Título: Lo que sucede en los aposentos del rey…
Resumen: Lo que sucede en los aposentos del rey, se queda en los aposentos del rey. Capítulos en los que podemos ver como la relación de Arturo y Merlín avanza para convertirse en algo más que una amistad.
Notas: Me gustaría que dejen sus comentarios, es la segunda vez que hago un Merthur y no estoy muy segura de sí los personajes me salen bien, estoy tratando de hacerlos lo más parecido a lo que son en realidad. Gracias por leer y comentar. Cualquier comentario que pueda ayudarme a escribir sobre esta pareja mejor, o cualquier recomendación o sugerencia es bienvenida.
- ¡Merlín! - escuchó su nombre y giro los ojos nada sorprendido. Estaba ayudando a Gaius a hacer una poción mientras que el imbécil de su rey le requería de su presencia.
A veces pensaba que él no podría cambiarse sólo si Merlín no estaba, Arturo tenía a Gwen para ayudarlo, ¿porque le exigía ayuda a él?
Ah claro, ya recuerda... Trata de hacerle la vida imposible.
- ¡Merlín! - otra vez resonó por las paredes del castillo la voz del rey furioso.
- Mejor ve, o te meterás en problemas. - le dijo Gaius.
Merlín suspiro y se levantó pesadamente, se dirigió más bien rápido a la alcoba de su señor y abrió la puerta, el nunca tocaba antes de hacerlo, por eso no vio necesidad alguna de hacerlo ahora, y se sorprendió cuando interrumpió un beso de sus reyes, Gwen se separó sonrojada y sonriendo, mientras y que Arturo se quejó con el primero por pasar sin tocar y segundo por no pulir bien su armadura.
Sonrió, Merlín se divertía bastante cuando Arturo se enfadaba, aunque no le gustaba cuando lo llenaba de infinitos deberes y tareas que tenía que realizar en menos de dos horas porque si no volverían a gritarle y romperle los tímpanos del oído. No negaría tampoco que se había divertido al interrumpir aquel beso.
Guinivere salió de ahí y quedó sólo con el rey en sus aposentos.
- ¿Su majestad desea que pueda pulir su armadura adecuadamente? - Merlín hizo una reverencia, hablando sarcásticamente y burlándose.
- Merlín - gruñó feroz, el jodido de su rey - , Más respeto, siempre has sido un insolente.
Merlín se rió, él no era nada obediente, ni sumiso, sabía que a Arturo le gustaba así, si no, sería muy aburrido, ¿no?
Arturo le dio su pesada armadura y Merlín al recibirla en brazos casi se cae de cara contra el piso, y fue el turno de Arturo de esbozar una pequeña sonrisa arrogante.
- Cuando termines de pulirla como tiene que ser Merlín, limpiarás los establos.
Merlín giro los ojos, se lo había esperado, no era para nada raro que su insoportable rey le diera para hacer demasiadas tareas, era el pasatiempo preferido de Arturo, hacerle la vida imposible llenado la de tareas, en las cuales, no puede usar su magia por miedo a ser descubierto.
- Y luego quiero que vengas a mis aposentos. ¿Entendido?
Merlín hizo un par de comentarios que le sacaron una sonrisa al rey y se marchó a empezar a hacer todos sus deberes. Eran demasiados y después tenía que volver a la alcoba del rubio, que quien sabe que tarea le hará hacer.
