Shokugeki no Souma ni ninguno de sus personajes me pertenece

Arato Hisako estaba caminando por un distrito comercial, buscando el comedor "Yukihira", donde según el director de la Academia Totsuki, Nakiri Senzaemon, podría encontrar la información que buscaba.

¿Y cuál era esa información?, era bien sabido por todo Totsuki que cuando la 92va generación estaba en tercer año, el momento que todos y nadie esperaba llego, el 2do lugar de los 10 consejeros, Yukihira Souma, reto al 1er puesto, Nakiri Erina a un Shokugeki. Todos esperaban la respuesta de Erina, creían que lo rechazaría en el acto, pero no fue así.

-¿Cuáles son tus condiciones, y que ganaría yo de todo esto?- Souma se rasco la barbilla mientras pensaba, de repente, sonrió y la gente alrededor pudo notar vapor saliendo de las comisuras de sus labios.

-El tema será libre, igual que los ingredientes, presentaremos nuestro mejor plato, si yo gano, me darás el primer puesto y te quedaras con el mío, si yo pierdo, renunciare a la cocina, jamás volveré a cocinar, y te llevare a una reunión privada entre tú y… - Sonrió de nuevo – Saiba Joichiro.

Los ojos de Erina se abrieron como platos, Yukihira Souma, el cocinero de segunda, conocía a su ídolo, y lo que era peor, podría preparar una reunión con él, no lo quería creer, pero las reglas de los Shokugeki eran absolutas, no podía proponer eso, si realmente no podía hacerlo.

Por su parte, Souma sonreía, liberando vapor por la boca, cosa que los alumnos habían considerado su marca de seriedad, y de desafío. Después de un tiempo los alumnos le pusieron un apodo que rivalizaba con el de su padre, Yukihira Souma era llamado Indra entre sus compañeros, en honor al dios Hindú de la guerra.

Hacía tiempo que había descubierto que Erina admiraba a su padre, se lo guardo y pidió a los que lo sabían que no se lo revelaran, cosa que para Hisako fue muy difícil, pero había una razón para no decírselo a Erina, era el As bajo la manga de Souma, Erina no podría negarse a poder encontrarse con Joichiro, y así fue, Erina acepto y el Shokugeki se realizó, el resultado fue impactante después de ver lo mucho que ambos se habían esforzado, estaban empezando a pensar que sería un empate, pero nadie se creyó el resultado.

Yukihira Souma derroto a la lengua de Dios, y desde ese momento se mantuvo en la cima de Totsuki, se graduó siendo el mejor de su generación, y después, volvió a lo que ahora era, su comedor, puesto que unos días antes de la graduación logro otro de sus objetivos, venció a su padre en una batalla de cocina, y este último, le cedió el puesto como dueño del comedor Yukihira.

Todos sabían que ese sería el destino de Souma, si ibas a su comedor, lo encontrarías ahí, eso era bien sabido por toda la academia, lo que nadie esperaba es lo que le paso a Erina, después de graduarse, desapareció del mundo de la cocina.

Hisako había preguntado a todos los integrantes de la elite 10 de su generación por ella, 3er puesto, Hayama Akira, le contesto que si quería saberlo, él no era el indicado para decírselo.

4to puesto, Kurokiba Ryou, había dicho que ella seguía en el campo de batalla de la cocina, buscando reclamar lo que había perdido.

5to puesto, Nakiri Alice, con una sonrisa juguetona le había dicho, "Esta donde sabe que no la buscaran".

6to puesto, Tadokoro Megumi, sonrió y le dijo que tendría que seguir buscando.

7mo puesto, Takumi Aldini, él había sido el peor, se había reído de ella y le dijo que si seguía preguntando nunca iba a encontrarla.

Después de la burla de Aldini, Hisako desistió de preguntarle a los demás de su generación, ella se había graduado en 8vo puesto, así que si ella no sabía dónde estaba Erina, era imposible que los demás lo hicieran.

Así que su última opción había sido, preguntarle directamente a su abuelo, que de seguro lo sabría.

-He preguntado a todos los que estuvieron con nosotros en la elite 10, al menos los de nuestra generación, y todos parecen saber dónde está Erina-sama, pero ninguno quiso decírmelo- estaba frente al director, desesperada por saber el paradero de su amiga.

-No parece, lo saben, pero la encontraron buscando otra cosa, no te lo dicen pues existe una condición a la que ellos se sumaron, aunque he de suponer que no le preguntaste a Souma- ante esto Hisako se mostró confundida.

-¿Incluso Yukihira Souma?, pero si él está en su comedor, aislado de la cocina de todas las demás personas, es imposible que él sepa donde esta- ante eso, Senzaemon rio a carcajadas, cuando se calmó le acerco a Hisako una pequeña tarjeta con una dirección y un nombre "Comedor Yukihira".

-Si bien, no puedo decirte donde está puesto que yo también soy parte de esa condición, nunca me dijeron que no te puedo dar una pista, tu búsqueda casi se acaba, ahí encontraras la respuesta que nadie más pudo darte- sonrió y se retiró de la silla en la que estaba, dejándola sola con la tarjeta en las manos.

Y ahora se encontraba caminando por el distrito comercial, donde supuso encontraría el comedor Yukihira, algunas veces había recibido invitaciones de conocidos suyos para darle una visita, pero siempre se había negado, hacía ya 8 años que no había visto a Souma, y también a Erina.

Cuando por fin encontró el comedor se impresiono, esperaba que fuera menos extravagante, se veía desde muchísimo antes de llegar, tenía 3 pisos, de los cuales solo el segundo tenia ventanas grandes, en el letrero fue donde encontró lo más impresionante para ella, en una esquina se encontraba la leyenda "For Everyone and Gourmet". Así que sus suposiciones eran incorrectas, Yukihira Souma había continuado cocinando de acuerdo a su posición, ese era el restaurante de un primer puesto de Totsuki, después de tomar nota de la fachada, entro para encontrar mesas de madera y mucha gente, comiendo alegremente y deleitándose de los platillos que Souma preparaba, un joven vestido con una playera negra como la que el solía vestir y un mandil por debajo de la cintura la abordo y la dirigió a una mesa donde espero el menú, que no llego.

En su lugar una niña de unos 7 - 8 años se acercó a ella, era bastante mona en los ojos de Hisako, cabello rojo y ojos dorados, cabello lacio a los hombros, recogido en una pequeña cola de caballo, sin dudarlo un segundo, la hija de Souma.

Al principio Hisako pensó que tomaría su orden, pero al contrario, la niña le hizo un comentario que sonaría raro para cualquier persona ajena a Totsuki.

-Papi dice que quiere que usted sea juez en un… Shogumegi?- la niña ladeo la cabeza y volteo a ver hacia unas cortinas, que sin duda tapaban la cocina y dejaban el suspenso de la preparación del platillo, algo raro para la personalidad de Souma, pensó Hisako.

-¿No querrás decir Shokugeki?- le sonrió a la niña y esta asintió fuertemente con la cabeza, la tomo de la mano y la llevo hasta el asiento central en la barra, justo detrás de las cortinas que tapaban la cocina.

-Wow, otra vez tenemos a alguien nuevo como juez- escucho los comentarios de la gente detrás de ella.

-Qué suerte poder comer los platillos especiales de Souma-

-No solo eso, es raro que los niños sean jueces también, eso solo pasa cuando vienen amigos de Souma-chan a comer- la gente reía mientras esperaban que los platillos estuvieran listos, detrás de la cortina, solo se podía escuchar el sonido típico de la cocina, en ese momento noto que en un costado a ella había otro niño, era unos 2 años más pequeño que la otra, con cabello pelirrojo igual que Souma, pero sus ojos eran más una combinación entre morado y dorado, un color que Hisako nunca había visto, jugueteaba moviendo los pies en la silla, la actitud de cualquier niño, sonreía esperando la comida de sus padres.

Y de repente lo escucho, el sonido de platos chocando contra la barra, había 6 de ellos, 2 para cada uno, lo normal para un Shokugeki, pero se veían virtualmente iguales, así que decidió preguntarle algo al niño más pequeño.

-¿Cuál es el plato que cocino tu papa?- sonrió y el niño la miro como si esa pregunta fuera muy rara, pero le respondió la sonrisa y muy alegremente le contesto.

-El plato de papa es el que tiene bordes azules, el plato que cocino mami es el de los bordes rojos- jugueteaba con los cubiertos esperando que les dieran la orden.

-¿Quieres mucho a tu mami verdad?- Hisako quería saber quién era ella, aunque las señales estuvieran puestas alrededor de ella como luces en una pista de aterrizaje.

-¡Mas a mami que a papi!- el niño grito fuerte, y detrás de la cortina escucho el quejido de Souma.

-Eso duele Hisao, papi te quiere mucho también- la niña a su otro lado también dijo algo.

-Pues yo los quiero a los dos igual- escucho suspiros adentro de la cocina y la respuesta de Souma.

-Gracias Megu, mami y papi te compraran helado el fin de semana, ahora, creo que hemos hecho esperar mucho a nuestra invitada- Hisako estaba segura, Souma sabía que ella estaba ahí, solo la estaba molestando, entonces miro al platillo que tenía enfrente, era un simple omurice, nada del otro mundo, ni para Souma ni su esposa –Por favor pruébenlo-

Los niños rompieron el omurice y entonces Hisako noto que no era un simple omurice, era el Curry Risotto Omurice que Souma había preparado para la Autumn Election, cuando empezó a comer lo noto, la calidez de la comida, el amor hacia su familia, la búsqueda del infinito, la esencia de aquel que está en la cima de la cocina, no pudo evitar sentir que se derretía ante el poder del aroma y del sabor que la comida le daba, cuando recobro la razón, los niños ya empezaban con el plato de su madre, ella igualmente lo hizo, y noto prácticamente lo mismo, la misma sensación y sabor que con el platillo de Souma, pero a la vez más refinado y digno, no podía describirlo en palabras, era igual, pero a la vez tan diferente de él que Souma había preparado.

Y los niños dieron su veredicto

-¡El de papi sabe mejor!- Hisao grito y pudo escuchar las risas de todos los del comedor, por su lado Megu fue más reservada.

-A mí me gusto más el de mami- podía notar en la voz de la niña que se sentía contenta de la comida de sus padres, y sobretodo que para ella la cocina de mamá era la mejor de todas.

-He de ser justa, la comida de Yukihira es mejor- pero luego noto su error –perdón, la de Souma es mejor, por muy poco, pero mejor- escucho la risa de Souma desde el interior, se quedó esperando algo más, pero solo escucho como Souma llamaba a un par de meseros y les decía que levantaran las cortinas, que ya no las necesitaban abajo, eso ultimo le parecía raro a Hisako, que Souma se escondiera hasta el día que ella llegara a comer a su restaurante, pero entonces se dio cuenta de que no se ocultaba el, cuando los meseros levantaron las cortinas que cubrían la cocina se puso a llorar, nunca se había sentido tan tonta y nunca había pensado que sería tan fácil, cuando las cortinas subieron, parada junto a Souma estaba ella.

Nakiri Erina.

Hasta Souma se impresiono que Hisako se pusiera a llorar, pero sonrió cuando su hija se acercó a ella y le pregunto.

-¿One-chan, por qué lloras?- Hisako miro a la niña y sonrió.

-Por nada pequeña, ¿Cómo te llamas?- mientras se secaba las lágrimas la niña le contesto.

-Yukihira Megu- Sonrió y volteo a ver a su madre, siempre le decía que debía decir su nombre completo, Erina le sonrió y salió de la cocina, se paró junto a Hisako y le dio un abrazo.

-¿Qué pasa Hisako, por qué lloras?- Hisako volvió a llorar al sentir el abrazo de Erina.

-Es que yo, estuve tanto tiempo buscándola, y nadie me quería decir donde estaba, hasta Takumi Aldini se rio de mi por no poder encontrarla, y estaba aquí, cocinando para gente normal, con Yukihira Souma- se aferró a Erina y esta no pudo más que sonreír, al igual que Souma detrás de la barra, que se encogió de hombros.

-Ellos no son personas normales, son nuestros clientes, además, no encuentro nada de malo con trabajar en el comedor de mi familia- entonces Hisako reacciono a muchas cosas y empezó a tartamudear.

-N-Nakiri Erina, T-T-Tiene dos Hi-Hijos Y T-Trabaja en el comedor de su F-Familia, que es el de Yu-Yu-YUKIHIRA SOUMA!- se soltó de los brazos de Erina y volteo a ver al pelirrojo detrás de la barra, pero Erina calmo su ira poniéndole una mano en el hombro, cuando Hisako la vio, se arrepintió por un segundo, pues miro decepción en los ojos de Erina.

-Yukihira Erina, por favor, Hisako, no le grites a mi esposo- agacho la cabeza y escucho como Souma decía que ya casi era hora de cerrar, los niños subieron las escaleras y Erina y Souma empezaron a despedirse de los clientes, como hacían todos los días, Hisako solo se pudo quedar sentada con la mirada clavada en el suelo.

Erina y Souma limpiaron y luego llevaron a Hisako al tercer piso, al pasar por el segundo, esta última pudo notar como había 2 personas, que parecían ser meseros, acomodando mesas y sillas, en el restaurante Gourmet de los Yukihira.

Había pasado como media hora en la cual Erina y Souma le explicaron la situación actual a Hisako.

Se habían casado después de graduarse, una de las cosas que casi nadie sabía es que Erina y Souma se comprometieron poco tiempo después de su Shokugeki, puesto que Erina buscaba vencer a Souma, sin proponérselo, se enamoraron y se comprometieron, al terminar la escuela, Erina siguió a su novio a su casa y a su comedor, donde vivieron juntos durante todo ese tiempo, con las llegadas esporádicas de Joichiro, que cuando Erina supo, era el padre de Souma, no pudo creerlo y pensó que estaban jugando con ella, en algún momento, le pidió el divorcio a Souma, que no tuvo más que mostrarle su registro de nacimiento y fotos de cuando era pequeño.

Eventualmente tuvieron hijos, Souma comento que los antojos de Erina habían sido bastante raros, a lo que ella contesto que eran exageradamente raros, en más de una ocasión había pedido comer las recetas extrañas de calamar con mantequilla de maní o mermelada que Souma preparaba, la mayor vergüenza que ella sentía era, que en realidad, le habían parecido deliciosos.

Hisao y Megu eran bastante ajenos a la situación en la que se encontraban sus padres, como dos de los chefs más conocidos del mundo, que durante las noches llevaban un restaurante Gourmet en el segundo piso de su casa, en el cual, para su asombro, solo atendían por reservación, así que solo necesitaban uno o dos meseros, y la ayuda de algunos cocineros para hacer las cosas más rápido, lo que más le impresiono a Hisako, es que toda la Elite 10 de su generación, excepto ella, había al menos una vez, cocinado en el restaurante con ellos, y Tadokoro se había quedado a trabajar con ellos de planta, era según Erina, el punto especial y cariñoso que le solía faltar a la cocina de Souma y ella.

Al preguntar por la condición especial en la que se había mantenido su matrimonio y localización escondida, la respuesta la dio Souma.

-No queríamos que no nos dejaran vivir, Totsuki puede ser muy demandante si eres talentoso, queríamos vivir relativamente tranquilos, la condición que pusimos fue que no se informara sobre el paradero de Erina ni nuestro matrimonio hasta que todos los chefs de nuestra generación hubieran venido al menos una vez a comer en el comedor común, y que mientras esa condición no fuera cumplida, no aceptaríamos ninguna propuesta de Totsuki, ni mucho menos atender a gente que viniera a buscarnos para pedirnos participaciones especiales a eventos y esas cosas-

-Entonces, por eso es que todos sabían dónde estaban y no me quisieron decir nada?- Hisako se cubrió la cara con las manos, la humillación que había recibido de Takumi Aldini era, en realidad, justificada.

-La verdad es que solo faltabas tú de hacernos una visita- Erina sonrió al decirle eso a Hisako.

-Ahora vamos a tener más trabajo, estoy considerando aceptar la propuesta de Kurokiba de trabajar aquí- soma se rascaba la cabeza.

-¿¡Estás loco!?, ¿de verdad quieres tener al perro loco de Kurokiba en nuestra cocina?, va a terminar apoderándose de ella- Erina reñía a Souma que solo le sonreía, hasta que le contesto.

-No dije que fuera a aceptarlo, solo necesitamos un cocinero más, con eso debería bastarnos, no tiene que ser necesariamente Kurokiba- Sonrió y Hisako miro a Indra de nuevo, y la estaba mirando a ella.

-Está bien, pensare en ello, pero primero tengo que procesar todo esto- suspiro y les sonrió a ambos.

En ese momento escucharon pasos subiendo las escaleras, y de repente, apareció Megumi Tadokoro en su uniforme de cocinera de Yukihira, que se sorprendió y sonrió a Hisako.

-Hace tiempo que esperaba verte por aquí, Hisako-chan- Hisako solo sonrió y asintió con la cabeza, entonces Megumi se giró y hablo con voz preocupada.

-Souma-kun, Erina-chan, un mensajero de Totsuki dejo esto- les entrego un sobre a cada uno, Souma rio y Erina suspiro.

-El abuelo te dijo que vinieras aquí verdad?- Hisako asintió ante la pregunta de Erina –Ya me extrañaba que tardaran tanto en localizarnos, y precisamente nos da una semana para prepararnos, no sé qué piensa- Souma seguía con la sonrisa en los labios mientras leía el contenido del sobre.

-¿Qué pasa?, de que se trata eso?- Tadokoro pregunto intrigada, Souma entro en su modo Indra y con mucha seriedad contesto.

-Totsuki quiere que nos presentemos a la concentración infernal, quieren que los primeros en saber de nuestro regreso al mundo culinario sean, los pobres chicos de primero de preparatoria-

Erina y Souma sonrieron y se miraron con fuego en los ojos, esos pobres niños tendrían que satisfacer a la Lengua de Dios, y a Indra, el Dios de la Guerra.

Hasta ahí llega todo, gracias por leer, si bien esto puede quedarse en un One-Shot, con suficientes ideas debería ser capaz de hacerlo una historia de al menos 5 capítulos, espero con ansias sus comentarios y recomendaciones, espero que les haya gustado leerlo tanto como a mí me gusto escribirlo.