hogar, casi manda a volar las bolsas del convini al escuchar los estruendos provenientes de la habitación de su hijo. De puntillas y con el menor ruido posible asoma la vista a la habitación, curiosa.

Su hijo se encuentra arrodillado al piso combulcionando entre tos y carcajadas con la cara ardiendo en un nada sano rojo brillante. Por otro lado, Kei está en las mismas condiciones de color, pero el joven parece querer llorar en cualquier momento.

La buena señora decide que es mejor dejar a los jóvenes seguir con sus asuntos, ya después les entregará los onigiris y umaibos que les trajo del convini.

-/-/-/

Oigan, soy Tsukki. En fin, creo que hoy comienza la semana Tsukiyama, sino pues...