Hola ¡ Como ya saben solo pido prestados los personajes de JKR para estrujarme las neuronas un rato. Disfruten el capitulo

Capitulo Uno

La sala del Tribunal esta suavemente iluminada con la luz de las antorchas, el aire frio y húmedo convierte en vapor la respiración de las tres personas sentadas en torno a una mesa de madera.

- Bien, señor Malfoy, he revisado adecuadamente todos los documentos y la situación es tal como le explique en mi carta. Es usted el único heredero de su ancestro Corvus Blackthorn, por ser el único varón sobreviviente en línea directa. El testamento es claro en ese sentido - El anciano mago hablo con voz cansada – Y antes que me diga nada… Es cierto que ese testamento estuvo extraviado durante demasiado tiempo, pero ahora que ha sido recuperado, el Ministerio está en la obligación de rectificar. Se lo he explicado a su abogado y a usted. ¡Lo único que necesitamos es que tome posesión del lugar! Y después, si es su deseo, lo done o lo venda al Ministerio a un precio razonable. Sé que es una molestia trasladarse al corazón de una reserva de dragones solo para realizar un sencillo hechizo, pero como seguidores de la ley debemos procurar que todo esté en orden.

Draco Malfoy no da muestras de oírlo. El joven permanece en silencio con una expresión de profundo aburrimiento durante unos interminables minutos y luego se gira hacia el mago.

- Está bien. Partiré mañana, tomare posesión de esas ruinas, las entregare al Ministerio y ustedes pondrán un lindo cartel que diga "Donación de Draco Malfoy". ¿Debe acompañarme mi abogado?

El abogado de Malfoy, un mago delgado, pálido y para nada atlético, lo miró con cara de terror ante la posibilidad de verse obligado a internarse en un sitio agreste habitado por dragones y otras criaturas igual de peligrosas.

- Solo si usted lo cree necesario… pero tendrá a su disposición un funcionario del Ministerio para encargarse de lo legal y un especialista en dragones que solicitó participar de esta expedición y que además puede garantizar su seguridad para cruzar parte de la reserva.- se apresuró a decir el mago visiblemente aliviado- Si ya está todo resuelto, tendrá un traslador mañana a las nueve de la mañana. Le agradezco su disposición y ahora si me disculpa…- el anciano mago se retiró apresuradamente para evitar que Draco diera muestras de arrepentirse.

- Sssr. Malfoy…- el abogado temblando de ansiedad trataba de llamar su atención hablando a trompicones- No creo que sea necesario que yo vaya. Además esta ese asunto de las exportaciones…. Y los contratos están algo retrasados, nada importante pero prefiero trabajar en eso antes de….

- No quiero que vayas. No serias de ninguna ayuda. Y menos si no paras de gimotear…- un brillo de astucia ilumino sus ojos grises- Averigua quienes irán conmigo. Quiero la respuesta hoy a mediodía, estaré en el restaurant de siempre.

Draco Malfoy había logrado recuperar su sitial en la alta sociedad mágica gracias a su tesón, trabajo duro y olfato para los negocios. A los veintisiete años era un reconocido creador de pociones, estaba asociado con Theodore Nott y juntos crearon un imperio comercial que incrementaba su fortuna día a día, poseedor de tres mansiones distribuidas en Inglaterra, Francia y Escocia, de los automóviles mágicos más veloces y de una envidiable colección de libros y obras de arte, era considerado el soltero más codiciado por la revista "Corazón de Bruja".

Tras la caída de Voldemort pronto fue marcado por la tragedia. La muerte de sus padres a manos del sanguinario mortífago Antonin Dolohov, se convirtió en un bullado crimen cometido por venganza contra quienes renegaron del innombrable. Draco colaboró activamente con el cuerpo de aurores hasta la captura del mortífago por su propia mano. Su declaración ante la prensa "Era el momento de hacer lo correcto" acompañada de una fotografía que le hacía parecer más joven, con su pelo desordenado, sus heridas recién atendidas y su indiscutible atractivo, le granjeo la simpatía del sector femenino.

Los años pasados fuera del país le ayudaron a forjar una imagen celosamente protegida, salvo una que otra indiscreción filtrada por la prensa mágica, que le pavimentaban el camino hacia un futuro alto cargo en el Ministerio.

Dos magos sentados en "La luna sonriente" el restaurante más exclusivo del Callejón Diagon llamaban la atención por su elegancia y sumaban sonrisas coquetas que les dejaban al pasar, mientras disfrutaban su café en una mesita al aire libre.

- ¿Así es que lograron convencerte finalmente? ¿Cuándo partes?- Theodore Nott sentado frente a él, hablaba al descuido mientras se dedicaba a mirar a dos brujas que paseaban por el lugar.

- Mañana temprano. Solo es una formalidad. Espero estar de regreso después de almuerzo.- dijo Draco ahogando un bostezo de hastío- Es una estupidez… ni siquiera sé quién es ese Corvus Blackthorn. Ni porque tuvo la genial idea de legar algo que está en medio de un bosque plagado de dragones y otros bichos.

- ¿No puedes cambiar la cara por una vez? Tómalo como un descanso… ¡Relájate o anímate! De un tiempo a esta parte pareces un inferí. ¿o estás jugando al pobre niño rico?- Theo le sonríe a una de las brujas y le hace discreto gesto de saludo- ¡Mira que preciosidad¡ ¿Y si la invitamos a almorzar?

- ¿Y escuchar toda la mañana como les rebota el cerebro dentro del cráneo? No gracias. Además espero a Griffin, le ordene averiguar quiénes irán enviados por el Ministerio. Y tú que tanto defiendes la idea de hacer un paseo rural y agreste ¿No quieres acompañarme?...- Draco le da una sonrisa sarcástica al ver la cara de espanto de Theo- Me lo imaginaba. En cuanto a mi… Es lo mismo de siempre. Es esa sensación de aburrimiento, siento que me falta...

Pero Draco no pudo seguir explicando pues en ese instante una pequeña lechuza negra de ojos ambarinos aterriza sobre la mesa y muy compuesta estira una pata para entregar un mensaje. En cuanto Draco retira la nota, esponja sus plumas y se aleja rápidamente.

"Estimado sr. Malfoy:

De acuerdo a la información que me solicito, sus acompañantes serán el sr. Charlie Weasley, dragonolista y la Srta. Hermione Granger, funcionaria del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica."

- ¡Pero que mierda…! Por eso no vino Griffin en persona… ¡Mira esto!- muy molesto, Draco le lanza la nota sobre la mesa- Puedo soportar a Weasley, al menos no es la comadreja… Pero a Granger no la aguanto, con sus aires de sabelotodo…

- La verdad Draco, es que es bastante simpática y tiene un cierto atractivo además de ser extremadamente inteligente. Recuerda que me toco tratar con ella cuando iniciamos nuestro negocio y fue muy agradable.- Theo lo miro algo preocupado ya que Draco arrugaba la carta con el ceño fruncido- si te molesta tanto, puedo acompañarte, me vendría bien tomar algo de aire puro. Nos vemos mañana en el Ministerio…

Draco lo vio alejarse en dirección hacia una de las brujas que curioseaban distraídamente un escaparate. Sonrió cuando su amigo, tras unas breves palabras, la tomo del brazo y la separo del grupo perdiéndose calle abajo. Movió la cabeza y reflexiono que debiera estar agradecido de su vida, pues después de tocar fondo con los últimos días de Voldemort había logrado remontar con los juicios del Winzegamot, su exoneración y ser considerado casi un héroe al atrapar a Antonin Dolohov. Además de labrarse un nombre y tener fortuna propia.

Sin embargo no estaba satisfecho. De un tiempo atrás, sin que pudiera precisar exactamente cuándo ni porque, sentía que algo faltaba para ser completamente, sino feliz, a lo menos satisfecho.

Es cierto que estaba en la cumbre pero quizás el precio a pagar fue demasiado alto. En el trayecto se había convertido en un solitario con Theo Nott como único amigo. Es cierto que recibía frecuentes invitaciones a todo tipo de eventos, pero cada vez que llegaban los elegantes pergaminos, le parecía escuchar el tintinear de los galeones. Lo mismo ocurría con las brujas con las que salía ocasionalmente. Todo iba bien hasta la segunda o tercera cita en donde la bruja de turno dejaba caer "Lo mucho que le gustaba el ultimo modelito de túnica" o los diamantes o derechamente unas vacaciones en Suiza.

Draco suspiro, mando una lechuza con un mensaje dando instrucciones para preparar su equipaje, dejo una monedas en la mesa del café y salió del Callejón Diagon para internarse en el Londres muggle que, irónicamente, era el único lugar en donde se sentía un poco más libre, un lugar en donde nadie lo conoce y donde solo unos pocos saben de la existencia de un mundo distinto conviviendo con el propio.

Al día siguiente, Draco y Theo son conducidos al Depto. de Transporte Mágico en donde les asignan un traslador en forma de pantalla de lámpara "Espero que no se mareen, es un viaje largo" y tras el conocido tirón en sus estómagos giran rápidamente como absorbidos por un remolino, hasta aterrizar sobre el pasto húmedo de una colina desde donde se divisa el imponente paisaje agreste de un bosque y a su derecha inmensas montañas rocosas.

Draco cierra los ojos un momento para librarse de la sensación de vértigo y sonríe involuntariamente, ante el disfrute que el lugar le proporciona. La brisa fresca, el tibio sol y el aire puro colaboran a mejorar su humor hasta que escucha una voz a sus espaldas que le cae con la suavidad de un balde de agua fría.

- ¡Por fin llegan! Estábamos esperándolos desde temprano. Mientras antes nos pongamos en camino más pronto terminaremos… Hola Theo, gusto de verte. Tendrán que cambiarse de ropa, la que llevan no es adecuada.

Draco abrió los ojos y se encontró frente a frente con Hermione Granger, quien lo mira con impaciencia. La chica iba vestida con ropa muggle color castaño y una capa roja corta con capucha para protegerse del frio. Unas botas bajas y gruesas completaban el atuendo.

- Buenos días Granger, veo que no has perdido tus malos modales-

Draco se agacha a recoger su mochila y comienza a bajar la cuesta que los lleva a una cabaña de troncos que hace de refugio. Tras él, Theo y Hermione conversan animadamente. Apura el paso y se sonríe con malicia cuando escucha a Hermione trastabillar mientras trata de acompasar al ritmo de sus zancadas pero se sorprende cuando ve a Nott tomarla del brazo caballerosamente y escoltarla el resto del camino hasta llegar al refugio en donde los esperaban Charlie Weasley y Luna Lovegood.

- Bien, ya que estamos todos voy a darles algunas instrucciones antes de partir- Charlie Weasley ha tomado la palabra desde la cabecera de la mesa. – En primer lugar nos espera una larga caminata. Es peligroso ir en escobas pues esto es una reserva de dragones y no queremos encontrarnos con ellos en el aire… Por lo mismo Malfoy y Nott deberán ponerse ropa adecuada. Les proporcionare capas de camuflaje a todos…

- No voy a usar ropa de segunda mano Weasley.- Draco lo dice con voz firme- Traje mi propia ropa.

- Entonces ¿Podrías firmar esto? Es una declaración en donde indica que desobedeces las instrucciones del dragonolista por tu propia cuenta y riesgo y asumiendo la responsabilidad por daños en tu persona- Hermione le alarga un pergamino y una pluma, Draco la mira y lo desliza sobre la mesa en su dirección sin firmar- Entonces estamos de acuerdo en obedecer las instrucciones…

- ¿Por qué no van a cambiarse? Hay una habitación aquí atrás- Luna corta de raíz el conato de discusión y los dirige con una sonrisa dulce hasta una habitación que hace de dormitorio. Sobre la cama se encuentran dos flamantes capas de tela gruesa con colores de camuflaje.

- Y tú… ¿No vas a cambiarte?- Draco dirige una mirada irónica a la túnica de lana de colores de Luna- Creo que tu atuendo es algo brillante.

- Abríguense, en medio del bosque suele hacer frio.- Y con una sonrisa Luna los deja solos.

En la cocina, Charlie trata de calmar a Hermione sin mucho éxito.

- No lo soporto… Es arrogante, altanero y poco confiable. Nos va a dar problemas. No es capaz de seguir instrucciones… Mira que hacer un lio solo por la ropa que debe usar.

- Se lo encargaremos a Luna. Ella tiene una paciencia infinita y nada la saca de quicio. Si hubiera sabido que te molestaba tanto, no te habría propuesto para que me acompañaras. De verdad pensé que la animosidad entre ustedes había quedado atrás. Por favor discúlpame…- Charlie la miraba con la aflicción pintada en sus ojos celestes- Te prometo que lo mantendré alejado de ti y haremos esto lo más rápido posible.

- Gracias Charlie, no es culpa tuya. Me saca de quicio pero puedo manejarlo. Estaré afuera, necesito respirar un poco de aire fresco.

Hermione se aleja de la cabaña y fija la vista en el horizonte. Recuerda la primera vez que vio a Draco en Azkabán, su juicio se había retrasado y el defensor la citó para discutir su declaración. Cuando lo llevaron ante ella la impresiono su aspecto demacrado, estaba sucio y despeinado, enfundado en una túnica raída tiritaba de frio y sus ojos se veían rojos y con un brillo de desesperación.

En su recuerdo lo ve acercarse a la chimenea, que ocupa casi una pared de la salita, y arrimarse al fuego, estirar las manos hacia la hoguera y después ocultarlas rápidamente cuando se da cuenta de lo sucias que están.

Hermione lo observa y siente como el rencor acumulado se desvanece y da paso a una ola de compasión.

- Toma un trozo de chocolate, te ayudara con el efecto de los dementores.

- No me tengas lastima Granger, después de todo, te estoy dando el espectáculo que tú y tus amiguitos siempre desearon.- le regala una sonrisa amarga con dientes sucios y toma bruscamente el chocolate que le ofrece- El gran Draco Malfoy oliendo a mierda.

- Vine a ayudarte a salir de aquí. A ti y a tu madre. Un año es más que suficiente para pagar tus culpas y ningún ser humano, ni mago ni muggle, debiera pasar por esto. Es cruel y es una tortura ¡y ni siquiera te han condenado aun!- Hermione baja la voz y habla casi en un susurro- tu madre ya me conto como fue vivir con Voldemort. Solo vengo a comparar su relato con el tuyo para usarlo como defensa.

Draco se voltea y la mira fijamente. No sabe si es por efecto del chocolate o el calor de la chimenea, pero se ve un poco mejor, un poco más humano.

- ¿Qué es lo que quieres saber?

- Empieza desde el comienzo. Desde el regreso del Innombrable.

Draco suspira hondo y toma asiento frente a Hermione. Y habla, describe su vida durante casi dos horas. A ratos haciendo esfuerzo por mantener a raya sus emociones. Habla descarnadamente, con rabia, con dolor y miedo. Suelta todo lo que lleva metido dentro y se olvida que es Hermione Granger quien lo escucha. Lo único que le importa es quitarse el veneno que lleva encima y que hace peor el efecto de los dementores. Cuando termina, baja la cabeza y se queda mirando sus manos. Hermione tiene los ojos húmedos y carraspea para disimular un sollozo.

- Creo que eso es todo Malfoy. Voy a preparar mi informe y lo presentare al Wizengamot. Servirá para liberarlos a más tardar dentro de un mes.

- Granger… No me has dicho que pasara con mi padre.

Hermione lo mira con los ojos desorbitados y expresión de espanto.

- ¿No te han dicho?... – al ver la expresión desconcertada de Draco reacciona rápidamente- Malfoy, tu padre será liberado por razones humanitarias. El… No puede caminar… Está muy mal y necesita cuidados especiales. La única condición para liberarlo es no volver a utilizar magia o tener una varita en su poder.

Después de esa entrevista no volvió a Azkabán, pero consiguió que le permitieran enviarle raciones de chocolate que él compartía con sus padres.

El día del juicio Hermione lo diviso al final del pasillo de la sala del Tribunal. Se había aseado y vestía un elegante traje negro, que le quedaba ancho, y una capa negra a juego, se notaba la tensión en sus hombros y la ansiedad le crispaba la comisura de los labios. Él no la vio pues sus ojos estaban fijos en Lucius Malfoy quien, sentado en una silla de ruedas y la mirada perdida, recibía la excarcelación por parte del jurado. A continuación dieron una breve lectura de los cargos contra Narcissa y Draco, el informe del abogado defensor y finalmente los condenaron a entregar parte de sus bienes al Hospital San Mungo, a prestar trabajo comunitario durante seis meses y a reportarse semanalmente durante dos años con el Departamento de Aurores.

Hermione vio a Narcissa tomar la mano de su hijo y enjugarse las lágrimas disimuladamente. Draco agachó la cabeza con el alivio pintado en su rostro.

Mientras se alejaba de la Sala del tribunal, caminando lentamente por los pasillos de piedra, débilmente iluminados por antorchas escucho a Draco. "Granger, espera" lo vio correr hacia ella hasta llegar a su lado. "Quería agradecerte lo que hiciste por nosotros" le dice mientras le entrega una cajita de terciopelo azul "Es un regalo de mi madre".

Hermione abre la caja y se encuentra con un hermoso medallón de cristal de roca y plata con forma de medialuna y una nota con la elegante caligrafía de Narcissa Malfoy. "Una pequeña muestra de todo mi agradecimiento por sus esfuerzos. Sería un honor que lo aceptara." Hermione solo sonríe y levanta la cabeza para encontrarse con los ojos de Draco. "Gracias… Creo que es todo, ya termino… Nos vemos Malfoy, que estés bien" Cuando le da la espalda, una mano aprisiona su muñeca y la hace girar hasta quedar rodeada por los brazos de Draco que la atenazan con fuerza. Hermione siente el leve olor a perfume masculino, la respiración agitada golpeando su frente y los latidos del corazón de Draco. "Gracias Granger. No sabes lo que significa estar fuera" La besa en la mejilla y se aleja por el pasillo ondeando su túnica.

Después vinieron los encuentros casuales en donde se saludaban civilizadamente con una sonrisa, después fue compartir un café de vez en cuando y hablar de cosas triviales hasta una tarde que terminaron besándose como locos y haciendo el amor con desesperación en un campo de las afueras de Londres.

Y de allí comienza el capítulo secreto de su vida, ese que solo ella conoce. La vorágine de besos prohibidos y encuentros furtivos, amparados en la poción multijugos para poder pasear tomados de la mano, se conocen, hablan y Hermione termina confiando en él. Hasta un par de semanas después cuando una tarde abre la revista Corazón de Bruja para encontrarse en las páginas centrales con dos reportajes paralelos, uno en donde se anuncia el término de su relación sentimental con el héroe de guerra Ronald Weasley y en la página de enfrente el compromiso de Draco Malfoy y Astoria Greengrass.

Con los pedacitos de corazón clavándole el pecho, toma la primera decisión impulsiva de su vida y acepta una pasantía de un año en Beauxbatons. Dos días después parte a Francia, con dolor y sentimiento de culpa, pues nadie sabe la verdadera razón de su alejamiento y sus amigos asumen que es para recuperarse de su fallida relación con Ron Weasley.

Lo demás transcurre a la distancia. Se entera por la prensa del asesinato de Lucius y Narcissa, de la postergación del matrimonio de Draco y su posterior rompimiento, de su colaboración con el Depto. de Aurores y finalmente de su partida a Rumania y el inicio de su empresa por boca de Theo.

Son ocho años en que no lo ha visto cara a cara, pero aun no olvida ese breve periodo de su vida que en principio fue glorioso, pero que termino generándole rencor contra Draco Malfoy y vergüenza por la estupidez de haber creído en él.

Estaba tan abstraída que se sobresaltó cuando Charlie le entrega su mochila y su capa verde y caqui.

- ¿Nos vamos?

- Sí. Vamos… Ya es demasiado tarde.

Cuando se voltea bajar el sendero, descubre que Draco Malfoy la mira fijamente con sus fríos ojos grises, le da la espalda y continúa caminando.

- ¡Hey Weasley! Hasta que hora vamos a caminar….¿No podemos descansar un poco?- Theo, poco acostumbrado al ejercicio físico está resintiendo la larga caminata por el estrecho y escabroso sendero del bosque, lleno de raíces sobresalientes y madrigueras de roedores que obligan a ir con los ojos pegados al suelo.

- Este bosque es muy bonito ¿Por qué no habíamos venido nunca?- Luna sigue con la mirada el vuelo rasante de una pequeña lechuza blanca- Miren… se parece a Hedwig. ¡Oh! hay ramitas de eléboro negro y allí hay setas dulces…. Y allí un arbusto de mora silvestre

Luna era la única que parecía disfrutar la caminata, pues Charlie iba preocupado de la seguridad del grupo oteando en todas direcciones por la presencia de dragones, Theo muy cansado estaba cayendo en el malhumor, Draco silencioso y hosco caminaba siguiendo el borde del sendero y Hermione cerraba el grupo ignorando a todos.

Cuando ya los ánimos rozaban el suelo, Charlie hace un gesto con la mano. "Llegamos..., acérquense con cuidado y alertas. Pueden quedar algunas maldiciones activas alrededor".

En la medida que avanzan, las copas de los arboles dejan pasar más luz hasta que llegan a un claro totalmente despejado que circunda una enorme construcción de piedra totalmente en ruinas. Las altas murallas están derruidas y llenas de musgo en las zonas donde no toca el sol. Parte de una torre se eleva a un costado y parece sostenida solo por la frondosa enredadera que crece a su alrededor. "Son los restos de un castillo" Charlie se adelanta hasta quedar al borde del foso que rodea la construcción, que ya está seco y deja ver un fondo de rocas puntiagudas. Con un rápido movimiento de varita hace levitar un par de troncos caídos al borde del bosque para usarlos como un puente. "Crucen con cuidado y pónganse las capas de camuflaje, no me extrañaría que estas ruinas estén siendo usadas por algún dragón para anidar."

Cruzan con cautela el viejo foso y rodean las ruinas hasta llegar a un paredón con un enorme arco en medio, con una multitud de estrellas talladas bajo y sobre relieve en la piedra, se adivinaban los huecos herumbosos dejados por los goznes y el tamaño de la puerta que lo cerraba debía de ser de un tamaño descomunal. Es la única parte del castillo por la que se puede adivinar la pasada magnificencia de la construcción.

- Bien…Malfoy, Creo que este es el lugar donde debes realizar el conjuro. Toma, es una copia del testamento de tu ancestro Y aquí hay utensilios para el hechizo- Hermione le alarga un pergamino cuidadosamente doblado y un bulto de forma indefinida. Al tomarlos sus dedos se rozan y retira la mano como si la hubiese quemado.

- Gracias Her..Granger… ¿Por qué mierda todos estos hechizos antiguos necesitan sangre?- rebusca en el hatillo y saca un minúsculo caldero de cobre tallado con runas y un pequeño cuchillo de plata, le hace un gesto a Theo quien toma el caldero y lo levanta a la altura de su pecho con los brazos extendidos. Draco vacía el contenido de una bolsita de cuero y el olor del incienso se esparce en el aire, agrega el contenido de una botellita de cristal "Es aceite de mandrágora" dice Hermione ante el gesto de Theo por el fuerte olor que emana del caldero. Finalmente Draco hace un corte poco profundo en la palma de su mano derecha y agrega gotas de su propia sangre. Del caldero surge un suave vapor azulado y la mezcla ha tomado un color azul brillante- Esta lista.

Los chicos se acercan al enorme arco y Draco amarra unas cuantas plumas a la punta de su varita convirtiéndola en un pincel bastante rustico. Lo moja en la poción y ceremoniosamente comienza a pintar algunas de las estrellas con la mezcla. Al mirarlas desde un poco más lejos Hermione se percata que las estrellas pintadas dibujan runas sobre la pared en las que se lee "Refugio de la noble casta". Finalmente Draco termina y todos escuchan un sonido parecido al viento entre la copa de los árboles y sienten un ligero temblor de tierra.

- Ya está hecho… ¿Podemos irnos ya?- dijo Draco fastidiado.

- No seas aguafiestas dragón. Podríamos descansar un poco y revisar lo que estas regalando ¿No te parece?- Theo se había acercado al arco y oteaba la entrada cautelosamente- Puff… esto es una ruina, pero aún hay algo levantado.

- Entren con cuidado…- Charlie se había quitado la mochila y hecho a andar tranquilamente hasta el centro del patio de lo que fuera el castillo- Luna ¿Quieres venir? Diviso algo que tal vez te puedan interesar.

Todos se acercan a Charlie con curiosidad y entran a una habitación de paredes derruidas cubiertas de musgo, en partes han quedado los ladrillos expuestos pero en otras se observan retos de pintura desvaidos. Pequeñas plantas han crecido entre las grietas del suelo de piedra y ya no quedan rastro del techo.

- Diffindo¡- sin ningún miramiento Luna ha cortado las enredaderas que ocultan los vestigios dejando a la vista una pared cubierta de colores desvaídos que componen un inmenso mural. Se pone una curiosas gafas que emiten una luz roja y cuyos cristales son de distinto color - ¡Es una historia!... son imágenes de batallas. Hay una mesa redonda y…¡oh no! Parece que queman a alguien. Y después un grupo de niños tomados de la mano… No sé lo que significa, parece que hay más pero es lo único que se ve con más claridad. Ayúdenme a tomar algunas fotografías….

Charlie saca de la mochila una cámara y comienza a seguir las instrucciones de Luna, mientras Hermione toma notas. Draco se aleja del grupo y se sienta en una columna rota mientras fija en Hermione una mirada torva.

- Draco ¿Por qué no…?- Theo se calla al descubrir la expresión de su amigo y de pronto se hace la luz en su cerebro y lo mira con expresión de incredulidad- ¿Es Granger? ¡Es Granger! Es por eso que no querías venir…Estabas esperando que el Ministerio la enviara…

- ¡Baja la voz! ¿Estás loco? Conoces mis gustos ¡por favor! La comelibros no califica para nada…- dice con total arrogancia- Mírala… Despeinada, insulsa, con esa ropa de segunda…En suma común y corriente. Sin pizca de coquetería y sabelotodo… Nada atractiva. Preferiría besar un inferí…

- Ya, me quedo claro- Theo lo mira con suspicacia- pero me parece que protestas demasiado…¿Qué hay allí? Parece una entrada.

Ambos se acercan y descubren una pequeña habitación redonda que parece no haber sido tocada por el tiempo. En las paredes hay antorchas empotradas, por lo que Theo lanza un pequeño hechizo que hace que se enciendan una a una dejando ver paredes impolutas pintadas de verde esmeralda con una escritura dorada a ras de techo "Spátium Témporis." repetida una y otra vez. El suelo, hecho de grandes losas de piedra roja totalmente lisa y brillante, le hace parecer un espejo. Una tenue luz se filtra a través del vitral redondo de una ventana circular, con la figura de un reloj de sol de un amarillo brillante que se refleja en medio de un pozo de agua clara, rodeado de pequeñas piedras redondas ciceladas con runas, ubicado al centro exacto de la habitación.

- ¡¿Qué es esto?¡- Theo se asoma y grita- ¡Weasley! ¡Vengan aquí, rápido!

Cuando llegan los demás, se encuentran con Theo y Draco Arrodillados frente al pozo mirando atentamente el agua. Los chicos miran con ojos asombrados la extraña habitación.

- La leyenda significa "sin tiempo" o "espacio sin tiempo". Eso explica algo por qué esta tan bien conservada, debe tener un hechizo de mantención… Y las runas…- Hermione se pone de cuclillas junto a Theo- No reconozco ninguna.

- Es raro, refleja ese vitral, pero si cambias de ángulo, refleja arboles- dijo Luna inclinando la cabeza- ¿Reflejara el bosque de afuera?

- Quizás se trate de un hechizo de vigilancia – Charlie acomodo la mochila en su espalda para poder acercarse un poco más- Este cuarto puede haberse usado como refugio en caso de ataque.

En ese preciso instante Draco toca suavemente con su varita a la superficie del agua y al instante comienza a surgir una tenue neblina dorada que tiene un suave olor dulzón. Charlie alcanza a pensar "Salgamos de aquí" pero de su boca no sale sonido antes de caer al suelo es un estado de sopor y ver con el rabillo del ojo como cada uno de sus compañeros toca tierra. Sus ojos se cierran y cae en un profundo sueño.

Lentamente la niebla rodea el cuerpo de cada uno de ellos y comienza a solidificarse hasta tomar una consistencia gelatinosa. Lentamente, como si fuera una ameba llevando a sus presas, arrastra los cuerpos dormidos, los sumerge en el pozo y todos desaparecen.