Hola querido fandom, a peticion de unas personitas que me apoyaron para hacer esta historia que no me ha dejado de rondar en la cabeza le traigo un AU, para ser mas precisisos el Au splash Free! yeee! "celebra" en fin. Esta historia se la dedico a: blueflowersfall , Katherine McBride y una anonima qienes me apoyaron he inspiraron a escribir el au arabico, espero les guste chicas

ACLARACIONES: Free! y sus presonajes no me pertenecen.

ADEVERTENCIAS: Yaoi (chicoxchico, adevrtido estas) y posible lemmon en un futuro e.e

Pareja: RINREI (mi querida OTP)

Menciones leves: Harutori y Serarei. Sip puro crack -.-

En fin, los que disfruten de este tipo de tematica sean bienvenidos. ^^

A LEER!


" He buscado siempre a alguien que pueda amar…que pueda querer y que pueda complacer…"

La mañana mas calurosa que pudo azotar su bella cuidad, pensó el rey de cabellos rojizos desde el balcón de su palacio. Okey, el calor no es un problema es mas una costumbre, su verdadero problema es que estaba aburrido, calor y aburrimiento eran la peor combinación. Pensaba en ir a su oasis personal o leer o incluso comer mas todo le llevaba a lo mismo: pereza.

—Que remedio…—Le dio un sorbo a la copa de agua que sostenía en su mano.

Bufo por…¿que será? ¿décima vez? si, tal vez. Se enderezo del barandal pero antes de dar la vuelta, el galopar de un caballo le llamo la atención y por la postura del jinete debía ser correspondencia de la guardia real. Alzo una ceja ante una idea que le ilumino la mente, no perdió tiempo en quitarse cualquier cosa que hiciera ruido y salió de su habitación.

EN EL DESPACHO DEL CAPITAN

—Adelante.—Dijo un hombre pelinaranja bien uniformado. Antes de siquiera alzar la vista ya tenia una par de ojos brillantes del mismo color dorado que los suyos.

—¡Nii-chan!.—El joven también de cabellos naranjas se alzo contra el cuerpo en la silla pero este logro esquivarlo con suficiente agilidad.

—Momotaro ¿cuantas veces debo decirtelo? No debemos de tratarnos tan fraternalmente cuando estamos en servicio. ¿Es que no entiendes? —Se froto el puente de su nariz al ver el desorden de papeles que hizo el menor.—Levanta—Ordeno.

—Si Sei san.—El mayor rodó los ojos, solo obedecía cuando se lo proponía. No entiende como hasta la fecha no se ha caído del caballo de envíos. Oh hablando del tema.

—¿Que me traes hoy?—Señalo el saco de lona que traía en la mano izquierda.

—Ah, si si…—Desabrocho el cordel de la pequeña bolsa en busca de lo mas relevante en leer.

A todo esto, estaban siendo escuchados por un curioso rey quien miraba desde un pasadizo secreto del palacio, es que si los escuchaba desde las puertas los otros guardias se enterarían y por lo general algunas noticias o cartas son clasificadas. Cabe decir que no hace esto por ser un morboso, oh no, es solo que de vez en cuando le llena de adrenalina escuchar lo prohibido o hasta lo trágico pues le entretenía. Si, sigue sin ser un morboso.

—Me temo que hay malas noticias…—La voz del joven mensajero le hizo prestar mas atención a la charla.

—¿Que tan malas?—Preocupado tomo el sobre que le ofrecía su hermano menor.

—Mejor mire…—Para Momo le incomodaba un poco cuando se trataba de una catástrofe.

Escuchaba desde su lugar el rozar del papel al desenvolverlo que después le vino un suspiro muy pesado. Debian de ser muy malas, pensó.

—Otra lista de muertes en batalla…—Miro atentamente cada uno de los nombres.—Al parecer han bajado en este mes. Solo tenemos a tres familias a las cuales dar condolencias.—

—¿Quienes son las familias?—Preguntaba para ponerse en marcha en cuanto tenga que ir a dar las noticias. Le disgustaba ver los rostros destrozados de las familias.

—Emm… las familias: Arakawa, Fujishima y… oh no.—

—¿Que? ¿que pasa?—Tanto como Momo y el fisgón en la pared se alertaron por la expresión.

—Tambien Ryugazaki…—Negó levemente la cabeza.

"Ryugazaki…Ryugazaki Ryu- ¡Ah ya!" exclamo mentalmente Rin desde su lugar, recuerda vagamente haberlo conocido cuando calificaba a los nuevo reclutas. Llevaba un buen récord en cuanto a tiempo en pie y demostró ser de gran utilidad.

—¿Que ocurre con eso?—Su burbuja de pensamiento se rompió al darse cuenta de que la conversación aun seguía. Volvió a agudizar el oído.

—Aparte de que fue un gran líder de escuadrón e impecable destreza en lucha.—Se levanto de su asiento hacia unos estantes con pergaminos y al encontrarlo se dispuso a leer la información del soldado caído, lugar de nacimiento y…— también es hijo mayor y huérfano.—…Familia.

—¿Y cual es el problema?—"si, ¿cual es el problema?" pensó la tercera persona con fastidio y a la vez irónica, un problema menos…"espera… ¿dijo hermano mayor?"

—Estaba a cargo de su hermano menor desde la muerte de sus padres…—Ahora buscaba otra cosa en un gabinete sin darle la mirada al peli naranja.

¿Hermano menor? ¿por que no se entero? bueno no era su problema después de todo. Tamborileó con sus dedos sutilmente sobre la madera.

—Oh eso es terrible…—Respondió Momo.—¿Y ahora que haremos?—Él no quería ser el portador de malas noticias y mas a una persona que dependía de un hermano como su única compañía.

—Lo mejor será decírselo lo mas pronto posible.—Se giro para dejar ver que sostenía uno de los chalecos especiales como reconocimiento junto con una pluma gris. Al ver la cara de su hermano suspiro, se acerco hasta él y puso su mano en el hombro de este.—Lo haremos los dos, ¿te parece?—Recibió un asentimiento de cabeza algo desanimado. El mayor se acomodo su uniforme tomando alguna cosas extras que podría necesitar en el camino.

El rey se retiro del escondite para volver a sus aposentos apresurado. Si alguien lo viese dirían que su sonrisa afilada era aterradora.

—Con que un hermano… ¿he?—Dijo para si mismo. Sonaba entusiasmado, pues al fin encontró algo para quitar su aburrimiento ademas de sentir cierta curiosidad con respecto a tal caso tan trágico.

Se dispuso a buscar ropas simples para lucir como un ciudadano normal. Al tener el vestuario completo volvió a pasar una mano por la pared revelando una puerta secreta hacia unas escaleras. Desaprecio en las sombras de su palacio hacia el exterior.

¡Oh! no presente formalmente. El rey o mejor dicho, Sultán Rin Matsuoka primogénito y hermano mayor, se le fue heredado el trono a los dieciocho años sin contraer nupcias, eso por decisión propia. Ahora tenia diecinueve y ha manejado su reino, el reino Samezuka con puño de hierro contra la injusticia y sabiduría para el bien de su gente, él se centraba mas en las guerras que en los problemas de su pueblo, era mas divertido. Las leyendas que se cuentan de él son varias, "te corta la cabeza si te atreves a verle mal o siquiera tocar a su hermana", "es cruel, despiadado y codicioso". Al principio le dolían esos rumores, en muchas ocasiones trato de demostrar lo contrario, se gano el cariño de pocos y miedo por muchos que decidió mejor dejar las cosas así. Ahora lo entendía, era mejor ser temido.

Se encontraba siguiendo a su capitán de la armada y mensajero en las direcciones para decirles a las familias la perdida de un miembro suyo. Así pasaron toda la tarde tratando de consolarlas. Presentía que así podría contribuir y convivir con su pueblo para conocerlo mejor. Se ocultaba bien con su capa desde las sombras y entre la multitud. Llego el momento de ir con el hermano huérfano. El capitán y mensajero Mikoshiba se encontraba en frente de la ultima puerta que, el sultán supone debe ser la casa Ryugazaki. Se preguntaba que aspecto tendría aquel chico.

—¿Quien llama?—Preguntaron desde la puerta al ser abierta, los hermanos tragaron seco.—¿En que puedo ayudarlos?—

Al abrir la puerta dejando ver a tan maravillosa criatura, un muchacho de apariencia jovial, calculando mas de quince años tal vez. Facciones definidas, cortos cabellos azules, ojos violetas cubiertos por unos rudimentarios anteojos y una tez algo acanelada. Su cuerpo era cubierto por una ropas un tanto comunes y opacas que en su mejor momento debieron ser de deslumbrantes colores. Asombrado con tanta belleza en un ser humano, ¿era él? o ese chico brillaba a sus ojos.

—Me presento…—Rompió el hielo el mayor Mikoshiba.—Soy Seijuuro Mikoshiba, capitán de la guardia real.—Dio una leve reverencia hacia su persona.

—Yo soy Momotaro Mikoshiba, mensajero.—Su turno en presentarse.

—¿A que debo la visita?— Dijo el chico de cabellos azulados cordialmente al ver la importancia de las personas que estaban en su puerta. Pues se trata del capitán de su hermano y seguro un compañero.

—Vera joven Ryugazaki, me temo que ha ocurrido una tragedia.—Soltó finalmente al sacar la ofrenda de conmemoración. Algo le daba muy mala espina.—Es acerca de su hermano…—Su corazón le latía al ver la expresión tan seria y oscura en el rostros del capitán.

—Entiendo…—Sin verlos a ellos, si no a aquel chaleco y pluma los cuales acepto en tomar.

—Su hermano fue un gran aliado y un excelente soldado que se sacrifico por defendernos. Le aseguro que su muerte no será en vano y será recordado con honores.—Trato de aun que sea causar algo en el rostro del menor Ryugazaki sin éxito alguno.

—Entiendo…—Repitió en automático.—Gracias por sus condolencias y… —Su voz se estaba apunto de quebrar en cualquier momento, se mordía los labios para evitarlo.—Perdone las molestias de hacerle venir hasta aquí.—Trato de esbozar un sonrisa que transmitiese confianza, a simple vista mas bien era una muy forzada.

—No, ninguna molestia—Agito sus manos en negación.— Por nuestra parte es todo. Una vez mas lamento lo de su hermano, me retiro.—Ambos dieron una inclinación y dieron las espaldas al escuchar el cerrar de la puerta. Estaban sorprendidos al ver con que actitud se tomo las cosas, no grito ni nada, se lo tomo…a la ligera.

Al ver sus subordinados irse sin mas, se quedo perplejo. Lo trataron con mas cuidado que a los demás y ver en la forma de tomar la noticia, no se ve todos los días. Llevado por su curiosidad, se movió sin ser visto hasta llegar a una ventana que no era percatada, serciorandose que no hubiera ninguna persona cerca. La tarde caia lentamente junto con la oscuridad del lugar, eso era una ventaja a su favor. La ventana estaba a la altura de su nariz, era suficiente para observar, era una habitación sencilla con una cama y un mueble de noche con una vela encima. Vio movimiento que le hizo estar alerta.

Ahora en sus manos sostenía un chaleco que simulando ser el de su hermano, era una ofensa para su persona. Pero no se iba a desquitar con esos mensajeros, no tenían la culpa. Parado ahí en medio de su habitación, con un sabor amargo en la boca. No, no debía llorar, sabia que tarde o temprano pasaría, y si lloro cuando pequeño cuando supo las consecuencias que traería ser un soldado. Se dio ese privilegio por tan solo ser un niño, ya era mayor y ahora el único hombre de la casa.

—No te preocupes hermano…—Apreso aun mas esa prenda contra su pecho.—Haré mi mayor esfuerzo para sobrevivir, ya lo veras.—Era demasiado para él, se aproximo a su cama dejandose caer junto con lo que apretaba en sus brazos.— Mañana será un nuevo día…—Trataba de dormir, cerrar sus ojos…para siempre.

Las ganas y el dolor en su garganta ya no soportaba, dejo que las lagrimas silenciosas salieran de sus párpados, unto su rostro aun mas en la almohada, se preguntaba como podría hacerlo, ¿como podría vivir ahora? Y como cereza sobre el pastel ha perdido al único familiar que tenia, nada podía ser peor. Ahora estaba solo. Después de la oleada de sentimientos y el dolor de su corazón lo dejo agotado tanto física como emocionalmente que cayo dormido. Teniendo la esperanza de que mañana seria otro día.

¿Como podía existir un alma así? se preguntaba el de ojos rojos al ver el sufrimiento en su rostro. Dormía plácidamente, con el ceño algo fruncido y marcas de lagrimas saldas en las mejillas. Se preguntaba por que el corazón se le oprimió al ver como ese chico trataba de controlarse para no llorar y al final no pudo. Era como si sus lagrimas le quemaran en su interior, sentía la enorme necesidad de estar ahí a su lado, para consolarlo y decirle que no estaba solo.

—No volverás a llorar…—Se encontraba sentado en su cama con la única luz de su chimenea con poca leña.—…Rei…—Volvía a leer una y otra vez que papel que robo de los expedientes de los soldados en donde venia el nombre del soldado caído y su único hermano: Rei.

Era un lindo nombre y él era lindo, -otra cosa que hay que saber es el sultan tiene otro tipo de preferencisas- pensaba que por esos barrios no habría nada digno de su interés o siquiera en ser visto hasta verlo a ese peli azul. Quien diría que llegaría el día en que mostraría interés por alguien que fuera simplemente para sexo o tener un buen rato. Rei, era…un caso especial.

—¡NII CHAN!—Salió abruptamente de sus pensamientos por el portazo, logro esconder el pedazo de papel detrás de una almohada, aun espantado.

—¡Que diablos Gou!—Se levanto para ver a su hermana entre preocupada y molesta.—¿Otra vez Mikoshiba te molesto?—

—No es eso!—Le exclamo sonrojada.—¿Donde estabas esta tarde? ¡me tenias preocupada!—Y como no estarlo si casi volteo medio palacio para encontrarlo.

—Solo fui a dar una vuelta.—Respondió desinteresado.

—¡¿Solo?!, que hubiera pasado si—Sus nervios estaban flotando por su cabeza cuando…

—No paso nada Gou, estaba disfrazado—La interrumpió— Ademas estaba aburrido y quería salir a tomar aire. Con eso que siempre me molestas de que jamas salgo.— La chica hizo un puchero, pues era verdad, constantemente le decía que debía salir a tomar el sol o algo. Suspiro resignada

—Bien, pero avisa antes.—Reclamo apuntando.—Deja una nota o algo.—Recomendó al dirigir sus paso al la puerta.

—Si, si, perdón. Ahora sal que quiero dormir.—Le dio la espalda par irse a su enorme cama.

—Ya ya, esta bien. Pero eso si onii-chan …-Le amenazo antes de cerrar la puerta dejándolo por fin solo.

A veces su hermana era un dolor de cabeza, pero no la culpaba, ese era el trabajo de las hermanas menores y era preocuparse por sus hermanos y viceversa. Pero no era momento para ponerse sentimental, su mente trabajaba en un plan, y uno muy ingenioso para volverse a encontrar con ese chico de ojos violáceos.

Mañana seria otro dia.

"He buscado siempre a alguien que pueda amar…te he buscado a ti…"


Espero les haya gustado, disculpen cualquier falta de ortografia o redaccion, tratare de resolverlo luego. Por favor dejenme sus reviews con sus opiniones, deseos de amor o de muerte todo es valido ^^ Tratare de actualizar pronto.

Y mis datos curiosos:

Sabias que...en este fanfic rei sera el de abajo? ewe. Bueno ya!

Te ha hablado Maro Draxon y te deseo...buenas noches...(okno)

See you next time!