Este relato participa en el Reto Estaciones Al Azar del foro 'Hogwarts A través de los Años'
Los árboles han perdido sus hojas, las que aún se mantienen en ellos están teñidas de tonalidades naranjas y rojas, ella está acostada en un puñado del parque, su cabello rojo se pierde entre las hojas caídas.
El la observa con una sonrisa discreta, aquella chica era tan opuesta a él que simplemente era perfecta, no podía describir cuando ni cómo, pero se había enamorado perdidamente de Ginevra Wesley y ella de forma sorprendente le había llegado a corresponder.
Ella se levanta del montón de hojas, sacude su ropa y cabellos y le dirige la sonrisa más hermosa que ha tenido el privilegio de observar, olvida respirar mientras observa cómo ella se acerca.
Draco le sonríe cuando vuelve a tomar control de si, ella toma su mano y sin decir ninguna palabra empiezan a caminar en silencio aquella tarde de otoño.
Hielo y Fuego podían convivir sin problema, ellos eran la prueba viviente de aquello.
